dijous, 24 d’octubre del 2013
PARES I FILLS
Avui 24 d’octubre hi ha convocada vaga
general al sector de l’ensenyament a tota Espanya, també a Catalunya.
Mentre Pepa Buenos donava la notícia
a la SER i explicava que hi havia una unitat mòbil de la cadena davant
el col·legi Sant Isidre de Madrid, jo estava arribant a Tortosa i, concretament
passava pel davant de l’institut Joaquín Bau que, a diferència d’altres
dies on hi veus cotxes dels pares que porten als fills i alumnes que arriben
a peu, avui tenia un aspecte desèrtic. Només dos noietes que pel seu aspecte
devien de fer l’ESO acudien a classe amb les seves motxilles.
Instants més tard m’he trobat a una
companya de treball que acabava de deixar a son fill al col·legi la Sagrada
Família (es a dir, al seminari diocesà) Li he preguntat si allí no feien
vaga i m’ha respost el que ja m’imaginava: que no. Al col·legi
de sa filla, que també és religiós, els docents i, per suposat els alumnes,
tampoc en feien. No ho pogut de deixar de pensar el contrast que hi havia
entre el sector públic i el privat. La reforma educativa de Wert i les
polítiques que sobre ensenyament es porten a terme des de la Generalitat
de Catalunya està clar que perjudiquen més el sector públic que el privat
i, el sexisme que significa separar els xiquets de les xiquetes de les
aules no significa cap impediment a l’hora de donar-los subvencions.
També resulta força eloqüent els tipus
de pares que porten als fills a les escoles públiques o als col·legis privats.
A casa nostra mai ens varem plantejar portar els fills als Hermanos
(ja desapareguts) o a les monges. Teníem molt clar que els nostres fills
havien d’anar a una escola pública (Agustí Barberà) i més tard a l’institut
(un al Montsià i l’altre al Berenguer) I no penso que ells, als seus fills
(en el cas que en tinguin) s’ho plantegin ni per un moment.
La companya a la que em referia al començament,
quan es convoca una vaga general o al nostre sector, no en fa mai, al contrari
que jo que les faig independentment del color que tingui el govern de torn.
No crec que sigui agosarat pensar que
els qui porten als fills als col·legis públics (sobre tot religiosos) són
persones de dretes i molt influents sobre la consulta dels seus fills.
Per tant, partint d’aquesta premissa, cal pensar que quasi ningú ha fet
vaga com tampoc ningú ha acudit a les manifestacions convocades pel sector.
Per acabar vull donar suport a la jornada
de lluita de l’ensenyament i declarar-me favorable a L’ENSENYAMENT PÚBLIC,
LAIC I DE QUALITAT.
La incoherencia, la catalanofobia y la ignorancia
Por qué ese estúpido boicot contra productos catalanes mientras, cuando
ETA mataba día si y día también, a nadie se le ocurrió sugerir nada
parecido
Es de recibo empezar felicitando al maestro Francesc-Marc Álvaro por su excelente artículo “‘Vascos si, ETA no’ decían…” del pasado día 3. Al leerlo recordaba aquel lunes 14 de julio de 1997 cuando un millón de catalanes nos manifestamos como protesta por el atentado contra Miguel Ángel Blanco aunque nunca nos importó saber cuántos vascos se manifestaron años atrás por los atentados con víctimas mortales de plaza España, Paseo bajo muralla, Navas, Hipercor, Sabadell, Vic, Paral·lel, Caserna del Bruc, Sant Quirze, Lliçà, Tenor Massini, Port Olimpic, Govern Militar… Desde el País Vasco me decían que no eran más de 40 personas.
Años después sigo sin entender la extraña admiración que muchos catalanes sienten por todo cuanto ocurre en el País Vasco ignorando que en el excelente documental 295 días de Jaume Ginesta se presenta aquel día en el que el grupo de Balls de Gitanes de Lliçà de Munt no pudo actuar en Navarra y regresó a Catalunya bajo la increíble acusación de haber colaborado en la detención de los etarras Monteagudo, Erezuma y Zubieta, autores de los atentados de Sabadell y Vic. Tampoco he entendido nunca que nos obligaran a abandonar una sidrería en Gernika por haber cometido el delito de hablar sobre lo ocurrido en Hipercor, con la excusa de que la conversación molestaba a otros comensales, muy “demócratas” todos ellos. Son sólo dos ejemplos pero hay más. ¿Es ese el respeto que nos merecemos algunos catalanes cuando vamos al País Vasco?
