Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris el Triangle. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris el Triangle. Mostrar tots els missatges

dimecres, 22 de febrer del 2017

Falsifiquen un article d’Iñaki Gabilondo

REDACCIÓ DEL TRIANGLE 

Els activistes proindependència ja fan com Donald Trump

La difusió d’articles falsos a les xarxes socials i els grups de missatgeria ja no sorprèn ningú. Donald Trump se’n va fer un fart a la campanya electoral que l’ha portat a la presidència dels Estats Units. Catalunya no n’és l’excepció. La periodista Julia Otero va haver de desmentir que s’hagués convertit a l’independentisme ara fa uns anys, tal i com es deduïa d’un article que mai no va escriure.

Ara la personalitat que ha estat suplantada és la d’un altre periodista: Iñaki Gabilondo. L’article que li adjudiquen i que ha fet feliç molts independentistes que se l’han cregut ja va circular fa dos anys. “La primera vegada en 300 anys que Espanya no pot utilitzar la violència física i els catalans posen la directa”, comença el suposat article de Gabilondo. I més endavant: “El món ha vist que Espanya és un estat incapaç de fer complir les seves lleis a Catalunya, que España ja no és l’estat a Catalunya”. Per reblar: “Ahir (9N) Espanya no pintava res a Catalunya, així de senzill i així de clar. I alhora el món va veure també els catalans com una gent organitzada, capaç de construir un estat, que això era el 9N. I capaç de fer-lo funcionar amb rigor i seriositat, com un rellotge. Aquestes dues imatges contraposades tindran molt valor les properes setmanes i mesos, quan aparegui en escena el reconeixement internacional”.

L’article va córrer per les xarxes després de la consulta del 9 de novembre de 2014 i ha reaparegut coincidint amb el judici contra Artur Mas, Joana Ortega i Irene Rigau per la seva participació en la seva organització. Circula amb el títol “Males notícies, cal posar-se a treballar”, que és el mateix títol del comentari que Gabilondo va pujar a la xarxa el 10 de novembre.

Res a veure amb el fals pamflet que torna a circular ara.

diumenge, 19 de febrer del 2017

Referéndum o referéndum

JAUME REIXACH

La sociedad catalana no está suficientemente informada ni concienciada de los pros y contras de la secesión, ni suficientemente interesada, ni suficientemente movilizada para que el gobierno de Carles Puigdemont condicione toda su agenda política a la próxima celebración de un referéndum de independencia, con fecha tope para el mes de septiembre. En las calles y en las plazas de Cataluña, y en especial en las de las ciudades más grandes, esta cuestión, directamente, resbala y provoca un pasotismo generalizado que se puede percibir con sólo escuchar de qué se habla en los espacios de convivencia y de debate público, aunque el “sometent” mediático hinche e hinche la burbuja (para eso cobra).

A medida que la situación económica general va mejorando poco a poco, el sueño de la independencia se va desvaneciendo. Si ya era una quimera cuatro años atrás, cuando la crisis golpeaba duramente a la clase media -depositaria de la llama catalanista- ahora todavía lo es más. La manifiesta hostilidad de las instituciones europeas e internacionales a nuestra hipotética secesión ha quedado muy patente de manera reiterada.

En este contexto, mantener el mantra del “referéndum o referéndum” a corto plazo como única prioridad del Parlamento y del gobierno de la Generalitat es no sólo un error: es una temeridad que provoca un enorme divorcio entre las instituciones catalanas de autogobierno y la mayoría de la sociedad catalana, que no entiende ni comparte esta estrategia ni esta urgencia.

La secuencia histórica en la cual nos encontramos determina que en el horizonte tiene que haber un referéndum, sí, pero no necesariamente sobre la independencia sí/no ni antes del próximo mes de septiembre. La tramitación de la reforma del Estatuto de Cataluña del 1979 culminó con su validación en referéndum el 16 de junio de 2006. Mariano Rajoy, que entonces era el jefe de la oposición, impulsó, por miserables motivos electorales, la presentación de un recurso contra esta reforma ante el Tribunal Constitucional (TC) que, cuatro años más tarde -el 28 de junio de 2010-, emitió una sentencia en la cual se mutilaban algunos artículos del texto.

En realidad, la sentencia del TC no fue tan dramáticamente regresiva como se nos quiere hacer creer. Pero el punto de conflicto es el carácter vinculante que tiene una decisión adoptada en un referéndum legal y acordado, por encima de la interpretación que pueda hacer a posteriori el TC. Este es el nudo de la cuestión y parece obvio que, después de su aprobación por el Parlamento de Cataluña, por el Congreso, por el Senado, nuevamente por el Parlamento de Cataluña y finalmente en un referéndum, el nuevo Estatuto tenía que entrar en vigencia en su integridad.

