diumenge, 1 de maig del 2016

La situación del Partido Socialista en Francia (y en España)

Vicenç Navarro. Autor del libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015
Una de las noticias que llegan al público español a través de los mayores rotativos y grandes cadenas de televisión es que Francia está viviendo una situación de gran agitación social, dirigida en parte por los mayores sindicatos y los mayores movimientos sociales de sensibilidad progresista, que gozan de un considerable apoyo, muy en particular entre los jóvenes, que han iniciado un movimiento muy semejante al movimiento de los indignados en España que se está extendiendo por todo el país.
La causa inmediata de esta agitación social ha sido la propuesta de reforma laboral del gobierno socialista del Sr. Hollande (uno de los presidentes menos populares que haya tenido aquel país), una reforma que, en muchos aspectos, parece inspirarse en la reforma laboral del gobierno del PP, presidido por el Sr. Rajoy, que fue, en su día, iniciada por el gobierno socialista del PSOE, presidido por el Sr. Zapatero. Las principales características de esta reforma son que facilita el despido de los trabajadores por parte de los empresarios (lo que se define como facilitar la “flexibilidad” del mercado de trabajo) y descentraliza los convenios colectivos a nivel de empresa, además de otras medidas que debilitan a los convenios colectivos y a los sindicatos. El argumento que se utiliza para justificar esta reforma es el de que el elevado desempleo en Francia, un 10,4% (Fuente: EUROSTAT, Unemployment rate by sex and age, annual average, %), es atribuible a la excesiva rigidez del mercado de trabajo, reproduciendo el argumentario que tanto el PSOE como el PP (y ahora también Ciudadanos) han estado promoviendo en España. Tales prácticas asumen que dicha supuesta rigidez hace muy difícil para los jóvenes entrar en el mercado de trabajo, permaneciendo como “outsiders” frente a los “insiders”, que son los que tienen trabajos fijos. La propuesta del contrato único de Ciudadanos (a la que ni siquiera el PP se atrevió) aparece en forma modificada en el pacto PSOE-C’s.
Apoyando tales medidas están la patronal así como las grandes empresas, tanto de carácter financiero como las empresas manufactureras y de servicios (el IBEX-35 francés). Y, como era de esperar, el establishment académico e intelectual de las llamadas “ciencias” económicas están promoviendo esa reforma laboral a través de los medios de información y persuasión financiados por aquellas empresas. Entre tales economistas del establishment están el que fue  economista en jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Sr. Olivier Blanchard, y el Premio Nobel de Economía, el Sr. Jean Tirole.
Oponiéndose a estas medidas están, además de los mayores sindicatos (como la CGT), los mayores movimientos sociales progresistas, los partidos de izquierdas -incluyendo la izquierda del Partido Socialista (un sector que ha dejado de existir dentro del PSOE, como se muestra con el apoyo del guerrismo al pacto PSOE-C’s) y los supuestos beneficiarios de la reforma, los jóvenes, que han iniciado el movimiento 15-M en Francia. En el mundo académico económico Thomas Piketty, que ha sido asesor de Podemos, se opone a tales reformas, acentuando que el elevado desempleo en Francia tiene mucho más que ver con la falta de crecimiento económico que con las supuestas rigideces del mercado de trabajo, tal como unas pocas voces críticas con la sabiduría convencional del pensamiento económico neoliberal (dominante en el establishment financiero-político-mediático español) hemos estado acentuando en España (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015).
