diumenge, 26 de maig del 2013
Si mamas, no conduzcas
David Torres
Me dicen algunos lectores, no sin una pizca de maldad, que últimamente mi trabajo es muy sencillo, que día tras día el PP me da el artículo hecho. Aseguran que basta glosar una noticia cualquiera, unas declaraciones de Mariano o de Fátima Báñez, para salir a hombros por la puerta grande del columnismo. Yo suelo replicarles que es justo al revés, que no se puede competir con profesionales del humor, que sacarle punta a una perfecta idiotez es casi imposible. Por ejemplo, Ana Pastor, ministra de Fomento, ha dicho: “No se cerrarán estaciones, pero el tren no parará en ellas”. ¿Cómo superar eso? Le doy vueltas y más vueltas y no encuentro forma de meterle mano. Marxismo en estado puro, de la rama Groucho, de la rama Harpo y de la rama Chico.
Casi al mismo tiempo que la Pastor expectora esta obra maestra del absurdo, nos enteramos que el gobierno destinará 280.000 euros a restaurar el Valle de los Caídos. Para que luego digan que no hay continuismo con la gestión de Zapatero, cuando al plan E (de España) le sigue el plan F (de Franco). Y el mismo día, el Ayuntamiento de Madrid subvenciona con 42.000 euros una web de contactos. Esto demuestra la habilidad de reflejos del PP, que no sólo no le hace ascos a nada y es muy capaz de estar en misa y repicando, sino que hasta se atreve a promocionar el ligoteo bajo el patrocinio de Ana Botella.
Esta formidable capacidad de adaptación para vender al mismo tiempo un producto y su contrario pudo verse la semana pasada con la imagen de un cura a quien le estaban practicando una mamada al aire libre. Ocurrió en perfecta sintonía con el anuncio de la nueva ley de educación, como si el ministro Wert, mediante un guiño subliminal, quisiera recordar a padres y alumnos que estudiar religión también puede ser provechoso a la par que divertido. Por si fuera poco, la clase de educación parroquial tuvo lugar en una cuneta, y sólo hubiera faltado que el cura se apoyara en una señal de tráfico para que el gobierno inaugurase de paso el lema de la nueva campaña de Seguridad Vial: “Si mamas, no conduzcas”.
Sin embargo, en lugar de al cura de Churra (otro topónimo insuperable), María Seguí ha decidido poner como ejemplo a Miguel Ángel Rodríguez, que no sabemos si cuando jugaba a los coches de choque iba mamado, pero sí que iba bebido. Difícil elección porque la mujer tuvo que elegir entre media plantilla del Real Madrid y esa larga tradición de eses al volante con que el PP nos ha deleitado en los últimos tiempos y que va de Aznar y su botella (con minúsculas) a Nacho Uriarte, sin olvidar a Carromero, el único piloto del mundo capaz de, al mismo tiempo, hacerle sombra a Fernando Alonso y el trabajo sucio a Fidel.
En resumen, que mejor ir en tren. Aunque haya que tirarse en paracaídas.
Me dicen algunos lectores, no sin una pizca de maldad, que últimamente mi trabajo es muy sencillo, que día tras día el PP me da el artículo hecho. Aseguran que basta glosar una noticia cualquiera, unas declaraciones de Mariano o de Fátima Báñez, para salir a hombros por la puerta grande del columnismo. Yo suelo replicarles que es justo al revés, que no se puede competir con profesionales del humor, que sacarle punta a una perfecta idiotez es casi imposible. Por ejemplo, Ana Pastor, ministra de Fomento, ha dicho: “No se cerrarán estaciones, pero el tren no parará en ellas”. ¿Cómo superar eso? Le doy vueltas y más vueltas y no encuentro forma de meterle mano. Marxismo en estado puro, de la rama Groucho, de la rama Harpo y de la rama Chico.
Casi al mismo tiempo que la Pastor expectora esta obra maestra del absurdo, nos enteramos que el gobierno destinará 280.000 euros a restaurar el Valle de los Caídos. Para que luego digan que no hay continuismo con la gestión de Zapatero, cuando al plan E (de España) le sigue el plan F (de Franco). Y el mismo día, el Ayuntamiento de Madrid subvenciona con 42.000 euros una web de contactos. Esto demuestra la habilidad de reflejos del PP, que no sólo no le hace ascos a nada y es muy capaz de estar en misa y repicando, sino que hasta se atreve a promocionar el ligoteo bajo el patrocinio de Ana Botella.
