divendres, 28 de juny del 2013

Un funcionario de Hacienda se negó a validar las falsas ventas con el DNI 14-Z de la infanta Cristina

Un funcionario de la sede central de la Agencia Estatal de Administración
Tributaria, cuyas oficinas se encuentran casualmente en la madrileña calle
de Infanta Mercedes, 37, se negó a validar el informe que atribuía al DNI
14-Z, perteneciente a Cristina Federica Borbón y de Grecia, la venta de 13
fincas que justificaban el incremento patrimonial de la infanta y daban
cobertura a la fortuna de su matrimonio formado con Iñaki Urdangarín, según
han relatado al menos a dos grupos parlamentarios fuentes sindicales de la
citada Agencia. Ante la negativa del funcionario, tuvo que ser la propia
directora, Beatriz Viana, la que firmara el citado informe falso, que ahora
ha sido descubierto.

Los funcionarios de Hacienda han denunciado además a estos dos grupos

parlamentarios la “sobreprotección” de los miembros de la Casa Real en
materia tributaria, y han aportado varios documentos que afectan igualmente
al DNI número 10, cuyo propietario es Juan Carlos Borbón y Borbón, en relación
con una curiosa importación cuyas obligaciones tributarias todavía no han
sido satisfechas. Este blog hará pública mañana esta información con todos
sus detalles.
Beatriz Viana, responsable de la Agencia Tributaria que envió el informe falso

sobre las ventas de la infanta Cristina.

Según estas fuentes, el informe sobre los incrementos patrimoniales del DNI

14-Z fue pergeñado por dos inspectores fiscales de la máxima confianza de
Beatriz Viana y el texto justificaba así el incremento de renta de 1,4 millones
de euros gracias a la venta entre 2004 y 2005 de 13 fincas ubicadas en
Alicante, Ciudad Real y Barcelona y registradas en Alicante, Almagro,
Arenys de Mar y Pilar de la Horadada. Registradores, notarios y los propios
inspectores fiscales que han sido consultados por interlocutores de los dos
grupos parlamentarios coinciden en apuntar que un error de estas características
con 13 registros y notarios es “imposible” y aseguran que todo apunta a que
alguien de la Agencia Tributaria “trató de maquillar el informe para justificar
los incrementos monetarios del matrimonio Urdangarín-Borbón”.

“Al descubrirse que el informe era falso y que habían tratado de engañar al

juez, todo se vino abajo. De ahí las rectificaciones posteriores del ministro
Montoro y la petición de disculpas, pues quieren salvar a toda costa a la Casa
Real de un desaguisado que seguramente fue preparado entre todos”, han
transmitido a estos dos grupos parlamentarios los funcionarios de Hacienda,
notarios y registradores consultados por ellos.
Los inspectores de Hacienda aseguran que Franco (DNI nº 1) y Juan Carlos

(DNI nº 10) son fiscalmente iguales, es decir, impunes.

Funcionarios de Hacienda de la sede central de Infanta Mercedes han solicitado

a sus principales sindicatos que hagan saber a la opinión pública que al igual
que en el anterior régimen los DNI número 1 (Francisco Franco Bahamonde),
número 2 (Carmen Polo y Martínez Valdés) y número 3 (Carmen Franco Polo)
no fueron nunca inspeccionados fiscalmente, hoy tampoco lo son el número 10
(Juan Carlos Borbón y Borbón), número 11 (Sofía Grecia Borbón), número 12
(Elena María Borbón y de Grecia), número 14 (Cristina Federica Borbón y de
Grecia) y número 15 (Felipe Juan Borbón y de Grecia). Estas quejas han sido
transmitidas al Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA),
mayoritario en el sector, pero también a la más corporativa y conservadora
Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), que
agrupa a las dos asociaciones de inspectores, APIFE y APIHA, y al Sindicato
de Inspectores de Hacienda.

Precisamente uno de estos últimos, el inspector José María Peláez (IHE), ha

sido el más contundente: tras calificar de “bochornoso y lamentable” lo que
ha ocurrido con el falso informe, ha recordado que si una de las funciones
principales del notario es dar fe de las partes que intervienen en las
compraventas, “resulta aún más difícil creer en el error, y si el número del
DNI es tan peculiar, es todavía más inverosímil”.
José María Peláez, inspector fiscal: " “inverosímil, bochornoso y lamentable”

“También habría que explicar por qué en los cruces de información que se

efectuaron en los años siguientes a la hipotéticas ventas no se detectaron
las correspondientes a estos inmuebles, de elevado importe total y
efectuados por la misma persona, cuando lo normal era lo contrario, ya
que todo parece indicar que no se incluyeron en sus declaraciones del IRPF.
Si las ventas y su falta de declaración fueron detectadas y no se efectuó el
pertinente requerimiento a la interesada, habría que explicar por qué no se
la llamó, dado que “todos somos iguales ante la Ley”, ha explicado Peláez
en el diario Expansión.

