dimarts, 28 de maig del 2013

I JO SENSE ASSABENTAR-ME

Foto: Ebredigital.
Ho he hagut de llegir al diari. A l’hora d’esmorzar he fullejat el Diari Ebre (l’edició territorial del Diari de Tarragona) per assabentar-me que aquest passat cap de setmana hi va haver un congrés de la UGT per a reelegir per cinquena vegada a Wifredo Miró com a secretari general de les Terres de l’Ebre. Abans d’això, l’única notícia que vaig tenir va ser mer mig d’un company que va anunciar-me que Wifredo es presentava a la reelecció. Com afiliat que sóc de la UGT, no m’ha arribat cap tipus de comunicació. Potser és degut a les retallades.
Encara que pugui fer-me pesat, us explicaré molt breument la meva activitats sindical.
Any 1977. Encara que treballava a Castelló, m’afilio a CC.OO. de Tortosa. Secretari general Agustí Forné.
1982. Treballava a Vinaròs i m’afilia la UGT del Baix Maestrat. Secretari general Rafel Genovés.
1984. Estava a l’atur i em vaig afiliar a la UGT de Tortosa. Secretari General Dionisio García.
1986. Començo a treballar a l’Agència Tributària i amb una sèrie de companys (Rafael Hueso, Pepe Favà, Pedret, etc.) constituïm el sindicat de la FSP de les Terres de l’Ebre.
Allà pels anys 90 arriba una de les èpoques més fosques del sindicat. Després d’afers nacionals com la fallida de la Cooperativa Promoció Social d’Habitatges (PSV) que esquitxa a una part de la cúpula nacional i que li costa el càrrec a Nicolás Redondo, a nivell provincial es reunifiquen les diferents territorials i les Terres de l’Ebre passen a dependre de Tarragona. La meva defensa del territori em porta a donar-me de baixa d’afiliat. Durant aquest temps Wifredo Miró ja es nomenat president d’una gestora a nivell provincial.  
Al cap d’uns anys es recobra l’autonomia i una mica més tard em demanen que formi part de la llista de la UGT a les eleccions sindicals de l’AEAT de Tarragona. Hi accedeixo i poc després (no recordo exactament quin any) en torno a afiliar. Wifredo Miró és nomenat nou secretari general i fins avui.Sembla el conillet de Duracel
És cert que des de fa uns anys no xafo la seu del sindicat. Potser més per deixades que per desavinences personals o d’altres motius. Però també és cert que des de la seu de Tortosa no se’ns té cap mena de consideració (i ara parlo en plural perquè em refereixo al col·lectiu de treballadors del que formo part)
Per tant, ni individual ni col·lectivament em relaciono massa amb el meu sindicat. Però és una opció personal que no treu que no em sé tingui informat de qualsevol acte que es faci. Només a mode d’exemple, l’executiva de Tortosa no em va anunciar els actes que es feien per a commemorar el 1r de Maig. La informació que rebo o és per mig d’un company del sindicat de Justícia o via Tarragona, Barcelona o del propi sindicat de la Agència Tributària (què és autònom)
Fa quatre anys (suposo) quan s’havia de celebrar l’altre congrés per a reelegir a Miró, si que m’ho van fer saber i fins i tot em van preguntar si hi volia assistir com a delegat. La meva resposta és negativa. No vull assistir a cap mena de pantomima on sempre es nomena als mateixos.  
Al menys, espero tenir una carta del Secretari General de les Terres de l’Ebre on se’ns expliqui que ha estat reelegit per cinquena vegada i en que consistirà la seva estratègia sindical. Sí? Dubto que així sigui.

