dimarts, 22 de desembre del 2015

La redefinición de España

Vicenç Navarro
Autor del libro Ataque a la democracia y al bienestar (Anagrama, 2015)


Existe una percepción generalizada en los mayores medios de información en España, incluyendo Catalunya, de que el soberanismo y el independentismo son dos conceptos y prácticas políticas intercambiables e idénticas. Así, es costumbre que tales medios se refieran a los partidos que están a favor de la independencia de Catalunya como los partidos soberanistas, desconociendo, por lo visto, que hay partidos que son soberanistas sin ser independentistas.
Esta limitación del término soberanista para definir a los independentistas, que se realiza a los dos lados del Ebro, y que se reproduce no solo en los medios, sino también a través de los portavoces del gobierno español, presidido por el Sr. Rajoy, y del gobierno de la Generalitat de Catalunya, presidido en funciones por el Sr. Mas, dificulta, sin embargo, la comprensión de lo que ocurre en Catalunya, y por lo tanto la solución del problema que existe en España.
Soberanismo es el principio que sostiene que la población en Catalunya, o en cualquier otro pueblo o nación de España, tiene el derecho a decidir sobre su relación con el Estado español. Según las encuestas, la gran mayoría de esta población en Catalunya cree en este principio y es, por lo tanto, soberanista. El porcentaje de personas en Catalunya que apoyan el derecho a decidir es elevadísimo (el 79,1%, según la última encuesta realizada por La Vanguardia, 02.05.15). Ahora bien, decidir quiere decir escoger entre varias alternativas, dentro de las cuales, naturalmente, la independencia es una de ellas. Pero según las encuestas, la población catalana no escogería tal alternativa. Esta es la realidad que hay que tener en cuenta, tanto por parte de los independentistas como por aquellos que no desean la secesión de Catalunya de España.
Repito, pues, que el hecho de que la mayoría de catalanes (personas que viven, trabajan y votan en Catalunya) sean soberanistas pero no independentistas tiene que ser tenido en cuenta por los partidos proindependentistas. Exigir la independencia ahora, cuando la mayoría de la población catalana no la desea, es una imposición antidemocrática. Pero los partidos, movimientos o medios de información en España, centrados en la capital del Reino de este Estado borbónico (que tiene poco que ver con el Madrid popular), tienen que ser también conscientes de que, aun cuando la mayoría de catalanes no desea la independencia, sí desea tener el derecho a decidir. Repito, nada menos que alrededor de un 80% de ellos. Ignorar esta situación es también profundamente antidemocrático. La falta de sensibilidad hacia este punto, escudándose en lo que dice o deja de decir la ley, es un error que radicalizará más y más a la población catalana en contra del Estado español. El continuo énfasis que hace este Estado, subrayando que la mayoría de la población catalana no ha votado por la independencia, ignora que la mayoría de la población, aunque no es independentista, sí que ha indicado que es soberanista. Y no solo las encuestas así lo muestran, sino también el resultado de las últimas elecciones autonómicas en Catalunya, que, si bien mostraron que la mayoría de la población no era independentista, sí que señalaron que la mayoría de votantes eran soberanistas. Sumando Junts Pel Sí, la CUP y Catalunya Sí Que es Pot (que incluyó en su programa la demanda de un referéndum), son la mayoría de votantes. Todos ellos desean poder decidir sobre qué tipo de relación se establece con el Estado español. Y no hay que confundir el Estado español con España, pues la mayoría de la población española está muy insatisfecha con tal Estado, considerándolo muy poco representativo (como lo demuestra que la gran mayoría de la población española está de acuerdo con el eslogan contestatario del 15-M de que “no nos representan”).
El derecho a decidir procede de un compromiso democrático republicano
