dilluns, 11 de novembre del 2013

La asignatura pendiente de la laicidad

Victorino Mayoral
Exdiputado al Congreso (Grupo Parlamentario Socialista)

El PSOE debe partir de un ideario sobre la laicidad acorde con su rica tradición, sin pedir perdón por las culpas históricas de otros, ni acudir a inspiraciones o préstamos ideológicos de grupos de carácter confesional o filo confesional particular alguno, internos o externos. La laicidad, un movimiento ideológico de carácter transversal surgido de la Ilustración, la secularización y las grandes corrientes y movimientos culturales, políticos y sociales liberales y socialistas de los siglos XIX y XX, ha aportado a nuestra civilización conquistas que hoy son irrenunciables: el reconocimiento de la libertad de conciencia y sus manifestaciones religiosas o ideológicas, la autonomía moral y autogobierno personal de todos los seres humanos, asi como la autonomía y autogobierno de la sociedad civil fundamentado en el principio democrático de la soberanía popular expresada mediante la ley civil.
La laicidad ha sido la matriz de la democracia moderna y del Estado de Derecho constitucional y ha acuñado la figura de la moderna ciudadanía dotada de derechos civiles preservados de intromisiones ilegitimas gracias a la no confusión entre poderes religiosos y políticos y a la neutralidad de los poderes públicos ante las convicciones religiosas, morales o filosóficas de todas las personas. Aquellas sociedades que hoy son más libres, tolerantes y pluralistas se lo deben al impulso del laicismo. El PSOE a lo largo de su prolongada historia ha figurado entre los movimientos impulsores de la laicidad y en la implantación de un Estado laico en España. Como organización política ha tenido una orientación ideológica y un compromiso identificado con los valores y grandes objetivos de la laicidad, lo que le ha acarreado la permanente animadversión del integrismo confesional.
Es al Estado constitucionalmente laico a quien corresponde establecer, sin subordinarse a intereses particulares de confesión alguna, las normas de convivencia que exige la paz social en una sociedad caracterizada por la diversidad y el pluralismo religioso, moral, filosófico y cultural, asi como dictar las leyes que hagan posible la convivencia y el respeto a las convicciones y creencias de todos. Pero esto no es posible todavía en España, porque aún pende la resolución de un problema eminentemente político, cual es el despliegue sin cortapisas de la laicidad del Estado, reconocido como uno de los principios de la vigente Constitución. Las raíces de este problema se encuentran en la pervivencia de restos de una prolongada confesionalidad de Estado o en las costumbres heredadas. Pero el obstáculo fundamental reside en importantes cláusulas de los Acuerdos suscritos con la Santa Sede de 1979 que limitan y condicionan la efectividad de la laicidad posible según nuestra Constitución.
Ante este problema capital, el PSOE tiene que optar por alguna de las siguientes soluciones: a) Mantener las cosas como están y no tocar los Acuerdos, como sostienen algunos sectores conservadores internos. Esto significa hacer dejación de la soberanía del Estado y aceptar la limitación del poder público en relación a la laicidad realizable conforme a la Constitución. Se trata de un camino ya probado que no va a parte alguna y repetidamente ensayado respecto al Acuerdo sobre Educación, con resultado negativo para las modificaciones propuestas por el gobierno socialista derogadas por el Tribunal Supremo a instancia de la Iglesia.
b) Denunciar los Acuerdos para su derogación total, considerando que la mejor opción es su no existencia. Significaría que no hay diálogo posible, o ha sido agotado con la Iglesia todo intento de modificación negociada de los cambios necesarios. Siempre es aconsejable buscar soluciones menos conflictivas, pero esta es la que propone una parte de la opinión pública y de la militancia socialista, cansada de la resistencia de la Iglesia al más mínimo cambio y de la inoperancia y de los aplazamientos de los gobiernos del PSOE para abordar reformas de los Acuerdos consideradas imprescindibles.
