divendres, 20 de setembre del 2013

La independència i els contes de fades

Joan Tapia -periodista-

El debat sobre la independència té un problema. Els independentistes antics com Heribert Barrera -que, al contrari que Jordi Pujol, no va votar la Constitució del 78- o fins i tot Josep-Lluís Carod-Rovira no van dir mai que una Catalunya independent es dirigiria al paradís. En canvi, els neoindependentistes (Oriol JunquerasXavier Sala Martin) i els conversos o semiconversos -la saviesa satisfeta de CDC- venen un conte de fades: amb la independència, Catalunya tindria més recursos i menys atur, seríem l'Holanda del sud o el Massachusetts mediterrani... Mort el drac…
I com que el nacionalisme (l'espanyol també) oculta inseguretats amb emocions i amb certa prepotència, qualsevol qüestionament d'alguna premissa feliç és rebutjat amb una manotada. Només pot ser degut a la ignorància, la mala fe, el pecat de ser espanyolista (que la majoria minoritària se senti «tan catalana com espanyola» és una cosa que, com abans el sexe, s'ha d'amagar) o a l'intent de fer por. Fins i tot un simpàtic tuiter em pregunta amb desvergonyiment quant em paga el Govern espanyol pels meus articles (suposo que ignora que molts intel·lectuals nacionalistes estan en nòmina).
Però l'independentisme levita (fins a arribar a Kosovo) i el molesta que algú recordi -com va fer Joaquín Almunia dilluns a Barcelona- que la independència ens apartaria d'Europa. Podem fugir d'Espanya (amb Pérez de los Cobos al capdavant del Tribunal Constitucional en vénen ganes), però no del món global. Molts independentistes qualifiquen de «conte de terror» que Catalunya pogués quedar-se fora de la UE tot i que Jordi Pujol va afirmar, després de la mani de l'Onze de Setembre del 2012, que d'entrada, i per un temps, això seria el que passaria. Però el cor oficialista ignora les paraules de Pujol i recorre a la fe: ¿com ens han de fer fora d'Europa?
I aquesta és la qüestió. No ens expulsaria ningú. La Unió Europea no és una unió de ciutadans, sinó d'Estats (el president Artur Mas, en hores poc diplomàtiques, els menysprea qualificant-los de «vells Estats») i Catalunya està en un d'aquests estats. Si s'independitza, deixa d'estar-hi i hauria de demanar-hi l'ingrés com un nou Estat. I això exigeix canviar els tractats (per exemple, afegir un comissari més). I qualsevol dels «vells Estats» té dret de veto: Espanya, França…, fins i tot Croàcia. Amb tot, a la llarga  (fins i tot a mitjà termini), em costa imaginar-me Catalunya fora de la Unió Europea. La Volkswagen té una gran fàbrica a Martorell, i la Renault, una altra a la Zona Franca. Part de les seves vendes anirien fora d'Europa, però ¡quin cop! Segur que farien lobby per arreglar la seva situació. I és probable que, al final, hi hagués un acord. Però, mentrestant, ¿hi hauria ERO? ¿I què passaria amb la relació entre les dues entitats financeres catalanes -Caixabank i el Banc Sabadell- amb el BCE? Són assumptes molt seriosos que tot polític o analista solvent s'hauria de plantejar.
Una solució podria ser un tractat comercial, però tampoc seria cosa de sis mesos i, mentrestant, la inversió (internacional i catalana) es retrauria. Potser el via crucis seria més curt amb una independència pactada que amb la DUI (la declaració unilateral d'independència). És el que Jaume Duch, un dels catalans més informats de Brussel·les, sintetitza dient que no és igual sortir per la porta que per la finestra.
Potser (no ho veig fàcil) pot aparèixer alguna solució imaginativa, però el president d'un país seriós, amb una taxa d'atur del 24%, faria més bé de deixar aparcades les fantasies en els premis literaris de la Nit de Santa Llúcia.

