Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris El Confidencial. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris El Confidencial. Mostrar tots els missatges

dijous, 12 d’abril del 2018

El protocolo del PP: "Cristina, sé fuerte", funeral y fase de duelo

El PP sigue la pauta de otros escándalos y el futuro político de la presidenta de la Comunidad de Madrid cada vez es más negro

FERNANDO GAREA

La conclusión indiscutible es que Cristina Cifuentes es un cadáver político, aunque respire. Queda por saber de qué forma y cuándo será enterrada. Recibió su homenaje a título póstumo en la convención del PP, pero mientras siga en su cargo habrá un cadáver político al frente de la Comunidad de Madrid.
Empezó como un posible caso de favoritismo o de currículo engordado; evolucionó a un asunto mucho más turbio con falsificación de documentos incluida y en el penúltimo episodio se ha pretendido convertir en una trama contra Cifuentes.
El PP ha seguido el manual habitual aplicado a sus casos de corrupción: la negación, el apoyo y cierre de filas, la teoría de conspiración, la caída y el duelo. En todas se ha seguido el guion al que se añaden clásicos como “me alegro de que haya investigación judicial para poderme explicar”, “solo pretenden desgastar las instituciones” y el “todos son iguales” con la mirada a otros partidos en busca de casos similares. Es el protocolo habitual que explica que el PP no haya podido liberarse del peso de todos los escándalos.
“Este sumario algunos han pretendido convertirlo en una causa general contra el PP. Esto no es una trama del PP, como algunos pretenden. Esto es una trama contra el PP, que es una cosa muy distinta", dijo Mariano Rajoy el 11 de febrero de 2009 cuando arrancaba Gürtel. Arremetieron entonces contra la Fiscalía, contra el juez y contra los que lo denunciaron, como ahora han intentado dirigir el tiro hacia un profesor con carné del PSOE, como si eso probara la conspiración universal contra Cifuentes. Luego vino el “Luis, sé fuerte” y la distancia absoluta de los implicados, como si no les conocieran de nada.
Ahora estamos saliendo de la fase del “Cristina, sé fuerte”, para entrar en la próxima pantalla, la de dejarla caer y mirar para otro lado, como si Cifuentes nunca hubiera sido de ellos. "Con lo que la aplaudimos en Sevilla y ahora tener que dejarla caer", vienen a decir dirigentes del PP.
Luego vendrá el duelo, porque hace solo un mes Rajoy creía tener una candidata potente en Madrid y ahora tiene un agujero electoral enorme y donde más duele, en una comunidad emblemática, donde queda en manos de Ciudadanos. Cifuentes representaba un PP nuevo en una comunidad que ha sufrido como ninguna los escándalos de este partido, con Ignacio González, Esperanza Aguirre, Francisco Granados y otros caídos también al infierno, desde el respaldo a la distancia y la indiferencia, como manda el protocolo interno de actuación de los populares. Cifuentes era hace un mes la persona indicada para quitarles el luto por los caídos.
Con Cifuentes ahora quedan tres salidas: la dimisión para ser sustituida por otro candidato del PP al estilo de Murcia; la moción de censura, o que se mantenga en el cargo.
La dimisión al estilo murciano es negada de momento, pero también en Murcia pasaron semanas de negación hasta admitir lo inevitable y dar paso a otro presidente con los votos de Ciudadanos. Debe ser alguien del grupo parlamentario de la Asamblea y requiere pensar en un candidato potente para 2019 que no se adivina en este momento. Esta opción dejaría una notable imagen de debilidad del PP, en manos de Ciudadanos y al son de la música de Albert Rivera, que se cobraría una pieza de caza mayor.
Esta opción requiere paciencia y maduración, porque es sabido que Rajoy no mata, sino que espera al suicidio de los que le estorban, para que parezca un accidente.
La de la moción de censura del PSOE, con apoyo de Podemos y Ciudadanos, tiene la ventaja para el PP de que identifica al partido de Albert Rivera con opciones de izquierda y, de alguna manera, lo sacaría del espectro de centroderecha de cara a 2019. "Votad con PSOE y Podemos si queréis acabar con ella, que al menos no os salga gratis esta muerte y que este cadáver nos sea útil", dirían los del PP a los de Ciudadanos, haciendo de la necesidad virtud.
Esa estrategia tiene el inconveniente de que hay que hacer mucho esfuerzo de distorsión y de imaginación para identificar a Ángel Gabilondo con la etiqueta de rojo radical, perroflauta y podemita.
La tercera vía es la llamada vía muerta, es decir, la de la resistencia marianista de permanencia en el cargo, contra viento y marea. Puede seguir en el cargo, pero la Comunidad de Madrid tendrá un cadáver político al frente, con una agonía de un año hasta desembocar en las elecciones autonómicas de 2019. Ciudadanos no se habría sumado a la moción de censura, habría enterrado su petición de dimisión y tendría que justificar haber permitido que Cifuentes siga. Y Rajoy tendrá en todo caso el problema de buscar candidato para esos comicios y asumir el desgaste de Cifuentes en la presidencia. Mientras, avanzarán la investigación judicial y el calvario.
Si el líder del PP y presidente del Gobierno opta por esta vía, será solo por interés estratégico, porque significará que le importa poco Cifuentes y su combustión lenta.
Y, además, al PP se le van acabando las balas: disparó al aire la de la renovación parcial de su dirección con la entrada de Maillo, Maroto, Levy y Casado; ha malgastado la de la convención de impulso político, y tiene en vilo la de la estabilidad por Cataluña y los Presupuestos. Le queda la de la sorpresa con candidatos potentes para 2019, agitado por las prisas de dirigentes del PP.