El grito de “vascos sí, ETA no” fue un compendio de sentido común y de reconocimiento a la valentía de miles de vascos que cada día sufrían la violencia de la situación, una muestra del discernimiento que sobre el llamado conflicto vasco les hacíamos llegar.
Por contraste, es la misma estupidez que muestran ciertos representantes políticos (un concejal de Lleida, un portavoz en el Parlament, dos exministros del Interior…) al comparar y mezclar los deseos de miles de residentes en Catalunya con las animaladas de ETA. Unos, los catalanes que nos basamos en argumentos totalmente lícitos usando el diálogo, la palabra y el seny. Otros, los idearios de ETA (que no de los vascos, aclaro) basadas en la muerte, el dolor, el sufrimiento y la crueldad del aniquilamiento físico hacia el que piensa diferente o incluso del que ni siquiera piensa en esos temas, como cientos de víctimas anónimas.
Centrándonos en los dos exministros antes aludidos, mejor harían en preocuparse de los errores que cometieron durante sus épocas en el Ministerio… aprobando una legislación sobre victimología terrorista sin mostrar interés alguno en escuchar las experiencias de los propios afectados, sin estudiar las propuestas para subsanar los errores cometidos, el uso obsceno de ciertos sectores del colectivo de víctimas como peones en la lucha electoral o recibir solo a las víctimas de Madrid despreciando a las víctimas catalanas o andaluzas. O la portada del Diario de Sevilla en la que Mayor Oreja decía que “estaría dispuesto a sentarme con ETA” ¿Nadie la recuerda?
Sin obviar un dato mas: ese estúpido boicot que plantean ciertos sectores mediático / políticos contra los productos catalanes y que muchos “demócratas” comparten mientras, cuando ETA mataba día si y día también, a nadie se le ocurrió sugerir nada parecido. ¿Quizá no se atrevieron porque el miedo es libre?
Reconozcamos que todos tenemos parte de culpa. Muchos catalanes también han tenido su cuota de conformismo, de prudencia y de candidez, de querer ver o imaginar en el País Vasco lo que a otros no interesa ver en Catalunya porque les recuerda sus propios miedos y su propia desidia: ¿Qué es mejor, imponer o dialogar? ¿Temer a quien mata o insultar a quien habla?
Para algunos, por lo visto, es más peligroso borrar una raya en un mapa que borrar mil vidas del suelo patrio. La incoherencia fomenta en algunos la catalanofobia y ya sabemos que la ignorancia es atrevida. Es momento de exponer en público el cinismo, la hipocresía y los miedos ajenos.
Roberto Manrique es víctima de ETA y fue presidente de la AVT en Cataluña y de la Asociación de Víctimas Catalanas de Organizaciones Terroristas.
Blog Roberto Manrique, El trastero azul
[Artículo publicado en La Vanguardia]
Es de recibo empezar felicitando al maestro Francesc-Marc Álvaro por su excelente artículo “‘Vascos si, ETA no’ decían…” del pasado día 3. Al leerlo recordaba aquel lunes 14 de julio de 1997 cuando un millón de catalanes nos manifestamos como protesta por el atentado contra Miguel Ángel Blanco aunque nunca nos importó saber cuántos vascos se manifestaron años atrás por los atentados con víctimas mortales de plaza España, Paseo bajo muralla, Navas, Hipercor, Sabadell, Vic, Paral·lel, Caserna del Bruc, Sant Quirze, Lliçà, Tenor Massini, Port Olimpic, Govern Militar… Desde el País Vasco me decían que no eran más de 40 personas.