LA FOTO DEL DIA 20-09-2013


Arrossar recent segat prop de Vinallop.

Más de lo que no se habla sobre Siria

En un artículo (“De lo que no se habla sobre Siria”) que escribí hace unos días en Público 10.09.13, intentaba dar una versión diferente de lo que estaba ocurriendo en Siria (referente al ataque casi inminente de las Fuerzas Armadas de EEUU a aquel país). En mi artículo mostraba evidencia de que la explicación que se estaba dando en los mayores medios de información en España para explicar la propuesta realizada por la Administración Obama de bombardear Siria era errónea. Los datos no confirmaban que la motivación principal de dicho bombardeo fuera moral, resultado de la indignación creada por la utilización de armas químicas por el dictador Asad de Siria. Por muy legítima que fuera tal indignación (y lo era), esta no era la motivación real de las propuestas de la Administración Obama. En mi artículo subrayaba y mostraba evidencia de que el deseo de la Administración Obama era debilitar al gobierno Asad en Siria y recuperar la influencia del gobierno federal de EEUU, cuya política exterior tiene poco que ver con la defensa de los derechos humanos en el mundo (como también mostraba en mi artículo) y sí, en cambio, con la defensa de los intereses de los poderes financieros y económicos de lo que en EEUU se llama la Corporate Class, defendidos por el complejo militar-industrial. En el artículo señalaba que tales intereses entraban en conflicto con los de las clases populares de EEUU, que se estaban rebelando de una manera muy notoria en contra de dicha Corporate Class y en contra de las instituciones políticas representativas, cuyas políticas están muy influenciadas por esa clase social.
¿Por qué ahora la vía diplomática y no antes?
Los hechos acaecidos desde entonces prueban la veracidad de este análisis. En cuestión de días, la Administración Obama ha cambiado de estrategia, mostrando mayor receptividad a la solución diplomática y aceptando explorar la posibilidad de eliminar y/o controlar por parte de instituciones internacionales las armas químicas en posesión del gobierno Asad. En contra de lo que han publicado los medios, tal propuesta no es nueva. En realidad, y tal como ha documentado The New York Times “An Unlikely Evolution, From Casual Proposal to Possible Resolution” (11.09.13), dichas negociaciones han estado teniendo lugar desde hace un año entre el gobierno ruso y el estadounidense.
Y el hecho de que ahora aparezcan como posibilidad es primordialmente porque la Administración Obama se ha dado cuenta de la enorme oposición de la gran mayoría de la ciudadanía estadounidense a que ocurriera tal bombardeo de Siria. Ha sido el bombardeo del Congreso y de la Casa Blanca de EEUU con mensajes de la población expresando su clara oposición al bombardeo de Siria lo que ha sido determinante en este giro de la Administración Obama. Es obvio que el Congreso, sometido a tal grado de presión popular, hubiera votado claramente en contra del bombardeo militar, debilitando enormemente a la Administración Obama. De ahí el cambio de esta.
Según la última encuesta del New York Times/CISS, así como otras (citadas en mi artículo “De lo que no se habla sobre Siria”), la gran mayoría de la población está en contra del rol de “policía mundial” que se atribuye el gobierno federal, en contra de su interferencia militar en otros países, en contra del bombardeo a Siria, en contra del considerado excesivo gasto militar y a favor del aumento de los gastos públicos sociales para atender las enormes necesidades humanas existentes en el país (documentado también en mi artículo). También, y por grandes mayorías (según las encuestas de PEW Research Center y Common Cause), la mayoría de la población estadounidense cree que hay una excesiva concentración de poder financiero, económico y político en el país, y también cree que ese poder se traduce en que las ramas ejecutivas y legislativas del Estado están excesivamente influenciadas por intereses fácticos financieros y económicos (solo el 15% de la población expresa confianza en el Congreso de EEUU). Y, nota importante para aquellos que, tanto en las derechas como en las izquierdas en España, niegan que existan clases sociales y que estas estén en conflicto: la mayoría de la población en EEUU cree que hay un conflicto de clases (un 65%), que alcanza un 74% entre los afroamericanos. El incremento del porcentaje de la población que percibe este conflicto ha sido uno de los desarrollos más importantes en EEUU (PEW Survey. Social Trends 12.01.2011) y que tiene a la Corporate Class muy preocupada. Dicho conflicto se percibe como un conflicto entre la mayoría de la población contra la minoría que controla y gobierna el país. Este es el trasfondo del debate que está ocurriendo en EEUU. Y refleja la rebelión de la mayoría frente al rol imperial de la minoría que se ejerce a costa del bienestar de las clases populares.
Dos últimas observaciones. Esta realidad es muy relevante para lo que está ocurriendo en España (y en Catalunya). En realidad, España es uno de los países de la OCDE con mayores desigualdades y mayor concentración de las riquezas, concentración que empobrece la calidad democrática del país como consecuencia de la excesiva influencia de poderes fácticos y económicos en la vida política del país. La crisis de legitimidad del Estado federal en EEUU responde a las mismas pautas que encontramos también en España. Existe en España una necesidad de movilizaciones populares (con bombardeos de mensajes de protesta, siempre no violentos) como está ocurriendo en EEUU para mostrar un “Basta ya”, con el intento de recuperar la democracia.
En España, el Movimiento 15M ha mostrado, como así lo ha mostrado el movimiento Occupy Wall Street en EEUU, el enorme potencial de simpatía, apoyo y movilización popular que tienen sus denuncias de la minoría que gobierna la vida financiera, económica y política del país. De ahí la necesidad de tal movimiento político-social (que no debería convertirse en partido político, pues perdería con ello su capacidad de movilización transversal) que presione y transforme los instrumentos e instituciones llamados democráticos, revolucionando el país.
Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