dimecres, 11 d’abril del 2018

Caso Cifuentes: la conjura del filtrador

Un despechado profesor de la Universidad Rey Juan Carlos cuya militancia socialista sirve al PP madrileño para celebrar el hallazgo de la prueba de la conjura contra su presidenta

ANTONIO CASADO

La convención nacional del PP en Sevilla pasó del generoso arropamiento público del primer día al silencio total en el discurso de cierre de Rajoy. En los pasillos, desplome de las apuestas por la presidenta madrileña.
Ya judicializado, el caso Cifuentes se hace bola. Engorda al paso de las horas y rueda sin control. Ella la empuja con su inverosímil relato, enriquecido con la historia del `filtrador´. Un despechado profesor de la Universidad Rey Juan Carlos cuya militancia socialista sirve al PP madrileño para celebrar el hallazgo de la prueba de la conjura contra su presidenta.
Cifuentes y el portavoz del partido, Ángel Garrido, blandieron las declaraciones del susodicho como la caja negra del escándalo. La pieza clave que demostraría la existencia de una operación del PSOE para acabar con Cristina Cifuentes. Con exigencia de “explicaciones urgentes” al jefe de filas en la Asamblea, Ángel Gabilondo, y al secretario general, Pedro Sánchez.
La pregunta era inevitable: ¿y eso quiere decir que es falso todo lo sabido sobre las irregularidades en torno al consabido máster? No hubo respuesta sino pedradas verbales contra el PSOE. Por un presunto delito de acceso y difusión de datos protegidos de la Universidad RJC. “Quien comete ese acto ilícito también puede cambiar, modificar, quitar”, dijo el portavoz que ayer aparecía escoltando a Cifuentes en Sevilla.
La malicia del mensajero no contamina la veracidad del mensaje hasta el punto de suprimirla. La protección de datos no puede ser un burladero de sinvergüenzas. Viejo debate, alimentado estos días con el caso Falciani, ahora bajo custodia de la Justicia de nuestro país. Un filtrador de beneméritos efectos en la lucha de la Hacienda española contra los grandes defraudadores fiscales. Pero Suiza lo reclama por violación del secreto bancario.
Estamos ante un filtrador convicto y confeso en las páginas de 'El Mundo'. Para el PP, instrumento de ataque político a Cifuentes. Para otros, quizás alguien que, sin erigirse en benefactor de la ciudadanía (lo suyo es vengarse de no sé quién), favorece la limpieza de la vida pública.
Un valiente frente a la corrupción, pensarán muchos ciudadanos. Y en términos judiciales, incluso podría devenir testigo protegido. Los supuestos de falsedad en documento, trato de favor y violación de datos protegidos están vivos en el caso Cifuentes. Ya veremos cómo evoluciona en los tribunales.
En lo político, más madera a la hoguera de una próxima comisión de investigación. Es el agujereado salvavidas que Ciudadanos le arrojapara retrasar el ahogamiento y, mientras tanto, jugar a favor del marcador. Tal y como lo plantean los de Albert Rivera, rehuir la propuesta equivale a la muerte política con alternativa de poder a favor del socialista Ángel Gabilondo, tras la moción de censura que este presentará en complicidad con Podemos.
Una lógica endemoniada en las relaciones amor-odio entre los dos partidos del centro derecha español. ¿Hasta dónde puede llegar Ciudadanos en la lucha con el PP por el mismo espacio electoral? Está claro que los anaranjados quieren vérselas con una aliada, y sin embargo competidora, cada vez más débil.

dimarts, 12 de juliol del 2016

Los funcionarios se hacen viejos: menos ganas, más cínicos y con muchos achaques

ÁNGEL VILLARINO 

El 60% de los servidores públicos españoles tienen más de 50 años, un desequilibrio causado por la falta de renovación de plazas que ya causa estragos en el sistema

