dijous, 18 de gener del 2018

La izquierda no está tan mal

Es la historia de siempre. La derecha le reclama autocrítica y la izquierda corre a hacerla y a darle la razón sobre lo mal que está y lo mal que lo hace todo

La izquierda debería seguir sin complejos la estela del 'marianismo': menos autocrítica y menos palabrería y más que alguien haga lo que todos sabemos que hay que hacer para ganar unas elecciones

ANTÓN LOSADA

La izquierda española debería seguir el ejemplo de Mariano Rajoy y no ponerse nerviosa antes de tiempo. Cuando faltan dos años para las elecciones, las encuestas significan muy poco y deciden nada y la agenda política dista bastante de conformar ya la agenda electoral. Pero lejos de mantener la calma parece que empieza a dar síntomas de un inminente ataque de pánico.
Es la historia de siempre. La derecha le reclama autocrítica y la izquierda corre a hacerla y a darle la razón sobre lo mal que está y lo mal que lo hace todo; no vaya a ser que quede algún votante o militante que se resista a dejarse encerrar en esa realidad virtual donde la derecha gobierna siempre bien, los problemas son culpa de los demás y están más unidos que la familia Campos, mientras que la izquierda no ha nacido para mandar, todo cuanto sucede es culpa de Manuela Carmena o de Ada Colau y la Boda Roja de Juego de Tronos es lo más unida que sabe estar. Al habitual asedio por tierra, mar y aire de la derecha y el liberal progresismo emergente, se han sumado rápidamente los analistas e intelectuales de la izquierda, siempre dispuestos a demostrar que ellos son los más listos formulando una critica sobre la situación de la izquierda aún más feroz y descorazonadora que cualquiera publicada por el ABC o La Razón. El PSOE ha corrido a proclamarse segundo por enésima vez y reclamar autocrítica a Podemos, Alberto Garzón ha corrido a reclamar autocrítica a Podemos y Pablo Iglesias ha sabido estar callado hasta que no ha podido resistirse más y le ha reclamado autocrítica al PSOE y a Pedro Sánchez.
Si a estas alturas aún no han aprendido que la autocrítica es lo que hace la izquierda cuando le conviene a la derecha, entonces sí que andan en apuros. La izquierda está como estaba y está desde junio de 2016: mal pero no tan mal. Sigue pagando el precio por no haber aprovechado la oportunidad de desplazar al PP y a Rajoy cuando la tuvieron y siguen castigando a su electorado con el desanimo de intuir que si volvieran a tenerla, volverían a desaprovecharla. Todo lo demás es ruido. 
Si alguien en la izquierda esperaba un buen resultado en Catalunya en unos comicios dominados por el eje nacional y tras partirse para aplicar el 155 es que no sabe dónde vive. El ascenso milagroso de Ciudadanos supone un problema, pero para el PP no para la izquierda. El problema de la izquierda ahora mismo no reside en movilizar a los votantes de centro o centro izquierda que se hayan ido a Cs. Su problema continúa siendo movilizar primero a los votantes de izquierda que empezaron a quedarse en su casa el 20J. En cuanto a la división interna presenta sin duda un gran problema, aunque únicamente para quienes se pasan el día reclamando debate interno en los partidos pero luego critican la división de la izquierda, mientras aplauden como muestras de enorme liderazgo las leyes del silencio y la adulación al líder que rigen en el PP y en Ciudadanos.
La izquierda está tan mal como la derecha, como lo está el resto del país. Le faltan las ideas que no le sobran a la derecha para salir de una crisis que se ha convertido en normalidad. Sus respuestas frente a la cuestión de la identidad nacional parecen tan malas y tan inviables como las ofrecidas por el PP, que nos han metido en este atolladero, y las que emite Cs, de quienes lo único que sabemos es que en Catalunya ni gobiernan ni dejan gobernar y todo se arreglará cuando ganen ellos las elecciones y además puedan gobernar cómodamente. A dos años de las Generales, en un país donde el votante medio aún se sitúa orientado a la izquierda (en el 4.6 según el CIS) pese al empacho de banderas y “A por ellos, oe”, la izquierda ha sobrevivido al potencial desastre del 21D, gobierna las grandes capitales y la mayoría del poder autonómico con un desgaste muy por debajo del anunciado por la derecha al día siguiente de formarse esos gobiernos y las encuestas la dejan donde lleva meses, lejos de la mayoría que suman PP y Cs, pero con un electorado que vuelve a centrar sus preocupaciones en la crisis, el empleo y el bienestar, la corrupción y la regeneración política.
La izquierda debería seguir sin complejos la estela del 'marianismo'. Menos autocrítica y menos palabrería y más que alguien haga lo que todos sabemos que hay que hacer para ganar unas elecciones.