Mariano Rajoy y el PP sí que “rompieron los huevos” con su recurso contra el nuevo Estatuto y así lo han acabado reconociendo años más tarde con la boca pequeña. Es al presidente del gobierno español, por lo tanto, a quien corresponde tomar la iniciativa para enmendar este disparate.Una reforma constitucional que profundice el Estado de las autonomías en clave federal, transforme el Senado en una verdadera Cámara de representación territorial y devuelva a Cataluña los artículos del Estatuto suprimidos por el TC es la vía pertinente. Entonces, lo votaremos todo y todos en referéndum.

Nada que ver este referéndum de reforma constitucional con el “teatro” del 9-N que se está juzgando estos días en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ni con el “referéndum o referéndum” por la independencia que propugna Carles Puigdemont y que está condenado, de antemano, al fracaso. La reproducción a gran escala del “referéndum de fiesta mayor” que se sacaron del sombrero en el pueblo de Arenys de Munt en 2009 y que, con posterioridad, se extendió a otros muchos municipios de la geografía catalana gracias al rechazo que esta performance provocó en grupúsculos marginales de extrema-derecha como la Falange Española, no lleva a ninguna parte.

Quien no lo entienda, no entiende nada. Los “referéndums de fiesta mayor” ya se han incorporado, por mérito propio, al patrimonio costumbrista catalán, junto a otros hechos inequívocamente identitarios y festivos como las calçotades que se celebran estos días de invierno, los castellers, los caganers, eltió, los canelones de Sant Esteve, los Barça-Madrid, Sant Jordi, la verbena de San Juan, la castanyada o los correfocs. El propioArtur Mas, en su declaración ante el TSJC, se ha encargado de desdramatitzar aquella votación en urnas de cartón, que ha atribuido a la generosa movilización de 42.000 anónimos voluntarios.

Si en Madrid entendieran el catalán, tuvieran más sentido del humor y, en especial, la prensa que se edita en la capital del Reino fuera más poliédrica, la jornada del 9-N del 2014 se habría relativizado y no habría hecho falta la sobreimpostada intervención del Tribunal Constitucional, que ha acabado con el juicio que se celebra estos días en el TSJC. Mariano Rajoy ha hecho el ridículo judicializando una “consulta no referendaria”sin ningún recorrido político y a la que la mayoría de catalanes dieron la espalda no yendo a votar.

Artur Mas no es Francesc Macià, que se jugó la piel en Prats de Molló, ni Lluís Companys, el presidente mártir. Artur Mas es unpincho que era beneficiario de unas misteriosas cuentas en Liechtenstein y en Suiza y que ahora mira de sacar el máximo provecho a esta gran representación teatral para intentar volver por la puerta grande al Palau de la Generalitat, dejando a Oriol Junqueras –su contrincante político real- con cara de tonto.

dilluns, 13 de febrer del 2017

Esto va de capitalismo

SISCU BAIGES

La CUP tiene dos objetivos fundamentales: acabar con el capitalismo y conseguir la independencia de los Países Catalanes. De momento, se conforma con la independencia deCataluña. La de los Países Catalanes pinta más complicada. Mejor dejarla para más adelante. Por eso han apoyado los presupuestos de la Generalitat que les presentó el gobierno deJunts pel Sí, con unos cuantos retoques que puede que ni fuesen necesarios visto el razonamiento que dieron sus dirigentes para justificar su SÍ al proyecto presupuestario. "Estos presupuestos son un desastre pero los aprobamos a cambio de que el Gobierno de la Generalitat convoque el referéndum por la independencia", fue el resumen argumental de los cuperos.

Desde que casi todo el mundo funciona en base al sistema económico capitalista, muchas fronteras se han rediseñado. Un puñado de países ha logrado colgarse la etiqueta deindependientes desde entonces. Una independencia nominal que ha ido acompañada de una dependencia económica creciente. La globalización de los negocios ha atravesado fronteras -viejas y nuevas- y ha impuesto los intereses de los empresarios y los gestores financieros por encima de los de los ciudadanos.

La lucha contra el capitalismo se ha demostrado más difícil que la que pretende crear nuevos estados, nuevas patrias. Informe tras informe los datos lo confirman: el 1% de la humanidad es cada vez más rico frente al 99% que se empobrece comparativamente.

En la manifestación del pasado sábado contra Donald Trumpdelante del consulado de Estados Unidos en Barcelona quienes tomaron la palabra recordaban que el enemigo a batir no eran los EEUU sino su presidente y su política de levantar muros y barreras a la inmigración.

