dissabte, 13 de juliol del 2013

¿España va mejor? Váyanse a la mierda

Pablo Iglesias / Jorge Moruno

La reducción de las cifras oficiales de inscritos en el desempleo ha servido de excusa para que los equipos de comunicación del Gobierno lancen la consigna del optimismo respecto a la situación económica. Sin embargo, un mínimo acercamiento a los datos disponibles revela la fría realidad: somos un país en el que cada vez hay más pobres, incluso entre los que trabajan.
Más del 26% de los ciudadanos de nuestro país son pobres (lo dice Caritas); 630.000 hogares (más del doble que en 2007) carecen de ingresos; uno de cada diez trabajadores con empleo sobrevive con el salario mínimo o con menos; la mayor parte de las madres con bebés no pueden permitirse darles el pecho; los niños con problemas de desnutrición se cuentan por millares (sólo en la lujosa Barcelona, el Ayuntamiento reconocía que había 2.600 niños desnutridos). Son los datos de un país con una Casa Real que siempre ha vivido a todo tren y que, sin embargo, no ha podido evitar que se la asocie a la corrupción y al fraude fiscal; un país que quiere organizar unos juegos olímpicos; el país de los grandes eventos, de la Formula 1, de los futbolistas multimillonarios que defraudan a la hacienda pública, el país de Eurovegas, el país con mayor presión fiscal sobre los salarios (6 puntos sobre la media de la OCDE) y menos sobre las grandes fortunas; el país con niveles escandalosos de fraude fiscal entre las grandes fortunas (lo dicen los técnicos de Hacienda); el país en el que sus empresas de referencia facturan en el extranjero y tienen presencia en paraísos fiscales. El país de Solchaga que decía que en España era fácil hacerse rico, de Jesús Gil, de Camps, de Fabra, de la Gürtel, de los ERES fraudulentos, de Esperanza Aguirre, de restaurantes caros y sobresueldos en A y en B; el país de los patriotas de pulsera rojigualda que no tienen más patria que su dinero.
Y en eso 127.000 parados menos en Junio. Ya pero... ¿Cómo es posible que las afiliaciones a la seguridad social sean sólo 26.000? ¿Cómo es posible que en los seis primeros meses del año hayan disminuido las contrataciones?. Sencillo: La gente se va y muchos parados de larga duración, desesperados, han dejado de inscribirse en las oficinas del INEM. Los jóvenes titulados (la generación más formada de nuestra historia) se marchan en busca de sueldos acordes con su formación y los inmigrantes, que eran los que aseguraban la sostenibilidad del sistema de pensiones por el envejecimiento de la población, regresan a sus países. Total: hay menos población activa. A la fuerza bajan las cifras del paro.
Hay otro dato estremecedor. La mitad de las altas son de "autónomos". ¿Autónomos? Miren esta oferta de Infojobs: "Se precisa recepcionista Freelance para atender centralita desde casa, preferiblemente chica, para empresa call center. Se exige título de ESO y dos líneas de teléfono en casa. Contrato de autónomo. 450 euros brutos. Jornada completa". Esto es lo que significa ser autónomo; asalariados degradados sobre los que recae todo el riesgo y que además carecen de derechos laborales. Decía el señor Alberto Nadal, directivo de la CEOE, desde las páginas de El País, que "los jóvenes deben plantearse diferentes opciones, verse como empresarios, o como gestores de su propio capital humano dentro de la empresa". Cobrar 450 euros, ese es el significado de lo que dice un señor cuyo salario desconocemos, porque la exigente CEOE se niega a hacer públicos los sueldos de sus directivos.
¿Estamos empezando a salir de la crisis? Váyanse a la mierda.

divendres, 12 de juliol del 2013

LA TRAMA CORRUPTA DE BÁRCENAS, CORREA & CIA

Quan tothom parla de Luis Bárcenas, la suposada comptabilitat en B que portava del PP, els milions que tenia a Suïssa i de tot l’enrenou que ha generat dintre del partit que dóna suport al govern de Rajoy, sembla ser que ja ningú se’n recordi de l’origen de tot plegat o al menys no se’n parla el que s’hauria de parlar.
Penso que va bé refrescar la memòria i recordar com va començar la trama corrupta; una trama demostrada, jutjada i amb penes de presó per als seus principals responsables. Cal recordar que tots els diners que té (o tenia)Bárcenas dipositat a diversos bancs suïssos, com els diners que, suposadament cobraven els càrrecs del PP en negre (entre ells sembla que també Rajoy), tenen el seu origen en l’entramat delictiu que van dissenyar Correa i els seus companys de malifetes; alguns d’ells, recordem-ho, es van deixar veure per la boda de la filla d’Aznar elegantment vestits.  
Cóm funcionava? L’entramat de la Gürtel va muntar una sèrie d’empreses pantalla que obtenien suculents contractes d’obres i grans esdeveniments d’aquelles comunitats autònomes governades pel PP (València, Mallorca, Madrid, Castella la Manxa...) Amb la recomanació de diversos dirigents del partit a nivell nacional, establien contacte amb els màxims responsables de l’administració amb la qual volien contractar. Per tal d’aconseguir el seu propòsit, els hi feien regals (vestits, sabes i corbates a Camps, bosses de ma a la Rita Barberà, etc.) Una vegada obtinguts  els contractes, subcontractaven el serveis a d’altres empreses que eren les que els realitzaven. Com que d’allí havien de sucar tots, el cost final era força superior al cost real de l’obre i servei. Però com es pagava amb diners públics que són conseqüència dels impostos que paguem els ciutadans (sobre tot els assalariats –no ve al cas, però m’agrada remarcar-ho) , no passava res.
Després els responsables de la Gürtel repartien els beneficis entre tots els socis: una part se la quedaven ells (faltaria més) i la resta (si voleu, presumptament) la feien arribar al Partit Popular i l’acabava gestionant Bárcenas que, de tant en tant, n’apartava una bona part per a ell. Fixeu-vos els diners que havien d’entrar a la seu de Gènova per a que Bárcenas pogués desviar-ne 48 milions (o més) a bancs suïssos)
I què feia el PP amb tants diners? Bé, ja ho sabeu, una part es repartia amb sobres entre els seus càrrecs (casualment a l’Esperanza Aguirre no li tocava mai res), una altra part la dedicaven a despeses electorals (els partits tenen limitades les despeses i, per tant, es saltaven a la torera la normativa al respecte) i encara una altra part la devien d’usar per  banquets i capritxos dels seus dirigents, com per exemple la compra d’un poni (si és que la comptabilitat que va filtrar el grup Anònimus era real)
Com heu pogut comprovar, els del PP estan de merda fins les selles (perdó per l’expressió, però penso que és del tot correcta en aquest cas) I, si a sobre, és cert que Rajoy va cobrar sobres quan era Ministre de la Presidència durant l’època d’Aznar, tot aquest enrenou arriba a quotes extraordinàriament elevades i difícils d’administrar, es a dir, se’m fa difícil pensar que si realment Rajoy és un dels afectats, pugui fer com si res i pretengui que el temps passi perquè, el pas del temps sempre fa que les coses s’oblidin... O això és el que pensen.      