El 60% de los funcionarios españoles tienen ya más de 50 años, un desequilibrio causado por la falta de renovación de plazas que causa estragos en el sistema. Los servidores públicos peinan canas pero la mayoría siguen haciendo el mismo trabajo desde que entraron en la Administración, sin posibilidad de pasar a la reserva, entrar en oficina o, en definitiva, adaptar la carga de exigencia física a su edad.
Reconocen que no tienen las mismas fuerzas ni motivación que hace 20 años. Palabras como "agotado", "desganado" y "enfermo" se repiten en las conversaciones. Una sensación que los afecta en lo personal pero que también pagamos en lo colectivo: el rendimiento de los servidores públicos disminuye y comienza a causar problemas palpables, como explican en este reportaje tres funcionarios de distintas ramas: un guardia civil, un funcionario de prisiones y un profesor de Primaria.
La situación ha pasado de grave a crítica a una velocidad pasmosa. En enero de 2009 era fácil toparse en España con un funcionario de menos de 50 años. Más de la mitad de los funcionarios de carrera, un 58%, tenían menos de 50 años. Seis años y un lustro de crisis después, tras varios recortes, falta de recambio y ausencia de nuevas oposiciones, la Administración General del Estado se ha convertido en un cuerpo tremendamente envejecido.
Los datos del 'Boletín estadístico del personal al servicio de las administraciones públicas' reflejan que los funcionarios en la treintena, en cambio, se han reducido un 40%. Un envejecimiento incluso más rápido que el de la población española general
"O convocan varias promociones de 1.500 plazas o no sé quién va a vigilar a los presos dentro de ocho años. En Valdemoro, donde yo trabajo, somos 256 los que pasamos de 50 años de una plantilla de 420". 
"La edad se nota cada vez que tienes que entrar a reducir a un tío, sobre todo uno de esos que se pasa el día en el gimnasio. Nos cuesta un montón. Me ha pasado decerrar todas las puertas y hasta que no vienen cinco o seis compañeros no entra nadie. Cuando eres joven entras más al trapo, tienes que dar muchas leches y abrir muchos partes para que te respeten. Pero al hacerte mayor usas otras técnicas y acabas llegando a un pacto mutuo con los presos: ellos no te dan mucho la lata y a cambio les dejas vivir mejor". 
"La verdad es que aprendes a pasar un poco de todo. Antes, por ejemplo, no entraba nada en una cárcel. Ahora entra de todo. Me acuerdo que antes veías a uno liándose un porro, se lo quitabas y parte que te crio. Ahora, como tienen tabaco de liar, ya la tienes montada cuando se lo quieres quitar, aunque huelas el porro. Y al final dices ‘mira, que le den’. Si me pilla con 20 años menos, en vez de decir eso lo agarro por las orejitas y lo llevo directo a aislamiento".
"Los cacheos, por ejemplo, es otra cosa que se nota un montón. Antes le echabas más ganas. Ahora si encuentro algo bien, y si no mañana ya lo pillaré. La verdad es que hemos perdido mucha autoridad con los internos. Recuerdo cuando entrabas y los formabas en el patio, en plan militar. Eran unos ‘yonkarras’ que estaban todo el día drogados, pero dabas una voz y temblaba todo. Nos tenían mucho miedo. Hoy en día es otra historia. Te respetan porque no les falta de nada. Algunos reciben pagas de discapacidad, o de lo que sea, y viven como reyes. Pero si ahora empezáramos a recortar todo el sistema de asistencia a los presos, las cárceles serían ingobernables".
"Lo peor, casi más que los presos, son las escaleras. Son un montón de tramos cada día y cada vez tenemos las rodillas más jodidas. Y luego ponte a abrir 72 puertas así de gordas y ciérralas con un cerrojo. Terminas hecho polvo. Y si te toca guardia de noche, te revientas la espalda porque las sillas y el material que tenemos es de pena. Si vieras la cantidad de funcionarios de prisiones que tienen problemas de espalda alucinarías. En mi guardia tengo a tres compañeros esperando a operarse".
"Yo antes tenía fuerzas hasta para jugar con los niños al fútbol. Lo daba todo en este trabajo, que es muy exigente. Ahora lo intento, pero llego muy cansado. Con la edad pierdes frescura, el cuerpo no te aguanta. Tenemos más años y más niños y nos sentimos todos agotados. Le pasa también a muchos de mis compañeros, aquí la mayoría llevamos más de 30 años y nos queremos jubilar, algo que antes no pasaba. El problema no es tanto que se haya retrasado la edad de jubilación, sino que no salen plazas nuevas, de manera que ya no entra gente joven y cada vez hay más niños por clase y menos manos para ocuparse de ellos”.
"Los mayores tenemos más experiencia pero mucha menos energía física, y menos entusiasmo. También tenemos menos habilidades para el uso de nuevas tecnologías. Los maestros más jóvenes han crecido ya en ese lenguaje y nosotros casi nos estamos iniciando en ello. También el inglés lo manejamos peor, lógicamente, porque nosotros en nuestra época estudiábamos francés”.
"Lo que no aportan los más jóvenes es renovación de conceptos, porque en la facultad les enseñan lo mismo desde hace 100 años, no se ha evolucionado nada en ese sentido. Yo diría que nosotros, gracias a las escuelas de verano, entramos con ideas más progresistas y con ganas de experimentar. Los jóvenes se encuentran con un ecosistema más duro y están mucho más preocupados por la conducta de los niños de lo que estábamos nosotros. Vienen con muchas ganas pero muchos son más rígidos y tienen menos ganas de innovar. Cuando yo me presenté a las oposiciones había 13 candidatos por cada plaza. Ahora para una plaza hay 500 o 600 esperando".