El mismo sábado se conmemoraba el Día Mundial contra el Cáncer. Ocho de cada diez españolas a las que se les detecta un cáncer de mama sobreviven a la enfermedad. Padecer cáncer de mama en decenas de países del Tercer Mundo conlleva la muerte segura. Al capitalismo no le preocupan las viejas fronteras de Kenia o las fronteras recientes entre Sudán y Sudán del Sur. Tampoco le agobia que en estos países haya más o menos respeto por la democracia.

Donald Trump es presidente a pesar de haber obtenido tres millones de votos menos que su rival electoral, Hillary Clinton. AWall Street ya le iba bien Clinton pero con Trump se frota las manos y su índice de beneficios se dispara.

Si queremos democracia de verdad hay que derrotar el capitalismo.

diumenge, 12 de febrer del 2017

De los 300.000 a los 30.000

JAUME REIXACH

Desde el 30 de mayo del 1984 al 6 de febrero del 2017 han pasado más de 32 años. Pero en Cataluña, desgraciadamente, todavía seguimos atados al yugo del pujolismo.

No se tiene que confundir el pujolismo con el catalanismo. Son dos cosas muy diferentes: mientras el pujolismo promueve el culto a la personalidad del líder (se llame Jordi Pujol, Artur Mas, Carme Forcadell o Carles Puigdemont) y justifica la corrupción en nombre de la patria, el catalanismo ha sido, históricamente, un movimiento y un sentimiento muy capilar y arraigado en la sociedad, pero sin tentaciones mesiánicas ni autoritarias ni mafiosas.

Aquel 30 de mayo, Jordi Pujol había sido investido presidente de la Generalitat por segunda vez, con los votos de AP (el actual PP) y ERC. En la actualidad, el presidente Carles Puigdemont, elnieto de Jordi Pujol, gobierna en coalición con ERC pero, en vez de AP (PP), tiene el apoyo parlamentario de la CUP.

A la salida del Parlamento, una manifestación de 300.000 personas (la Guardia Urbana cifró la asistencia en 75.000 personas) aclamó a Jordi Pujol y lo acompañó en el trayecto del parque de la Ciutadella hasta el Palau de la Generalitat. Pocos días antes, la Fiscalía General del Estado había interpuesto una querella criminal contra Jordi Pujol y 24 ex-directivos y ex-consejeros del grupo Banca Catalana por la quiebra de esteholding financiero. Desde el sector nacionalista se vendió esta acción judicial como una vendetta de los socialistas de Felipe González, que entonces gobernaba en la Moncloa, por la derrota que les acababa de infligir CDC en las elecciones autonómicas y de aquí que se convocara esta manifestación de protesta y, a la vez, de exaltación de Jordi Pujol.

Este 6 de febrero, unas 30.000 personas –si tenemos que hacer caso a las inscripciones previas que ha recibido la Asamblea Nacional Catalana (ANC)- harán el mismo trayecto pero a la inversa y acompañarán al ex-presidente Artur Mas, a la ex-vicepresidenta Joana Ortega y a la ex-consejera Irene Rigau en el tramo que va entre el Palau de la Generalitat y la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), junto al parque de la Ciutadella. Como es sabido, serán juzgados por desobedecer las resoluciones del Tribunal Constitucional (TC) en relación con la consulta no referendaria del 9 de noviembre de 2014 sobre la independencia.

En aquella manifestación de hace más de 32 años, según la crónica que escribió en las páginas del diario El País el periodista José Antich (posteriormente, director de La Vanguardia y actual editor del digital El Nacional), se escucharon gritos de “Pujol, presidente; Cataluña, independiente!” y “Somos una nación, somos una nación!”. Desde el balcón del Palau de la Generalitat, Jordi Pujol afirmó: “Sí, somos una nación, somos un pueblo y con un pueblo no se juega. Un pueblo son millones de personas, son generaciones, es gente que ha venido aquí para establecerse ¡y con esto no se juega!”.

El ex-líder del PSC, el catalanista Raimon Obiols, recuerda bien aquel 30 de mayo de 1984. Además de soportar insultos de“¡botifler!” (traidor) , tuvo que ser protegido por los Mossos d'Esquadra a la salida del Parlamento de un grupo de exaltados que intentaron agredirlo y que gritaban: “¡Matadlo, matadlo!”. Hoy, los soberanistas más inflamados han descubierto Twitter y aprovechan el anonimato de las redes sociales para disparar con el veneno del odio contra todos aquellos que no comulgan con el mantra de la independencia.

