Cuando Rajoy prometió que no habría un banco malo en España, me pareció lo más bonito que había oído en mi vida. No habría un banco malo. Ni uno solo. ¿Sería verdad? ¿Sería posible que debajo de ese traje gris de hombre de derechas y de esa barba cana y cortada como Dios manda hubiera un soñador de proporciones quijotescas? Le escuchaba y podía imaginar una nueva mañana de banqueros arremangados que cambian los suelos de mármol de sus sucursales por prados de flores y lavanda fresca: nunca más se quedaría una familia en la calle por no poder pagar su hipoteca y jamás la banca volvería a provocar una crisis de dimensiones colosales. Nunca más se pagarían comisiones y nunca más veríamos un alma preferente embargada entre salmos de letra pequeña. Ni un banco malo en España. Es decir, por fin un banco bueno.
Y como Rajoy lo dijo así, con esos ojos que pone de no haber subido una chuche en su vida, pensé que esta vez iba en serio. Que no era como cuando dijo que no se tocaría la sanidad ni la educación, como esa vez que afirmó que no abarataría el despido y que no habría rescate. “Ni un banco malo”. Esta vez tenía que ser verdad. Un nuevo Mariano Rajoy por fin… Yo al menos ya podía hasta imaginármelo codo con codo con Sánchez Gordillo, requisando comida en súpermercados para dársela a los pobres. Otro mundo era posible, si otro Mariano era posible.
Pero va a ser que no. Ayer hubo otro fatídico Consejo de Ministros, y ya se sabe que un Consejo de Ministros es para Rajoy como un polígrafo, el instrumento que nos aclara cuándo nos ha mentido. Y lo ha vuelto a hacer: se creará un banco malo. Lo que no debería ser noticia, por otra parte, pues siempre han existido. Son los tiempos redundantes que corren: unos creen novedoso y necesario anunciar que se crea un banco malo y otros (como yo) escriben sobre que Rajoy miente. “No habrá un banco malo”… Y yo me lo creía. Debí haberme dado cuenta de que lo dijo el mismo día que prometió que no subiría el IVA. Como me alegra ser de la familia de Rajoy. Soy su primo, un primo, como todos los españoles. Una gran familia.
Article publicat al diari Público.