Años después sigo sin entender la extraña admiración que muchos catalanes sienten por todo cuanto ocurre en el País Vasco ignorando que en el excelente documental 295 días de Jaume Ginesta se presenta aquel día en el que el grupo de Balls de Gitanes de Lliçà de Munt no pudo actuar en Navarra y regresó a Catalunya bajo la increíble acusación de haber colaborado en la detención de los etarras Monteagudo, Erezuma y Zubieta, autores de los atentados de Sabadell y Vic. Tampoco he entendido nunca que nos obligaran a abandonar una sidrería en Gernika por haber cometido el delito de hablar sobre lo ocurrido en Hipercor, con la excusa de que la conversación molestaba a otros comensales, muy “demócratas” todos ellos. Son sólo dos ejemplos pero hay más. ¿Es ese el respeto que nos merecemos algunos catalanes cuando vamos al País Vasco?
El grito de “vascos sí, ETA no” fue un compendio de sentido común y de reconocimiento a la valentía de miles de vascos que cada día sufrían la violencia de la situación, una muestra del discernimiento que sobre el llamado conflicto vasco les hacíamos llegar.
Por contraste, es la misma estupidez que muestran ciertos representantes políticos (un concejal de Lleida, un portavoz en el Parlament, dos exministros del Interior…) al comparar y mezclar los deseos de miles de residentes en Catalunya con las animaladas de ETA. Unos, los catalanes que nos basamos en argumentos totalmente lícitos usando el diálogo, la palabra y el seny. Otros, los idearios de ETA (que no de los vascos, aclaro) basadas en la muerte, el dolor, el sufrimiento y la crueldad del aniquilamiento físico hacia el que piensa diferente o incluso del que ni siquiera piensa en esos temas, como cientos de víctimas anónimas.
Centrándonos en los dos exministros antes aludidos, mejor harían en preocuparse de los errores que cometieron durante sus épocas en el Ministerio… aprobando una legislación sobre victimología terrorista sin mostrar interés alguno en escuchar las experiencias de los propios afectados, sin estudiar las propuestas para subsanar los errores cometidos, el uso obsceno de ciertos sectores del colectivo de víctimas como peones en la lucha electoral o recibir solo a las víctimas de Madrid despreciando a las víctimas catalanas o andaluzas. O la portada del Diario de Sevilla en la que Mayor Oreja decía que “estaría dispuesto a sentarme con ETA” ¿Nadie la recuerda?
Sin obviar un dato mas: ese estúpido boicot que plantean ciertos sectores mediático / políticos contra los productos catalanes y que muchos “demócratas” comparten mientras, cuando ETA mataba día si y día también, a nadie se le ocurrió sugerir nada parecido. ¿Quizá no se atrevieron porque el miedo es libre?
Reconozcamos que todos tenemos parte de culpa. Muchos catalanes también han tenido su cuota de conformismo, de prudencia y de candidez, de querer ver o imaginar en el País Vasco lo que a otros no interesa ver en Catalunya porque les recuerda sus propios miedos y su propia desidia: ¿Qué es mejor, imponer o dialogar? ¿Temer a quien mata o insultar a quien habla?
Para algunos, por lo visto, es más peligroso borrar una raya en un mapa que borrar mil vidas del suelo patrio. La incoherencia fomenta en algunos la catalanofobia y ya sabemos que la ignorancia es atrevida. Es momento de exponer en público el cinismo, la hipocresía y los miedos ajenos.
Roberto Manrique es víctima de ETA y fue presidente de la AVT en Cataluña y de la Asociación de Víctimas Catalanas de Organizaciones Terroristas.
Blog Roberto Manrique, El trastero azul
[Artículo publicado en La Vanguardia]
dimecres, 23 d’octubre del 2013
SER FEIXISTA ARA I AQUÍ
El passat dilluns el Periódico de Catalunya
va publicar la següent carta signada per Alfonso Martínez de Barcelona:
"Sóc feixista i no ho sabia"
Vaig néixer a Barcelona fa 35 anys.
Últimament visc preocupat per un mal que porto dins: sóc feixista i no
ho sabia. Ho he esbrinat després de llegir i escoltar repetidament els
mitjans, líders d'opinió i infinitat de gent del carrer que conviuen amb
mi. Diuen que els orgullosos de ser espanyols som feixistes (més ben dit,
fatxes); si a més ets català, doncs més fatxa encara. Horrible. I jo sense
saber-ho. Això ho he de corroborar. Vaig al diccionari català i veig l'accepció:
"Feixisme. Moviment polític caracteritzat per la submissió total a
un líder que concentra tots els poders, per l'exaltació del nacionalisme
i l'eliminació violenta de l'oposició política i social". Entenc.
