diumenge, 30 de juny del 2013
El fracaso de las reformas promovidas por la Comisión Europea (incluido el comisario Joaquín Almunia)
Vicenç Navarro
Se está desarrollando una concienciación entre algunas instituciones internacionales que habían promovido las políticas de austeridad, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), de que las políticas de austeridad y de recortes de gasto público que han estado promoviendo e imponiendo no han alcanzado sus objetivos. Un reciente informe del FMI incluso reconoce que, en el caso de Grecia, tales políticas han sido más perjudiciales que beneficiosas para aquel desgraciado país. No han reconocido, sin embargo, que tales políticas han sido también perjudiciales para Portugal, España e Irlanda, y ello a pesar de que la evidencia de que estas políticas están dañando a estos países es también abrumadora. Lo máximo que el FMI ha llegado a admitir es que estas políticas de austeridad se han aplicado demasiado deprisa en los países PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España). Todavía no han aparecido dudas, sin embargo, sobre la bondad de las reformas laborales, a pesar de que tales reformas –propuestas por el FMI- han tenido un impacto muy negativo sobre el empleo. En realidad, en el último informe del FMI sobre España continúan exigiendo mayores reformas que, sin lugar a dudas crearán todavía mayor desempleo. Les llevará todavía uno o dos años más para llegar a la conclusión de que también estas reformas laborales que han ido imponiendo han fracasado en todos estos países, como fracasaron antes en Asia y en América Latina cuando se impusieron en aquellos continentes.
La supuesta incompetencia del establishment europeo, es decir, el Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
Frente a esta situación, la reacción del establishment europeo es más que decepcionante. A lo máximo que ha llegado a admitir es que las políticas de austeridad por sí solas son insuficientes. Tienen que complementarse –se nos dice– con políticas de estímulo que deben alcanzase a base de reformas. Y cuando se analizan estas reformas se ve que, como bien ha dicho Dani Rodrik, son las mismas reformas que han hecho tanto daño, recicladas en un nuevo envase. Así, las supuestas medidas para estimular el crecimiento económico son profundizar las reformas del mercado de trabajo que en realidad significa eliminar cualquier tipo de protección social al empleado y trabajador. Las últimas declaraciones del Comisario Joaquín Almunia subrayando la necesidad de no parar las reformas del mercado laboral (y de las pensiones) ahora y continuar profundizándolas a fin de aumentar la competitividad, es un ejemplo de ello.
Lo que el Comisario Joaquín Almunia y la sabiduría convencional que él reproduce ignoran es que estas reformas –que tienen como objetivo disminuir los salarios- están agudizando más y más la crisis, obstaculizando la recuperación económica de los países del sur de Europa e Irlanda. Por lo visto Joaquín Almunia y los otros comisarios (como el finlandés Olli Rehn, Vicepresidente de la Comisión, y el propio Presidente Barroso) no han entendido nada de la situación en Grecia. Su fe en un dogma, impermeable a los datos, está llevando a la ruina a Grecia y a todos estos países. Y utilizo esta expresión de dogma porque escuchando a Joaquín Almunia me da la impresión de que se cree lo que dice, lo cual es sorprendente para un personaje que está donde está debido al apoyo que le ha dado y continúa dándole un partido socialista, el PSOE.
Dudo, sin embargo, de que el Sr. Draghi, Presidente del Banco Central Europeo, se lo crea. Draghi está imponiendo estas políticas a fin de conseguir el desmantelamiento del Modelo Social Europeo, tal y como ha explicado y reconocido en varias ocasiones. Este banquero ha dicho lo que la comunidad de banqueros cree: el modelo social europeo es un obstáculo para el desarrollo de sus intereses, que asumen son los intereses generales de la Eurozona, y ello a pesar de que toda la evidencia muestra precisamente lo contrario. Uno de los mayores problemas que tiene la Eurozona, causa de su recesión, es el excesivo poder de las instituciones financieras en la Eurozona, comenzando por las alemanas. De nuevo, la evidencia es sustancial.
Por esta razón, aún cuando la incompetencia es generalizada en la Comisión Europea, su mayor problema no es esta incompetencia, sino los hilos que la mueven y que no son otros que los del capital financiero. Su constante referencia a que los gobiernos acepten los recortes y las reformas laborales (a lo cual añaden ahora la privatización de las pensiones) para calmar los mercados financieros es un ejemplo de ello. Cuando el Comité de Expertos sobre las pensiones, compuesto de profesionales próximos a la banca y a las compañías de seguros, propuso el recorte más brutal de las pensiones en España que un país haya conocido en la Eurozona (ver mi artículo “Los errores y falacias del llamado Comité de Expertos sobre las Pensiones Públicas” Público 17.06.13), la Comisión, incluido el supuesto socialista, el Comisario Almunia, lo aplaudió, y la Agencia Moody’s también. Y así vamos. Está claro que ningún país de los PIGS podrá salir de la crisis continuando dentro de esta zona monetaria controlada por el capital financiero. Aquellos que se oponen a que estos países dejen la Eurozona tendrían que explicar cómo creen que van a salir de este estancamiento. Sólo algunas voces patológicamente optimistas están indicando que el establishment de la Eurozona está cambiando. Les pregunto, ¿cómo?