PAISATGES DEL NOSTRE TERRITORI. LES OLIVERES MIL·LENÀRIES DEL POU DEL MAS DE LA JANA II














El placer de aprender y la pasión de enseñar

Lidia Falcón
Abogada y escritora. Líder del Partido Feminista

Con la noticia de la aprobación del proyecto de Ley de Educación de Wert se me agolpan los recuerdos de las sucesivas experiencias que la instrucción pública ha sufrido en nuestro país. No olvidemos que el Ministerio de la II República se llamaba expresamente así, cuando los hombres y mujeres ilustrados, formados en la Institución Libre de Enseñanza, creían que la implantación de un sistema de enseñanza, público, obligatorio, laico, igualitario, universal y gratuito, basado en los valores de la moral de la Ilustración, haría de España un país avanzado, desarrollado y libre. Precisamente el proyecto que tuvo la II República y que tan sangrientamente fue destrozado por la Guerra civil y la dictadura.
Pues bien, en ningún momento de estos tan alabados años de democracia, que no de República, no hemos logrado recuperar aquel bendito plan de enseñanza cuyo último Ministro Marcelino Domingo implantó en los últimos años de su mandato. Ni los socialistas, siempre estrangulados por su temor a la Iglesia, a la burguesía y a los poderes financieros, que con evidente cobardía nunca se atreven a molestar a las oligarquías; ni por supuesto los populares que vienen a cumplir los propósitos de sus amos: capitalistas, OPUS, vaticanistas, han reimplantado en España un sistema escolar que siguiera los pasos de nuestros admirables maestros republicanos.
No solamente no se han construido escuelas públicas en la proporción necesaria, confiando buena parte de la enseñanza a los colegios privados –esos que ahora se llaman concertados-, y que pagamos con fondos públicos, la mayoría de los cuales naturalmente son religiosos; no solamente no se ha dotado de medios económicos a los colegios e institutos, no se ha contratado a los profesores necesarios para que las aulas no estén saturadas, sino que, sobre todo, sobre todo, se ha procurado desprestigiar a la escuela pública y a sus maestros. Exactamente la política contraria a la que realizaron, con tanto esfuerzo y entusiasmo los hombres y mujeres de la II República.
Los políticos que han gobernado en nuestro país en los últimos treinta años se han complacido en cumplir en primer lugar las exigencias de la Iglesia, proporcionando clases de religión cuyos profesores se pagan del erario público. Y por supuesto han puesto el sistema educativo al servicio del capital. Las escuelas y las Universidades privadas proliferan por todo el país, prestigiándose a pesar de poseer un nivel detestable, gracias a que los gobiernos han difundido de la idea de que la escuela pública es de muy mala calidad y que cualquier familia que se precie ha de matricular a sus hijos en la privada. Esa que lleva nombres tan modernos y liberales como Sagrado Corazón, Esclavas de Jesús, Esclavas de María, Hermanos de las Escuelas Cristianas, Nuestra Señora de Lourdes, Escolapios, Franciscanos, Maristas, etc.etc.
Los programas escolares están dirigidos a cubrir las necesidades de las empresas y en absoluto a dotar de capacidad de pensamiento y de crítica, así como sabiduría, a los alumnos, de tal modo que en estos años se han ido rebajando de categoría, hasta casi desaparecer, todas aquellas materias que forman realmente a los individuos para que se conviertan en personas, y que hoy se consideran inútiles: Latín, Griego, Filosofía, Arte, Lengua, Literatura, Historia, Sociología, Música. Inútiles para formar trabajadores del capital, que sólo requiere trabajadores manuales especializados, o gestores de las empresas. El plan Bolonia es el delirio de este proyecto, que el capital europeo ha impuesto con saña y que en nuestro desgraciado país, ya desangrado por el avance sin piedad de las exigencias de la oligarquía, llevará al final desguazamiento de la enseñanza humanística y clásica.
Lo verdaderamente patético no es que la nueva ley Wert imponga evaluaciones periódicas, rebaje la edad para decidir la Formación Profesional o el Bachillerato, o sitúe a la Religión como asignatura troncal, como se están complaciendo en criticar los opositores a esa ley, con una indignación sorprendida, totalmente infantil. Esas medidas eran perfectamente previsibles, ya que están en el ADN de la derecha española, y únicamente vienen a agravar las terribles carencias anteriores. Lo que ha desmontado nuestro sistema educativo ha sido la política implantada desde el comienzo de la democracia, y especialmente desde el triunfo del PSOE en 1982, cuando se estimó que lo importante para que “España funcionara” como destacaron González y Guerra, era que los estudiantes se prepararan para competir con la empresa capitalista europea. Y ese propósito, ni siquiera conseguido porque la escuela española no ha asumido nunca que hay que enseñar a las niñas y a los niños la perfección de las tareas, se tenía que alcanzar estudiando materias técnicas y de administración de empresa y despreciando todo el acervo que forma parte de la cultura universal.
Entrar en la carrera de la competitividad implica la exaltación del individualismo frente a la tarea colectiva, imponer la meritocracia frente al avance de la mayoría, que tan abandonada estaba, y dedicar todos los esfuerzos a ganar dinero, como con tanta arrogancia afirmó Carlos Solchaga, cuando era ministro de Economía, presumiendo de que España era el país donde era más fácil hacerse rico en poco tiempo. Cuando la burbuja inmobiliaria atrajo a miles de jóvenes a acarrear ladrillos porque era más lucrativo que estudiar, el fracaso de la escuela pública estaba garantizado.
Cuando se elaboró el primer informe PISA me dejó pasmada la reacción de los profesores, algunos de los cuales tengo en la mayor estima. Parecían sorprendidos por los resultados como si nunca, en sus muchos años de trabajo en la docencia hubiesen podido imaginar que sus alumnos padecían las carencias que allí se evidenciaron. Recuerdo que a una de las directoras de Instituto le escribí que yo, que tenía pasantes de mi bufete, Licenciadas en Derecho y abogadas en ejercicio, que no sabían leer ni escribir, conocía desde hacía tiempo el nivel cultural de nuestros jóvenes y que no comprendía como ellos, los profesores que se dedicaban a eso, no se habían enterado antes.
Pero es que el desprecio con que se trata a los profesores desde la implantación de la dictadura, y que apenas se ha mejorado en la democracia, es otra de las simas que no se han superado y que condenan irremisiblemente al fracaso a nuestro sistema educativo. Mal pagados, abrumados por tareas superiores a cualquier capacidad humana, y denostados como culpables del retraso endémico de nuestra instrucción, los profesores se han convertido en un colectivo de segunda categoría al que muy pocos querrían pertenecer. De tal modo, la enseñanza es el último remedio para obtener un empleo, cuando no se puede administrar una empresa rentable o el nivel de las pruebas no permite acceder a la física nuclear. En consecuencia, una buena parte del profesorado no tiene vocación alguna para una tarea tan dura, tan ingrata, tan mal retribuida y tan poco estimada. Y con la desgana con que enseñan los alumnos no pueden sentirse motivados. En consecuencia, unos constituyen una clase explotada y sin reconocimiento, y los otros se convierten en ciudadanos mal formados, desinteresados de la cultura y frustrados en sus pretensiones de hacerse ricos.
Por tanto, nuestros profesores y nuestros alumnos desconocen lo que fue la máxima ambición de la II República, que aquellos sintieran la pasión de enseñar y estos el placer de aprender.

