dimarts, 25 de juny del 2013
PUBLICO. ENTREVISTA CON VICENÇ NAVARRO
"El olvido histórico beneficia a las fuerzas conservadoras"
El catedrático reflexiona sobre la memoria histórica y sobre lo que, a su juicio, ha sido una "política del olvido" que ha promovido una versión distorsionada de nuestra historia.
De sobra es conocida la preocupación de Vicenç Navarro,
catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas, por la memoria
histórica. En esta entrevista, el profesor profundiza en las heridas
todavía abiertas de la Guerra Civil española y desvela algunos
aspectos biográficos poco conocidos que han conformado su espíritu
crítico.
Usted ha sido muy crítico con el olvido histórico. ¿No cree que hubiera sido mejor no mirar al pasado?
No. Antes al contrario. La política del olvido ha sido un proyecto exitoso de reproducir y ha permitido promover la visión de España de los ganadores de la Guerra Civil. Le citaré un ejemplo. Me invitaron recientemente a dar una conferencia en Tortosa, la capital de la comarca del Baix Ebre. Y pude ver, una vez más, que la juventud sabía muy poco de lo que había ocurrido en aquella parte de Catalunya durante la II República y después. El Baix Ebre era —y continúa siendo— la Andalucía de Catalunya. Había una enorme concentración de la propiedad de las tierras, con las grandes familias terratenientes dominando la economía de la región. La República intentó cambiar esta situación a través de la Reforma Agraria, cambiándose las relaciones de propiedad. Ni que decir tiene que fue un proceso complejo, no libre de errores. Pero fue un intento serio de cambio en las relaciones de propiedad de la tierra.
El
golpe militar cambió todo esto, inició una represión brutal revirtiendo
la propiedad a los terratenientes que, junto con la Iglesia y el
Ejército, dirigieron tal represión, una de las más feroces que haya
existido en España y en Europa. Hoy estos terratenientes y la Iglesia
católica continúan ejerciendo un enorme poder. Como dijo un anciano
militante socialista que estaba en el Salón de Actos donde dí la
conferencia, "aquí mandan los de siempre". Pues bien, los estudiantes
universitarios de aquellas tierras apenas sabían todo esto. Este olvido
beneficia, sin lugar a dudas, a las fuerzas conservadoras.
¿Y cómo puede entenderse esta situación?
Por el miedo. No hay plena conciencia de la brutalidad que significó la dictadura en España. Según el experto en fascismo en Europa de la Columbia University, de Nueva York, en EEUU, el profesor Malekafis, por cada asesinato político que cometió Mussolini, Franco cometió diez mil. Aquella dictadura fue un baño de sangre. El objetivo de la dictadura era eliminar, incluso físicamente, a cualquier voz crítica a aquella dictadura. Los que perdieron la guerra fueron brutalmente represaliados. Y la población tenía miedo, y muy en particular los que perdieron la guerra.
Usted ha hecho referencia en sus libros a esta experiencia, incluso a nivel personal
Sí. Mis padres eran maestros jóvenes e ilusionados con las reformas educativas que se estaban realizando en Catalunya y en el resto de España durante la II República. Hay una película española que se llama La lengua de las mariposas, que es la vida de mis padres en aquel momento histórico. Presenta la enorme ilusión de maestros que amaban a sus estudiantes y el enorme potencial de libertad que suponía la República para ellos. Cuando se estableció la dictadura, les expulsaron del Magisterio, represaliándoles. Mis padres nunca nos hablaron de su vida y experiencias, ni tampoco de donde estaban nuestros familiares, tíos y tías, que se exiliaron en Francia. No hablarnos a nosotros, sus hijos, era la manera de protegernos. Menos sabíamos, más seguros estábamos. Fue más tarde cuando al ir creciendo se nos fue informando poco a poco. Pero la generación represaliada de mis padres se calló para protegernos a nosotros.