El neoliberalismo del Partido Socialista francés (y del español)
En realidad, el ejemplo de España no puede ser más convincente de la veracidad de este diagnóstico: las reformas laborales del PSOE y del PP (apoyadas por C’s) han tenido un impacto sumamente negativo en el mercado de trabajo, sin que ello haya significado un descenso notable del desempleo. En realidad, lo que ha ocurrido ha sido un deterioro de la calidad de todo el empleo y un descenso salarial muy notable, el cual ha contribuido al descenso de la demanda y, con ello, a la ausencia de crecimiento económico. Como bien propone Thomas Piketty, lo que se necesita es un gran estímulo económico que, en contra de lo que la sabiduría convencional neoliberal indica, es  posible, incluso dentro de la limitadísima (casi inexistente) democracia que rige hoy el sistema de gobernanza de la Eurozona.
En contra de lo que asume el mensaje profundamente conservador neoliberal, que insiste que no hay otras alternativas, la experiencia muestra que sí las hay. Y ahí está el gran error histórico del PSOE: aliarse con Ciudadanos, que es un partido neoliberal, instrumento promovido por el establishment financiero-económico del país, cuando podría haberse aliado con los partidos de izquierdas. Si hoy en España el PSOE hubiera escogido aliarse con las izquierdas y con el PNV, con la más que probable abstención de ERC y Democràcia i Llibertat, hoy tal cambio podría haber ocurrido, rompiendo con las profundamente dañinas políticas de austeridad y las reformas laborales que están deteriorando el nivel de vida de las clases populares. Y un tanto igual ocurre en Francia. El problema es el maridaje y complicidad de los aparatos del Partido Socialista francés y español con los establishments económicos y financieros que dominan su comportamiento.
La diferencia del Partido Socialista francés con el Partido Socialista español
Una diferencia entre los dos partidos socialistas es que, frente a la uniformidad del partido español, el francés tiene una variedad interna, con una izquierda dentro de él que, además de tener amplia presencia institucional, tiene también voz propia, con figuras bien conocidas que no tienen reservas en expresar su desacuerdo, situación que es impensable en el PSOE de hoy. Las diferencias entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, las dos posiciones polares dentro del socialismo español, coinciden plenamente en su compromiso continuista con el neoliberalismo y su visión socioliberal (que quiere decir la visión light del liberalismo, frente a la heavy, presente en Ciudadanos). Ninguno de ellos ha hecho ninguna autocrítica de las políticas del gobierno Zapatero, que iniciaron las reformas laborales y los recortes de gasto público que causaron el gran bajón de la demanda doméstica y provocaron la Gran Recesión.
Hoy, el PSOE no tiene un sector crítico de izquierdas, como aparentaba ser el guerrismo. El patético apoyo al pacto PSOE-Ciudadanos, y su gran hostilidad hacia Podemos y otros sectores de las izquierdas, es un indicador más de que es un nuevo sector dócil y servil al aparato de tal partido.
En cambio, un elemento político a tener en cuenta es la renovación de la dirección de la UGT, históricamente próxima al PSOE pero que probablemente cambie de postura con la nueva secretaría general, más cercana a las fuerzas emergentes y más sensible a la redefinición de España, y que contribuya a una segunda Transición, pasando de una democracia de escasa calidad, con un gran retraso social y con una visión uninacional, a otra más democrática, más participativa, más justa y más plurinacional.

