dimarts, 10 de desembre del 2013

Purga a Hisenda

Des que Cristóbal Montoro és ministre d'Hisenda, 320 alts càrrecs de l'Agència Tributària han estat rellevats, dimitits o convidats a anar-se'n. Montoro fa gairebé dos anys que està en el càrrec, així que parlem d'una purga cada 60 hores, més o menys. És una caça de bruixes, com ha deixat clar el mateix ministre amb aquella sinceritat dels que se senten impunes: els destitueix per «socialistes». Aquella promesa electoral de «despolititzar l'Administració» era això.
Els suposats socialistes a qui Montoro envia a fer passadissos són tècnics que tenen el mal costum de fer la feina amb professionalitat i independència, sense obeir consignes polítiques. Com la inspectora que va ser destituïda per intentar sancionar amb 450 milions d'euros Cemex, una multinacional del ciment que va declarar pèrdues fictícies fins i tot en els anys de la bombolla immobiliària. O el seu cap, que va dimitir perquè la seva purga li semblava impresentable. O els cinc alts càrrecs que han estat rellevats aquests dies. O la cúpula de l'oficina antifrau, els que feien els informes sobre la Gürtel; una unitat desmantellada només d'arribar el PP a la Moncloa. En el súmmum de la persecució política, diversos dels últims purgats són alts càrrecs que el mateix ministre havia nomenat fa menys de dos anys. El socialisme, com la conspiració judeomaçònica d'abans, s'infiltra fins i tot en les millors famílies.

Una gestió desastrosa

L'escàndol d'aquests dies a l'Agència Tributària només és l'última gota d'una gestió desastrosa per part d'un ministre que s'està carregant una de les poques institucions que encara semblaven netes. La primera decisió de Montoro, així que va arribar al càrrec, va ser aprovar una amnistia fiscal a preu de saldo. Aquells delinqüents que havien defraudat el fisc es van poder quedar el botí entregant únicament un 10% dels diners robats. Ni un treballador amb el salari mínim paga en impostos un percentatge tan baix.
L'amnistia va deixar clara la teoria: no tothom és igual davant el fisc. El dia a dia de Montoro ho està demostrant en la pràctica amb afers com la denúncia per part dels tècnics del misteriós assumpte de les compravendes amb el DNI de la infanta o els informes sobre el finançament irregular del PP amb el cas Bárcenas. Segons la nova doctrina d'Hisenda, les donacions il·legals dels partits són desgravables. Gràcies a aquesta oportuna interpretació de la norma, la quantitat defraudada pel PP no supera els 120.000 euros anuals que marquen el delicte fiscal. El PP va tenir sort, no com els cineastes, o els partits de l'oposició, o els mitjans crítics. Val més que siguin bons i no facin enfadar el senyor ministre, no fos cas que els caigués una inspecció fulminant.

El resurgimiento del fascismo en España

Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas.
Universidad Pompeu Fabra