Llevado por la euforia de las masas que lo aclamaban, Jordi Pujol pronunció aquel día una frase que, pasados los años, ha sido su tumba política: “En adelante, de ética y de moral hablaremos nosotros. ¡No ellos!”. En nombre de esta “ética” y de esta “moral” particulares, Cataluña se ha acabado convirtiendo en una hedionda cloaca de corrupción donde, durante años, los intereses públicos y los privados se han mezclado de manera asquerosa, empezando por los escandalosos negocios de los hijos Pujol a la sombra de la Generalitat.

El 21 de noviembre de 1986, el plenario de la Audiencia de Barcelona decidió, por 33 votos a favor y 8 en contra, exculpar a Jordi Pujol de las acusaciones de los fiscales José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo por la quiebra de Banca Catalana. Losbuenos oficios del abogado Joan Piqué Vidal –años después, condenado y encarcelado por sus martingalas con la ex-juez Lluís Pascual Estevill- y el pacto de caballeros suscrito, con la mediación del rey Juan Carlos I, entre Felipe González y Jordi Pujol facilitaron este happy end judicial.

Ahora, Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau no tendrán el mismo trato benevolente de la justicia. Pero hay que precisar que no se juegan penas de prisión y fuertes multas, como los ex-directivos y ex-consejeros de Banca Catalana, sólo una condena de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Los magistrados del TSJC están enormemente molestos con la manifestación organizada por la ANC, que interpretan, correctamente, como un inadmisible acto de interferencia externa a su trabajo. Hace 32 años, sus colegas de la Audiencia Provincial sí se dejaron impresionar…¡y presionar!

Cuando en 2012, Oriol Pujol –designado príncipe heredero de la dinastía de los Pujol- fue imputado por el caso de las ITV, el pacto de caballeros del año 1986 saltó por los aires. El viejopadre padrone intentó repetir la jugada de Banca Catalana –asustar a Madrid para conseguir la impunidad judicial- con impactantes movilizaciones en la calle, ahora, además, con la amenaza última de la independencia unilateral.

Pero las masivas manifestaciones de la Diada de los años 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016, organizadas e impulsadas desde el universo pujolista, no han servido de nada. El actual huésped de la Moncloa, Mariano Rajoy, no es Felipe González, ni José María Aznar –el autor de los pactos del Majestic-, ni José Luis Rodríguez Zapatero. En la Zarzuela tampoco hay un rey voluble y comprableFelipe VI está, en este sentido, en las antípodas de su padre.

La estrategia pujolista del 1986 ya no funciona en la España del 2017. Y esto lo tienen que comprender tanto Artur Mas como Carles Puigdemont. La prueba: personas del círculo más íntimo de Artur Mas -como Daniel Osàcar, Andreu Viloca, Carles Vilarrubí, Sixte Cambra…- están hoy imputadas en sonados casos de corrupción. Al igual que el ex-jefe de campaña de Carles Puigdemont en las elecciones que lo hicieron alcalde de Girona,Josep Manel Bassols.

Esto se acaba y la gente lo intuye y lo asume: de los 300.000 de Jordi Pujol en 1984 a los 30.000 de Artur Mas en 2017. En este período hemos tenido demasiados escándalos, demasiada corrupción, demasiada mierda, demasiada impunidad, demasiada manipulación. Cataluña reclama higiene y pasar página.

dilluns, 23 de gener del 2017

Catalunya, perduda en la boira

JAUME REIXACH

Llegeixo a l’avió de Rennes a Barcelona el diari Ouest France –el mitjà de referència de Bretanya- i m’hi trobo a la portada la foto del president de la Generalitat, Carles PuigdemontCaram, què hi pinta aquí?

És una de les vuit imatges que ha escollit aquest seriós rotatiu per il·lustrar els reptes que “pour le meilleur ou pour le pire” ha d’afrontar Europa en aquest any que comença
. Carles Puigdemont hi apareix al costat de personatges tan inquietants com Vladímir Putin, Recep Tayyip Erdogan, Geert Wilders o Jaroslaw Kaczynski. El motiu: el referèndum d’independència de Catalunya que “promis, juré, craché!” està determinat a celebrar en els pròxims mesos. Es pregunta el diari: “Serà ell qui reobrirà la capsa de Pandora dels divorcis en el si de la Unió Europea?”… provocant un caos institucional que amenaça de desestructurar l’edifici comunitari.

Amb tots els defectes i mancances que té, el Vell Continent ha aconseguit, després de moltes penes i treballs, convertir-se en el paradigma més evolucionat de la civilització humana. El sistema públic de salut, d’educació, de protecció social i d’assistència que hem assolit –tot i que persisteixen les desigualtats- no té parió amb el dels Estats Units, la Xina o la Rússia postsoviètica, les altres tres grans potències mundials.