El segundo punto que cabe resaltar es que este soberanismo, que debería ser un derecho de todos los pueblos y naciones de España, no es un sentimiento nuevo, puesto que, históricamente, las izquierdas en España siempre habían apoyado un Estado republicano plurinacional frente a y en oposición al Estado uninacional borbónico, que fue el que justificó el golpe fascista militar de 1936 atribuyéndose erróneamente la tarea de defender la “unidad de España”, unidad que nadie amenazaba (ver mi artículo “Franco ganó la guerra, la postguerra y la transición”,Público, 26.11.15).
Tal argumento, como he subrayado recientemente, es una falsedad carente de credibilidad, pues el independentismo era una fuerza muy minoritaria en Catalunya –como históricamente siempre lo ha sido-. En contra de la tergiversación histórica que se promovió durante la dictadura, el President Companys, y la fuerza política que representaba y que gobernaba Catalunya, nunca fueron independentistas. Lo que sí se pedía era una redefinición de España en la que se considerara al Estado español como un Estado federal constituido por varias naciones, unidas, si así lo deseaban –como era el caso del President Companys (que fue acusado, errónea y maliciosament, por la derecha española de separatista)-, por consenso y no por la fuerza militar. Esta visión de España entraba en contradicción con la España uninacional y centralizada del Estado borbónico, y que alcanzó su máxima expresión durante la dictadura existente en este país a lo largo de casi cuarenta años.
En realidad, la visión plurinacional fue la que defendieron un gran número de partidos que participaron en la lucha en contra de la dictadura, incluyendo el PSOE (ver mi artículo “El señor Pedro Sánchez no conoce la historia del PSOE”, Público, 11.12.15), que defendió el derecho de autodeterminación de Catalunya, que es ni más ni menos, como ya he mencionado antes, que el derecho a decidir de la población de Catalunya sobre el tipo de relación que desea tener con el Estado español y que no es, repito, lo mismo que la petición de secesión, distinción que no se hace, dificultando la aceptación del principio de plurinacionalidad de España.
Ni que decir tiene que los otros pueblos y naciones de España deberían tener tal derecho como parte de la profundización de la democracia española, que es especialmente limitada en el desarrollo de formas de democracia participativa o formas de democracia directa, incluyendo los referéndums. La expansión del significado de democracia para incluir formas de democracia más directa que la representativa está muy poco desarrollada en España, creando una excesiva dependencia de la democracia representativa, lo que empobrece la todavía poco desarrollada democracia española. En realidad, la profundización de la democracia ayudaría en gran medida a diluir las tensiones que consciente o inconscientemente se están reproduciendo, en ocasiones por causas predominantemente electorales. Es la resistencia a esta democratización lo que está llevando a una radicalización y al deseo de separarse del Estado español.
La utilización del argumento de defender la “unidad de España” para imponer el Estado uninacional borbónico
Las derechas han sido las que han utilizado más estas tensiones para canalizar el enfado de la población (debido al deterioro de su bienestar como consecuencia de la aplicación de las políticas neoliberales por parte de las derechas gobernantes tanto en España como en Catalunya) hacia el tema nacional, presentándose como los defensores de la unidad de España (por parte del PP y ahora Ciudadanos) o de la independencia de Catalunya (por parte de Convergencia, ahora llamada Democracia y Libertad). Son estas fuerzas las que se están beneficiando más en sus respectivos territorios. Ciudadanos ha añadido su voz, incluso con más radicalidad que el PP, a esta defensa de la “unidad de España”, ocultando con ello el enorme dolor que sus políticas neoliberales impondrán a la población catalana y al resto de España. Su victoria en el popular distrito de Nou Barris de Barcelona se debe a este supuesto “súper patriotismo” que, como en el caso del PP, esconde su dañino neoliberalismo, el cual ha tenido un impacto devastador en aquellos sectores de la clase trabajadora que le están votando (ver mi artículo “El neoliberalismo mata y pone enfermas a las clases populares”, Público, 14.12.15).