dilluns, 27 de maig del 2013

ESTAFATS DUES VEGADES

Què les preferents que van emetre la quasi totalitat d’entitats financeres i que van subscriure, majoritàriament la gent gran van ser una estafa, cada cop està més clar.
Si en alguns casos ja es va dir que se’ls aplicaria una quitança d’aproximadament el 65%, ara només faltava que les convertissin en unes accions que cada dia que passa valen menys.
Segurament podria estar parlant de qualsevol entitat financera, però com tampoc voldria posar-les totes al mateix sac (per si de cas)parlaré de Bankia, una de les estafes més sonades d’aquest país després de MATESA, SOFICO y RUMASA, entre d’altres.
Com tots sabeu, Bankia va ser el resultat de la fusió de diverses entitats financeres fruit de la regularització del sector. Les dues més importants eren Bancaja (la que va servir als interessos del PP valencià) i Caja Madrid (que va fer el mateix amb el PP de Madrid –només cal recordar que l’Esperanza Aguirre va posar al front de la mateixa a Miguel Belsa que d’economia no sabia res, però que tenia el valor afegit de ser amic de José María Aznar)
Bankia va entrar en borsa i fins i tot va cotitza a Nova York. Avui l’acció val molt menys de 1 euro i segueix en caiguda lliure. Però el més sorprenent és que en aquests darrers dies ha baixat moltíssim: entre dimecres i dijous s’ha devaluat més del 50%. I a què es deu? A que dilluns hi haurà un canvi de referents per accions i, per tant, qui compri accions a partir de dilluns ho farà a un preu irrisori. No serà el mateix per al que les vengui, la majoria preferentistes que es veuran així estafats dues vegades.
La Comissió Nacional del Mercat de Valors ha obert una investigació per esbrinar els fets, però em temo que no hi ha prou mecanismes de control per a evitar casos com aquests. Com tampoc els hi havia per a controlar els abusos que han fet bona part dels banquers (cal distingir entre banquers i empleats de la banca) en referència als sobresous, indemnitzacions i pensions.
Mentre alguns s’arruïnen, els altres gaudiran d’una jubilació de luxe pagada pels arruïnats. I mentre, el nostre govern, apujant impostos i eliminant drets de les classes populars. Algú s’ho hauria de fer mirar… I no només els polítics.