c) Revisar a fondo todos los Acuerdos eliminando aquellas cláusulas que resultan incompatibles con la laicidad constitucional. Pese a lo que algunos "posibilistas" creen se trata de la solución más razonable para cambiar un estado de cosas realmente inaceptable. Debe ser planteada por iniciativa del Gobierno a la Iglesia, cuyo interés en principio será no asumir ningún cambio que afecte al conjunto de sus intereses. A iniciativa del Gobierno porque es cuestión que se sitúa bajo su responsabilidad exclusiva, pues a él corresponde la solución de viejos pleitos relacionados con los derechos civiles de muchos de sus ciudadanos y evitar la no vigencia de principios constitucionales fundamento de nuestro Estado de Derecho.
La Conferencia Política debe tomar una clara decisión sobre el compromiso que se asume, de modo que la modificación de los Acuerdos no venga condicionado luego por letra pequeña que permita dilaciones o interpretaciones reduccionistas. Existen dos Acuerdos cuya revisión es necesario abordar lo antes posible por las situaciones insostenibles que originan; el de Enseñanza, por la reiteración de conflictos irresolubles y de continuos vaivenes regulatorios que ocasionan varias de sus cláusulas relacionadas con privilegios anacrónicos que se otorgan a la Religión Católica en los planes de estudio y en los centros escolares públicos. El de Financiación, mediante asignación tributaria (calificada por algunos como participación de la Iglesia en los ingresos del Estado) porque como se dice en la Ponencia "solo se puede aceptar transitoriamente". Pero tal transitoriedad, prolongada años pasados por una decisión socialista, dura ya 34 años, sin que la Iglesia tampoco haya manifestado el más mínimo interés en cumplir el compromiso que asumió para buscar los recursos que le permitan su autofinanciación.
Respecto al Acuerdo sobre asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas se propone en la Ponencia la renuncia unilateral del Estado a intervenir en el nombramiento del Arzobispo Vicario General Castrense, pero sin plantearse la supresión de tal cargo ni la consiguiente modificación del Acuerdo del que deriva su existencia. Lo que no parece coherente, pues no solo se mantendría intacto tal Vicariato —una diócesis jurídicamente existente gracias al Acuerdo que la establece sobre una institución del Estado como es el Ejercito— sino que se incrementaría la libertad de la Iglesia para situar en tal cargo a quien ella discrecionalmente dispusiera, permaneciendo sin modificar todo el sistema organizativo, de personal, financiación y privilegios de los que goza la asistencia religiosa católica, muy superior a cualquier otra confesión que tenga Convenio con el Estado.
La elaboración de una futura ley de Libertad Religiosa no debe ser condición previa necesaria para proceder a revisar los Acuerdos con la Santa Sede. El compromiso de aprobar tal Ley fue ya aplazado en la ultima legislatura socialista. Ahora se dice que será la aprobación de tal futura ley "la que permita identificar aquellos puntos donde los Acuerdos vigentes... deberán adecuarse a la futura Ley orgánica de libertad de conciencia y religión". Pero hoy ya sabemos sobradamente cuales son las cláusulas de los Acuerdos antes citados que deben ser modificadas. No por su inadecuación a una ley futura cuyo contenido se desconoce sino por las contradicciones ya conocidas que suponen respecto a principios de laicidad constitucional. Estando en la oposición, lo que ahora se demanda al PSOE no es la elaboración de otra Ley que no puede aprobar en las Cortes, sino que defina y exprese con claridad en su Conferencia Política las líneas maestras, los contenidos básicos y los tiempos para realizar en este terreno una política programada de cambios que, según la mayoría de las encuestas de opinión conocidas, gozaría de un fuerte apoyo popular y de sus afiliados y votantes. Estos cambios los debe asumir y llevar adelante el PSOE en colaboración con todos aquellos sectores sociales, culturales y políticos deseosos de que el Estado laico no quede este otra vez incompleto y frustrado. El compromiso de revisión de los Acuerdos con el Vaticano fue adoptado en el Congreso del PSOE celebrado en Sevilla en 2012 y posteriormente reflejado en una iniciativa parlamentaria presentada en el Congreso de los Diputados. La Conferencia Política debe proceder al estudio riguroso y a la concreción clara de las medidas que para tal revisión de los Acuerdos deberían incluirse en el próximo Programa electoral. Precisamente porque se ha de ser conscientes de que se trata de una iniciativa política de gran importancia, de aquellas que requieren fundamentación y explicación rigurosa de las razones por las que se adoptan y el alcance de su contenido, así como del efecto de su anuncio como compromiso explícito ante la opinión publica.