"Lo que más me preocupa es que no podemos dedicarle a los niños el tiempo ni las energías que le dedicábamos antes. Está cambiando todo y es mucho más difícil. Sus padres también están mucho más ocupados y eso nos obliga a asumir más responsabilidades. Además, los niños de hoy no tienen mucho que ver con los de hace años, cuando empezamos. Para que las cosas salgan bien tiene que haber jóvenes y veteranos, porque unos aprendemos de otros".
"Cuando yo entré en el cuerpo, los veteranos se podían ir a la reserva a los 50 años. No es una jubilación total porque te podían llamar en caso de emergencia, pero al menos estás en tu casa. Era una válvula de escape para el que no quería seguir, que se quedaba con un salario decente. Después esa edad mínima pasó a los 56 años. Y ahora ha subido a los 58, con trabas”.

“A eso se suma que hay menos plazas, de modo que lo que ocurre es que en las zonas rurales hay compañeros de servicio que con 55 años siguen corriendo detrás de los delincuentes. A esas edades es razonable seguir trabajando en las oficinas, pero no en los pueblos, en la calle, te falta la energía. Además es que el sueldo es exactamente igual si estás en la calle o en la oficina, así que no hay incentivos”.

“Para trabajar en cuerpos policiales, arriesgando la vida en la calle, el idealismo y las ganas de alguien joven son irremplazables. Incluso aunque estés en forma porque te cuidas y haces deporte, no tienes la motivación de un joven y te vas haciendo más cínico. Estás menos dispuesto a arriesgarte por los demás”.

“Cuando yo entré, no había nadie en la calle con más de 55 años. Ahora puedes encontrarlos hasta de 64 años. Cuando además siguen trabajando por una cuestión económica aunque no tengan ganas, se puede convertir incluso en un problema. Se les podría dar un uso mejor en las oficinas, pero los mandos prefieren tener gente joven con ellos, porque son más dispuestos, más manejables y conocen mejor las tecnologías. Y pueden elegir”.

“Las cosas cuando yo empecé eran mejores en casi todos los sentidos. Con 20 años estuve en patrullas en Collado Villalba. Después en el País Vasco tres años. De ahí pasé a Córdoba de cabo y a los 25 años era comandante. Ahora es mucho más difícil que alguien con esa edad tenga ejercicio de mando".


dilluns, 11 d’abril del 2016

Independentismo: déficit de cohesión

JOAN TAPIA

Según el CIS catalán, la repetición de las elecciones podría hacer perder al independentismo la mayoría absoluta y bajar a los 65 diputados


