Declaración de Economistas Frente a la Crisis ante el proceso de formación de gobierno
Por un gobierno de progreso que impulse una nueva política económica para la mayoría social del país
En Economistas Frente a la Crisis compartimos la preocupación por la situación de provisionalidad que representa un gobierno en funciones con competencias limitadas desde hace ya siete meses y, en consecuencia, consideramos deseable la formación cuanto antes de un nuevo gobierno. Pero estamos mucho más preocupados ante la degradación democrática, el descrédito de las instituciones, la corrupción sistémica y la insistencia en una errónea política económica. En todas estas cuestiones el gobierno del Partido Popular ha tenido un papel determinante, bien tolerándolas, consintiéndolas o, directamente, protagonizándolas.
Queremos que haya gobierno, pero no cualquier gobierno, y mucho menos para realizar cualquier política. Queremos un gobierno que sitúe en primer plano el bienestar de la ciudadanía; que impulse una vía de crecimiento económico inclusivo y sostenible; que defienda el modelo social europeo y el estado de bienestar como piezas esenciales de progreso y de convivencia; que recupere y amplíe los derechos y libertades ciudadanas, laborales y sociales quebrados; que genere espacios de entendimiento y concordia; que contribuya al impulso de la Unión sin caer en un europeísmo naif, acrítico.
Creemos que los hechos pasados y presentes inhabilitan al Partido Popular para realizar esa tarea.
El Partido Popular ha sido la fuerza política más votada en las pasadas elecciones del 26 de junio, lo que le otorga ventajas institucionales inobjetables, entre ellas ser la primera opción para intentarformar gobierno. Pero de ninguna manera esa circunstancia obliga a que esa fuerza deba encabezar ese futuro gobierno. Ni mucho menos obliga a las demás fuerzas parlamentarias a apoyarle en tal cometido. Los partidos solo están obligados a cumplir los compromisos establecidos con sus electores.
Tan inobjetable como que el PP fue la fuerza más votada es que la mayoría de los ciudadanos apoyaron otras opciones políticas que, en conjunto, poseen un número mayor de diputados que dejan lejos de la mayoría absoluta al PP. A ellos les corresponde ahora trasladar las preferencias de sus votantes en el proceso de investidura de un nuevo Gobierno. Es lo que dicta la Constitución. En España la mayoría necesaria para formar gobierno, cuando no se gana en los procesos electorales, se tiene que ganar en el Congreso. Cualquier otra afirmación no tiene más objeto que el reclamo de derechos tan inexistentes como ilegítimos.
Desde Economistas Frente a la Crisis siempre hemos defendido que existe un espacio suficiente de consenso entre las fuerzas políticas para construir una alternativa a la perniciosa política económica aplicada en los últimos años; a la política económica, en definitiva, del Partido Popular. Y la economía no es otra cosa que “política concentrada”. Nuestras propuestas muestran la viabilidad de las reformas que necesita España en el ámbito laboral, fiscal, financiero, de la energía o del medio ambiente…; reformas capaces de situar a nuestro país en la senda de una auténtica prosperidad incluyente y duradera. Se trata tan solo de aplicar la racionalidad económica con equidad y visión de largo plazo.
Abocados, como estamos, a que del Congreso salga un gobierno en minoría, un gobierno del PP -aun disponiendo de la minoría mayor- no será en absoluto más estable -sino todo lo contrario- que otras alternativas posibles con mayor capacidad de allegar consensos mínimos entre el resto del arco parlamentario que sí constituye la mayoría del Congreso y representa a la mayoría de los ciudadanos.
Necesitamos un gobierno que aplique las medidas de emergencia social necesarias para hacer frente a las consecuencias de la crisis y de la política de austeridad practicada; un gobierno limpio, sin sombras de corrupción, que apueste con decisión por la regeneración de las instituciones y de la práctica política; un gobierno capaz de unirse a otros gobiernos europeos para combatir el declive del proyecto de Unión e impulsar una recuperación económica justa y sostenible; un gobierno que elabore unos presupuestos acordes con esa emergencia social, que retrotraiga las consecuencias de las contrarreformas sociales y económicas que nuestro país está sufriendo, que defienda ante la Comisión Europea la excepcionalidad prevista en los Tratados. Necesitamos con urgencia ese gobierno; un gobierno que se someta dentro de dos años a una moción de confianza en el Parlamento. Necesitamos un gobierno lo antes posible… pero no cualquier gobierno.
Las mismas presiones que se están ejerciendo ahora para favorecer la investidura de un candidato del Partido Popular, apelando a un pervertido concepto del “sentido de Estado”, continuarán después –es obvio- con cada proyecto de Ley, con cada decreto-ley, con cada toma de decisión en el ámbito europeo… La mayoría de la ciudadanía no desea terceras elecciones, pero con seguridad tampoco desea un Ejecutivo proclive a seguir desarrollando las políticas que han aumentado la desigualdad, la pobreza y la precariedad; políticas que están poniendo en grave riesgo el futuro de las pensiones. Terceras elecciones no… pero no a cualquier precio.
Cada diputado y diputada, y las fuerzas políticas a las que pertenecen, tiene ahora en su mano evitarlo. Desde Economistas Frente a la Crisis les reclamamos que impulsen fórmulas de gobierno alternativas al Partido Popular, que no defrauden a sus votantes y actúen en consecuencia, no sólo en el momento de la investidura, sino todos y cada uno de los días que dure esta legislatura. Estamos convencidos de que la gran mayoría de los ciudadanos y ciudadanas tomarán buena nota de su actuación en este proceso.
23 de julio de 2016
La Junta directiva de Economistas Frente a la Crisis EFC