En realidad, Ciudadanos, aunque es nuevo en España, no lo es en Catalunya. Gran parte de sus dirigentes proceden del Partido Popular, un partido que siempre ha sido minoritario en Catalunya. El número uno de su lista por Barcelona, Juan Carlos Girauta, ha estado en sucesivas ocasiones en las listas del PP, perteneciendo a su ala más dura. Él mostró considerable comprensión hacia el golpe militar de 1936 en sus intervenciones en las tertulias de TV3 (donde llenaba el espacio de la derecha dura), habiendo indicado también que los atentados de Atocha del 11-M habían sido realizados por ETA, tal como promovieron Aznar y su grupo, postura que sostuvo durante muchos años, y ello a pesar de la abundante evidencia que mostraba lo contrario (“Girauta y la teoría de conspiración”, El Periódico, 16.12.15). Hoy, con la misma frivolidad, acusa a Podemos de apoyar a ETA, tal como hizo Esperanza Aguirre, la ex Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Su comportamiento insultante, semejante a los Marhuendas e Indas en La Sexta Noche, apareció cuando, con una arrogancia de clase característica de la derecha española más reaccionaria, menospreció a la altamente popular alcaldesa de Barcelona, la Sra. Ada Colau, refiriéndose a ella como “una persona de escasos estudios” (código para definir a las personas procedentes de las clases populares), una bajeza que refleja el calibre de tal individuo, conocido, por cierto, por ser un personaje de escasas luces y de limitado intelecto. Otra persona en Catalunya, también procedente del PP, y representativo de la derecha española más reaccionaria, el Sr. Alejo Vidal-Quadras, ha apoyado hoy también a Ciudadanos.
¿Qué pasa hoy en España?
Lo que está ocurriendo hoy en este país es una rebelión de movimientos político-sociales contestatarios hacia el Estado español, inicialmente surgidos en las periferias, que han encontrado apoyo por parte de una formación política, Podemos, que comparte esta plurinacionalidad del Estado español y que considera el bipartidismo borbónico imperante como el reflejo de un Estado agotado, impuesto, fallido y oprimente. Ello apareció en las últimas elecciones municipales, y aparece hoy con toda fuerza en estas elecciones. Independientemente de lo que ocurra este domingo, el hecho es que hoy existen movimientos populares que se están extendiendo a lo largo del territorio español, que demandan otro Estado, distinto del actual, que sea más justo, más solidario, más democrático, y que acepte su plurinacionalidad, pasando de un régimen borbónico uninacional, radial y uniforme a otro republicano, variado y poliédrico, mostrando la riqueza de su diversidad, en el que las clases populares ejerzan su derecho a decidir sobre todas las decisiones que afectan a su vida y bienestar, no solo a través de las instituciones representativos (poco democráticas hoy en día), sino también a base de fórums de democracia directa, como los referéndums, a todos los niveles del Estado o de los Estados. Este domingo es un paso para ello. El reciente mitin en Madrid, donde más de 10.000 personas aplaudieron a la alcaldesa de Barcelona, coreando con ella “Viva Catalunya y viva el referéndum”, es un bello ejemplo de esta nueva España republicana que se está generando. Y la reunión, ayer, de representantes de las ciudades rebeldes de Galicia, así como del gobierno valenciano, en Barcelona, mostrando su clara hermandad en un proyecto común, es otro signo de ello. La España del futuro será diferente de la actual, pase lo que pase este domingo. Hoy España está llena de movimientos con una clara vocación transformadora que desean un cambio radical.