EL JARDI DEL POBLE NOU

Bon dia!! 

dimecres, 17 de gener del 2018

QUAN LES PENSIONS SÓN NOTÍCIA

De Vergara a eldiario.es.
Atenció al titular del Periódico d’avui: El Govern ofereix millorar el càlcul de la pensió.
Suposo que heu reparat amb la paraula millorar. Aquesta és la clau de la notícia i del comentari que avui faré.
Ahir per la tarda vaig poder segui una mica la notícia (per dir-ho d’alguna manera) al programa Más vale tarde de la Sexta. Van debatre llarga estona i li van voler buscar els pros i els contres. De tot me quedo amb dues coses: Sé tracta d’un globus sonda i que venint del Govern del PP no ens en podem refiar.
Passa sovint. De vegades per a veure com reacciona l’opinió pública, sé llença un globus sonda que mai sé sap ben bé qui llançat, però si el propòsit que té i després s’actua segons la reacció que hi ha.
La segona part és l’origen de la notícia. Com deia ahir per la tarda Benjamín Prados, no ens podem creure que sé milloraran les pensions quan precisament ha estat el Govern de Rajoy qui en pocs anys ha dilapidat la guardiola que s’havia creat durant l’època fictícia de les vaques magres.
Una de les coses que sé va apuntar va ser que ser que per a calcular les futures pensions sé podrien eliminar aquells anys que s’hauria cotitzats menys per raons laborals (atur, categoria inferior, etc.) Què ens volen dir que seria un càlcul de pensions a la carta? Però qui s’ho creu això? Només cal tenir en compte que des de fa uns anys les pensions pràcticament no s’apugen quan abans no hi havia cap any que perdessin poder adquisitiu perquè si l’IPC calculat de l’any anterior era superior a l’increment que havien tingut les pensions se’ls hi compensava amb una petita paga el mes de febrer.
Declaracions com la de Celia Villalobos que va ostentar càrrecs importants dintre del PP com per exemple els d’alcaldessa de Màlaga, Ministra de Sanitat i Consum i vicepresidenta del Congrés dels Diputats, donen a pensar que, efectivament, les pensions amb el PP al govern aniran de mal en pitjor. No sé com anirien amb un altre partit al govern (penseu que les pensions és un tema que sempre s’ha de pensar amb clau de futur i buscar solucions que puguin durar molts anys), però amb el PP, un partit amb que defensa una economia neoliberal, evidentment no podem pensar que puguin millorar tal com sembla que va dir el Govern.
I què va dir Celia Villalobos? Què hi ha gent que sé passa més anys sense treballar que treballant... Així, generalitzant... Ja sabeu que no sóc gens partidaris de generalitzar. Imagineu-vos si digués que molts polítics només van al parlament a jugar al Candy Crush (a ella la van enxampar fent-ho)
Un govern de dretes, que defensi el capital i per tant la banca no podrà entendre mai el problema que té la classe treballadora. Un treballador si volen econòmicament contribueixi al progrés d’un estat se’l ha de remunerar adequadament. Si un treballador no pot estalviar, no gastarà més enllà que comprant una casa, un cotxe (o els que pugui tenir al llarg de la vida) i, com a molt anar al bar o al restaurant amb la família. És impossible que pugui contractar plans de pensions alternatius i més amb el pocs incentius que tenen aquest tipus d’estalvis.
Per tant, sinó poden estalviar, no se’ls hi pot dir que contracten plans de pensions com ho fan els treballadors dels països nòrdics, amb qui se’ns compara sovint. Els sou mitjà d’un treballador finès, danès, noruec o suec és molt més elevat que el sou mitjà d’aquí.

Els polítics viuen en una realitat paral·lela i des del lloc que ocupen no podran conèixer mai la realitat del poble que governen i administren.  

LA NOSTRA RIBERA 421