Uno de los mitos que ha promovido la estructura de poder centrado en el estado español es que la dictadura que existió en España desde 1939 a 1978 fue un régimen autoritario pero no totalitario, distinción desarrollada por el politólogo Juan Linz, que ha tenido una gran influencia en la cultura politológica del mundo académico español, desde el que se ha extendido a los establishments políticos y mediáticos del país. Este autor dividió los regímenes dictatoriales en regímenes totalitarios, que promovían una ideología totalizante que intentaba cambiar la sociedad y a los individuos que vivían en ella, tal como -según Linz- lo hacían los regímenes comunistas, y en regímenes autoritarios, que eran regímenes que utilizaban el poder del estado para defender una estructura de poder mediante medios autoritarios, no democráticos, pero sin intentar cambiar la sociedad, careciendo de una ideología que la cohesionara y que intentara cambiarla. Según Linz, un ejemplo de ello fue el régimen liderado por el General Franco. Ni que decir tiene que los defensores y apologistas del régimen dictatorial español promovieron esta versión de lo que fue aquella dictadura, negando su carácter totalitario, portador y promotor de ideologías totalizantes.
Encuentro esta versión de lo que fue la dictadura profundamente apologética y propagandística, carente de credibilidad científica. Es importante señalar que España es uno de los pocos países en el que se conoce a aquella dictadura con el nombre de dictadura franquista. En la mayoría de países democráticos a esa dictadura, sin embargo, se la conocía y definía como fascista. Cuando, por ejemplo, el Sr. Samaranch fue a Atlanta, EEUU, para preparar los Juegos Olímpicos en aquella ciudad, el The New York Times se refirió a él como “el delegado de deportes del régimen fascista liderado por el General Franco”.
El término franquista, utilizado en España, conlleva la asunción de que aquella dictadura fue un régimen caudillista, es decir un régimen liderado por un caudillo cuyo objetivo era mantener el orden social del país, lo cual hacía utilizando medios autoritarios. En este esquema, desaparecido el dictador, desaparece la dictadura. Ahora bien, el régimen era mucho más que caudillista. La ideología que sostenía aquella dictadura era una ideología totalizante, que se reproducía predominantemente a través del estado y que sobrevivió al dictador y a la dictadura. Esta ideología fue el nacional-catolicismo, promovido por los aparatos ideológicos del estado, que afectaba a la totalidad de la sociedad y a los individuos que vivían en ella, invadiendo incluso las esferas más íntimas de la personalidad de los españoles, que incluían desde el comportamiento sexual, al idioma y cultura mediante los que el individuo debía expresarse. El régimen imponía toda una serie de normas de comportamiento y de pensamiento. En realidad, fue uno de los regímenes con una ideología más totalizante que hayan existido en Europa.
El nacionalismo españolista era un nacionalismo extremo, de carácter racista (el día nacional se llamaba el día de la raza), sumamente excluyente, que estaba basado en una visión imperial del Reino de España y con una concepción radial del estado, centrado en Madrid, la capital del Reino. España era la única nación del país y la más antigua de Europa y tenía una misión civilizadora. Otras concepciones de España eran reprimidas y eliminadas, definiéndoselas como anti España. Este nacionalismo españolista estaba intrínsecamente ligado al catolicismo clerical jerárquico español, que era parte del Estado español. No es que la Iglesia apoyara la dictadura; la Iglesia fue un componente claro de la dictadura, hecho que la jerarquía católica todavía hoy niega a pesar de la enorme evidencia de lo contrario. Los sacerdotes estaban pagados por el Estado y el dictador nombraba a sus obispos. La hipocresía de la Iglesia, negando esta realidad, alcanzaba niveles hiperbólicos.
Los aparatos apologéticos del Estado –incluso ahora, los existentes en la llamada época democrática- negaron las características de aquel estado, siendo la máxima expresión de este aparato el Diccionario Biográfico Español  promovido por nada menos que la Real Academia de la Historia, que une a su ausencia de rigor científico una desvergüenza antidemocrática. Un gran número de sus capítulos solo pueden definirse como meros panfletos ultraderechistas que en muchos países democráticos estarían prohibidos o serían ampliamente rechazados.
Aunque estos volúmenes alcanzan niveles extremos de reproducción de esa visión nacional-católica españolista, el hecho es que esa ideología impregna a grandes sectores de la sociedad española. Cuarenta años de dictadura, seguidos de treinta y cinco años de una democracia enormemente limitada y supervisada por la Monarquía y por el Ejército, han imposibilitado el cambio profundo de esta ideología, que la derecha española (que, en el abanico de opciones políticas europeo, encaja en la ultraderecha) y personalidades de la socialdemocracia española como José Bono y compañía (entre otros) sostienen.
Declaraciones recientes de dirigentes españolistas reproducen esta ideología. Ejemplos: El Sr. Aznar sostiene que “España es la nación más antigua de Europa”, el cardenal Rouco que “cuestionar la unidad de España es inmoral”, el Sr. Bono que “la grandeza de España se basa en su unidad” y un largo etcétera. En estas declaraciones, la unidad implica una visión excluyente de España que no admite otro tipo de Estado plurinacional que no sea el actual mononacional.
Esta visión está alcanzando un nivel asfixiante con las medidas represivas que el actual gobierno del PP está imponiendo como la de multar con 30.000 euros a lo que un policía –la mayoría de mentalidad de derechas- defina como un insulto a España, medida altamente represiva que recuerda a la dictadura. Es el reavivamiento del fascismo que nunca nos dejó.
Una última observación. Este sistema totalizante se reproduce también a través de los medios. Existe hoy una dictadura mediática –sí, una dictadura mediática- que no permite la diversidad ideológica que debería estar presente en una democracia. Un ejemplo de ello es que este artículo no sería aceptado para su publicación en ninguno de los cinco rotativos más importantes de España. De ahí que tenga que pedirle al lector que, independientemente de su acuerdo o desacuerdo con su contenido, lo distribuya ampliamente, por mera coherencia con su sensibilidad democrática.