diumenge, 10 de novembre del 2013

FINS ALS NASSOS DE LA TRESORERIA

De vegades, quan es parla de la Tresoreria, es tendeix a confondre amb Hisenda i, quan es parla d’Hisenda, normalment, es refereix a l’Agència Estatal d’Administració Tributària (l’AEAT)
La Tresoreria General de la Seguretat Social és un òrgan depenent del Ministeri de Treball que s’ocupa dels treballadors en actiu: altes i baixes laborals, tant d’assalariats con autònoms, cotitzacions, etc.
Per algú que no conegui el tema, pot resultar una mica enrevessat. Però anem a complicar-lo una mica més encara. Què és la FNMT? Són les sigles de la Fàbrica Nacional de Moneda i Timbre, la que, fins fa relativament poc s’ocupava d’elaborar els bitllets i monedes de curs legal, segells, medalles commemoratives i monedes per a col·leccionistes. Amb la desaparició de la pesseta, la FNMT ja no emet paper moneda, ni moneda, però ara té una altra funció que, en principi res té que veure amb la seva activitat habitual: fa d’entitat certificadora, es a dir, per mig d’aquest ens, l’usuari (ja sigui persona física, jurídica i fins i tot no tenir personalitat jurídica) pot demanar un certificat d’usuari (o firma digital o empremta digital) per a poder operar per Internet. Val a dir que la FNMT no és l’únic organisme certificador, n’hi ha d’altres com per exemple l’Idcat de la Generalitat de Catalunya o el DNI electrònic, encara que a la pràctica ha estat infrautilitzat.  
Al mes de gener de 2011, l’AEAT fa començar una campanya per a que totes les persones jurídiques (es a dir, empreses, ja siguin SA, SL, SAT’s, cooperatives, etc.) haguessin de posseir obligatòriament el certificat digital. A l’AEAT, com no podia ser d’una altra manera, s’usa el de la FNMT i, per tant, a tota la seva xarxa d’oficines, es fan les corresponents acreditacions. La campanya es va perllongar durant més de 2 anys a una mitjana de 200 acreditacions mensuals, aproximadament. La finalitat és que, a partir de la inclusió al sistema NEO (Notificacions Electròniques Obligatòries), reben totes les comunicacions, requeriments, expedients sancionadors, etc. telemàticament.
Fa relativament poc, la Tresoreria també va iniciar una campanya per a que totes aquelles empreses amb treballadors hagin de tramitar tota la documentació per Internet, així com rebre les comunicacions i d’altres que els hi pot enviar l’organisme. Aquí s’ha anomenat sistema RED. La majoria de feina ja la tenien feta, però sempre quedava algú que no ho tenia.
Però en lloc de fer-se-la ells, van optar per enviar els seus usuaris a l’AEAT perquè es fes allí les corresponents acreditacions electròniques amb l’excusa que la Tresoreria només podia atendre les sol·licituds de les persones físiques.
I jo pregunto: Si fan el de les persones físiques, perquè no poden fer la resta? En tot cas, que haguessin demanat tenir la corresponent aplicació, no?
A sobre, moltes de les persones físiques que tenien l’obligació d’estar al sistema RED, venien a l’AEAT per a tramitar la sol·licitud i, fins i tot, et comentaven que quan demanaven informació per veure on es podia fer el tràmit, un dels llocs eren les oficines de l’Agència Tributària. Inaudit!
Només espero que si per Nadal es reparteixen cistelles o alguna gratificació extra, se’n recordin de nosaltres com a mostra d’agraïment per la nostra col·laboració desinteressada.