Incluso el año pasado, una lectora me escribió de Gironella, una bella localidad en el Berguedà, al pie de los Pirineos, donde mis padres eran maestros antes de ser expulsados, preguntándome si yo era hijo de los maestros de su madre, a quien le haría mucha ilusión conocerme. Mi hermano y yo fuimos a saludar a la que fue discípula de mis padres, y nos contó mucho sobre lo que mis padres habían hecho durante la II República en aquella población, y lo mucho que se les quería. Y de ello, mis hermanos y yo no sabíamos nada. Otro ejemplo. No descubrimos hasta mucho más tarde que mis tíos y tías, como miles de españoles, incluyendo catalanes, habían sido detenidos y miembros del maquis antinazi en Francia, siendo uno de ellos apresado en un campo de concentración nazi. De nuevo, hasta al cabo de muchos años no supimos nada de ello. Esta es la historia de la generación que siguió a la de mis padres. Hemos estado descubriendo sus vidas paso a paso. Esta experiencia no la han tenido los herederos de los que ganaron la guerra. Y se les nota.
¿Qué quiere decir cuando dice "y se les nota"?
Porque cuando escriben sobre la experiencia de los vencidos, incluso los que intentan ser favorables y tener simpatía por los perdedores, lo hacen de una manera que, sin quererlo, es condescendiente.
¿Por ejemplo?
El libro de Javier Cercas —hijo de lo que en España se llama "los nacionales"— Soldados de Salamina narra el relato de un combatiente republicano, su vida, y el olvido que su existencia ha tenido en España. Aplaudí su intento. Es vergonzoso y traduce la baja calidad de la cultura democrática que tales combatientes no hayan sido reconocidos. Y es también vergonzoso que en uno de los contadísimos actos realizados, que tuvo lugar en las Cortes Españolas, el presidente de tal institución, el Sr. Bono, les prohibió ondear la bandera republicana. Aplaudo, pues, el intento de recuperar la historia. Pero en la manera como Cercas lo hace, hace un flaco favor a su intento. Presenta a la figura central de su libro, un luchador republicano, que luchó en España contra el fascismo y en Francia contra el nazismo, como hicieron miles y miles de españoles —incluyendo familiares míos—. Y le presenta como olvidado, terminando los días en una casa de ancianos, todavía lleno de vida, lo cual expresa Cercas en la frase en la que se refiere a cómo les toca el trasero a las monjas, bromeando con ellas. Ésta es su imagen de estar "lleno de vida". Francamente, no me imagino a ninguno de mis familiares tocándoles el trasero a las monjas.
Me parece una enorme frivolidad y una falta de respeto al luchador antiascista y también, por cierto, a las monjas. Pero lo que es más llamativo es que el punto central del libro se sitúa cuando tal luchador republicano tiene frente a su fusil al fascista Sánchez Mazas y, en lugar de dispararle, le perdona la vida. Y esto se presenta como el principio de la reconciliación en España. Muchos artículos han alabado tal descripción. Me alegró ver que el hijo de tal luchador, cuya historia se basaba en un personaje real, protestara de cómo se había presentado a su padre, diciendo que le pareció errónea la descripción del comportamiento de su padre, pues seguro que en la vida real le habría disparado, como habría hecho cualquier luchador republicano. Señalar este hecho inmediatamente genera la crítica de que los perdedores estamos pidiendo venganza o revancha. Y dejar de pedir justicia se ve como un acto de reconciliación digno de aplauso.
Usted ha sido también crítico con el libro Pa Negre y su película.
Quisiera
hacer aquí una aclaración, diferenciando la parte teatral y artística
de la película —que me pareció excelente, digna de más de un Oscar— y el
contenido y sujeto de la misma, basado en un libro con cuya tesis estoy
en desacuerdo. Refleja el punto de vista tan extendido de que en la
Guerra Civil no había ni buenos ni malos, lo cual se promueve por los
que antes consideraban a los vencedores como los buenos y ahora, en su
reflexión y revisión histórica, llegan a admitir que también eran malos.
Todo antes de llegar a la conclusión, históricamente válida, de que sí
que había buenos —los que perdieron la guerra— y malos —los que la
ganaron—. Esta obviedad es todavía hoy negada en España. El hecho de que
los republicanos hicieran barbaridades —aunque en número mucho menor
que los fascistas— no niega la bondad de su causa. Los aliados
bombardearon Dresden, lo cual merece una condena. Pero ello no niega que
la causa de los aliados —los vencedores de la II Guerra Mundial— era
justa y la de los fascistas y nazis era injusta. Esta realidad todavía
no ha calado en España, donde los malos ganaron y los buenos perdieron
la guerra. Todavía hoy la bandera republicana continúa prohibida en
España, mientras que la bandera española es la que enarbolaron los
golpistas añadiéndole el símbolo fascista. El hecho de que éste haya
desaparecido, no hace a la bandera llamada española más aceptable que la
republicana, la bandera que significa las aspiraciones para la
libertad, justicia y democracia en España.