dilluns, 21 de desembre del 2015

LA NIT ELECTORAL MÉS LLARGA…

De Vergara a eldiario.es
Tot i que sobre les 11 de la nit els resultats electorals ja estaven clars (PP-123, PSOE-90, PODEMOS-69, CIUDADANOS, 40, ERC-9, DEMOCRÀCIA I LLIBERTAT-8, PNV-6...), la incertesa sobre qui pot arribar a formar govern farà que les negociacions es facin llarguíssimes i que s’arribi als darrers dies, segurament, sense tenir el panorama clar. Això si és que al final algú se’n surt... El poble ha parlat... Però el que no tinc clar és si amb suficient claredat... L’única cosa que he arribat a entendre és que no volen que continuï el bipartidisme, però a partir d’aquí, què?
Tal i com deia José Maria Izquierdo aquest matí a la SER, ens ho em de prendre amb calma... Ens menjarem els tarrons per Nadal, arribarà Cap d’any i després els Reis ens portaran regals... I quan passin totes les festes, segurament la situació encara estarà igual que ara... Per això serà la nit més llarga... Inacabable...  
Què pot passar? Difícil predicció. A priori l’únic pacte que donaria certa estabilitat seria un govern entre el PP i el PSOE. El que s’anomena la gran coalició. Són els dos partits que es van posar d’acord a l’hora de pactar la reforma constitucional (crec recordar que era la segona des de l’entrada en vigor de l’actual Constitució) sobre el sostre de dèficit pressupostari. En els darrers mesos de govern, Zapatero va acceptar aplicar les primeres mesures tot seguint les instruccions de la Troika comunitària i una vegada al govern, el PP va continuar acatant les instruccions que li donaven des d’Europa. O sigui, en quan a temes econòmics, s’hi assemblen molt. Es diferencien en temes socials, però en èpoques com la que estem vivint, seria fins a possible que es posessin d’acord.
Ja ho vaig dir abans del 20-D que si, finalment, hi hagués pacte entre els dos partits que millors resultats han tret, les conseqüències podrien ser totalment negatives, ja que s’interpretaria com una clara voluntat de continuar al poder a qualsevol preu... Qui en sortiria pitjor parat seria el PSOE que, des de la meva manera de veure-ho, seria com si es fes l’harakiri.
La segona possibilitat seria un pacte entre la força guanyadora i aquella que, a priori és més afí. O sigui, el PP+C’s. La suma seria de 163 diputats (de 350), o sigui (i tal com s’ha vingut dient), no arribarien a la majoria absoluta i, per tant, haurien de governar amb acords puntuals d’altres partits, la qual cosa igual no seria ben acceptada per la ciutadania que, tot i no parlar clar, sembla que ha dit que desitja un canvi de rumb.
La tercera possibilitat seria una gran coalició d’esquerres: PSOE, Podemos i Unitat Popular (que si bé només en té 2, a una gran part d’Espanya s’ha presentat en coalició amb Podemos) En aquest cas la suma seria de 161. Per tant, inferior fins i tot a l’anterior combinació.
¿Cap la possibilitat de que es pogués comptar amb el suport (encara que fos des de fora) d’ERC o de DiLl o de tots dos conjuntament? Difícil, molt difícil... Està clar que ERC no pactaria mai amb el PP i C’s, al menys de que s’avinguessin a iniciar el procés cap a la independència de Catalunya, la qual cosa em sembla impossible. Amb els grup dels partits d’esquerres, a priori seria més fàcil, però les exigències segurament serien les mateixes. Potser podrien rebaixar una mica les pretensions (sembla que CDC ja ho ha insinuat) i tal vegada amb la celebració d’una consulta s’acabarien conformant. Està tan embolicat tot que potser més ja no hi pot estar i potser s’arribarà a un punt on algú haurà de cedir.    
Aquí a Catalunya hi havien moltes esperances de que hi pogués haver un canvi al govern d’Espanya. Tot i que els sostre per a ERC i CDC sigui la independència, per algun lloc s’haurà de començar, ja que una declaració unilateral és pràcticament inviable. Si Podemos acaba formant part del nou govern es podria aplanar molt el camí per a fer una consulta pactada i vinculat. Respecte a qualsevol altre pretensió ho veig impossible.
De totes formes, el PP, tan si està al govern com a l’oposició, seguirà posant tota mena de traves. Penseu que per a qualsevol modificació constitucional es necessita un majoria de 2/3 dels 350 diputats o sigui 233 diputats. Si el PP en té 123, ni que es posin d’acord totes les altres formacions hi arriben.

LA FOTO DENÚNCIA DEL DIA 21-12-2015

Amposta. Avinguda de Catalunya. 

La comoditat a l'hora d'aparcar. 

BARÇA 2015: 5 DE 6!

