dijous, 24 de març del 2016

ACNUR redefine su papel en Grecia tras la entrada en vigor del acuerdo UE-Turquía

El pasado domingo las medidas acordadas entre la UE y Turquía para frenar la llegada masiva de refugiados e inmigrantes a Grecia y hacia otros países de Europa entraron en vigor. Ya desde el sábado, las autoridades griegas aceleraron el traslado al continente de una cifra estimada de 8.000 refugiados e inmigrantes que habían llegado a las islas antes del 20 de marzo. Esto se llevó a cabo para separarlos de las personas que pudieran llegar después de esta fecha, y que estarán sujetas a la nueva política de retornos.
Las llegadas a Lesbos han continuado hasta ahora. Según datos a esta misma mañana, 934 personas habían llegado desde el domingo y están siendo retenidas en un centro de registro y acogida temporal en régimen cerrado situado en Moria, al este de la isla. Las 880 personas que permanecen en la isla y cuya llegada es anterior a la entrada en vigor del acuerdo, están siendo alojadas a un kilómetro, en el centro de Kara Tepe, que está gestionado por las autoridades municipales y permanece en régimen abierto.
ACNUR ha estado hasta ahora apoyando a las autoridades en los llamados “hotspots” o centros de registro en las islas griegas, donde los refugiados eran recibidos, asistidos y registrados. Según las nuevas disposiciones, estos centros se han convertido ahora en instalaciones de detención. En consecuencia, y de acuerdo con nuestra política de oposición a la detención obligatoria, hemos suspendido algunas de nuestras actividades en todos los centros cerrados de las islas, incluyendo la provisión de transporte hacia y desde estos centros. No obstante, ACNUR mantendrá su presencia supervisando la protección para asegurar que se mantienen los estándares de derechos humanos y refugiados, y para proporcionar información sobre los derechos y procedimientos para solicitar asilo. 
El personal de ACNUR también continuará estando presente en la costa y en los puertos marítimos para proporcionar asistencia en las labores de primera emergencia, incluyendo el transporte a los hospitales donde sea necesario. Estamos asesorando en asilo a los recién llegados a Grecia, así como en procedimientos de reunificación familiar y acceso a servicios. Asimismo, estamos identificando a las personas con necesidades especiales.
Al ACNUR le preocupa que el acuerdo entre la UE y Turquía se esté implementando en Grecia sin la puesta en marcha de las garantías exigidas. En este momento, Grecia no tiene la suficiente capacidad en las islas para evaluar las solicitudes de asilo, ni tampoco con las condiciones adecuadas para albergar de forma digna y segura a las personas mientras se toma una decisión sobre su solicitud de asilo.
ACNUR no es parte del acuerdo UE-Turquía, ni participará en retornos o detención. Continuaremos asistiendo a las autoridades griegas para desarrollar una capacidad de acogida adecuada.
No obstante, la incertidumbre está provocando el nerviosismo entre los recién llegados. Muchas personas aún esperan la apertura de las fronteras y muchas se han quedado sin dinero. Hay además una necesidad urgente de información. La policía griega ha estado distribuyendo folletos en árabe y persa informando a la gente de que la frontera está cerrada y aconsejándoles trasladarse a los campos, en donde se ofrecen mejores servicios. Sin embargo, los campamentos cercanos a la frontera ya han alcanzado su capacidad máxima y es necesaria la apertura de otros nuevos en los que también se pueda acoger a los candidatos a la reubicación.
Mientras tanto, en Idomeni un número estimado de entre 10.000 y 12.000 personas, entre ellas unos 4.000 niños, acampan en precarias condiciones en un asentamiento informal junto a la frontera, próximo a las vías férreas. La mayoría son familias, muchas de ellas con niños pequeños. La higiene es un motivo de grave preocupación, que está teniendo un impacto negativo en la salud de las personas. La gente está quemando plásticos y basura para hacer fogatas y protegerse del frío. El entorno general plantea grandes retos. ACNUR y sus socios han estado trabajando para mejorar las condiciones de alojamiento, proporcionando tiendas de campaña grandes y de tamaño familiar para más de 2.400 personas y recogiendo desperdicios. Se han instalado letrinas móviles, aunque no son suficientes. Asimismo se han proporcionado tiendas de campaña para las familias y personas vulnerables, entre los que hay 30 menores no acompañados. ACNUR ha estado visitando los centros de detención donde los menores no acompañados permanecen bajo custodia.La distribución de comida ha sido organizada por varias organizaciones (bocadillos y bebidas), tres veces al día, así como la distribución de leche, alimentos para bebés y pañales.

Comunicado oficial de ACNUR Internacional del 22 de marzo de 2016