XIQÜELOS I XIQÜELES DEL DELTA. Barri de Ferreries (Tortosa) I































Siempre que el PSOE se hunde nace una Nueva Izquierda

Juan Carlos Monedero

Invariable. Con la precisión de un reloj suizo hecho en China. Con escrupulosa exactitud. No falla (aunque sea barato).  Basta la marca. Lo decía Galbraith: la memoria de los timos piramidales dura una generación. Aquí, con tan poca memoria para la historia democrática, olvidamos también más deprisa. Y ahí tenemos otra vez el mismo guión gastado. Ahora esa izquierda dice que es abierta. Antesdeayer, carrillista. Ayer era el PDNI. De ahí vino Diego López Garrido. El que dijo como portavoz del PSOE que no hacía falta someter a referéndum la reforma del artículo 135. El derecho constitucional también es muy abierto. Como esa izquierda. Lejos de nosotros la funesta manía del chiste fácil.
Cada vez que al PSOE le crujen las costuras surge una Nueva Izquierda. De sus crisis, el PSOE no sale nunca por la izquierda, con una propuesta ideológica que logre enamorar a una ciudadanía hastiada de las mismas caras diciendo lo mismo o caras diferentes diciendo igualmente lo mismo. De las crisis sale renunciando al marxismo, defenestrando a Borrel, gritando a los cuatro vientos su fe atlantista y europeísta y, sobre todo, trayendo a sus filas a gentes provenientes del entorno ideológico allende sus filas. Vamos, del entorno del PCE y, ahora, de Izquierda Unida. Si sube la izquierda no socialdemócrata ¿para qué demonios hicimos una transición y una ley electoral tan amañada?
Ahora entendemos mejor el artículo de Baltasar Garzón defendiendo a Felipe González y la Transición. Estas cosas se anuncian un día pero se gestionan paso a paso. Siempre hay que hacer gestos de buena voluntad. Entonces, viene el juez Garzón y dice que Felipe González ya no es Mister X sino que es un hombre preclaro de esos que aparecen solamente una vez cada cien años. Como decía Neruda de Bolívar. Y de paso, rescata también a Fraga. Las estrellas brillan mucho porque están acabándose. Por eso, con una mano exhumas fosas y con la otra insultas la memoria de las víctimas –las que murieron luchando contra el fascismo y su promesa de dictadura- diciendo que Fraga nos hizo a todos más demócratas. Así no salimos del foso en el que estamos.
Por qué Llamazares deja a su “entorno” hacer todo esto no lo entiendo. Es uno de los escasos referentes de la izquierda, pero parece empeñado en tirar por la borda lo construido. Los intentos desesperados del “entorno” por hacerse un hueco terminan dando la sensación de que él también está desesperado. Aunque en estos asuntos, hablar del “entorno” es peligroso. Por culpa del entorno se cerraron periódicos y se encarceló y torturó a gente. Luego vinieron los jueces europeos a decirnos que eso no se hace. Pero esa Europa es menos atractiva. No entiende nuestros entornos. Los entornos son lábiles, como la opinión pública, la mayoría silenciosa o la intención de voto. Cambian con el viento. ¿Cómo que el rector de la UCM, José Carrillo, se acerca al PSOE? No. Siempre lo ha sido. ¿Cómo es que se acerca al PSOE quien ha sido asesor del PSOE? Es curioso ver cómo los que ya estaban vuelven a estar sin haberse ido. Bucles curiosos. ¿Por qué no anunciar que Rubalcaba vuelve al partido? Las necesidades de los entornos todo lo enturbian. Estas cosas siempre se pactan en grupo. En un momento de crisis tan recia ¿tiene nadie derecho a ser tan chapucero? Los entornos ya no son lo que eran. Enrique Curiel se hizo enterrar con la bandera del Partido Comunista. El PSOE no le dejó ser diputado pese a habérselo prometido. La dirección del PCE no fue al sepelio. El PSOE traicionó sus promesas. ¿Es que no vemos que tenemos que cambiar esta manera de hacer política?
Claro que hay que unir a la izquierda. En eso anda buena parte de la gente decente de este país. Pero operaciones de mercadotecnia como la que ha puesto en marcha el “entorno de Llamazares” frenan los análisis e impiden la autocrítica. Cansa.  ¿Otra vez darle cuerda a un PSOE cuya máxima renovación viene de gente que nunca ha trabajado fuera de la política -basta mirar los cambios en Andalucía- o de gente que desde hace décadas está trabajando en la política? Con esta dirección del PSOE que firmó con el PP la reforma del artículo 135 y no ha mostrado ni asomo de enfrentar radicalmente a la Troika ¿qué lejos quiere llegar nadie que se sitúe en espacios reales de transformación? Otra vez, como viene siendo común desde 1975, el PSOE se alimenta ideológicamente sólo del miedo que despierta el PP. El fin del guión suena manido: los dos grandes partidos pactando la continuación del bipartidismo, la sumisión a los mandatos europeos, la continuación del Concordato, los recortes sociales, las leyes contra los inmigrantes o la defenestración de los federalistas (que Alfonso Guerra ya ha hablado). ¿O no llevamos 30 años diciéndole al PSOE que los asuntos de España se solventaban de manera federal?  Maldita mala memoria.
El que no haya ido a votar con la nariz tapada nunca que tire la primera piedra. O que vuelva a tocar la misma puerta donde viven los que no pueden sino volver a hacer lo mismo que vienen haciendo. ¿O alguien cree que basta estar fuera del poder para realmente cambiar los presupuestos ideológicos? Esos los cambian la necesidad de los pueblos. Anden pues con cuidado: de tanto taparse la nariz al final surgen graves problemas respiratorios que pagamos todos.