La pasada semana ya comenté que, aprovechando el largo interregno que se ha instalado en Madrid, CDC intenta ahora reacomodar sus posiciones. Dejar en suspenso el independentismo exprés del programa de Junts pel Sí, la coalición con ERC con la que ganó las elecciones catalanas del 27-S, para volver a poner el referéndum –el derecho a decidir- como la gran prioridad. Con ello viene a reconocer que el 27-S no hubo unas auténticas elecciones plebiscitarias, o que el resultado obtenido –el 47,8% de JpS y las CUP- no fue la victoria clara proclamada la noche electoral y las semanas posteriores.
Es más, diferentes declaraciones de líderes de CDC se inclinan ahora porque el partido –en proceso de refundación para enterrar la figura del fundador, Jordi Pujol- no se defina sólo como independentista sino fundamentalmente como soberanista. Ha abandonado el autonomismo no tanto por gusto sino como consecuencia de la sentencia del Constitucional de junio del 2010 recortando el Estatut del 2006.
El 'president' Puigdemont, con prudencia y dando dos pasos atrás y uno adelante, se reafirmó en esta vía en una larga y meditada entrevista a 'El Periódico de Cataluña' el pasado fin de semana.
Junqueras busca un "acuerdo técnico" con el Estado en materia de financiación y se suma así a CDC en el intento de suavizar la hoja de ruta independentista
Pero esta evolución táctica no es sólo cosa de CDC sino que a ella se ha venido a sumar también la propia ERC, hasta ahora la gran abanderada de la independencia en 18 meses e incluso de la DUI (Declaración Unilateral de Independencia). En efecto, su líder Oriol Junqueras, que en las dos últimas semanas ha tenido que negociar desde una posición de máxima debilidad la deuda y las finanzas de la Generalitat con los ministros Guindos y Montoro, también está inflexionando su actitud. S&P, la primera agencia de 'rating' del mundo, ha agravado la calificación de bono basura de la deuda de la Generalitat, y Junqueras –al que un fracaso en su gestión como vicepresidente y Conseller de Economía y Finanzas le perjudicaría políticamente- sabe que no le conviene ahora una escalada del conflicto. Necesita elaborar y presentar con un mínimo de credibilidad los presupuestos de este año y ello le obliga a una actitud más realista y al diálogo con Madrid.
Junqueras ha dicho así este lunes dos cosas que en su boca son relevantes. Una, que la independencia de Cataluña no se produciría como consecuencia de una decisión unilateral, ni incluso de un pacto bilateral con España. La razón es que todo dependerá mucho de la actitud de los tenedores internacionales de la deuda pública española, de los mercados financieros y del Banco Central Europeo con su política de tipos de interés cero. Junqueras viene a concluir que la independencia exigiría un pacto multilateral con los principales países e instituciones de la UE. Es una posición algo confusa pero que de facto reconoce que el plazo de 18 meses de la declaración del Parlament del 9-N (hoy ya serían 16 pues el 'president' se eligió a primeros de enero) es prácticamente una quimera.
Junqueras afirma que, desde la total discrepancia política, es posible alcanzar “acuerdos técnicos” con el Estado. Y no sólo ha abierto una “negociación técnica”, sino que ha criticado severamente (sin nombrarles) a sus predecesores de CDC en el cargo (durante los últimos cinco años fue el prestigioso Andreu Mas Collell quien no ocultó su escepticismo sobre los 18 meses) al decir que el régimen autonómico permite un desarrollo mayor de la administración tributaria que Cataluña no ha practicado, pero que sí lo han hecho otras autonomías como nada menos que Murcia, La Rioja y Canarias. “Hay comunidades –ha remachado- que tienen su Hacienda mucho más desarrollada que la catalana”.
¿Qué se esconde tras esta rectificación a medias y por separado –e incluso competitiva- de CDC y de ERC, de Puigdemont (incluso a ratos del propio Artur Mas) y de Oriol Junqueras?
Mas se retiró para garantizar el bloque unitario con las CUP, pero la presentación de una moción que obliga a desobedecer al TC pone en peligro la unidad
En primer lugar un mínimo realismo. Al final tienen que admitir, aunque no lo expliciten públicamente, que el 47,8% del 27-S no es el 51%, y que además ese 47,8% solo se logra con las CUP que quieren no solo la independencia de España sino también salir de la Unión Europea. Sin las CUP, el porcentaje independentista fue del 39,6% el 27-S en las elecciones catalanas y se redujo al 31% en las legislativas del 20-D, en las que CDC y ERC concurrieron por separado y las CUP no se presentaron.
También cuenta el darse de bruces con la realidad. Se puede hacer una declaración grandilocuente y altanera el 9 de noviembre afirmando que ya no se acepta más ni la legitimidad ni la autoridad del Tribunal Constitucional, pero luego no deja de ser contradictorio que se vuelva a recurrir ante el mismo tribunal la nulidad de dicha declaración.
Pero lo más relevante es que el independentismo sigue teniendo mucha fuerza en la opinión pública, pero topa ahora con dos importantes hándicaps. El primero es una cierta pérdida de ímpetu. El segundo, la amenaza de división y fraccionamiento.
Vamos a lo primero. La Encuesta del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (el CIS catalán) del pasado viernes dice que si hoy hubiera elecciones catalanas, Junts pel Sí bajaría del 39,5% al 35,8%. Casi cuatro puntos menos. Y que las CUP lo harían del 8,2 al 7,5%. Como consecuencia, Junts pel Sí se quedaría con 56-58 diputados frente a los 62 actuales y las CUP con 9-11 (ahora tienen 10). La suma de las dos listas independentistas se quedaría pues en 65-69 diputados, muy posiblemente por debajo de los 68 que son la mayoría absoluta del Parlament y de los 72 que tienen ahora.
El fraccionamiento es otro hándicap incluso más relevante. No es nada seguro –más bien parece lo contrario- que hoy se pudiese repetir la alianza de Junts pel Sí entre CDC y ERC (en las legislativas de diciembre ya fueron por separado y ERC quedó por delante del partido de Mas).
Junts pel Sí no sabe cómo reaccionar porque, si rompe con las CUP, se quedaría a 6 diputados de la mayoría absoluta y Cataluña sería ingobernable
Pero lo más preocupante y peligroso es que la consolidación del bloque unitario con las CUP, que fue la causa de la obligada renuncia de Artur Mas a la presidencia, no sólo no se está confirmando sino que el divorcio, progresivo pero seguro, es cada día más evidente. No es sólo que sea difícil que las CUP voten el presupuesto de Junqueras, sino que los anticapitalistas acaban de presentar en el Parlament una moción que es una auténtica bomba.
En efecto piden que se lleve a cabo con carácter inmediato la resolución del 9-N anulada por el Constitucional y que se explicite la negativa a acatar esa orden de ese tribunal. Es un torpedo a la línea de flotación de JpS, a su sobrevenido y medio clandestino pragmatismo, que la coalición no sabe cómo encarar.
Si vota la moción de las CUP, es todo su intento de no agravar el conflicto –al menos mientras haya provisionalidad en Madrid- el que salta por los aires. Si la rechaza y vota en contra en el pleno del Parlament, el divorcio estallará con toda su virulencia y las CUP se verán obligadas a una medida de retorsión proporcionada. O sea a la ruptura. Por el momento JpS decidió ayer no admitir a trámite provisionalmente dicha moción y volver a abordar la cuestión la próxima semana. Como dice el refrán catalán, “qui dia guanya, any empeny” (quien gana un día, empuja un año).
Supongo que hoy por hoy la más urgente preocupación del 'president' Puigdemont y de Oriol Junqueras no es ya la creación de las famosas estructuras de estado ni el color del gobierno de Madrid, sino cómo convencer a las CUP de operar una marcha atrás en la bomba que conscientemente han colocado en la mesa del Parlament. No será nada fácil porque las CUP están divididas a su vez entre el ala más nacionalista de la corriente “Poble Unit” (Pueblo Unido), con mucha fuerza en las comarcas, y la más proletaria de “Endevant” (Adelante), que lidera la famosa Anna Gabriel, pero que está integrada en parte por estudiantes provenientes de la burguesía catalana e incluso por hijos de votantes de CDC en una rebelión más freudiana que social.
Lo que decidan las CUP la próxima semana –y la reacción de JpS- puede tener serias consecuencias sobre la ya muy traqueteada cohesión del independentismo.

