divendres, 13 de febrer del 2015

¡El avión de Malasya no desapareció! (¿Verdad o fantasía?)

Un periodista puede inventar cualquier historia. Leer lo que sigue pues resulta una historia hasta verosímil. ¿Será verdad?
Parece una historia de ciencia-ficción…
Algún día se conocerá la verdad de los ocurrido,,, mientras tanto los Grandes siguen "mudos"...

Mientras que Estados Unidos se estaba retirando de Afganistán, uno de sus sistemas de mando y control, usado para controlar los aviones sin piloto (drones) fue secuestrado por los talibanes, mientras que el convoy de transporte americano estaba bajando de una de las bases principales en una colina.
Los talibanes tendieron una emboscada al convoy y mataron a 2 comandos americanos (seals), se apropiaron de todo el equipo, incluyendo el comando y control del sistema, que pesaba cerca de 20 toneladas y venía embalado en 6 cajones.
Esto pasó en febrero de 2014.
Lo que querían los talibanes no eran las armas sino dinero. Ofrecieron vender el sistema a los rusos y los chinos.
Los rusos estaban demasiado ocupados con sus problemas en Ucrania, pero los chinos están ávidos de tecnología de sistemas militares de cualquier origen.
Imagínense que si los chinos llegaran a dominar la tecnología detrás del sistema de mando y control de drones estadounidenses, estos se volverían inútiles.
Los chinos enviaron 8 científicos superiores de defensa para revisar el sistema y acordaron pagar millones por él.
 En algún momento a principios de Marzo de 2014, los 8 científicos y los 6 cajones llegaron a Malasia, pensando que era la mejor manera de evitar la detección.
La carga estaba entonces en la embajada china bajo protección diplomática.
Mientras tanto los estadounidenses comprometieron la asistencia del servicio de inteligencia israelí y juntos planearon interceptar y recuperar el cargamento.
Los chinos decidieron que sería más seguro para el transporte mediante aviones civiles con el fin de evitar sospechas.
Después de todo, los vuelos directos desde Kuala Lumpur a Beijing demandan sólo 4 horas y media y los americanos no podían secuestrar o dañar a un avión civil sin una fuerte repulsa internacional. Por lo tanto el vuelo MH370 era el medio perfecto para sacar el material bélico como carga protegida diplomáticamente.
Pero los chinos no tenían idea que a bordo había 5 agentes comando estadounidense e israelíes, que están familiarizados con la operación de los Boeing. Es posible que los 2 supuestos iraníes con pasaportes robados, podrían estar entre ellos.
Cuando el vuelo MH370 estaba a punto de dejar el espacio aéreo malayo y estaba informando al control aéreo vietnamita de su ingreso, un avión AWAC norteamericano interfirió las señales del avión, desactivó el sistema de control de pilotaje y lo transfirió a modo de control remoto.
Fue entonces cuando el avión repentinamente perdió altitud por un momento.
¿Cómo un AWAC puede hacer esto?. ¿Recuerda la tragedia del 11-S con las Torres Gemelas?
Después del 11-S, a todos los aviones de Boeing (y posiblemente de Airbus también) le instalaron un sistema de control remoto para neutralizar cualquier intento de secuestro por parte de terroristas. Es decir que desde entonces, todos los aviones Boeing podían ser controlados remotamente desde tierra.
Viene a ser el mismo sistema de control remoto usado para controlar los aviones espía sin piloto y aviones teledirigidos, o sea los drones como el que justamente China trataba de hacer llegar a su territorio.
Los cinco agentes americanos e israelíes pronto asumieron el control del avión, desconectaron el transpondedor y otros sistemas de comunicación, cambiaron el rumbo y volaban hacia el oeste. ¿Por qué hacia el oeste y no hacia el este, hacia Filipinas o Guam? Porque todo el espacio aéreo sobre el Mar de la China meridional está cubierto por vigilancia satelital y radares chinos.
En realidad los radares militares malayos, tailandesas e indios detectaron la aeronave no identificada pero ninguno reaccionó profesionalmente.
El avión voló sobre el norte de Sumatra, Anambas, sur de la India y aterrizó en Maldivas (algunos aldeanos vieron la aeronave aterrizando), fue reaprovisionado de combustible y continuó su vuelo hacia la remota isla de Diego García, donde está la gran base aérea estadounidense en el medio del océano Índico.
La carga diplomática y la caja negra del avión fueron retiradas del mismo.
Aplicaron la estrategia de que sólo las personas muertas no hablarán, por lo cual los pasajeros fueron "silenciados" por medios naturales: falta de oxígeno al volar en altura con el avión despresurizado.
El MH370 con pasajeros "silenciados" despegó nuevamente de Diego García, utilizando control remoto, tal como lo hacen los drones espías (sin pilotos) y puso rumbo al medio del océano Indico Sur, donde se estrelló. De esta manera, inducen al mundo a creer que el avión finalmente se quedó sin combustible y se estrelló, por culpa del capitán y copiloto que planearon una suerte de vuelo suicida.
Los americanos pusieron en escena un extraordinario espectáculo digno de una película de acción-ficción de las que hoy se ven en TV.
Primero lograron desviar todo el esfuerzo de atención y búsqueda en el mar de China meridional mientras el avión realmente volaba al océano Índico.
Luego salieron con declaraciones contradictorias y pruebas parciales para confundir al mundo. Y en esto, Australia es cómplice.
La cantidad de esfuerzo que empleó China no tiene precedentes. El número de satélites, naves de guerra y aeronaves de búsqueda para explorar primero el mar de China meridional, y luego los estrechos de Malaca y el océano Índico fue altísimo... se puede decir que nunca visto.
Esto demostró que China está muy preocupada, no tanto debido a los muchos pasajeros civiles chinos, pero principalmente de la carga de alto valor y por sus ocho científicos superiores en defensa.
Ésta parece una historia de ciencia-ficción cinematográfica pero es perfectamente viable. ¿No lo crees?
Habrá que esperar a poder ver cómo se desvela este misterio.
O tal vez, nunca se tendrá ningún indicio hasta que surja un nuevo Snowden que revele los secretos de inteligencia estadounidense más celosamente guardados.