dissabte, 27 de juliol del 2013

Mariano hace balconing

David Torres

Una vez finalizado el Tour, que era lo único que realmente le preocupaba, Mariano ya está libre de obligaciones para acudir al Congreso, uno de sus pasatiempos favoritos. La decisión ha sido tomada como se toman estas cosas en España, con mucha reflexión, mucha paciencia y mucho hielo. A Mariano le importan un pimiento la amenaza de la moción de censura, la crítica de la oposición en bloque y el asco general de la ciudadanía, pero ha bastado un tirón de orejas en el Financial Times, que es su periódico de cabecera después del Marca, para que se lo piense, si no dos veces, al menos una. Lo ha dicho en prosa evangélica: “Es bueno que yo tenga una comparecencia en las Cortes Generales”. Le ha faltado añadir: “No es bueno que Mariano esté solo”.
Mariano va a hacer balconing con la esperanza de que en el último momento no le muevan la piscina. El balconing es una exhibición que hacen los políticos sobre todo en campaña pero también en épocas estivales. Antes los dictadores hacían balconing a pelo sobre enormes muchedumbres desparramadas. En sus tiempos, Hitler y Mussolini se dieron gloriosos baños de multitudes; luego Franco y hasta Fidel Castro le tomaron gusto al balconing pero lo fueron dejando con la edad. Franco se dedicó a inaugurar pantanos, quizá para amortiguar el golpe, y Castro se lanzó en plancha en un mortal hacia delante mal medido que pocos años después le plagiaría el rey Juan Carlos, que también es muy aficionado. Es el peligro del balconing, que si mides mal la distancia, acabas aterrizando con la boca.
Mariano va a hacer balconing sin balcón y sin piscina, pero con una mullida mayoría absoluta que espera para recogerlo en andas y llevarlo en olor de santidad desde las puertas del Congreso hasta la playa misma de las vacaciones. En cualquier caso, por poco riesgo que esconda la comparecencia, siempre hay que contar con algún imprevisto y por eso los periodistas acudirán en masa, a ver si hay suerte y Mariano se da una costalada. Como el puenting, como el paracaidismo libre, la emoción del balconing se define ante la posibilidad mortal de un hostiazo. Es un deporte tonto que no suele aparecer en las noticias de no ser por los traumatismos múltiples y los fracturados cadáveres de quienes fallaron el salto. Aunque las preguntas estén preparadas y las respuestas más preparadas todavía, sabemos de sobra que cualquier cosa puede esperarse de un hombre que marra su propia letra y le manda un mensaje de apoyo a Bárcenas dos días después de publicarse los cuadernos secretos de la mafia. Por algo Mariano es el único concursante de Pasapalabra capaz de encadenar un rosco entero de errores. El presidente, como Indiana Jones, va a dar un salto de fe. No la suya, claro, sino la nuestra.

divendres, 26 de juliol del 2013

L’ENGANY DEL RAP

Finalment, el PP ha acceptat que Rajoy comparegui al Congrés per explicar el cas Bárcenas i sobre si el seu partit es va finançar il·legalment durant 20 anys.De totes maners, arriba tard, molt tard, quan ja ni els telediaris de la Sexta en parlen... 
Però no us feu il·lusions. D. Mariano una vegada més, parlarà molt i no dirà res (mira per on, m’ha sortit un apariat) Serà com l’engany del rap o sigui: No queda més remei que anar al Congrés a donar explicacions? S’hi va... Però d’aquí que digui el que la majoria de ciutadans d’aquest país volem escoltar, hi ha un abisme tan gran que no l’encerto a l’hora de calcular les dimensions.
Curiosament, dimecres, el PP va acceptar dues mocions per a que comparegui el seu cap de files i màxim responsable polític d’aquest país i encara en va tombar una tercera, la que van presentar els socialistes.
Hi ha qui ha anticipat que Rajoy disfressarà la seva compareixença amb xifres macroeconòmiques que a la pràctica no entén ningú per a no dir res sobre el que sé li preguntarà. I si respon a les preguntes (per exemple: el PP s’ha finançat il·legalment durant 20 anys?), serà per a negar-ho tot, tal i com ha fet sempre, tal i com ho fan tots els que han estat imputats per alguna cosa.
Davant d’això, serà del tot lògic que la resta de partits es donen per insatisfets i que li acabin demanant la dimissió. No ho farà, al menys fins a que li surti un marron tan gros com un toro de Miura i no pugui lidiar-lo.
Ja hi ha qui tem que la presència de Rajoy al Congrés sigui virtual. Tal i com ens té acostumats, la seva imatge sortiria a través d’una pantalla de plasma i es limitaria a llegir un comunicat tipus: Todo es falso menos algunas cosas que se han dicho en los medios de comunicación (és que cada vegada que escolto, llegeixo, dic o recordo aquesta frase, encara al·lucino, no hi puc fer-hi més) I, evidentment, sense acceptar preguntes...
Perdoneu-me (hi ho diré un cop més): En aquest país la democràcia està segrestada per una dreta rància, intransigent i hereva del franquisme que, cada dia que passa, ens va suprimint llibertats, tan individuals com col·lectives i drets. 
 
JO NO VAIG VOTAR EL PP... I TU??
RAJOY DIMISSIÓ, JA!!!  

LA RÀPITA. FESTES MAJORS 2013. XIQÜELOS I XIQÜELES DEL DELTA , RESTA DE FOTOS IV


























Por favor, señor Rajoy, deje de burlarse de los ciudadanos

Carlos Enrique Bayo

Ahora ya no sólo se trata de que incumpliese todas sus promesas electorales (del estilo: “cuando gobierne, bajará el paro”), ni de que también violase cada uno de sus compromisos (como el de bajar impuestos, que ya ha roto en unas 30 ocasiones), sino sobre todo de que el presidente del Gobierno se burla de la ciudadanía al anunciar una esperpéntica “solicitud de comparecencia” al presidente de las Cortes: “…para dar mi versión, que creo que es importante que los españoles la conozcan (…) lo sustancial ya está dicho, este es el momento adecuado para que yo aclare dudas que legítimamente tiene mucha gente y para que yo haga una explicación de cosas que puedan generar dudas”.
¿Su “versión”? ¿No era todo mentira, “salvo algunas cosas”? Basta con que enumere esas pocas “cosas” y a continuación detalle las verdades que explican lo que “legítimamente” no acabamos de entender casi nadie.
Por ejemplo, ¿cómo es que el (ahora) desaprensivo Bárcenas se pasó veinte años anotando meticulosamente donativos ilegales al PP y sobresueldos en negro a su cúpula, si todo eso era falso? ¿Cómo puede ser que en todo ese tiempo nadie en su partido se apercibiese de las aviesas intenciones y actividades delictivas de tan relevante correligionario? ¿Por qué lo ascendió usted personalmente de gerente a tesorero y después puso la mano en el fuego por él, cuando ya estaba entre los imputados de la trama Gürtel? ¿Qué motivaciones tenía cuando autorizó que siguiera cobrando un sueldo astronómico del PP, cotizando a la Seguridad Social y con despacho propio en la planta noble de la sede nacional, mientras el partido afirmaba públicamente que había cesado toda relación laboral con él?
En fin, ¿a qué se refería, concretamente, cuando le envió un SMS a Bárcenas, después de que se conociesen sus multimillonarias cuentas en Suiza y de que se publicasen sus apuntes de la caja B del PP, asegurándole: “hacemos lo que podemos”? ¿Cuándo y por qué dejó de ser su hombre de confianza y de darle apoyo en público y en privado?
Pero no son únicamente esas “cosas” las que “pueden generar dudas”, a decir de usted. En absoluto. Hay muchísimas más, como las que expuse en un artículo anterior sobre lo que es indubitadamente falso de lo que su partido, usted mismo y los miembros de su Gobierno han estado afirmando hasta hace muy poco, a menudo en sede parlamentaria, en contra de toda evidencia y del más elemental sentido común: ni “el señor Bárcenas dejó el PP en 2009” (Montoro, el 23 de enero), ni sus papeles son “fotocopia de una fotocopia de unos apuntes manipulados con enormes lagunas y ya desmentidos” (González Pons, el 4 de febrero), ni era en absoluto cierto lo de: “No tiene nada que ver con el PP” (Alfonso Alonso, el 17 de enero).
¿Va a contestar en sede parlamentaria por qué los más altos responsables del partido y del Gobierno han aseverado una y otra vez “cosas” que eran falsas a todas luces? Por supuesto, empezando por la célebre “indemnización simulada en diferido” de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, y por sus propias famosas “dos palabras” plasmáticas: “Es falso”.
Usted, su Gobierno y su partido han engañado a todos los españoles en esas ocasiones y muchas más, como la insistencia del ministro Montoro en que Bárcenas “no está en la lista” de la amnistía fiscal, algo que desmintió el propio interesado ante el juez.
Así que, ¿cómo vamos ahora a creernos sus negaciones, si no es capaz de dar argumentos que den explicación razonable, coherente y plausible de todos estos despropósitos? ¿Cómo puede exigir a electores y parlamentarios que den por buena, sin más pruebas que la verifiquen, su palabra no razonada ni sustentada en hechos?
Más aún, ¿cómo puede aducir, a estas alturas del escándalo que ya trasciende fronteras: “Lo sustancial ya está dicho”? ¿Cómo puede sostener, sin empacho, que “el momento adecuado” para aclararlo todo es el 1 de agosto, después de pasar en silencio durante medio año de continuas revelaciones incriminatorias?
Por favor, señor Rajoy, deje de burlarse de los ciudadanos.