dimecres, 6 d’abril del 2016

La trágica muerte del hermano del Rey Juan Carlos: 60 años del tema tabú que ya no lo es



Hasta hace poco, jamás se hablaba del tema en la prensa ni mucho menos en la Zarzuela. Sin embargo, el propio monarca se ha referido a su hermano en el reciente documental francés sobre su vida

Fue un Jueves Santo de 1956, un 29 de marzo, cuando la familia Borbón vivió una de sus peores tragedias. El Rey Juan Carlos, entonces un adolescente, sostenía una pistola en sus manos que se disparó accidentalmente y acabó ocasionando la muerte de Alfonso, su hermano menor. Hasta hace poco, jamás se hablaba del tema en la prensa ni mucho menos en la Zarzuela. El fallecimiento del pequeño era como un fantasma que era mejor dejar en el cajón del olvido. Sin embargo, ha sido el propio Don Juan Carlos el que, por primera vez, ha hablado de su hermano menor en el documental 'Yo, Juan Carlos, Rey de España', emitido el pasado 16 de febrero en la televisión francesa. “Lo echo mucho de menos, estábamos muy unidos, era muy simpático”; fueron las palabras que el Rey emérito dedicó a su hermano con un rostro visiblemente emocionado.
Así narraba el escritor y periodista Abel Hernández en su libro 'Despídete de tu madre. Y serás rey de España' el trágico momento: “Alfonsito se las arregla para comprar balas en una armería, sin sospechar que compraba su propia muerte (...). Pero el peligroso entretenimiento dura poco (...). Don Juan, muy enfadado, les quita la pistola y la esconde bajo llave en un cajón de su despacho (...). Piden insistentemente la pistola a Doña María. "No es para disparar, mami, solo para verla". Harta de tanto ruego, busca la llave del secreter en la chaqueta de su marido y se la da (...). La bala le entró a Alfonsito por la nariz y le alcanzó el cerebro(...). Margarita, a pesar de su finísimo oído, no oyó el disparo. Los padres tampoco. Pilar sí, y nunca olvidará aquel ruido sordo”.
El accidente también fue objeto de recreación dramática en la 'tv movie' 'El Rey', repaso biográfico a la vida de Don Juan Carlos en la que Fernando Gil encarnó al monarca. Patrick Criado, encargado de darle vida en su infancia, protagonizaba la dura escena, también impensable en la televisión de otros tiempos. De hecho, cuando se produjo el accidente, la prensa española de la época lo abordó de puntillas. El suceso se produjo en la Semana Santa del 56, cuando los condes de Barcelona recibieron a sus dos hijos en Estoril, ciudad de su exilio, con motivo de las vacaciones. Según narran las crónicas de lo que aconteció, los dos infantes jugaban con un arma que un compañero de academia le había regalado al entonces jovencísimo Don Juan Carlos. Se trataba de una Long Automatic Star que Don Juan de Borbón quería guardar bajo llave. Creyendo que estaba descargada, Doña María de las Mercedes, madre de los dos adolescentes, permitió que jugasen con la pistola ante la insistencia de ambos.
Un disparo accidental provocó la muerte de Alfonso y, tal y como se recrea en la serie televisiva, Don Juan Carlos rompió en lágrimas al ver a su hermano abatido por una bala. Fue la embajada de España en Lisboa la encargada de comunicar la noticia en un escueto aviso del que la prensa se hizo eco con discreción. No se hizo autopsia ni tampoco se abrió ningún tipo de investigación. Según los libros de historia, Don Juan Carlos pasaría entonces por algunos de los momentos más duros de su vida y por una depresión que tardaría tiempo en superar. Desde 1992, el pequeño infante descansa en el Panteón de Infantes del monasterio del Escorial, como un miembro más de la Familia Real. El tema nunca había sido abordado en profundidad pero, seis décadas más tarde, ni siquiera el propio Don Juan Carlos teme rememorar el que muchos dicen que fue el peor trago de toda su vida.

dilluns, 4 d’abril del 2016

Ni los nazis ni los fascistas: Texaco fue el aliado crucial de Franco en la Guerra Civil

MIGUEL AYUSO 

Cuando los Junkers Ju 52 de Hitler bombardearon Madrid nadie se preguntó de donde sacaban el combustible, pero esta fue una de las claves de la victoria franquista


Aunque se trata del conflicto que ha definido la historia de España en el último siglo, quizás por ignorancia –¿interesada en ocasiones?– seguimos desconociendo muchos detalles de nuestra Guerra Civil. Es común dar por hecho que los mayores aliados de Franco fueron la Alemania nazi y la Italia fascista, al igual que la Unión Soviética ofreció ayuda a la Segunda República, pero muy pocos saben que, en realidad, el mayor aliado internacional con el que contó Franco durante la contienda tenía su despacho a más de 5.500 kilómetros del Gobierno de Burgos: en el edificio Chrysler de Nueva York.
Como cuenta el historiador y periodista estadounidense Adam Hochschild en su nuevo libro 'Spain in Our Hearts: Americans in the Spanish Civil War, 1936–1939' (Houghton Mifflin Harcourt) –del que 'Salon' ha ofrecido un adelanto–, ninguno de los cientos de periodistas extranjeros que presenciaron los bombardeos de Madrid se preguntaron de dónde salía el combustible que utilizaban los Junkers Ju 52 que Hitler envió a Franco, habida cuenta que el Generalísimo no contaba en principio con ningún suministro de petróleo y Alemania e Italia eran países importadores. El bando sublevado contaba con el mejor aliado que podía tener: un empresario filofascista que dirigía una de las mayores petroleras del mundo.

