dilluns, 20 d’agost del 2012

Así es, mezquina y neofranquista, la España de Rajoy (un article de l'Enric Sopena)


Sabemos que el Gobierno popular maltrata con frecuencia a los sectores más vulnerables de la sociedad española con sus recortes sociales. Tras no pocas vacilaciones, Mariano Rajoy mantendrá, sin embargo, la indemnización de 400 euros mensuales a los parados sin cobertura.

La presión de la opinión pública, y del PSOE fundamentalmente, ha conseguido torcer los planes de la derecha gobernante respecto a esos 400 euros, una cifra de por sí infumable, aunque, atendidas las circunstancias, más vale  esto que nada.
Machacando a los machacados
Pero el PP, por boca del portavoz  Floriano -que va  de ridículo en ridículo  respecto al  Interligare y a su obsesión por liquidar políticamente a Rubalcaba-, intenta poner todo tipo de palos en las ruedas de los 400 euros. Disfruta, al parecer, Floriano machacando aún más a los machacados por la crisis.
Familias cercanas a la miseria
Hay que ser, en todo caso, mezquino para llegar a eso. ¿Por qué en lugar de investigar si deben o no recibir indemnización determinadas familias cercanas a la miseria, no ocupa Floriano el tiempo en investigar a sus compañeros pringados en la trama Gürtel?
Ricos y aristócratas
Este Gobierno, que agrada tanto a la derechona, trabaja mayoritariamente para beneficiar a los ricos y recoger en su seno a los aristócratas, ahuyentando además a las libertades civiles como las de las bodas homosexuales, la ley del aborto y  la libertad de expresión.
Multa gubernativa
Ahora hemos conocido que un ciudadano fue multado por el Gobierno hace unos meses,  debido a que exhibía durante un partido de balonmano entre la selección española y la de Argelia, celebrado en Alicante, una bandera republicana.
La bandera tricolor
Por blandir la bandera tricolor se le aplicó la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Decisión aberrante y, en el fondo, fascista o neofranquista.  Este ciudadano de la bandera republicana, y a mucha honra, no actuó violentamente, no practicó el racismo y tampoco la xenofobia. La única intolerancia que hubo fue la gubernativa. Así es, mezquina y neofranquista -cada día a peor- la España de Rajoy.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM