Encaramada espectacularmente en la
vertiente de una montaña, la ciudad amurallada de Morella, la antigua Castra
Aelia de los romanos y feudo del carlismo en tiempo del general Cabrera,
señorea el paisaje de los Puertos. Con esta elaborada
descripción comienza en la Wikipedia el apartado dedicado a la historia
de Morella, la capital de la comarca de Els Ports, al N de la provincia
de Castellón.
Aunque se puede acceder en coche por
cualquiera de las dos puertas de su imponente muralla (San Miguel y San
Mateo), es aconsejable dejarlo en alguno de los aparcamientos situados en
su parte exterior y entrar al casco antiguo caminando sin prisas para no
perderse un solo detalle de todo el encanto que se nos muestra ante nuestros
ojos.
El recorrido más aconsejable dará comienzo en
la puerta de San Miguel, en la parte N de la población. Des de allí
podremos ver como la serpenteante carretera continúa hacia Alcañiz
pasando junto el antiguo acueducto que abastecía de agua el municipio. Nada más
cruzar la puerta encontraremos la oficina de turismo y, adosada a la muralla,
una placa recuerda la visita de los Reyes de España D. Juan Carlos y Dña.
Sofía.
Subiremos por la cuesta de Minguet y, a
la altura del antiguo hospital (hoy centro de atención primaria) giraremos
hacia la izquierda por la calle de Juan Giner para dirigirnos hacia el
centro de la población. Seguiremos por la calle Virgen del Pilar,
posteriormente por el de la Marquesa de Fuente Sol y finalmente por la Blasco
de Alagón.
Durante este recorrido nos iremos encontrando
con las más variadas tiendas: pastelerías, carnicerías, objetos de regalo,
artesanía, ropa y complementos, entidades financieras y, por supuesto, bares y
restaurantes, sobre todo en la parte final de recorrido, la parte más
interesante por sus antiguas casas con soportales.
Para poder tener la mejor perspectiva del
pueblo habrá que subir al castillo que primero fue árabe, después cristiano y,
finalmente, cuartel general de Ramón Cabrera, el general carlista
originario de Tortosa. Cuando lleguemos a la parte final de la calle Blasco
de Alagón, torceremos hacia la derecha dando un giro de 180º para coger la
calle Alta de San Francisco. A los pocos metros, nos va a llamar la
atención un mosaico adosado en una casa de la parte izquierda. Allí se explica
un milagro que realizó San Vicente Ferrer resucitando al hijo de un amigo suyo
que, su mujer, enajenada, lo había hecho a pedazos para servirlo como manjar
a sus invitados. De aquí hasta el castillo todavía tendremos que
subir un poco más y pasar por un sendero que nos llevará al pie de las
escaleras.
¿QUÉ VISITAR? Por
supuesto las murallas y el castillo, pero también la iglesia arciprestal de Santa
María la Mayor, la Casa de la Villa (sede del ayuntamiento), el
convento de San Francisco, el museo Tiempo de Dinosaurios y el
museo del Sexenio.
¿CÚANDO IR? A
Morella se puede ir en cualquier época del año. Personalmente me encanta en
invierno cuando la cubre el manto de nieve. Ahora bien, el momento más álgido
se produce cada 6 años cuando se celebra el conocido Sexenio. Estas
fiestas tradicionales datan de 1673 y comienzan como agradecimiento a la Virgen
de la Vallivana, la patrona de la población, por obrar el milagro de
detener la gran epidemia de cólera que hubo el año anterior. El próximo Sexenio
se celebrará en 2018 y, el año anterior tendrá lugar lo que se conoce como
el Anuncio.
La ermita de la Virgen de la Vallivana
está situada en la carretera de Vinaròs a Alcañiz, a 23 Km. de Morella. Al dar
comienzo el Sexenio, se celebra una multitudinaria e impresionante
procesión que recorre la distancia entre el santuario de la patrona y el
pueblo.
¿QUÉ COMER? Al ser
tierra de interior, es aconsejable la carne (de cordero, vacuno y caza), como
el tradicional ternasco. Pero el visitante no puede marcharse sin probar la
olla morellana (un cocido con carne de cerdo, morcilla, verduras patata y
alubias) En cuanto a los dulces son famosos los flaons, rellenos de
requesón y almendra. Durante el otoño de un año de lluvias hay que degustar la
que sin duda es la seta más apreciada: el robellón.
¿DÓNDE ALOJARSE? Morella dispone de
varios hoteles y hostales, así como una extensa oferta de alojamientos rurales,
alguno de ellos con mucho encanto.
¿QUÉ COMPRAR? En
artesanía son típicas sus mantas y en gastronomía no lo son menos sus quesos,
cecinas y miel.
¿CÓMO LLEGAR?
Todavía recuerdo la sinuosa carretera que antaño llevaba al viajero hasta Morella.
Afortunadamente hoy en día ha mejorado mucho aunque en algunos tramos todavía
nos podemos encontrar con largas y cerradas curvas además de los puertos de
montaña de Querol y Torremiró.
Desde la costa Mediterránea cogiendo la
carretera N-232 de Vinaròs a Alcañiz y desde otros puntos
de España, desde Alcañíz cogiendo la misma carretera en sentido
contrario.
ALREDEDORES. Tanto
la comarca de els Ports y su vecina del Alt Maestrat tienen un valioso
patrimonio natural y arquitectónico: Sant Mateu del Maestrat, Cervera
del Maestre, Catí, Ares del Maestre, Benasal, Culla,
el santuario de Nuestra Señora de la Balma, las pinturas rupestres de la
Valltorta y el centro de interpretación de las mismas en el término
municipal de Tirig (patrimonio de la Humanidad), etc.
EL DATO. Los
campos que rodean Morella son ricos en trufas, pero encontrarlas es todo un
arte que no está al alcance de todo el mundo.
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