Han calgut segles de guerres, de revolucions, de negociacions i de reformes per arribar a vertebrar aquest espai de llibertats i de pau on hi convivim 500 milions d’europeus que compartim tot un seguit de valors que ens identifiquen: la democràcia, el diàleg, la tolerància, la voluntat integradora, el respecte al medi ambient… Després del Brexit i de l’elecció del nou president dels Estats Units, Donald Trump, la Unió Europea trontolla. El nou escenari geopolític en el qual entrem, marcat per la inèdita aliança entre la Casa Blanca i el Kremlin, enemics acèrrims des de la fi de la II Guerra Mundial, trastoca l’escaquer internacional i afecta de manera directa el Vell Continent.

La pinça Donald Trump-Vladímir Putin, guiada pels fastigosos interessos del petroli i de les armes, té en el projecte, encara a mig fer, de la Unió Europea la seva víctima propiciatòria. Aquí hi ha un botí colossal que fa salivar els predadors. Desestabilitzar i destruir la fràgil cohesió europea per aconseguir dominar el Vell Continent és un objectiu que comparteixen els dos mandataris, que compten amb l’amenaça de l’arsenal atòmic més devastador del planeta per imposar-lo.

En aquest nou context geopolític, la independència de Catalunya és una palanca que pot ajudar a fer implosionar el procés de construcció europea. La “revolució dels somriures”, amarada de bonisme i de romàntica candidesa per part de les masses estelades, ha esdevingut una bomba de rellotgeria: el “dret a decidir”, instituït com a principi jurídic, és un factor de desintegració dels estats que, en aquesta fase del projecte comunitari, són els fonaments sobre els quals es basteix la Unió Europea.

Brussel·les ho sap. Washington i Moscou, també. Per això, la causa independentista catalana –igual que tots els moviments secessionistes o populistes que proliferen actualment al Vell Continent- està en condicions objectives de rebre un impuls inesperat i determinant des de la Casa Blanca, del Kremlin i dels seus satèl·lits operatius (Gran Bretanya, Turquia i Israel). Sense ser-ne conscients, el president Carles Puigdemont i tota l’avantguarda estelada –els Oriol Junqueras, Lluís Llach, Carme Forcadell, Raül Romeva…-, tan progressistes i europeistes de boquillasón uns ninots que fan el joc als poders més reaccionaris del planeta, que volen afeblir i anorrear el model europeu de civilització.

Continuo llegint l’Ouest France. Explica que els 158 municipis del País Basc francès han decidit constituir-se en una sola “agglomeration”. És a dir, han creat una estructura institucional i administrativa unitària que cohesiona aquest territori, històricament i cultural vinculat a Euskadi Sud i a Navarra. Això els permetrà estrènyer els llaços i treballar en projectes conjunts amb els bascos de l’altra riba del Bidasoa. Aquesta cooperació transfronterera està perfectament consolidada i implementada en els reglaments de la Unió Europea, que incentiva la creació d’Euroregions.Quina diferència amb l’actual govern de la Generalitat! La dèria sobiranista s’ha carregat la nostra Euroregió, impulsada en temps del president Pasqual Maragall. La Catalunya Nord ha desaparegut, engolida per Occitània. El concepte dels Països Catalans ens enemista amb valencians i balears. Hem emprenyat els andorrans i tenim l’Aragó de cul pel conflicte de l’art religiós. El procés independentista ha trencat els ponts amb Madrid i París i a Brussel·les no tenim cap aliat de pes.

Sento dir-ho, però a Catalunya estem profundament equivocats i desorientats. El “referèndum o referèndum” d’aquest 2017 que propugna el president Carles Puigdemont, amb el suport del PDECat, ERC i la CUP, com a nord de la seva actuació política és un disbarat estratègic i una contraproduent pèrdua de temps, d’energies i d’il·lusions. Tots sabem que el “referèndum d’independència legal i acordat” és impossible –perquè la Constitució de 1978 no ho permet- i que, per la mateixa raó, el “referèndum unilateral d’independència” és inviable i mai no serà ni emparat ni reconegut per la Unió Europea.

Aquesta és la realitat i la primera obligació de tot governant és saber en quin món viu. Per múltiples raons, l’independentisme no és un sentiment aclaparadorament majoritari a la societat catalana, com ho demostren totes les convocatòries electorals fetes en els últims 40 anys. Proclamar la secessió de Catalunya “amb el 50% més un dels vots” del “referèndum o referèndum” que encapçala el full de ruta de Carles Puigdemont és, senzillament, una boutade i una frivolitat política que demostra una enorme irresponsabilitat institucional.