Dec ser tan extremadament feixista que no veig la meva condició de violent
adorador d'un fosc líder. El que més m'intriga és saber qui deu ser aquest
líder. En canvi, això de l'exaltació nacionalista no em sorprèn, al capdavall
pensava que era normal ja que és el que he viscut a Catalunya des que tinc
ús de raó. Però bé, encara sóc a temps de canviar. No vull ser un marginat
social a la meva terra. A grans mals, grans remeis. Crec que em tornaré
independentista que és el que fan tots. Si tantes persones pensen així
deu ser perquè tenen raó. A més, així no em sentiré estrany quan vegi els
debats als mitjans catalans. I a sobre diuen que amb la independència seré
més ric que ara. Per descomptat, mira que m'agradava Espanya i la seva
gent, però per sobre de tot he de pensar en mi; això de ser fatxa em turmenta.
De manera imminent vull ser un nacionalista català. Així podré viure en
pau. El més bo és que crec que ho puc aconseguir ràpidament, al capdavall
ja sóc del Barça.
Seria molt imaginar que la carta va ser
escrita en castellà i traduïda per a la versió en català del diari?
Bé, després d’haver-la llegit, només
una consideració. Per a mi, l’Alfonso Martínez de Barcelona no és feixista.
Ni ho són la majoria dels qui es van concentrar a la plaça de Catalunya
de Barcelona el passat 12-O o els que exhibeixen banderes espanyoles a
les seves façanes (sempre que portin l’escut constitucional) Per a mi,
tots aquests ciutadans que tot i viure a Catalunya anteposen l’espanyol
per davant del català i, en fan ostentació, son nacionalistes
espanyols i, per tant, de dretes, comparables als qui també s’expressen
així del territoris de parla castellana d’arreu de l’estat espanyol.
Tots els nacionalistes espanyols
són feixistes (o fatxes, com matisa Alfonso Martínez)? La
resposta és no. Ara bé, sí que és cert que tots els fatxes
d’aquest país són franquistes i nacionalistes espanyols.
I quina és la línia que separa els uns
dels altres. De vegades és molt difícil de determinar i, a la vegada tan
fina que pots traspassar-la amb facilitat.
Però que no s’equivoqui ningú, de independentistes
fatxes també n’hi ha. No seran franquistes, però segur que si els
hi fessin fer un test per avaluar el grau d’acceptació d’alguns col·lectius
d’immigrants, el tracte cap a les classes més desafavorides, la pèrdua
de drets socials i laborals, la privatització de serveis essencials com
la sanitat, els serveis socials o l’educació, etc.
La economía desde fuera, según mi abuela
José Antonio Nieto
Profesor titular de Economía Aplicada en la UCM
Mi abuela decía que yo nunca sería un economista convencional (afortunadamente), porque ni me gusta remover el pasado (la historia económica) ni me creo las previsiones (económicas). Sobre lo segundo no vale la pena discutir: los organismos nacionales e internacionales revisan con tanta frecuencia sus previsiones, que es preferible esperar unos meses antes de dar crédito a lo que dicen. Además, algunos políticos tienen la desfachatez de interpretar los datos a su antojo, diciendo, por ejemplo, que los salarios en España están subiendo moderadamente, aunque luego a micrófono cerrado presuman de la continuada reducción de los costes salariales. Tal vez presumen también de otras atrocidades que aún no se han atrevido a convertir en previsiones estadísticas, como el pretendido y disparatado –pero celestial– propósito de mejorar el crecimiento demográfico privando a las mujeres de su derecho a decidir sobre si quieren o no quieren tener hijos y en qué circunstancias pueden hacerlo o no.