Se está desarrollando una concienciación entre algunas instituciones internacionales que habían promovido las políticas de austeridad, tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), de que las políticas de austeridad y de recortes de gasto público que han estado promoviendo e imponiendo no han alcanzado sus objetivos. Un reciente informe del FMI incluso reconoce que, en el caso de Grecia, tales políticas han sido más perjudiciales que beneficiosas para aquel desgraciado país. No han reconocido, sin embargo, que tales políticas han sido también perjudiciales para Portugal, España e Irlanda, y ello a pesar de que la evidencia de que estas políticas están dañando a estos países es también abrumadora. Lo máximo que el FMI ha llegado a admitir es que estas políticas de austeridad se han aplicado demasiado deprisa en los países PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España). Todavía no han aparecido dudas, sin embargo, sobre la bondad de las reformas laborales, a pesar de que tales reformas –propuestas por el FMI- han tenido un impacto muy negativo sobre el empleo. En realidad, en el último informe del FMI sobre España continúan exigiendo mayores reformas que, sin lugar a dudas crearán todavía mayor desempleo. Les llevará todavía uno o dos años más para llegar a la conclusión de que también estas reformas laborales que han ido imponiendo han fracasado en todos estos países, como fracasaron antes en Asia y en América Latina cuando se impusieron en aquellos continentes.
La supuesta incompetencia del establishment europeo, es decir, el Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
Frente a esta situación, la reacción del establishment europeo es más que decepcionante. A lo máximo que ha llegado a admitir es que las políticas de austeridad por sí solas son insuficientes. Tienen que complementarse –se nos dice– con políticas de estímulo que deben alcanzase a base de reformas. Y cuando se analizan estas reformas se ve que, como bien ha dicho Dani Rodrik, son las mismas reformas que han hecho tanto daño, recicladas en un nuevo envase. Así, las supuestas medidas para estimular el crecimiento económico son profundizar las reformas del mercado de trabajo que en realidad significa eliminar cualquier tipo de protección social al empleado y trabajador. Las últimas declaraciones del Comisario Joaquín Almunia subrayando la necesidad de no parar las reformas del mercado laboral (y de las pensiones) ahora y continuar profundizándolas a fin de aumentar la competitividad, es un ejemplo de ello.
Lo que el Comisario Joaquín Almunia y la sabiduría convencional que él reproduce ignoran es que estas reformas –que tienen como objetivo disminuir los salarios- están agudizando más y más la crisis, obstaculizando la recuperación económica de los países del sur de Europa e Irlanda. Por lo visto Joaquín Almunia y los otros comisarios (como el finlandés Olli Rehn, Vicepresidente de la Comisión, y el propio Presidente Barroso) no han entendido nada de la situación en Grecia. Su fe en un dogma, impermeable a los datos, está llevando a la ruina a Grecia y a todos estos países. Y utilizo esta expresión de dogma porque escuchando a Joaquín Almunia me da la impresión de que se cree lo que dice, lo cual es sorprendente para un personaje que está donde está debido al apoyo que le ha dado y continúa dándole un partido socialista, el PSOE.
Dudo, sin embargo, de que el Sr. Draghi, Presidente del Banco Central Europeo, se lo crea. Draghi está imponiendo estas políticas a fin de conseguir el desmantelamiento del Modelo Social Europeo, tal y como ha explicado y reconocido en varias ocasiones. Este banquero ha dicho lo que la comunidad de banqueros cree: el modelo social europeo es un obstáculo para el desarrollo de sus intereses, que asumen son los intereses generales de la Eurozona, y ello a pesar de que toda la evidencia muestra precisamente lo contrario. Uno de los mayores problemas que tiene la Eurozona, causa de su recesión, es el excesivo poder de las instituciones financieras en la Eurozona, comenzando por las alemanas. De nuevo, la evidencia es sustancial.