En realidad el gran reto, tanto en Francia como en España, es cómo los nuevos movimientos, claramente pro-democráticos y anti-establishment, serán recibidos por los sindicatos y los movimientos sociales más tradicionales. En España ha sido uno de casi hostilidad, aunque signos de cambios parecen aparecer. En Francia esta relación es todavía inexistente. Las últimas huelgas y los últimos movimientos de protesta frente a la reforma laboral, liderados por los sindicatos, fueron acompañados por el surgimiento del movimiento francés 15M. Es fundamental que los dos movimientos se entiendan. De que lo hagan o no depende el futuro de Francia. Así de claro.

dissabte, 30 d’abril del 2016

EL FILÓ DE LA LLENGUA

Pràcticament tots els partits polítics han trobat amb al llengua un autèntic filó a l’hora d’aconseguir vots. Ara bé, no tos els partits l’usen de la mateixa manera i també depèn de les comunitats autònomes.
Per a fer un ús partidista de la llengua, la primera condició que s’ha de donar és que a la pròpia comunitat hi hagi més d’una llengua oficial. De no ser així, evidentment, no hi ha cap tipus de polèmica.
Posaré d’exemple tres comunitats on, de diferents maneres, podem trobar casos significatius d’aquest ús partidista del que vull parlar: València, l’Aragó i Catalunya.
A València és dóna el cas més significatiu. Fixeu-vos que aquí s’ha canviat el nom de la llengua: el català de València va passar a dir-se valencià. És cert que hi ha matisos propis i paraules que només es diuen allí, però això passa a tot arreu. A les Terres de l’Ebre per exemple, diem got en lloc de vas, granera en lloc d’escombra, escurar en lloc de netejar els plats, natros i vatros en lloc de nosaltres i vosaltres... I no per això al català d’aquí l’anomenem oficialment tortosí o ebrenc. En tot cas estaríem parlant d’un dialecte, mai com una llengua diferenciada, tal com s’ha vet a València.
La primera controvèrsia amb el català a València va sorgir de la ma del partit Unió Valenciana de Vicente González Lizondo. Quan aquest partit donava els darrers cops de cua, el PP va aprofitar l’ocasió i a part d’incorporar a molts dels seus militants,també va assumir la mateixa política lingüística, endimoniant tot allò que tenia que veure amb el català (entitats, mitjans de comunicació...) Unió Cultural del País Valencià d’Eliseu Ciment va passar pràcticament al ostracisme i les emissions de la televisió catalana es van haver de tancar contra la voluntat dels seus impulsors a base de lleis i multes.
Amb un PP valencià en plena descomposició pels casos de corrupció, ara, qui ha agafat el testimoni de la ma del PP ha estat Ciudadanos de la ma de Carolina Punset i companyia (Carolina Punto Siete que l’anomena Xavi Castillo)
La parla catalana a l’Aragó no més ocupa el petit territori anomenat la Franja què, si fa o no fa, és el limítrof amb el Principat. De tot aquest territori, el que més conec és la comarca del Matarranya, veïna de la nostra Terra Alta.
Fa uns anys, el PP d’Aragó va voler rebatejar la llengua catalana que es parla dintre del seu territori, però com que no la podia anomenar aragonès (l’aragonès és un idioma diferenciat que pràcticament no el parla ningú en l’actualitat), no se’ls va ocórrer res més que inventar-se una nova denominació que va fer posar els pèls de punta als lingüistes: Lengua Aragonesa Propia de l’Área Oriental (LAPAO) Afortunadament l’arribada del PSOE a la majoria de les institucions va eliminar l’aberració.
Però si algú pensa que el conflicte de la llengua s’ha acabat a l’Aragó, està molt equivocat. Ara és el Partido Aragonés Regionalista (PAR) el que vol suprimir tots els vestigis de català de la seva comunitat. No és fàcil fer-ho, però a força de paciència i temps, no és impossible.
Acabarem el viatge pels territoris peninsulars que un dia van conformar la Corona d’Aragó a Catalunya. A priori es podria pensar que aquí no hi hauria d’haver cap problema, però el hi ha. I tant que el hi ha...
Tot i que des de fa anys es va fer una llei de política lingüística que semblava que deixava les coses molt clares, hi ha partits que són reticents a acceptar-la i demanen que hagi més quotes de castellà per tot arreu: escola, mitjans de comunicació... Fins i tot els diputats d’aquests partits (PP i C’s) solen usar amb certa freqüència el castellà al Parlament com un gest de rebel•lia i, també, per a quedar bé de cara els seus votants.
Si un dia aquests partits arribessin a governar Catalunya estic segur que, al menys, s’equipararia l’ús del castellà amb el del català.
Però també hi ha qui faria tot el contrari. Fa com un mes, un grup de lingüistes agrupats baix la denominació de grup Koiné van signar un manifest on es reclamava que el català fos l’única llengua oficial a Catalunya. Alguns membres del grup que han sortit als mitjans de comunicació han negat que fossin tant taxatius i que el manifest només buscava sensibilitzar a la societat catalana per a què el català seguís sent la principal llengua, però tenint el castellà com a cooficial.
Jo no em vaig llegir el manifest, però tots els periodistes que ho van fer el van interpretar malament? No serà què després de la polèmica suscitada s’ha fet ús del vell recurs d’haver estat mal interpretats?  
Tot sigui per esgarrapar uns vots... De vegades molts!!        

LA FOTO DENÚNCIA DEL DIA 30-04-2016

 Amposta. Carrer Amèrica.

Mireu pel retrovisor del meu cotxe...

Què veieu?

Amplio la foto?


Un cotxe aparcat en doble fila (amb la conductora y una altra persona de xarreta) dificultant la visió per a sortir de l'aparcament. 

DELTA DE L'EBRE. AMPOSTA (3)