No es personal, solo negocios

Torkild Rieber nació en Noruega, pero a los 15 años emigró a San Francisco. Durante años trabajó como marinero de cubierta en barcos que transportaban empleados contratados en Calcuta a las plantaciones de azúcar de las Indias Occidentales Británicas, y fue ascendiendo en el escalafón de las navieras. A los 22 años, tras sobrevivir a una reyerta a navajazos contra un colega borracho, logró la nacionalidad estadounidense y, en poco tiempo, se convirtió en el capitán de su propio petrolero.
“Piensa que a un autócrata sólo tienes que sobornarlo una vez. Con las democracias hay que seguir haciéndolo una y otra vez”
Su embarcación fue adquirida por la Texas Company, más conocida por el nombre de las gasolineras que la empresa tenía por todo Estados Unidos,Texaco. Probablemente, Rieber habría sido otro empleado más de la petrolera si no hubiera dado el braguetazo: se casó con la secretaria de su jefe, fue escalando en la compañía y, en 1935, justo en el gran momento de expansión de la empresa, fue nombrado CEO.
Decía Thomas Jefferson –al que cita Hochschild en su libro– que “los mercaderes no tienen país”, pues “el lugar en el que están no constituye un vínculo tan fuerte como el sitio del que obtienen sus ganancias”. Se tratas de una afirmación muy acertada, máxime en estos tiempos globalizados, pero resulta especialmente acertada para definir la actitud de Rieber a cargo de Texaco, una compañía que ya era famosa antes de su ascenso por ser la más descarada y agresiva de las petroleras.
Y, cuando se trata de hacer negocios, es mucho mejor tratar con dictaduras que con democracias. “Piensa que a un autócrata sólo tienes que sobornarlo una vez”, aseguró un amigo de Rieber sobre el empresario. “Con las democracias hay que seguir haciéndolo una y otra vez”.

Sí pasaran (mis petroleros)

En 1935, la República Española firmó un contrato con Texaco que convirtió a la compañía de Rieber en su principal suministrador de combustible. Pero pasado un año, cuando Franco dio su golpe de Estado, al empresario estadounidense no le importó en absoluto cambiar de bando.
“Sabiendo que los camiones militares, tanques y aviones no sólo necesitancombustible, sino una amplia gama de aceites de motor y otros lubricantes, el CEO de Texaco ordenó rápidamente a un petrolero de la empresa que cargara un suministro en el puerto francés de Burdeos y lo enviara a los nacionalistas, que estaban pasando por dificultades”, cuenta Hochschild. “Fue un gesto que Franco nunca olvidaría”.
“No os preocupéis por los pagos” fue la respuesta de Rieber cuando los sublevados le dijeron que iban justos de efectivo
En pleno inicio de la contienda, el empresario en persona viajó a Burgos para reunirse con Franco y aceptó cortar el suministro de petróleo a la República para apoyar sin reservas al bando nacional. La ayuda de Rieber fue fundamental en los primeros días de la guerra, y no sólo por su traición al orden democrático establecido, sino por darle a Franco todo lo que pedía sin esperar nada a cambio.
“No os preocupéis por los pagos”, fue la respuesta de Rieber cuando los sublevados le dijeron que iban justos de efectivo. Como reconoció más tarde un ejecutivo de Campsa –que desde 1927 era la compañía nacional que monopolizaba el suministro de petroleo–, “pagábamos lo que podíamos cuando podíamos”.

Una ayuda ilegal

Pese a que la Guerra Civil era portada casi a diario en los grandes periódicos estadounidenses de la época, nunca se hizo público que uno de los grandes empresarios de América estaba ayudando de forma descarada a los franquistas, incumpliendo por el camino la legislación sobre neutralidad del país.
Torkild Rieber fue portada de la revista 'Time' el 4 de mayo de 1936.
Torkild Rieber fue portada de la revista 'Time' el 4 de mayo de 1936.
Las Leyes de Neutralidad de 1930 limitaban la acción de las empresas estadounidenses al comerciar con un país en guerra. En teoría, estaba prohibido que los petroleros de Texaco llevaran combustible a Franco (y el bando nacional carecía de este tipo de naves) y, además, era ilegal vender suministros a crédito (y el oro del Estado español estaba en manos republicanas).
No pasó mucho tiempo hasta que los funcionarios de aduanas estadounidenses se percataron de que los petroleros de Texaco estaban incumpliendo la ley:supuestamente, salían de la terminal de Texaco en Port Arthur (Texas) con dirección a Rotterdam o Ámsterdam, pero a mitad del camino, los capitanes cambiaban su rumbo y se dirigían a los puertos que controlaba Franco.
El FBI llegó a interrogar a Rieber, pero el presidente Franklin D. Roosevelt, que no quería participar de forma alguna en la Guerra Civil española, ni siquiera persiguiendo una violación tan evidente de la ley estadounidense, solucionó el asunto por lo bajini con un tirón de orejas. Texaco tuvo que pagar una multa de 22.000 dólares por extender crédito a un Gobierno en guerra, pero nada se hizo por detener el suministro de petróleo a los golpistas.
En años recientes, el historiador Guillem Martínez Molinos estudió los archivos de Campsa para conocer los entresijos del suministro de hidrocarburos durante la Guerra Civil y realizó otro descubrimiento: la compañía cobró a Franco solo por los hidrocarburos, no por su transporte, lo que ahorró al bando sublevado cientos de miles de dólares.