Usted ha sido muy crítico con el olvido histórico. ¿No cree que hubiera sido mejor no mirar al pasado?
No. Antes al contrario. La política del olvido ha sido un proyecto exitoso de reproducir y ha permitido promover la visión de España de los ganadores de la Guerra Civil. Le citaré un ejemplo. Me invitaron recientemente a dar una conferencia en Tortosa, la capital de la comarca del Baix Ebre. Y pude ver, una vez más, que la juventud sabía muy poco de lo que había ocurrido en aquella parte de Catalunya durante la II República y después. El Baix Ebre era —y continúa siendo— la Andalucía de Catalunya. Había una enorme concentración de la propiedad de las tierras, con las grandes familias terratenientes dominando la economía de la región. La República intentó cambiar esta situación a través de la Reforma Agraria, cambiándose las relaciones de propiedad. Ni que decir tiene que fue un proceso complejo, no libre de errores. Pero fue un intento serio de cambio en las relaciones de propiedad de la tierra.
¿Y cómo puede entenderse esta situación?
Por el miedo. No hay plena conciencia de la brutalidad que significó la dictadura en España. Según el experto en fascismo en Europa de la Columbia University, de Nueva York, en EEUU, el profesor Malekafis, por cada asesinato político que cometió Mussolini, Franco cometió diez mil. Aquella dictadura fue un baño de sangre. El objetivo de la dictadura era eliminar, incluso físicamente, a cualquier voz crítica a aquella dictadura. Los que perdieron la guerra fueron brutalmente represaliados. Y la población tenía miedo, y muy en particular los que perdieron la guerra.
Usted ha hecho referencia en sus libros a esta experiencia, incluso a nivel personal
Sí. Mis padres eran maestros jóvenes e ilusionados con las reformas educativas que se estaban realizando en Catalunya y en el resto de España durante la II República. Hay una película española que se llama La lengua de las mariposas, que es la vida de mis padres en aquel momento histórico. Presenta la enorme ilusión de maestros que amaban a sus estudiantes y el enorme potencial de libertad que suponía la República para ellos. Cuando se estableció la dictadura, les expulsaron del Magisterio, represaliándoles. Mis padres nunca nos hablaron de su vida y experiencias, ni tampoco de donde estaban nuestros familiares, tíos y tías, que se exiliaron en Francia. No hablarnos a nosotros, sus hijos, era la manera de protegernos. Menos sabíamos, más seguros estábamos. Fue más tarde cuando al ir creciendo se nos fue informando poco a poco. Pero la generación represaliada de mis padres se calló para protegernos a nosotros.
Incluso el año pasado, una lectora me escribió de Gironella, una bella localidad en el Berguedà, al pie de los Pirineos, donde mis padres eran maestros antes de ser expulsados, preguntándome si yo era hijo de los maestros de su madre, a quien le haría mucha ilusión conocerme. Mi hermano y yo fuimos a saludar a la que fue discípula de mis padres, y nos contó mucho sobre lo que mis padres habían hecho durante la II República en aquella población, y lo mucho que se les quería. Y de ello, mis hermanos y yo no sabíamos nada. Otro ejemplo. No descubrimos hasta mucho más tarde que mis tíos y tías, como miles de españoles, incluyendo catalanes, habían sido detenidos y miembros del maquis antinazi en Francia, siendo uno de ellos apresado en un campo de concentración nazi. De nuevo, hasta al cabo de muchos años no supimos nada de ello. Esta es la historia de la generación que siguió a la de mis padres. Hemos estado descubriendo sus vidas paso a paso. Esta experiencia no la han tenido los herederos de los que ganaron la guerra. Y se les nota.
¿Qué quiere decir cuando dice "y se les nota"?
Porque cuando escriben sobre la experiencia de los vencidos, incluso los que intentan ser favorables y tener simpatía por los perdedores, lo hacen de una manera que, sin quererlo, es condescendiente.
¿Por ejemplo?