PAISATGES DEL NOSTRE TERRITORI. ARROSSARS II












Y de los problemas de los ciudadanos, ¿cuándo hablamos?

Juan Tortosa

Íbamos ya por el tercer vinito. Habían transcurrido tres intensas horas de debate, desde el atardecer, en el sugestivo patio de una taberna trianera. Y en estas mi amigo Fernando va y pone el dedo en la llaga:
- Que digo yo que por ahí por la calle me parece que suele haber unos seres humanos llamados “ciudadanos”
Llevábamos toda la velada hablando de primarias andaluzas, de candidaturas, de los silencios de Rajoy, de las conspiraciones internas de los partidos, de lo que el escándalo Bárcenas perjudica al pp y los eres al psoe… Tres largas horas sin emplear ni un solo minuto en hablar de los problemas del día a día de la gente de a pie. Gente de a pie, dicho sea de paso, como nosotros porque en esa animada tertulia trianera ninguno de los que participábamos nos dedicamos directamente a la política.
Sabiéndolo o no, admitiéndolo o no, estábamos reproduciendo los mismos vicios, las mismas inercias, los mismos lugares comunes… e incluso utilizando la misma jerga que los políticos a quienes tanto criticamos. Pensé entonces que eso mismo es lo que le debe ocurrir a los tertulianos radiofónicos y televisivos, lo mismo que pasa en periódicos, radios, televisiones y páginas web: hablamos en jerga. Asumimos insípidos tecnicismos y ridículos circunloquios, abordamos por lo general las cosas de una manera que a los ciudadanos, a la “ciudadanía” como se empeñan en decir ahora, directamente “se la repampinfla”.
Si a quienes nos dedicamos a hablar sobre política en los medios los ciudadanos nos ven lejanos cuando nos ponemos estupendos, a los políticos propiamente dichos no te quiero decir ya: les parecen bichos raros, extraterrestres de manos largas y moral corta que venden moto tras moto sin resultado práctico alguno. Es un hecho que no existe conexión entre los ciudadanos y los políticos. Cuesta trabajo a estas alturas de la película que el ciudadano medio acepte sin más que lo que mueve a alguien a dedicarse a la política es la intención de mejorar sus vidas, o que lo que quiere es solucionar problemas en lugar de crearlos.
Por lo general, los medios se comportan como altavoces de políticos cuyo principal interés es “hablar de su libro” y que cuando usan un micrófono lo emplean para defenderse de acusaciones, mandar recados a sus adversarios o hacer llegar consignas a sus correligionarios. Quienes deciden entrar a formar parte de las estructuras de un partido o un sindicato afirman que lo que quieren es cambiar las cosas y mejorar la vida de la gente, sí. Pero cuando ya están dentro y han de ponerse a ello, lo que acaban haciendo es dedicar el 95 por ciento de su tiempo a conspirar o a defenderse de las conspiraciones, a planificar cómo mantenerse en un garito del que, por lo general, no les suele gustar marcharse. Y menos por voluntad propia.
De sus prioridades más inmediatas acaban desapareciendo los intereses de esa molesta obligación llamada ciudadanía… hasta que se vuelven a necesitar los votos. Tanta tomadura de pelo es la que ha desembocado en esa indignación que lleva ya un tiempo cociéndose a fuego lento y que está traduciéndose en el nacimiento y desarrollo de múltiples movimientos de protesta poco dispuestos a que las cosas continúen por mucho más tiempo funcionando como venían haciéndolo hasta ahora.
Esto lo saben los políticos y los sabemos también quienes nos dedicamos a hablar de política en los medios. Pero a pesar de ello somos capaces, aún a día de hoy, de tirarnos horas hablando en jerga y cayendo en las mismas trampas que criticamos.
De ahí que a mí me pareciera que la cariñosa llamada de atención que mi amigo nos hizo la otra tarde a sus contertulios en un acogedor patio trianero fuera toda una lúcida carga de profundidad:
- Que digo yo que por ahí por la calle me parece que suele haber unos seres humanos llamados “ciudadanos”
Touché, querido Fernando.