dilluns, 16 de maig del 2016

FOTO DENÚNCIA ESPECIAL 16-05-2016

Amposta. Avinguda Catalunya. 

¿Recordeu que ara fa una setmana vaig denunciar que hi havia una obra de Sorea aturada just al davant de l'Institut Mèdic Amposta i que s'hi va estar tot el cap de setmana amb les molèsties que ocasionen sobre tot a la gent que té mobilitat reduïda, van amb cadires de rodes o bé a aquelles que porten cotxets de nadons? 
Algú em va dir (la setmana passada) que ja devia de portar al menys una setmana... 
Ja en són dues! Perquè l'obra segueix igual d'aturada.

Potser és que la volen fer durar per a batre el rècord de la Sagrada Família de Barcelona!! 
I l'Ajuntament d'Amposta, no té res que dir? És que a Sorea sé li permet tot? 

El tratado fantasma

ANTÓN LOSADA 

Con tanta opacidad y tanto secretismo el TTIP ya no es un tratado, se ha convertido en la verdadera “amenaza fantasma”

A nadie se le escapan las grandes oportunidades y posibilidades de nuevos mercados que ofrecería a nuestros productos y empresas un tratado de libre comercio con EEUU justo, eficiente y equilibrado. A nadie se le deben escapar las muchas ventajas que tendría para todos como consumidores un tratado que estimulase la lícita y libre competencia y favoreciese el comercio. Pero cuanto más sabemos menos parece el TTIP ser ese tratado sino más bien lo contrario.
Antes que un tratado de libre comercio parece un contrato para blindar a los grandes oligopolios. Antes que un acuerdo que busque liberalizar el comercio de manera efectiva y equilibrada para generar riqueza y crecimiento, abrir los mercados americanos y europeos a más y mejor competencia y asegurar nuestros derechos como consumidores y clientes, parece tratarse de un pacto orientado a mantener las posiciones de oligopolio de las grandes corporaciones y asegurar sus márgenes de beneficio, cerrar los mercados a cualquiera que no sea o no tenga unlobby, dificultar la entrada de cualquier nuevo competidor, rebajar los derechos laborales y vaciar los derechos de los consumidores o hacer extraordinariamente costoso su ejercicio y defensa.
Y tenemos que decir que lo parece porque tampoco lo sabemos a ciencia cierta. Con tanta opacidad y tanto secretismo el TTIP ya no es un tratado, se ha convertido en la verdadera “amenaza fantasma”. Invocar la necesaria discreción que requieren unas negociaciones para justificar la opacidad que envuelve al TTIP es un truco muy viejo que ya no cuela. Nuestras eléctricas, nuestras petroleras o nuestras telecos llevan haciéndonoslo décadas para imponernos las tarifas más altas del Europa o misteriosos déficit y deudas que nadie sabe de dónde vienen, pero tardaremos en pagar varias generaciones.
Sus defensores deberían situarse entre los primeros interesados en levantar el velo de silencio e ignorancia que rodea al TTIP, para poder defender abiertamente sus ventajas y fortalezas en el debate público
Sus defensores deberían situarse entre los primeros interesados en levantar el velo de silencio e ignorancia que rodea al TTIP, para poder defender abiertamente sus ventajas y fortalezas en el debate público. La opacidad es una enemiga de la democracia. Tras tanto secreto lo único que parece esconderse realmente es el objetivo de reconvertir elementos centrales de nuestros sistemas europeos de justicia, relaciones laborales, modelos productivos o regulación medio ambiental o de salud pública, para aproximarlos a los modelos y sistemas norteamericanos. Una decisión política que debe plantearse abiertamente y resolverse por medio del debate y la deliberación política y democrática. No puede, ni debe, colarse por la puerta de atrás de un supuesto tratado comercial, negociado y firmado por burócratas que nadie sabe ni por qué están ahí, ni a quién representan exactamente.
Si quieren cambiar nuestro modelo laboral, nuestro esquema de garantías de los derechos de los consumidores o nuestros estándares de protección del medio ambiente o la salud pública, están en su derecho. Pero para eso votamos programas y elegimos gobiernos, no firmamos tratados a ciegas.