El libro de Javier Cercas —hijo de lo que en España se llama "los nacionales"— Soldados de Salamina narra el relato de un combatiente republicano, su vida, y el olvido que su existencia ha tenido en España. Aplaudí su intento. Es vergonzoso y traduce la baja calidad de la cultura democrática que tales combatientes no hayan sido reconocidos. Y es también vergonzoso que en uno de los contadísimos actos realizados, que tuvo lugar en las Cortes Españolas, el presidente de tal institución, el Sr. Bono, les prohibió ondear la bandera republicana. Aplaudo, pues, el intento de recuperar la historia. Pero en la manera como Cercas lo hace, hace un flaco favor a su intento. Presenta a la figura central de su libro, un luchador republicano, que luchó en España contra el fascismo y en Francia contra el nazismo, como hicieron miles y miles de españoles —incluyendo familiares míos—. Y le presenta como olvidado, terminando los días en una casa de ancianos, todavía lleno de vida, lo cual expresa Cercas en la frase en la que se refiere a cómo les toca el trasero a las monjas, bromeando con ellas. Ésta es su imagen de estar "lleno de vida". Francamente, no me imagino a ninguno de mis familiares tocándoles el trasero a las monjas.
Me parece una enorme frivolidad y una falta de respeto al luchador antiascista y también, por cierto, a las monjas. Pero lo que es más llamativo es que el punto central del libro se sitúa cuando tal luchador republicano tiene frente a su fusil al fascista Sánchez Mazas y, en lugar de dispararle, le perdona la vida. Y esto se presenta como el principio de la reconciliación en España. Muchos artículos han alabado tal descripción. Me alegró ver que el hijo de tal luchador, cuya historia se basaba en un personaje real, protestara de cómo se había presentado a su padre, diciendo que le pareció errónea la descripción del comportamiento de su padre, pues seguro que en la vida real le habría disparado, como habría hecho cualquier luchador republicano. Señalar este hecho inmediatamente genera la crítica de que los perdedores estamos pidiendo venganza o revancha. Y dejar de pedir justicia se ve como un acto de reconciliación digno de aplauso.
Usted ha sido también crítico con el libro Pa Negre y su película.
Los viajes privados a Tánger y Almería del ministro Wert junto a su secretaria de Estado
Nacho Gay
Desde que a finales del año pasado ambos rompiesen sus anteriores relaciones sentimentales, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y su secretaria de estado, Montserrat Gomendio Kindelan, disfrutan juntos muy a menudo del tiempo libre que les permite su trabajo en el gabinete ministerial en el que desempeñan sus funciones. Se han dejado ver en alguna ocasión por los mejores restaurantes de la capital y acudieron juntos el pasado 10 de mayo al Open de Madrid para ver a Nadal. Pero lo más curioso es que han compartido también sus últimos periodos vacacionales en el ministerio.
El pasado mes de noviembre, ambos viajaron fuera de España para disfrutar del puente de la Almudena. Lo hicieron desde Barajas, la noche del día 8 (jueves), cuando tomaron un vuelo de la compañía Royal Air Maroc con destino a Tánger (Marruecos). Allí disfrutaron de las instalaciones de uno de los mejores hoteles de la ciudad, El Minzeh. Un cinco estrellas en el que pasaron tres noches por un montante de 512,29 euros, cargados a la cuenta de la secretaria de Estado. El lugar elegido para alojarse está situado en el corazón de Tánger, cerca de la antigua medina, y se publicita como un entorno “arquitectónico hispano-árabe que ha dado la bienvenida a huéspedes como Winston Churchill, Paul Bowles, Rita Hayworth o Bernardo Bertolucci”. Y ahora también a la plana mayor del ministerio de Educación español.
Tras disfrutar de todo el fin de semana en la ciudad, jefe y subalterna regresaron el domingo a Madrid, en un vuelo de la compañía Ryanair, que aterrizó en la Terminal 1 de Barajas en torno a las 18 horas. El precio de ambos viajes, ida (379,68 euros) y vuelta (237,05 euros), también se cargó a la cuenta que la secretaria tiene en Lloyds Bank, como así figura en los documentos que tiene en sus manos el juez que arbitra su proceso de divorcio. También los 22,97 euros derivados de la facturación de una maleta. Sólo una para ambos. Curiosamente, el 12 de noviembre, lunes, Montserrat Gomendio cumplió 52 años, por lo que el viaje se puede interpretar como una especie de celebración anticipada.