Ja sé que no li deixen fer, però el millor per al conjunt de la societat catalana –independentistes i no independentistes- és que Carles Puigdemont plegui al més aviat possible. La seva dona, Marcela Topor, també estarà molt contenta. Ha conduït el país a una fondalada envaïda per la boira i amb els fanalets no veiem ni un borrall. Si la solució miraculosa per sortir d’aquest atzucac és convertir Catalunya en el cavall de Troia de la parella Donald Trump & Vladímir Putin per dinamitar la Unió Europea val més que guardem les estelades a l’armari. Va ser divertit, però ja no fa riure

dimecres, 11 de gener del 2017

Objectiu: Salvar el soldat Millet!

JAUME REIXACH

L’administració del temps i les previsions del calendari són bàsiques en política, que té en la prospectiva una de les eines fonamentals per definir les estratègies a mig/llarg termini i les tàctiques de cada moment. No podem entendre el present si no l’emmarquem en el terreny dels futuribles, que és la dimensió on juguen els polítics, bé per conservar el poder durant el màxim possible, bé per aconseguir-lo. És per això que els vidents, els astròlegs i els endevinadors tenen els polítics entre la seva clientela més fidel i assídua.

Però no cal tenir una bola de vidre ni llançar les cartes per esbrinar què passarà aquest 2017 pel que fa a la vida política catalana. Només cal tenir a mà l’agenda judicial, que en aquesta ocasió condiciona i condicionarà com mai les coordenades per on fluctua l’opinió pública i, en conseqüència, les tendències de vot. Després d’una llarguíssima i, sovint, exasperant instrucció, tres grans casos de corrupció que han tingut per escenari Catalunya arriben finalment a judici aquest any 2017.

A partir de l’1 de març, comença la vista oral pel saqueig del Palau de la Música, protagonitzat, principalment, per Fèlix Millet i Jordi Montull, que afronten fortes penes de presó per part del fiscal i de les acusacions particulars. En aquest procediment també està imputat Daniel Osàcar, l‘extresorer de Convergència i home de la màxima confiança d’Artur Mas. Un dels aspectes crucials que hauran de dilucidar els magistrats de la sala 10 de l’Audiència de Barcelona és si aquesta institució musical va servir de tapadora per canalitzar les comissions de l’obra pública, principalment de l’empresa madrilenya Ferrovial, cap al partit pujolista, a través de la Fundació Trias Fargas (CatDem). Està previst que el judici es perllongui fins a finals de juny.

El dia 7 de març començarà a l’Audiència Nacional de Madrid el judici del cas Pretòria de corrupció urbanística, en el qual hi ha imputats onze polítics i empresaris, exponents de l’anomenada sociovergència. Dos íntims col·laboradors de l’expresident Jordi Pujol -l’exconseller Macià Alavedra i l’exsecretari general de Presidència, Lluís Prenafeta- seuran en el banc dels acusats, juntament amb l’exdiputat socialista Luigi Garcia i l’exalcalde de Santa Coloma de Gramenet, Bartomeu Muñoz. També serà jutjat Philip MacMahan Bolich, l’exresponsable de la divisió internacional de Banca Catalana i, posteriorment, l’home que movia els diners de destacats pujolistes a Andorra i a d’altres paradisos fiscals.

Finalment, i encara que no té data concreta de celebració, també està previst que aquest 2017 es faci el judici pel cas de les ITV, en el qual Oriol Pujol, el fill de l’expresident, afronta una petició de pena de cinc anys de presó. Com és obvi, durant la llarga temporada que durin les sessions d’interrogatoris i conclusions, els mitjans de comunicació fixaran la seva atenció informativa en la vista oral d’aquests tres explosius sumaris.

Aquests tres judicis vindran precedits per un altre plat fort: la vista oral de la causa del 9-N, que entre el 6 i el 9 de febrer asseurà al banc dels acusats del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) l’expresident Artur Mas i les exconselleresJoana Ortega i Irene Rigau. S’hi juguen una pena d’inhabilitació de fins a 10 anys. Una “carícia”, en comparació amb les fortes condemnes de presó que es demanen en els altres procediments sumarials.

El soroll mediàtic que farà tot plegat serà eixordador. Això ho saben i ho han analitzat els cervells del processisme convergent. Per fer front a aquesta allau de rocs que els caurà a sobre a partir de març, res millor que pujar el volum a tot drap amb el “referèndum o referèndum” i intentar una acceleració màxima dels esdeveniments per crear una sensació de màxima tensió i caos a Catalunya. Des de la perspectiva de Convergència -ara PDECat-, el 2017 és el seu annus horribilis en el qual s’airejaran les clavegueres del règim pujolista.