diumenge, 15 de maig del 2016

TRES TREPIDANTES DÍAS POR LAS COMARCAS DEL MASTRAZGO DE TERUEL Y ‘ELS PORTS’ (CASTELLÓN). DÍA TERCERO

El restaurante El Faixero de Cinctorres, en la comarca de Els Ports, es uno de los más conocidos de la zona. Hacía años que tenía referencias de él por un párroco de Amposta hijo de aquel pueblo. El nombre del restaurante deriva del oficio más común de la población: el de confeccionar fajas para los labradores (faja=faixa, fajero=faixero). Esta actividad, que alguien puede presuponer que está en desuso, lo cierto es que ha tenido un auge considerable en los últimos años ya que forma parte de la indumentaria tanto de los muixeranguers como de los castellers y también del traje regional. De hecho, nuestra colla castellera Xiqüelos i Xiqüeles del Delta se provee de susodicha prenda en esta población.


Llegamos justo para sentarnos en la mesa. Guiados por la intuición y los escasos carteles informativos, aparcamos junto a la carretera de La Iglesuela, delante mismo del hotel que tiene el mismo nombre del restaurante. Por lo tanto, el restaurante no podía estar muy lejos. En la recepción del hotel nos indicaron que era el edificio contiguo, al otro lado de la calle. Al pasar por la carretera no habíamos visto el rótulo de entrada, seguramente por habernos fijado en el del hotel, mucho más visible. 
El restaurante tiene un amplio salón parcialmente dividido por una pared con amplias aperturas. Nos dieron la posibilidad de elegir entre varios menús y la carta. Optamos por el menú de cuchara con olleta cinctorrana y alubias con perdiz y chuletas a la brasa y manitas de cerdo de segundo. El postre también estaba elaborado en el propio establecimiento. No nos defraudó para nada. 

Enfrente de la entrada del restaurante una escultura evoca la figura del fajero. Detrás de la misma, pero dando la espalda a la carretera, la ermita de San Luis Beltrán (siglo XVII) y enseguida la plaza del Pou (pozo), ornamentada con una gran fuente de piedra. 
Nos adentramos en la calle Sant Josep (San José) para dirigirnos hacia el centro de la población. Pasamos por la casadels Capellans (de los curas) y posteriormente otra con un escudo nobiliario encima de la puerta: la casa del Fidebé. Al final de la calle encontramos el edificio del ayuntamiento popularmente conocido como Casa de la Vila (s. XV-XVI), des estilo gótico civil. Próximo a él, el imponente palacio de los Santjoans (s. XV) y de estilo gótico aragonés. Entre estos dos edificios se abre la plaza Vella (vieja). A pocos metros de dicha plaza, en una calle empinada, se encuentra el museo de la Faja. 

Rodeamos el palacio de los Santjoans y continuamos por una calle de un nivel más bajo que la mayor parte de la población, donde vimos algunas humildes viviendas muy antiguas com balcones de madera. Luego subimos hacia la plaza Nova (nueva) cuyo principal monumento es la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de estilo barroco (s. XVIII). Llaman la atención sus dos campanarios. Otro elemento destacable de la plaza es el peirón (o cruz de término) barroco, cuyo original era del siglo XV. 
Un callejón junto a la iglesia nos llevó a la carretera después de pasar por una plazoleta. Seguimos el trazado de la carretera y encontramos otra plazoleta, la del 9 de Febrer y que tiene una escultura que representa las 5 torres del escudo de la población.  Y desde allí al aparcamiento donde habíamos dejado el coche. 



http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/temadia/tipica-faja-traje-regional_281499.html 

http://www.cinctorres.es/ca 

https://es.wikipedia.org/wiki/Cinctorres 

http://www.elfaixero.net/ 






LES FOTOS DENÚNCIA DEL DIA 15-05-2016

Amposta. Parc dels Xiribecs. 

No hi ha cosa més inútil que una cosa que no funciona...
L'únic lavabo que hi ha en tot el parc no funciona... I des de fa molt de temps. 
I al bar del parc només n'hi ha un de mixte...

Crec que deu de ser cosa de l'ajuntament que funcioni, no?