Sobre mi supuesta aversión a la historia (tal y como nos la cuentan), o al estudio de la historia económica, he de reconocer dos cosas. Primera, es obvio que hay que conocer la historia para intentar no repetir los mismos errores. Segunda, sumergirse en el estudio de la historia proporciona a menudo enseñanzas sublimes. Por ejemplo, no hace falta recurrir a los tópicos hispanos de “que inventen otros”, ni parafrasear una vez más a Ortega (España es el problema, Europa la solución), para darse cuenta de que en España los cambios trascendentales, al menos en lo económico, han venido a impulsos forzados desde el exterior. ¿Cómo empezó a desmantelarse la autarquía franquista? Con el Plan de Estabilización de 1959, obligado por la bancarrota económica y auspiciado por el FMI y la OCDE (o sea, el equivalente a lo que hoy son los “hombres de negro” de la Troika). ¿Cuándo se instaló España –como país desarrollado– en el panorama internacional? Cuando culminamos la incorporación a la OTAN y a las Comunidades Europeas en los años 80 (es decir, cuando los “hombres de azul” norteamericanos y nuestros azules vecinos europeos nos dieron la bendición). Hay ejemplos recientes más conocidos, pero la conclusión parece clara: mejor hacer caso a lo que nos dicen desde fuera. Porque dentro, las opiniones cambian tanto como las leyes educativas, y a quien mantiene una línea de sensatez, rigor y coherencia se le suele ignorar o sólo se le permite predicar en desiertos, a ser posible sin cantimplora.
Lo más curioso es que ahora, desde el exterior, el único que parece decir algo interesantes es el FMI. La UE se ha acomodado a su ritmo timorato, ilusorio, fuera de órbita, y su discurso oficial es cada vez más ultra conservador. Sin embargo, el aparentemente renovado FMI dice, por ejemplo, que las políticas de austeridad mal entendidas llevarán a la perdición a Europa, y que la situación del desempleo en España no se remediará tan fácilmente como piensan nuestros gobernantes. ¿A quién creer? ¿Qué previsiones manejar? ¿Y si una noche de plenilunio viene el FMI a decirnos que los salarios ya han bajado demasiado en España, o que esta gran recesión no es ajena al funcionamiento de los bancos y el sistema financiero? O, como diría mi abuela, no es ajena al creciente afán de unos pocos por apropiarse de los recursos de los demás. No estaría nada mal un sueño como ese, un FMI salvavidas en lugar de verdugo: sobre todo si al venir sus “recomendaciones” desde fuera se tomasen en serio.
Mientras tanto, le he prometido a mi abuela que escribiré muy pronto algo sobre el FMI. Pero creo que no va a ser necesario que le aclare que en España también están bajando las pensiones, y seguirán bajando hasta difuminarse, aunque algunos y algunas lo nieguen. Ni tampoco tendré que decirle que la pobreza en nuestro país ha aumentado. Ya lo sabe. Igual que sabe que la sanidad pública está siendo secuestrada. Igual que intuye que sólo nos daremos cuenta del daño que se hace cercenando las políticas públicas cuando vengan desde el extranjero a recordárnoslo: tal vez desde la OCDE, si sus estadísticas siguen colocando nuestros niveles educativos a la cola de los países desarrollados.
Lo que creo que sí debería explicarle a mi abuela son las diferencias que hay entre salarios nominales y reales, masa salarial bruta y salario líquido, costes salariales unitarios y remuneraciones de algunos privilegiados, retribución de los asalariados en la Contabilidad Nacional y otras partidas macroeconómicas y menos macroeconómicas, como el pequeño detalle de pagar impuestos directos e indirectos. Son aspectos que nuestros ministros ocultan o tergiversan cuando hablan de esos temas. Pero está claro lo que me responderá si, a sus años, intento explicarle todo eso. Me dirá: si ya lo sé… gane lo que gane, cada vez me luce menos.
Profesor titular de Economía Aplicada en la UCM
Mi abuela decía que yo nunca sería un economista convencional (afortunadamente), porque ni me gusta remover el pasado (la historia económica) ni me creo las previsiones (económicas). Sobre lo segundo no vale la pena discutir: los organismos nacionales e internacionales revisan con tanta frecuencia sus previsiones, que es preferible esperar unos meses antes de dar crédito a lo que dicen. Además, algunos políticos tienen la desfachatez de interpretar los datos a su antojo, diciendo, por ejemplo, que los salarios en España están subiendo moderadamente, aunque luego a micrófono cerrado presuman de la continuada reducción de los costes salariales. Tal vez presumen también de otras atrocidades que aún no se han atrevido a convertir en previsiones estadísticas, como el pretendido y disparatado –pero celestial– propósito de mejorar el crecimiento demográfico privando a las mujeres de su derecho a decidir sobre si quieren o no quieren tener hijos y en qué circunstancias pueden hacerlo o no.