Per això, la missió prioritària que té encomanada el president Carles Puigdemont és mantenir el poder a qualsevol preu, encara que això impliqui fer tota mena de concessions a la CUP. “Salvar” la Generalitat pel PDECat, encara que sigui sota el paraigua de Junts x Sí, vol dir controlar partides molt significatives del pressupost i, per tant, tenir l’aixeta de les subvencions i emprar-la per exercir la capacitat d’influència sobre els mitjans de comunicació, públics i privats, per dirigir el missatge.

L’escenari més terrible pel neopujolisme seria la coincidència dels grans processos judicials de corrupció amb una convocatòria d’eleccions anticipades a Catalunya, provocada, per exemple, per la negativa de la CUP a aprovar definitivament els Pressupostos. El cataclisme electoral del PDECat s’anuncia definitiu. La paradoxa és sagnant i la trampa, mortal: ajudaran la CUP i ERC a mantenir els hereus de la vella Convergència en el poder per “protegir-la” dels escàndols que han protagonitzat en el passat alguns dels seus membres més prominents?

És la independència la gran cortina de fum activada des de l’actual PDECat per intentar salvar el soldat Millet i evitar que canti i descobreixi tot el pastís? Són conscients Oriol Junqueras i els cupaires que fent seguidisme del ritme i de l’estratègia que els marca el president Carles Puigdemont s’estan convertint en còmplices objectius i necessaris de l’encobriment de les malifetes pujolistes? Cal sacrificar la convivència de la societat catalana perquè una estructura mafiosa resti impune a l’acció de la justícia? La idealitzada República Catalana ha de néixer de les clavegueres de la corrupció? Pregunto.

dimarts, 10 de gener del 2017

Per què Pujol va nomenar Quintà director de TV3?

SISCU BAIGES

Jordi Pujol i els directius de Banca Catalana sempre van acusar el periodista Alfons Quintà, aleshores corresponsal del diari El País a Barcelona, i l’agència de notícies Europa Press de ser els culpables de la fallida d’aquesta entitat financera.Alfons Quintà publicava sovint articles al diari explicant la feble situació financera del banc. Europa Press va difondre una informació anunciant una suposada suspensió de pagaments que va accelerar la crisi de Banca Catalana.
El periodista era una bèstia negra per Pujol i els seus i, per això,va sorprendre la decisió del president de la Generalitat de nomenar-lo primer director de TV3, l’agost de 1982, en ple enfonsament de Banca Catalana.

Jaume Reixach, Enric González i jo vam decidir escriure un llibre sobre la crisi de l’entitat i, clar, vam voler parlar amb Alfons Quintà. El vaig telefonar i li vaig dir: “Som tres periodistes que estem preparant un llibre sobre Banca Catalana i tenim molt interès en parlar amb vostè”. La seva resposta m’ha quedat gravada en la memòria: “Doncs jo no tinc cap interès en parlar amb vosaltres”. En quaranta anys fent trucades similars no recordo una resposta tant antipàtica com aquesta.

Vam fer el llibre però ens vam quedar sense saber perquè Pujol el va triar per posar en marxa la televisió autonòmica. No tenim constància que Alfons Quintà hagi deixat escrites unes memòries on inclogui la resposta a la pregunta que no ens va deixar fer-li. Jordi Pujol ha fet unes memòries on no explica res que no sabés tothom. Els seus biògrafs amics no han indagat en aquest misteri.

Sabrem algun dia el perquè d’aquell nomenament?

De moment, només sabem que la persona que va triar el primer director de la televisió pública de Catalunya està avui amagat sota les pedres després de confessar que és un evasor fiscal de primer nivell i que la persona triada s’ha suïcidat fa uns dies després d’assassinar la seva dona.

Esperem que la història futura de Catalunya sigui més presentable que la recent.
Miguel 26/12/2016 - 16:40h

divendres, 14 d’octubre del 2016

O referèndum o referèndum. Com el d’Hongria?

SISCU BAIGES

Als catalans ja ens han avisat que d’aquí a un any ens demanaran que votem en un referèndum. El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha obtingut els vots i les abraçades dels diputats i diputades de la CUP a la moció de confiança parlamentària gràcies a aquest anunci.

El setembre de 2017, si Puigdemont és encara president de la Generalitat –i no acaba ensopegant un altre cop amb l’aprovació dels pressupostos per l’any que ve- ens convocarà a votar sobresi volem que Catalunya sigui independent d’Espanya o no.

Una primera incògnita és en què consisteix un país independent a l’Europa i el món actuals. Però aquesta incògnita ja fa anys que l’arrosseguem i ningú no sembla massa interessat en aclarir-la.