Semana Santa en Almería
Unos meses después, en marzo del presente año, los dos altos representantes de la Educación en España compartieron también sus vacaciones de Semana Santa, aunque en esta ocasión el destino sería más cañí: Almería. Ambos tomaron un vuelo en Madrid el día 27, miércoles, y regresaron el sábado 30 a la capital. La factura emitida por la compañía Iberia fue de 456,10 euros. En esta ocasión no tuvieron que recurrir a un hotel, ya que la familia de la secretaria de estado es propietaria de una amplia finca en dicha provincia; unas 400 hectáreas de terreno agrícola que rodean un cortijo que los miembros del clan Gomendio-Kindelan suelen utilizar cuando están por la zona.
El ministro Wert conoció durante esos días parte del vasto patrimonio de la familia de su compañera. El padre de Montserrat, José Manuel Gomendio Fiter, heredó junto a sus hermanos numerosas fincas en la zona noble de Madrid y en el litoral almeriense. Las primeras constituyen hoy lo que se conoce como Soto de la Moraleja, el lugar de España con el precio por metro cuadrado más elevado: más de 5.000 euros. En Almería edificaron la urbanización Retamar, cuyo nacimiento no estuvo exento de polémica.
Según narran las crónicas del ABC de la época, aunque le dedicaron un espacio muy reducido en sus páginas, a finales de la década de los sesenta, en pleno tardofranquismo, el Ayuntamiento de Almería cedió 35 hectáreas de terreno municipal (10 kilómetros de costa) a la empresa Urbanizadora del Mediterráneo S.L., de la que J.M. Gomendio Fiter, padre de la actual secretaria de Estado, era director gerente, a tres pesetas el metro cuadrado. A su vez, la empresa entregó al Ayuntamiento 15 hectáreas de tierras en el interior de la provincia a 6 pesetas el metro cuadrado. La zona costera, una vez urbanizada y bautizada como Retamar, se vendió por parcelas a 2.5OO pesetas y 3.000 pesetas el metro cuadrado. Todo un ‘pelotazo’.
Por este extraño proceso de compra venta serían procesados, junto al por entonces alcalde de Almería, Gómez-Angulo, Ginés Pastor Medina (secretario accidental del ayuntamiento), Federico Castillo Rincón (arquitecto del proyecto) y el propio José Manuel Gomendio Fiter como gerente de la sociedad concesionaria. El proceso judicial, que aglutinó un sumario de 3.000 folios, se dilató en el tiempo y acabó archivado por prescripción de delito, según se narra en el libroCrónica de un sueño. 1973-83. Memoria de la transición democrática en Almería, de Miguel Ángel Blanco y otros autores (2005).
Años después, sin embargo, parte de Retamar pasó a formar parte del Parque Natural Cabo de Gata y se declaró terreno no urbanizable, lo que impidió culminar el sueño edificador de los Gomendio, que a pesar de ello ostentan un ingente patrimonio a día de hoy. No en vano, Montserrat, hija de José Manuel Gomendio Fiter y Doreen Kindelan, es la mujer más rica del Gobierno actual con 14,5 millones de patrimonio declarado en su acta jurada de alto cargo.
Desde que a finales del año pasado ambos rompiesen sus anteriores relaciones sentimentales, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y su secretaria de estado, Montserrat Gomendio Kindelan, disfrutan juntos muy a menudo del tiempo libre que les permite su trabajo en el gabinete ministerial en el que desempeñan sus funciones. Se han dejado ver en alguna ocasión por los mejores restaurantes de la capital y acudieron juntos el pasado 10 de mayo al Open de Madrid para ver a Nadal. Pero lo más curioso es que han compartido también sus últimos periodos vacacionales en el ministerio.