Esta formidable capacidad de adaptación para vender al mismo tiempo un producto y su contrario pudo verse la semana pasada con la imagen de un cura a quien le estaban practicando una mamada al aire libre. Ocurrió en perfecta sintonía con el anuncio de la nueva ley de educación, como si el ministro Wert, mediante un guiño subliminal, quisiera recordar a padres y alumnos que estudiar religión también puede ser provechoso a la par que divertido. Por si fuera poco, la clase de educación parroquial tuvo lugar en una cuneta, y sólo hubiera faltado que el cura se apoyara en una señal de tráfico para que el gobierno inaugurase de paso el lema de la nueva campaña de Seguridad Vial: “Si mamas, no conduzcas”.
Sin embargo, en lugar de al cura de Churra (otro topónimo insuperable), María Seguí ha decidido poner como ejemplo a Miguel Ángel Rodríguez, que no sabemos si cuando jugaba a los coches de choque iba mamado, pero sí que iba bebido. Difícil elección porque la mujer tuvo que elegir entre media plantilla del Real Madrid y esa larga tradición de eses al volante con que el PP nos ha deleitado en los últimos tiempos y que va de Aznar y su botella (con minúsculas) a Nacho Uriarte, sin olvidar a Carromero, el único piloto del mundo capaz de, al mismo tiempo, hacerle sombra a Fernando Alonso y el trabajo sucio a Fidel.
En resumen, que mejor ir en tren. Aunque haya que tirarse en paracaídas.
dissabte, 25 de maig del 2013
EL PARTIDO ARAGONÉS REGIONALISTA (PAR)
El PAR és un d’aquells partits que,
en altres temps, l’haurien qualificat de frontissa (bisagra) No
forma part del grup que es considerarien gran partits, però que, de vegades
són imprescindibles a l’hora de forma govern, sobre tot quan els partits
grans no treuen majoria absoluta. De vegades són simples comparses amb
nul·la o poca incidència en l’acció de govern, però en altres casos són
determinants a l’hora d’aplicar determinades polítiques.
I per què vull parlar del PAR? Perquè
tothom apunta el PP a l’hora de culpar-lo de les polítiques lingüístiques,
però a l’Aragó, els regionalistes tenen idèntica culpa a l’hora de voler
suprimir tot vestigi de català de la seva comunitat.
Per als partits de dretes, ja siguin
nacionalistes espanyols o regionalistes, tradicionalment, s’han mostrat
contraris a tot allò que representa el fet català i, la llengua és, possiblement,
el seu tret més característic.
Al País Valencià, fins i tot molt abans
del PP, l’oposició frontal al català va ser cosa de Unió Valenciana amb
Vicente González Lizondo al seu capdavant. Se tracta, evidentment, d’un
partit blavero o blaver (podeu triar vatros mateixos)
Sense conèixer en profunditat el PAR,
he observat un cert canvi de tendència respecte a anys anteriors. Fem memòria.
L’any 2000 podria considerar-se com
a l’any de la gran revifada del moviment transvasista.
L’Aragó, però sobre tot les Terres de
l’Ebre, van veure amenaçat el seu futur de portar-se a terme el que preveia
el Pla Hidrològic Nacional (PHN): el transvasament de 1.045 H3 d’aigua
del riu Ebre cap a les comunitats de València, Múrcia i, en menor mesura,
Andalusia (Almeria)
Des de l’Aragó es defensaven els drets
històrics que deien posseir sobre l’aigua de l’Ebre segons el seu estatut
d’autonomia. Els membres de la Plataforma en Defensa de l’Ebre, tot i
conèixer aquest fet, ja els hi anava (ens anava) bé, perquè eren veus que
sé sumaven a la lluita anti-transvasista. Malgrat tot, més d’un com es
van mostrar recelosos per les seves intencions, ja que eren perfectament
conscients de que, una vegada aturar el transvasament, reclamarien aigua
per a l’Aragó.
Però en aquell temps l’enemic era comú:
el PP. Per tant, també el PAR buscava suports entre els catalans. De totes
maneres, quina diferència amb altres partits com la Chunta Aragonesista
que s’oposaven al PHN i també al Pacte de l’Aigua de l’Aragó (que així
s’anomenava)
Una vegada derogat el PHN (l’amenaça
anti-transvasista continua ben viva) i passat el període de govern socialista
(amb qui van pactar sovint), als del PAR no els hi ha tremolat el pols
a l’hora de pactar amb el PP, encara que, sovint, hagi segut per motius
tan populistes i electoralistes, com el d’arraconar el català del seu
territori.
Voler fer desaparèixer un idioma, encara
que sigui canviant-li el nom, denota una manca de sensibilitat cap a una
zona que, històricament, ha mirat més cap a Catalunya que cap a Saragossa,
la seva seu administrativa. Potser per això volen imposar-los el castellà,
una llengua d’unió i no d’imposició (segons el borbó) Llàstima
que als seus súbdits, aquestes paraules els importi un rave i en facin
cas omís i l’ús que creuen oportú.
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