Foto: web oficial FC Barcelona. 
Saps com ha quedat el Barça? Sí, 5 de 6! Com? Sí que de 6 títols possibles n’ha guanyat 5. Només el Barça del primer any de Guardiola els supera en guanyar-ne 6 de 6. Fantàstic!
Si és un somni, que no em despertin! Ni a mi ni a tots els barcelonistes... Ahir ho van dir al post partit: Què sàpiguen els joves que això no ha estat sempre així... Ni molt menys!
Els de la meva generació que no ens en podem recordar del Barça de les 5 copes, ni de com la tocava Kubala, varem haver d’esperar l’arribada de Cruyff i Sotil per a veure guanyar la primera lliga al Barça: va ser la temporada 1973-1974. El Barça es va estar 14 anys sense guanyar una lliga... De tant en tant alguna copa del, del... Generalísimo... Però cap altre títol important. El primer la Recopa d’Europa amb Rifé a la banqueta. Era l’any 1979. La lliga següent es va guanyar amb l’anglès Terry Venables a la banqueta 11 anys després: temporada 1984-85.
I mentre que feia l’etern rival o sigui el Madrid? Es feia un tip de guanyar títols: lligues, copes d’Europa, copes del Generalísimo... Hi va haver temporades que el Barça ja es donava per satisfet si podia guanyar-lo, encara que a la lliga quedessin per darrera seu.
I quan un equip no deixa de guanyar, està clar que guanya seguidors. I més encara si les victòries dels merengues eren les úniques que sortien per la televisió. Per això no és d’estranyar que a la Galera (com a tot arreu, suposo), hi havia molts seguidors del Madrid. Alguns d’ells sé van reconvertír posteriorment en seguidors del Barça quan van anar a fer la mili i se’n van adonar del tracte que rebíem els catalans quan sortíem de la nostra terra.
No va ser fins l’arribada de Johan Cruyff ara com entrenador (1988) quan el Barça va començar a guanyar títols amb certa regularitat. El Barça va recuperar l’esperit guanyador de finals dels ’60, l’etapa que, com us havia dit, no me’n puc recordar per la curta edat que tenia. Amb Cruyff es van guanyar 4 lligues de forma consecutiva a més de la primera copa d’Europa. I els que potser és més important, segons els experts va establir les bases del futur joc del Barça. A partir de Cruyff el Barça va fer un canvia radical, ja no tant pels entrenadors, sinó perquè una bona part dels jugadors del primer equip havien sortit de la Masia, de les entranyes del propi Barça.  
Després del pas de Guardiola per la banqueta blaugrana (2008-2012), que va significar l’etapa més gloriosa de la secció de futbol, amb 14 títols guanyats de 18 possibles (entre ells 3 lligues i 2 Champions i 2 mundials de clubs) Durant aquells anys, tots els barcelonistes estaven a un núvol. Ens pensàvem que mai més tornaríem a veure un Barça semblant. Què era impossible repetir una etapa de tants d’èxits i a més, amb bon futbol, d’aquell que agrada fins i tot als aficionats dels altres equips.
Ara passa a l’inrevés del que passava als anys ’60: tots els xiquets i fins i tot les xiquetes, són del Barça, és difícil trobar-ne del Madrid o d’un altre equip al menys que ho siguin son pare o els seus germans...
I mentre que fa el Madrid? Somiar en guanyar el Barça. Per això quan aconsegueixen una lliga o una Champions els sap a glòria beneïda. Però això, afortunadament només passa de tant en tant i mentre Florentino, amo, senyor i semidéu del Madrid va canviant entrenadors sense que cap d’ells pugui acabar el seu projecte.
El 2-0 del Barça ahir al River Plate a la final del Campionat del Món de clubs és només la cirereta del pastís. Per a poder jugar aquest trofeu és imprescindible haver guanyat abans la Champions. I, encara que no és imprescindible guanyar la Lliga, el Barça, ara amb Luis Enrique d’entrenador, també la va guanyar... I la copa que ara s’anomena del, del... Rei... I la Supercopa d’Europa... Només l’Athlètic Club ens va poder pispar la Supercopa d’Espanya.
La sort del Barça actual és poder seguir tenint la columna vertebral de l’època de Guardiola: los Messi, Busquets, Iniesta, Piqué, Alves... I tot i perdre per diferents motius jugadors com Puyol, Valdés, Xavi , Pedro, Eto’o o Henry, hi ha arribat d’altres espectaculars: Jordi Alba, Neymar, Rakitic, Luis Suárez (escollit millor jugador de la final d’ahir i màxim golejador del torneig amb 5 gols) I a partir de gener, quan acabi la sanció de la FIFA, podran jugar Turan i Aleix Vidal.
Es clar que es pot torçar, però els aficionats del Barça d’avui som optimistes. Tal com també recordaven ahir, ara, quan el Barça juga una final, ja no pensem que la perdrem com passava fa anys. Ara estem convençuts de que la guanyarem!