El pasado mes de noviembre, ambos viajaron fuera de España para disfrutar del puente de la Almudena. Lo hicieron desde Barajas, la noche del día 8 (jueves), cuando tomaron un vuelo de la compañía Royal Air Maroc con destino a Tánger (Marruecos). Allí disfrutaron de las instalaciones de uno de los mejores hoteles de la ciudad, El Minzeh. Un cinco estrellas en el que pasaron tres noches por un montante de 512,29 euros, cargados a la cuenta de la secretaria de Estado. El lugar elegido para alojarse está situado en el corazón de Tánger, cerca de la antigua medina, y se publicita como un entorno “arquitectónico hispano-árabe que ha dado la bienvenida a huéspedes como Winston Churchill, Paul Bowles, Rita Hayworth o Bernardo Bertolucci”. Y ahora también a la plana mayor del ministerio de Educación español.
Tras disfrutar de todo el fin de semana en la ciudad, jefe y subalterna regresaron el domingo a Madrid, en un vuelo de la compañía Ryanair, que aterrizó en la Terminal 1 de Barajas en torno a las 18 horas. El precio de ambos viajes, ida (379,68 euros) y vuelta (237,05 euros), también se cargó a la cuenta que la secretaria tiene en Lloyds Bank, como así figura en los documentos que tiene en sus manos el juez que arbitra su proceso de divorcio. También los 22,97 euros derivados de la facturación de una maleta. Sólo una para ambos. Curiosamente, el 12 de noviembre, lunes, Montserrat Gomendio cumplió 52 años, por lo que el viaje se puede interpretar como una especie de celebración anticipada.
Semana Santa en Almería
Unos meses después, en marzo del presente año, los dos altos representantes de la Educación en España compartieron también sus vacaciones de Semana Santa, aunque en esta ocasión el destino sería más cañí: Almería. Ambos tomaron un vuelo en Madrid el día 27, miércoles, y regresaron el sábado 30 a la capital. La factura emitida por la compañía Iberia fue de 456,10 euros. En esta ocasión no tuvieron que recurrir a un hotel, ya que la familia de la secretaria de estado es propietaria de una amplia finca en dicha provincia; unas 400 hectáreas de terreno agrícola que rodean un cortijo que los miembros del clan Gomendio-Kindelan suelen utilizar cuando están por la zona.
El ministro Wert conoció durante esos días parte del vasto patrimonio de la familia de su compañera. El padre de Montserrat, José Manuel Gomendio Fiter, heredó junto a sus hermanos numerosas fincas en la zona noble de Madrid y en el litoral almeriense. Las primeras constituyen hoy lo que se conoce como Soto de la Moraleja, el lugar de España con el precio por metro cuadrado más elevado: más de 5.000 euros. En Almería edificaron la urbanización Retamar, cuyo nacimiento no estuvo exento de polémica.
Según narran las crónicas del ABC de la época, aunque le dedicaron un espacio muy reducido en sus páginas, a finales de la década de los sesenta, en pleno tardofranquismo, el Ayuntamiento de Almería cedió 35 hectáreas de terreno municipal (10 kilómetros de costa) a la empresa Urbanizadora del Mediterráneo S.L., de la que J.M. Gomendio Fiter, padre de la actual secretaria de Estado, era director gerente, a tres pesetas el metro cuadrado. A su vez, la empresa entregó al Ayuntamiento 15 hectáreas de tierras en el interior de la provincia a 6 pesetas el metro cuadrado. La zona costera, una vez urbanizada y bautizada como Retamar, se vendió por parcelas a 2.5OO pesetas y 3.000 pesetas el metro cuadrado. Todo un ‘pelotazo’.
Por este extraño proceso de compra venta serían procesados, junto al por entonces alcalde de Almería, Gómez-Angulo, Ginés Pastor Medina (secretario accidental del ayuntamiento), Federico Castillo Rincón (arquitecto del proyecto) y el propio José Manuel Gomendio Fiter como gerente de la sociedad concesionaria. El proceso judicial, que aglutinó un sumario de 3.000 folios, se dilató en el tiempo y acabó archivado por prescripción de delito, según se narra en el libroCrónica de un sueño. 1973-83. Memoria de la transición democrática en Almería, de Miguel Ángel Blanco y otros autores (2005).