Sobre mi supuesta aversión a la historia (tal y como nos la cuentan), o al estudio de la historia económica, he de reconocer dos cosas. Primera, es obvio que hay que conocer la historia para intentar no repetir los mismos errores. Segunda, sumergirse en el estudio de la historia proporciona a menudo enseñanzas sublimes. Por ejemplo, no hace falta recurrir a los tópicos hispanos de “que inventen otros”, ni parafrasear una vez más a Ortega (España es el problema, Europa la solución), para darse cuenta de que en España los cambios trascendentales, al menos en lo económico, han venido a impulsos forzados desde el exterior. ¿Cómo empezó a desmantelarse la autarquía franquista? Con el Plan de Estabilización de 1959, obligado por la bancarrota económica y auspiciado por el FMI y la OCDE (o sea, el equivalente a lo que hoy son los “hombres de negro” de la Troika). ¿Cuándo se instaló España –como país desarrollado– en el panorama internacional? Cuando culminamos la incorporación a la OTAN y a las Comunidades Europeas en los años 80 (es decir, cuando los “hombres de azul” norteamericanos y nuestros azules vecinos europeos nos dieron la bendición). Hay ejemplos recientes más conocidos, pero la conclusión parece clara: mejor hacer caso a lo que nos dicen desde fuera. Porque dentro, las opiniones cambian tanto como las leyes educativas, y a quien mantiene una línea de sensatez, rigor y coherencia se le suele ignorar o sólo se le permite predicar en desiertos, a ser posible sin cantimplora.
Lo más curioso es que ahora, desde el exterior, el único que parece decir algo interesantes es el FMI. La UE se ha acomodado a su ritmo timorato, ilusorio, fuera de órbita, y su discurso oficial es cada vez más ultra conservador. Sin embargo, el aparentemente renovado FMI dice, por ejemplo, que las políticas de austeridad mal entendidas llevarán a la perdición a Europa, y que la situación del desempleo en España no se remediará tan fácilmente como piensan nuestros gobernantes. ¿A quién creer? ¿Qué previsiones manejar? ¿Y si una noche de plenilunio viene el FMI a decirnos que los salarios ya han bajado demasiado en España, o que esta gran recesión no es ajena al funcionamiento de los bancos y el sistema financiero? O, como diría mi abuela, no es ajena al creciente afán de unos pocos por apropiarse de los recursos de los demás. No estaría nada mal un sueño como ese, un FMI salvavidas en lugar de verdugo: sobre todo si al venir sus “recomendaciones” desde fuera se tomasen en serio.
Mientras tanto, le he prometido a mi abuela que escribiré muy pronto algo sobre el FMI. Pero creo que no va a ser necesario que le aclare que en España también están bajando las pensiones, y seguirán bajando hasta difuminarse, aunque algunos y algunas lo nieguen. Ni tampoco tendré que decirle que la pobreza en nuestro país ha aumentado. Ya lo sabe. Igual que sabe que la sanidad pública está siendo secuestrada. Igual que intuye que sólo nos daremos cuenta del daño que se hace cercenando las políticas públicas cuando vengan desde el extranjero a recordárnoslo: tal vez desde la OCDE, si sus estadísticas siguen colocando nuestros niveles educativos a la cola de los países desarrollados.
Lo que creo que sí debería explicarle a mi abuela son las diferencias que hay entre salarios nominales y reales, masa salarial bruta y salario líquido, costes salariales unitarios y remuneraciones de algunos privilegiados, retribución de los asalariados en la Contabilidad Nacional y otras partidas macroeconómicas y menos macroeconómicas, como el pequeño detalle de pagar impuestos directos e indirectos. Son aspectos que nuestros ministros ocultan o tergiversan cuando hablan de esos temas. Pero está claro lo que me responderá si, a sus años, intento explicarle todo eso. Me dirá: si ya lo sé… gane lo que gane, cada vez me luce menos.
dimarts, 22 d’octubre del 2013
Comença la gravació de 'La Fatarella 1938'
Coincidint amb el 75è aniversari de la Batalla de l'Ebre, el projecte audiovisual La Fatarella 1938, produït per Delta Produccions, comença la fase de rodatge.