Un espía al servicio de Franco

Por si fuera poco, Texaco no sólo prestó ilegalmente petróleo a Franco, además trabajó como servicio de inteligencia para los sublevados. Como es sabido, Mussolini dispuso submarinos italianos en el Mediterráneo para impedir que los republicanos recibieran suministros de sus aliados. Y Franco, en cuanto pudo, hizo lo propio con su flota. Los nacionalistas fueron increíblemente eficaces al capturar o derribar los cargueros que llevaban combustible a la República, logrando que al menos 29 barcos no llegaran a su destino. Ahora sabemos la razón de tamaño éxito: Franco tenía acceso a la red de inteligencia marítima de la petrolera.
William M. Brewster coordinó todo un operativo de inteligencia que aportó a Franco hasta el último detalle del suministro de petroleo a la República
Rieber ordenó a la oficina de Texaco en París que recabara información sobre los petroleros que se dirigieran a puertos republicanos. El dirigente de ésta,William M. Brewster, coordinó todo un operativo de inteligencia que aportó a Franco hasta el último detalle del suministro de petroleo, incluida la cantidad y el tipo de fuel que transportaba cada embarcación y cuánto se había pagado por él. Y, siempre que se podía, se ofrecía información útil a los bombarderos y submarinos que pudieran atacar el objetivo.
Un camión cisterna de Campsa, la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos Sociedad Anónima, que se fundó en 1927.
Un camión cisterna de Campsa, la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos Sociedad Anónima, que se fundó en 1927.
Como cuenta Hochschild a modo de ejemplo, el 2 de julio de 1937 Brewster envió un telegrama al jefe de la Campsa franquista sobre el SS Campoamor, un petrolero republicano que un agente de Texaco había visto en Le Verdon, un puerto francés cercano a Burdeos. La tripulación había cubierto el nombre y el casco con una capa de pintura negra y se dirigía a Santander bajo bandera británica, donde debía entregar 10.000 toneladas de queroseno. Además, explicaba el telegrama, la tripulación solía descuidar el barco “casi todas las noches”. Cuatro días más tarde, cuando la mayor parte de los marineros estaban de fiesta en la playa, un pequeño destacamento franquista tomó la embarcación y la llevó a uno de los puertos de Franco.

España paga traidores

Al finalizar la contienda, España devolvió a la petrolera estadounidense todo el combustible prestado por valor de unos 20 millones de dóalres (unos 325 millones de hoy en día). Dado la inestimable ayuda que Rieber ofreció a Franco no es de extrañar que el CEO de Texaco se convirtiera en un VIP del régimen. El empresario fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, uno de los mayores honores que puede recibir en España un civil.
Tras finalizar la Guerra Civil española, Rieber continuó con su política exterior, ahora ayudando al Tercer Reich. Texaco estuvo vendiendo petróleo a los nazis incluso tras estallar la II Guerra Mundial. Rieber, de hecho, se reunió conHermann Göring tras la invasión de Polonia y visitó varias intalaciones militares de los nazis. Pero, logicamente, estas amistades peligrosas acabaron pasándole factura.
El empresario fue despedido de forma fulminante pero enseguida encontró trabajo: Franco le nombró jefe de compras de Campsa en América
En 1940 las autoridades estadounidenses descubrieron que varios de los alemanes que había contratado Rieber eran espías nazis que estaban usando la red de comunicación interna de Texaco para transmitir información a Berlín. El empresario fue despedido de forma fulminante pero enseguida encontró trabajo: Franco le nombró jefe de compras de Campsa en América. Tras este empleo fue alternando otros puestos directivos muy bien pagados en la industria y murió rico en 1968, con 86 años.
“El petróleo de Texaco ayudó a Franco a ganar la Guerra Civil española y así estar en posición de apoyar a los nazis en la gran guerra que llegó después”, concluye Hochschild. “Un incontable número de marineros americanos perdieron su vida en manos de los 21 U-boats alemanes que tenían su base en la costa atlántica española. 45.000 españoles se enrolaron voluntariamente en el ejército de Hitler y España supuso un flujo incesante de minerales que necesitaba la industria de guerra alemana”. Todo por no haber aplicado la legislación vigente ante tanaña corruptela empresarial.