Años después, sin embargo, parte de Retamar pasó a formar parte del Parque Natural Cabo de Gata y se declaró terreno no urbanizable, lo que impidió culminar el sueño edificador de los Gomendio, que a pesar de ello ostentan un ingente patrimonio a día de hoy. No en vano, Montserrat, hija de José Manuel Gomendio Fiter y Doreen Kindelan, es la mujer más rica del Gobierno actual con 14,5 millones de patrimonio declarado en su acta jurada de alto cargo.
dilluns, 24 de juny del 2013
LA REVOLUCIÓ ÉS LA SOLUCIÓ
L’altre dia em deia una amiga que la llàstima
va ser que a Grècia no guanyés Syriza, una coalició de partits d’esquerra que
molts consideren radical. Però si ho analitzem fredament, que es preferible,
que ens governen partits com Syriza o
com Amanecer Dorado, un partit
ultradretà que no té cap tipus de mirament a l’hora d’enfrontar-se a les
classes més populars.
Cada cop es fa més evident que estem caminant
cap a una economia ultraconsevadora. La darrera notícia apareguda i que fa
referència a les polítiques econòmiques que ens ofeguen, és que una associació
de bancs centrals europeus, presidida per Jaime Caruana, que va ser president
del Banc d’Espanya, estan a punt de tancar l’aixeta del crèdit als bancs i
apujar els tipus d’interès. En una economia molt poc sanejada i que necessita
estímuls per créixer i ser competitiva, voler tancar el crèdit em sembla un
despropòsit que només beneficiarà als països i empreses que ara mateix ja estan
controlant l’economia mundial.
Què li queda al ciutadà del carrer? Sembla ser
que l’única sortida que té és la revolta. De moment pacífica, però ja sé sap
com van aquestes coses...
Els últims dos països que s’han sumat a la
llarga llista de revolucionaris han estat Turquia i Brasil, els dos considerats
països amb economies emergents, sobre tot Brasil. Turquia fa anys que truca a
les portes d’Europa sense que, de moment, sé li hagi donat una resposta que
satisfaci els seus interessos.
Brasil, en canvi, és un dels països més
pròspers del Mercosur (el mercat comú de Sudamèrica) Un país densament poblat i
amb una economia emergent. Però com és sol dir, és un gegant amb els peus de
fang. Hi ha molts barris marginals i molta gent pobra que sobreviu com pot,
mentre que d’altres tenen un nivell de vida molt alta. És una clara mostra de
les desigualtats entre classes socials. Mentre Turquia está governada per un
partit islamista moderat (de dretes), el govern de Brasil és socialista.
Però és evident que cap partit dels considerats
clàssics pot fer front a la voràgine del capitalisme. La prova està que ni la
poderosa França, amb un notable gir a l’esquerra, se’n ha pogut sortir.
François Hollande fa poc més d’un any que va arribar a l’Elisi. La seva
intenció era la de donar la vota a l’economia francesa com si d’un mitjó es
tractés. Però ha fracassat o l’han fet fracassa, tan és.
Està clar que els lobbys dominants volen
governs fidels i per això millor governs de partits de la dreta. A Grècia,
després d’un governs socialista que va succeir al govern de dretes que va
portar el país a la ruïna, va tornar a governar el mateix partit de dretes. Les
condicions econòmiques que els van imposar la Troyca van ser tan fortes que van
fer caure el govern socialista.
A Espanya, amb Zapatero li va passar una cosa
pareguda. Les primeres mesures d’ajust les hi van fer aplicar a ell i això el
va desprestigiar tant que un PP sense programa i mentin a l’electorat, va
guanyar les eleccions com es diu vulgarment: sense baixar del autocar.
De totes formes, està vist que cap partit dels
clàssics serà capaç d’enfrontar-se al poder financer per a acabar amb la crisi,
ni que sigui només al seu propi país. Per tant, faria falta una revolució i l’arribada
al poder d’un partit que trenqués amb els lligams econòmics que ara se’ns estan
imposant.
Però a diferència de Turquia i Brasil, sembla
ser que a Espanya encara es viu massa bé per a sortir al carrer.