La Fatarella 1938 Último Cigarrillo és
l'adaptació del conte –basat en fets reals- el de Joan Ferré i s'està
duent a terme mitjançant crowdfunding, amb la col·laboració d'entitats i
particulars.
Superada la fase de pre-producció,
d'aconseguir els recursos econòmics necessaris per a poder-lo dur a
terme, el cap de setmana del 26 i 27 d'octubre La Fatarella 1938 es
filmarà en localitzacions de Santa Coloma de Queralt, Igualada, La
Galera i La Fatarella, ubicació històrica on tingueren lloc els
dramàtics fets en els que es basa l'emotiva història del curtmetratge.
La Fatarella 1938,
és un projecte que dóna ressò a la memòria col·lectiva, que ens apropa
una època massa llunyana i que ens parla de la quotidianitat d'una
Batalla que ha deixat una forta empremta en les nostres terres.
Per a més informació del projecte podeu entrar a www.lafatarella1938.com
LEGAL, LLEIAL I CONVENIENT
Segons Narcís Serra, que
va ser President de Catalunya Caixa, l’augment de les retribucions als
alts càrrecs de l’entitat fet quan ell la presidia va ser legal, lleial
i convenient i ho justifica dient que era el preu del mercat
i el que es pagava a d’altres entitats similars.
No poso en dubte que l’increment de
les retribucions s’ajustés a la llei i fos, com diu Serra
legal, lleial i convenient, però és ètic i moral?
Serra va tenir una vida política intensa.
Va ser el primer alcalde democràtic de Barcelona de després de la dictadura
franquista i va entrar al govern de Felipe González com a ministre de Defensa
per la bona relació que va cultivar amb la cúpula militar després de que
es fes a Barcelona la desfilada de les Forces Armades. Després de la dimissió
d’Alfonso Guerra, al vicepresident i amic personal de González, va ocupar
el seu càrrec al govern d’Espanya.
Serra va ser una persona i un polític
respectar per la majoria i admirat per molts, però arribada al fase final
de la seva etapa pública, la gran majori dels qui el van respectar i admirar,
el detesten, sobre tot aquells als qui l’entitat que presidia el van fer
subscriure participacions preferents, una de els estafes legals més grans
que hi ha hagut al nostre país en les darreres dècades. Ara mateix Serra
és una burda caricatura d’allò que va ser en la seva plenitud política. Així és desprestigia un partit polític.
Per cert, sabíeu que al consell d’administració
de Catalunya Banc hi havia dos representants de les nostres terres i, per
tant, estan imputats?
L’ALCALDE DE BATEA VOL FER UNA CONSULTA. SERÀ LEGAL?
L’amic Joaquim Paladella, alcalde de
Batea, està indignat. Segons sembla volen tancar el centre de rehabilitació
que depèn del Departament de Salut de la Generalitat i passar els pacients
a un centre privat regit per una fundació privada, concretament la Fundació
Privada Terra Alta Segle XXI que té el domicili a la mateixa població de
la Terra Alta.
Afegia la informació que he pogut escoltar
a la SER que l’actual servei de rehabilitació gaudeix d’unes millors
instal·lacions que les que habilitarà la fundació privada en el cas de
que, finalment, se’ls hi acabi concedint.
A tal extrem ha arribat la polèmica que
l’alcalde (UPTA-PSC) vol fer una consulta entre els veïns del poble sobre
si estan d’acord que es privatitzi el servei rehabilitació.
I ara venen les preguntes:
Permetrà la Generalitat fer la consulta?
Serà vinculant? Es a dir, la Generalitat
acceptarà el resultat si la població decideix que el servei de rehabilitació
no s’hauria de privatitzar?
No sé el que contempla en aquest cas
la llei de Consultes que va aprovar el Parlament de Catalunya i que va
recórrer al Tribunal Constitucional el govern de l’Estat, però seria lògic
pensar que el govern de Mas hauria de ser sensible a l’opinió majoritària
de la ciutadania.
El que és segur és que el govern de la
Generalitat (què té el suport d’ERC al Parlament) segueix afavorint amics
i militants de Convergència en general i fa prevaldre els interessos d’un
pocs als generals de la ciutadania.
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