dijous, 19 de setembre del 2013

LA TORTURA NO ÉS CULTURA

Les festes amb bous potser seran tradicions, però de cultura no en tenen res. Tot allò que comporti maltractament als animals, hauria d’estar totalment prohibit.
Desgraciadament, tota la polèmica que genera aquest tema encara juga a favor del partidaris dels bous. A més polèmica més seguidors.
El dia després de la celebració del Toro de la Vega a la ciutat castellana de Tordesillas, el Periódico titulava en portada: El torneig de llancers de Tordesillas recupera adeptes.  
És un tema que coneixem bé al nostre territori. Mentre el PACMA, l’associació animalista que defensa el dret dels animals, lluita per aconseguir abolir-les, els aficionats cada cop en són més. Només cal donar una volta per Amposta durant la festa major. Potser a la plaça no deixen baixar als menors de 16 anys, però ningú prohibeix que hi vagin com espectadors. Un dels actes que més gent reuneix és el bou capllaçat. Juntament amb el bou embolat, són les dues modalitats on l’animal pateix més. I què no em diguin que no! A un bou al que sé li col·loquen dues boles de quitrà enceses a les banyes i de les que, de tant en tant, se’n desprenen trossos, mai es pot afirmar que el bou no pateix. Al capllaçat, encara que en primer moment se’l pot deixar que vagi per on vulgui, després, se’l dirigeix amb les cordes que porta lligades a les banyes i més d’una vegada ha de suportar fortes estirades per aturar-lo.
Com es de suposar el tema és de gran actualitat i any rere any es repeteixen els mateixos arguments a favor i en contra. Hi ha qui opina que si es deixés de parlar de maltractament i es fes com si el tema ja no interessés, en el decurs dels anys, l’afició, baixaria d’intensitat.
Però en la actualitat no és així i fins i tot compta amb el recolzament oficial de l’Ajuntament d’Amposta. Només cal veure el número de la Revista Amposta d’aquest mes de setembre on s’hi pot veure una foto de la plaça de bous amb el següent titular: la Monumental de les Terres de l’Ebre.