PSC (PSC-PSOE), ruptura intel·ligent
Jordi Mercader -periodista-
El PSC (PSC-PSOE) aviat complirà 35 anys. Ho farà sota mínims en el dia a dia i en les expectatives. El procés d'unitat dels socialdemòcrates catalans i espanyols la va encertar alhora de plantejar un programa d'esquerres, de convivència i catalanisme, imprescindible per entendre el país d'avui en política lingüística, en educació o en la modernització de les ciutats. La seva gestació no va ser fàcil: el mateix dia del congrés, Alfonso Guerra va sufocar amb mà de ferro una rebel·lió a la federació catalana del PSOE dels que es negaven a la desaparició del partit de Pablo Iglesias. La fórmula es va demostrar eficaç i va atorgar al Partit dels Socialistes de Catalunya una centralitat política indiscutible, vigent durant dècades.La fatiga en els materials humans i polítics utilitzats per mantenir un equilibri delicat en una societat catalana sempre en moviment ha acabat per fer estralls al PSC. El famós i maltractat tripartit va ser el paradigma dels límits d'aquest exercici meritori però esgotador d'intentar compatibilitzar els interessos nacionals a Catalunya amb les urgències tàctiques dels companys de Madrid.
L'accelerada sobiranista, assumida d'una manera molt àmplia entre la ciutadania després de l'ofensa del Tribunal Constitucional a la voluntat dels catalans de dotar-se d'un Estatut, ja per si mateix negociat a la baixa, ha provocat en el PSOE una reacció espanyolista molt aguda; exacerbada, potser, per la depressió subsegüent a l'etapa de Zapatero a la Moncloa. El cert és que avui en dia el principal problema del PSC és el PSOE, font inesgotable de desmentiments a les seves propostes; de la mateixa manera que els tímids posicionaments de Pere Navarro en el camp del dret a decidir són motiu de desgast per a Alfredo Pérez Rubalcaba a la resta d'Espanya.
Els dies dolços del milió i mig de vots a les eleccions generals i el milió cent mil a les autonòmiques són història. La marca del PSC amb parèntesi va acumular unes pèrdues de 600.000 vots en les últimes convocatòries. Tenint en compte la hipòtesi que els desafectes no són els mateixos en un cas i en l'altre, la magnitud de la pèrdua és incontestable. ¿Per què mantenir una associació i un programa superats? I no només electoralment (l'esperança del repunt és l'última cosa que perd un bon apparatchik) sinó al carrer, en l'agenda política catalana, obsessionada -agradi o no agradi- per la relació insatisfactòria entre Catalunya i l'Estat espanyol i, en conseqüència, per la solució del contenciós.
La vella fórmula va ser un èxit perquè responia a l'esperit d'una època determinada. Avui és una llosa insuportable per als dos socis. La credibilitat de cada un d'ells es ressent de tanta contradicció i tanta exhibició de la diferència davant dels nous temps. En primer lloc, s'haurà d'acceptar una veritat: el reconeixement o la negació del dret a decidir suposa una discrepància fonamental per mantenir una oferta conjunta, un abisme que no es pot trampejar amb discursos contemporitzadors. Després, constatar que els dos socis difereixen en la profunditat de la idea federal com a sortida del laberint. Finalment, comprovar la divergència en les prioritats estratègiques: el PSOE es presenta ancorat en el nacionalisme espanyol, bel·ligerant davant el dret a decidir, amb especial interès per taponar la sagnia de vots practicada pel PP i Ciutadans a la rereguarda espanyolista; el PSC té al seu davant el monumental repte de definir una alternativa d'esquerres i federalista en un espai sobiranista plural.
Els socialistes catalans s'enfronten a un escenari molt advers donada l'apropiació en exclusiva de drets col·lectius i processos encara oberts perpetrada pels independentistes; aquests, amb l'ajuda interessada del Partit Popular, han aconseguit confondre una de les possibles construccions estatals amb el mateix principi democràtic de la decisió. La maquinació conceptual complica l'empresa, fins al punt d'aconsellar l'alliberament de les dues sigles del parèntesi. Una ruptura intel·ligent de l'entesa actual atorgaria al nou PSC i al PSOE de sempre el marge de maniobra imprescindible per refer les credibilitats castigades i poder així complir els seus objectius. La socialdemocràcia compartida -i molt necessària per remuntar l'emergència de la crisi econòmica- oferiria una base sòlida per a una cooperació postelectoral molt més flexible.
Mentre un periodista pugui aconseguir de Ferraz una crítica o una diferència de criteri a una proposta de reforma constitucional del PSC, la força d'aquest per situar la idea d'una Catalunya federada en la categoria de solució creïble serà nul·la. Sentimentalment, pot entendre's la nostàlgia per l'encert dels fundadors. Ells sabrien veure que no és solament un problema de vots, sinó de fórmula. Els seus néts sembla que no.
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