Por esta razón, aún cuando la incompetencia es generalizada en la Comisión Europea, su mayor problema no es esta incompetencia, sino los hilos que la mueven y que no son otros que los del capital financiero. Su constante referencia a que los gobiernos acepten los recortes y las reformas laborales (a lo cual añaden ahora la privatización de las pensiones) para calmar los mercados financieros es un ejemplo de ello. Cuando el Comité de Expertos sobre las pensiones, compuesto de profesionales próximos a la banca y a las compañías de seguros, propuso el recorte más brutal de las pensiones en España que un país haya conocido en la Eurozona (ver mi artículo “Los errores y falacias del llamado Comité de Expertos sobre las Pensiones Públicas” Público 17.06.13), la Comisión, incluido el supuesto socialista, el Comisario Almunia, lo aplaudió, y la Agencia Moody’s también. Y así vamos. Está claro que ningún país de los PIGS podrá salir de la crisis continuando dentro de esta zona monetaria controlada por el capital financiero. Aquellos que se oponen a que estos países dejen la Eurozona tendrían que explicar cómo creen que van a salir de este estancamiento. Sólo algunas voces patológicamente optimistas están indicando que el establishment de la Eurozona está cambiando. Les pregunto, ¿cómo?
dissabte, 29 de juny del 2013
EL ‘RÈGIM’ DE LES ADMINISTRACIONS
El passat dissabte, el Consell de Ministres va
aprovar un projecte per a la reforma de les administracions, la qual cosa, a la
pràctica, significa aprimar-les de contingut, es a dir, els hi tocarà fer
règim...
Sóc dels qui penso que per a portar a terme
mesures de tal magnitud, fa falta un ampli consens entre el govern de l’Estat i
la resta de comunitats autònomes, i més encara, si com s’ha filtrat, acaba per
afectar a aquestes darreres més que a la pròpia administració de l’Estat.
Fa anys que s’apuntaven les següents mesures:
-Supressió del Senat.
El Senat, tal i com està concebut ara, a la
pràctica no serveix per a res, ja que si aprova modificar el text d’alguna
llei, posteriorment haurà de passar pel Congrés dels Diputats per a
ratificar-lo o rebutjar-lo, segons sigui la configuració de les majories.
-Supressió del Ministeri de Cultura.
Segons sembla, el Ministeri de Cultura no té
cap competència (zero) Per tant, no és gens lògic que sé segueixi
mantenint tota la infraestructura. Com a molt sabem de la seva existència
perquè ha recuperat una obra d’art d’algun artista espanyol que s’ha
subhastat en alguna galeria especialitzada.
-Supressió de les Diputacions
Provincials.
Tradicionalment, les Diputacions provincials
han estat el gran suport dels ajuntaments i, al mateix temps, han canalitzat
bona part de les ajudes que venen de l’Estat. Però realment fan falta? No
podria fer-se igualment des de la Generalitat?
-Supressió dels Consells Comarcals.
La creació dels Consells Comarcals va
significar la gran menjadora de CiU. Allí es van col·locar familiars i
amics amb l’única condició d’estar afiliats al partit en qüestió.
Però sembla ser que els trets no van
per aquí. Les prioritats del govern de Rajoy són unes altres ben diferents i
quasi totes encaminades a suprimir departaments i oficines de competència
exclusiva de les diferents comunitats autònomes.
De confirmar-se, aquesta mesura xocaria
frontalment amb les aspiracions de la Generalitat. Fa temps que des de els
sector més independentistes es demana tenir estructures d’estat (encara que per
a mi aquestes estructures ja existeixen i el que potser caldria fer és
dotar-les de més competències) Estic parlant de les oficines de representació
que té la Generalitat per diverses capitals del món (conegudes com les
ambaixades catalanes), el Síndic de Greuges (l’equivalent al Defensor del
Poble) o la Sindicatura de Comptes (que supervisa els comptes públics
dels diferents organismes), el Servei Meteorològic de Catalunya (gràcies a les
seves previsions s’elaboren els plans d’mergència) o el Centre d’Estudis
d’Opinió (equival al CIS)
És lògic que des de les autonomies tot això és
vegi com una intromissió en l’autogovern. Fa dècades, l’arribada al poder des
diferents governs de l’Estat solia significar una negociació sobre els
traspassos de competències sovint bloquejades i cada cop, des de els
autonomies, s’assolien quotes més altes d’autogovern.
És lícit i lògic que una autonomia que tingui
una vocació clara de convertir-se en nacionalitat i fins i tot nació, vulgui
disposar de tots aquells mecanismes que li permetin al màxim deixar de dependre
de Madrid.
Si el govern del PP assumís aquest rol i
fos una mica més obert en qüestions autonòmiques, començarien a actuar per tots
aquells departaments ministerials amb nul·les o escasses competències. Una bona
mesura seria reunificar ministeris similars.
Penso que hi ha molta feina a fer i només
espero que s’acabi fent bé, però dubto que el resultat final pugui ser del grat
de tothom.
El titular del Periódico de dissabte, amb una
paraula ho defineix a la perfecció: Recentralització.
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