Wert en el guiñol

David Torres

Más que una selección de personal, Mariano se planteó la formación de su ejecutivo como un casting donde no cabía ni un solo héroe, que para algo estaba reclutando la tripulación de la Estrella de la Muerte. De haber sido un western, el desgobierno de Mariano habría sido El feo, el feo, el feo, el feo y el malo, pero cualquiera los distingue. Entre tanto anodino y tanto supernumerario del Opus necesitaba un rostro que distrajera al personal, un ministro al que vapulearan igual que esos muñecos de trapo que queman y ahorcan las turbas palestinas por los noticiarios de la CNN. En José Ignacio Wert encontró justamente el chivo expiatorio que andaba buscando.
Le endosaron a Wert el ministerio de Cultura porque lo del PP con la cultura es un asunto personal. Personal, nada de negocios. La cultura es una deuda pendiente de la derecha española desde que ganaron la guerra civil y perdieron la historia de la literatura. No sólo mataron a Lorca y dejaron pudrirse en la cárcel a Miguel Hernández, sino que incluso a los mejores escritores de derechas no les hicieron ni puto caso. Torrente Ballester, por ejemplo (que fue falangista en su juventud), triunfó tarde y mal, a trancas y barrancas; tuvo que cambiar muy joven su primera vocación, el teatro, por la novela y al final encontró su mayor adalid en Saramago, quien no era precisamente un reaccionario. Saramago dijo una vez que si había un novelista digno de sentarse a la derecha (sí, creo que dijo a la derecha) de Cervantes, ése era Torrente Ballester. No se puede escribir un elogio más alto.
Tampoco el noviazgo del PSOE con la cultura es como para tirar cohetes, pero, al lado de Wert, hasta González Sinde parece Luis II de Baviera. Mientras que el PSOE, a pesar de todos los pesares, contaba (quizá ya no) con un amplio grupo de apoyo entre actores y cantantes, el PP ha tenido que echar mano de la caspa y la revista, su hábitat natural. Gente como Julio Iglesias, Francisco, Bertín Osborne, Norma Duval o Arturo Fernández, háganse una idea. Al PP la cultura siempre se la trajo floja y a la gente del cine y del teatro, los voceros de la caverna suelen apodarlos “titiriteros”, lo que da una idea del ingenio que gastan. Su idea de un intelectual en el gobierno era Fraga, un señor que no sólo llevaba el estado en la cabeza sino que además lo paseaba en tanqueta.
Por seguir con Torrente Ballester, podríamos decir que Wert ha recogido este legado ideológico como el que recoge un garrote. Allá por donde va, universidades, actos públicos, conciertos, recibe desprecios y abucheos, exactamente lo que ha sembrado. No obstante, algo bueno tiene este hombre y es que con él ocurre lo mismo que con Telecinco: lo ves cinco segundos y te entran ganas de abrir un libro. Wert apareció en el Teatro Real antes de una sinfonía de Beethoven y fue como si saliera el malo de una función de guiñol. Sólo le faltaba el garrote. Pero, a estas alturas de la función, Wert ya debería saber que una pitada en el Teatro Real vale más que un aplauso alquilado en el congreso.

dijous, 27 de juny del 2013

LES FOTOS DEL DIA. L'ANTIC PONT DEL TREN DE TORTOSA III










LA FRASE DEL DIA 27-06-2013



Toxo i Méndez surten de la Moncloa amb el seu minut de telediari, el màxim a que aspiren.

Qui la va dir? Jesús Rivasés, director del setmanari Tiempo.
On la vaig llegar? Al Periódico de Catalunya del 25 de juny.

Trobo lamentable que es pugui pensar així dels dos màxims dirigents sindicals d’aquest país. I ja no perquè hi estigui en desacord (penso que la majoria dels ciutadans ho veuen així), sinó pel menyspreu que significa als sindicats de classe.
La tasca dels sindicats és donar suport a la classe treballadora. Tota la resta de serveis que presten són sobrevinguts i destinats a assolir un millor finançament.
Encara que sobre els sindicats hi ha opinió per a tots els gustos, hi ha qui creu que formen part del sistema. Les milionàries subvencions que reben de l’estat comporten que, de vegades, siguin massa condescendents en lloc d’actuar amb més contundència contra la classe dominant en uns temps on el denominador comú és la pèrdua progressiva de drets i llibertats.
Però la culpa no és tota dels sindicats. El ciutadà d’aquest país és de parlar molt i actuar poc. Sinó se senten representats pels sindicats majoritaris, hi ha d’altres alternatives, tan a l’esquerra com a la dreta, per tant, no hi hauria d’haver cap excusa per a que tots els treballadors estiguessin afiliats a un sindicat.