La segona incògnita és perquè hem d’esperar un any sencer. Aquí és on els malpensats asseguren que els impulsors de la independència no tenen pressa a posar en perill els seus sous i subvencions públiques.

La tercera i nova incògnita és en quina mena de referèndum pensa Puigdemont quan planteja que el setembre hi haurà “o referèndum o referèndum”. Té al cap el mateix tipus de referèndum que imaginen a la CUP? O, fins i tot, la CUP té clar quina consulta vol? No vull ni pensar en una votació de l’assemblea nacional dels cupaires per decidir si estan a favor o no del referèndum que proposin els de Junts pel Sí.

Se suposa que tant el PEDECAT com ERC tenen clar que no poden convocar els catalans a les urnes amb un referèndum on no hi hagi un llindar mínim de participació per validar-lo. Fins i tot, el govern xenòfob hongarès no ha gosat saltar-se aquesta norma democràtica bàsica en el referèndum amb el qual pretenia justificar la seva negativa a acceptar la quota de refugiats que la Unió Europea li ha dit que ha d’acollir. I encara sort! Gràcies a aquest llindar, els hongaresos han donat un disgust al primer ministre Viktor Orbán.

La diputada de la CUP Anna Gabriel ha declarat que, per ella, si al referèndum vota un català a favor de la independència més dels que votin en contra, s’ha de donar per fet que Catalunya ha de declarar-se independent. Tant li fa si participa un 10% o un 50% de la ciutadania.

No només hi ha el precedent hongarès. Els britànics van tirar pel camí de Gabriel i ara tenen un Brexit entre mans del qual molts en dubten la seva qualitat democràtica. Només un 71% dels britànics va participar en la consulta que els allunya de la Unió Europea.

El 98% dels hongaresos que han votat ho han fet contra la voluntat d’aquesta Unió Europea i Orban ja va advertir que fos quin fos el nivell de participació, ell consideraria políticament vàlid el resultat. Una música que, malauradament, venim escoltant a Catalunya des de quasi dos anys.

La tornarem a escoltar?

dijous, 6 d’octubre del 2016

Ara toca un Missatge de Nadal alternatiu

SISCU BAIGES

Vist l’èxit de repercussió mediàtica i de públic (aquesta, no tant) que ha tingut el pregó alternatiu a l’oficial de les festes de la Mercè s’hauria de mantenir encesa la flama dels missatges que contrastin els emesos sota el paraigües de les administracions públiques i convocar un Missatge de Nadal alternatiu als que pronunciïn el Rei d’Espanya i el president de la Generalitat.

Toni Albà podria repetir, el 24 de desembre, fent una actuació paral·lela al Missatge del Rei. Felip sisè té tots els números de continuar sent Rei el proper Nadal. Que el president de la Generalitat continuï sent Carles Puigdemont ho començarem a intuir aquesta setmana.

La qüestió és quina mena de Missatge de Nadal alternatiu es podria fer, on i qui l’hauria d’interpretar. Si, per Nadal, Puigdemont és encara president cal preveure que faci un discurs patriòtic abrandat, anunciant les virtuts d’una independència que pensa declarar pocs mesos després. Lògicament, el missatge alternatiu hauria de contrarestar aquest discurs.

El primer que caldria discernir és si hauria de ser en clau d’humor o seriós. Societat Civil Catalana s’hi apuntaria encantada si es tracta de llençar un missatge anti-independentista seriós. No m’imagino Miquel Iceta, Lluís Rabell o Albano Dante convocant els seus a un míting la vigília de Nadal a la plaça de Sant Jaume o les Cotxeres de Sants. Inés Arrimadas i Xavier García Albiolpotser sí que s’animarien.

Qui podria fer un Missatge de Nadal alternatiu i divertit? Jo aposto pels Morancos. Tenen una gran parròquia a Catalunya. Dels prop de set milions de visites del seu darrer vídeo a YouTube, on fan broma sobre la possibilitat que se celebrin unes terceres eleccions generals consecutives a Espanya, n’hi ha un enorme grapat de catalanes. Riu-te’n de les concentracions de la Diada!

On? A cap teatre on actuen els germans sevillans quan vénen a Barcelona perquè el petarien. Insinuo que l’escenari podria ser l’entorn del Born, bo i sabent que això treu de polleguera determinats sectors separatistes. Només són idees per anar polint els propers mesos.

No pagaríeu per escoltar l’entrevista que els farien, el dia abans del missatge alternatiu, als Morancos a Catalunya Ràdio entre ex-terroristes d’ETA i Terra Lliure, penedits o no?