dissabte, 16 de febrer del 2013
UNA D’ESPIES
Durant els darrers dies (fins i tot setmanes)
un dels temes que més han aparegut als diaris, és tot l’enrenou de la
exnovia de Jordi Pujol Jr i la seva revelació de que, presumptament, el
fill del President de la Generalitat evadia diners a Andorra.
Imagino que casos com aquest en passen
molts més dels que surten a la llum, però que tinguin connotacions polítiques
i intervenció de detectius, el cert és que són més propis d’una novel·la
negra que no d’un fet real. Però ja sé sap que, de vegades, la realitat
supera la ficció.
Un amic que resideix a Canàries em preguntava
la meva opinió sobre tot aquest afer i li vaig dir que em superava. Certament
no entenc que tenen que veure el PSC, el PPC i l’exnovia del fill gran
de Pujol. Un dels dos partits amb Victòria Álvarez (que així es diu l’ex
del fill de Pujol) ho veig molt més factible.
Els mitjans de comunicació van voler
involucrar José Zaragoza, secretari d’organització del PSC en els temps
de Montilla com a responsable d’haver ordenat les escoltes al restaurant
la Camarga de Barcelona on es varen trobar les dues dones. Be, segueixo
dient el mateix: la situació em supera i no encerto a veure les connexions
que hi poden haver.
Dit això, ahir divendres, un conegut
des de fa molts d’anys, em va cridar i a cau d’orella em va dir que qui
pot sortir-ne parada de tota aquesta situació és l’Alicia Sánchez-Camacho.
Em va dir que per Barcelona s’està dient que darrere de la política del
PPC podria haver tota una trama corrupta (una altra!) i que per això, com
pensa que la millor defensa és un bon atac, hauria pres la decisió de presentar
diverses querelles.
Fins ara, els populars catalans, que
no han tingut massa càrrecs institucionals, treuen pit dient que no han
estat relacionats en cap cas de corrupció política. Fins ara...
Ja sabeu que els casos de corrupció són
directament proporcional a les responsabilitats polítiques que tinguin.
Per a saber més del tema, llegiu el Triangle.
¿Conoces la historia de Falciani?
Era un
alto empleado del HSBC en Suiza que se vio sorprendido por una inusual
entrada de importantes capitales que eran borradas casi inmediatamente
por un programa llamado Hexagon, que no dejaba rastro. Intrigado por algo
tan extraño incluso para Suiza, rastreó el asunto y grabó en un CD 130.000
nombres que entregaría a Christine Lagarde, entonces ministra
de Finanzas de Francia. Con excelente criterio, Christine clasificó las
personas por países e hizo llegar las listas correspondientes a los presidentes
de Gobierno respectivos. La lista de españoles, presuntamente con 659 notables
entre empresarios, banqueros y políticos de todo signo, se la entregó a
Rajoy. Todos los países excepto Grecia y España hicieron pública la
lista y crujieron fiscalmente a los susodichos. Falciani tuvo que salir
de Suiza, ya que la violación del secreto bancario es un delito muy grave.
Vino España –¿por qué a España?, ¿acaso tenía nombres que pensaba que
garantizaban su seguridad?–, donde fue detenido y encarcelado en Gerona.
Falciani se mostró dispuesto desde el principio a colaborar con las autoridades españolas y parece que lo hizo a tope, ergo aparte de la lista de Rajoy tiene que existir otra. El Gobierno suizo pidió la extradición, pero esta no ha sido concedida y ahora está en libertad provisional. Huelga decir que el Gobierno suizo está que fuma en pipa con el español y ha paralizado sine die cualquier entrega de información. Y la pregunta es: ¿Por qué no publican la lista? ¿A quiénes están protegiendo? Y no estoy hablando de las de más de 30.000 personas que se acogieron a la amnistía fiscal de buena fe, una lista que ningún Estado de derecho puede publicar como pide la izquierda radical, ya que destruiría el último vestigio de seguridad jurídica en España si es que queda alguno. Estoy hablando de los 659 notables de la otra lista, que si son verdad la mitad de la mitad de los nombres que se comentan, la casta política y las otras están acabadas. Rajoy tiene la obligación de publicarlo como todo el mundo civilizado. Es más: exigimos que lo haga ya.
¿Qué hizo Mariano con la lista Falciani?
¿Se la entregó a la fiscalía anti corrupción?
¿Se la entregó a los inspectores de Hacienda?
¡Noooooo! Concedió una amnistía fiscal.
Falciani se mostró dispuesto desde el principio a colaborar con las autoridades españolas y parece que lo hizo a tope, ergo aparte de la lista de Rajoy tiene que existir otra. El Gobierno suizo pidió la extradición, pero esta no ha sido concedida y ahora está en libertad provisional. Huelga decir que el Gobierno suizo está que fuma en pipa con el español y ha paralizado sine die cualquier entrega de información. Y la pregunta es: ¿Por qué no publican la lista? ¿A quiénes están protegiendo? Y no estoy hablando de las de más de 30.000 personas que se acogieron a la amnistía fiscal de buena fe, una lista que ningún Estado de derecho puede publicar como pide la izquierda radical, ya que destruiría el último vestigio de seguridad jurídica en España si es que queda alguno. Estoy hablando de los 659 notables de la otra lista, que si son verdad la mitad de la mitad de los nombres que se comentan, la casta política y las otras están acabadas. Rajoy tiene la obligación de publicarlo como todo el mundo civilizado. Es más: exigimos que lo haga ya.
¿Qué hizo Mariano con la lista Falciani?
¿Se la entregó a la fiscalía anti corrupción?
¿Se la entregó a los inspectores de Hacienda?
¡Noooooo! Concedió una amnistía fiscal.
Para saber més sobre Falciani, clica AQUÍ.
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