dilluns, 9 de desembre del 2013

TREMOLEM TREBALLADORS: EL PP VOL FER UNA NOVA REFORMA LABORAL!



Sempre passa igual. Quan els diferents organismes internacionals que manen sobre la nostra economia diuen que s’han de prendre mesures, el nostre estimat govern, diu que no. Al cap d’unes poques setmanes (o potser abans i tot) el nostre estimat govern ho anuncia com si fos una idea original i millor encara, la panacea de tots els mals.
El darrer d’aquest invents (no sé sap si el nostre estimat govern va copiar la idea dels organismes que manen sobre la nostra economia o van ser aquests organismes els que van llegir la ment del nostre govern) és fer (tatxin, tatxin...) una nova reforma laboral!!!  Fantàstic, no em digueu que la pensada no ha estat bona!
Des del restabliment de la democràcia n’hi ha hagut no sé quantes (el cert és que perdre el compte en aquests casis no és per culpa del Alzheimer, sinó dels ministres de treball que sembla que no volen ser menys que el seu antecessor i promouen una nova reforma laboral per a poder passar a la història) La reforma laboral del ministre tal contemplava aquella determinada mesura... No, la que contemplava això era la del ministre qual... I és que al final et fas un embolic.
Bé, se suposa (i només sé suposa, com el valor a la mili) que una reforma laboral ha de tenir com a objectiu crear ocupació. Evidentment per assolir aquesta fita, cada govern, depenent de la seva ideologia, triarà un camí o un altre. Una doctrina neoliberal donarà molta més facilitats a les empreses; una política conservadora tendirà al acomiadament lliure; mentre que una política progressista crearà més ocupació pública. Però a l’hora de la veritat, tan a Espanya com a Catalunya, és igual quines polítiques laborals s’apliquin. El resultat sols ser sempre el mateix: destrucció d’ocupació estable per a crear-ne de temporal i precària. Però sobre tot, destrucció de llocs de treball...
Quan Rajoy (aquell que s’havia de menjar el món) va arribar al govern, es va trobar amb un 5 milions d’aturats (en xifres rodones) i, evidentment, va pensar que feia falta una reforma laboral, ja que la que havia fet Zapatero només feia uns mesos, es mostrava ineficaç. I zas, nova reforma laboral. Ara ja no tenim 5 milions d’aturats, ara en tenim 6 milions! Solució? Com ja he dit, la solució passa per una nova reforma laboral.
Diem els catalans que cada bugada perdem un llençol. És una frase feta que en castellà no tindria sentit. Amb les reformes laborals passa si fa o no fa el mateix: a cada una, els treballadors, perden drets... I de vegades, alguns, fins i tot dignitat. 

Durant la bombolla immobiliària, Espanya no va assolir la plena ocupació, però hi va estar molt a prop. Però la majoria dels qui van trobar feina en aquella època eren treballadors amb poca o nul·la qualificació professional que, una vegada desinflada la bombolla, difícilment van trobar feina a d’altres sectors on si que era necessària.
En lloc d’una nova reforma laboral, el que s’hauria de promoure des dels governs, és que, en acabar els estudis, els nostres joves tinguessin el grau de preparació necessari per a ocupar aquells llocs de treball que més es poguessin adequar als seus perfils acadèmics. Per això és necessari fer plans de col·laboració entre les empreses i els instituts de formació professional. Segurament els resultats no seran immediats, però a llarg termini, la competitivitat de l’empresa espanyola aniria en augment i assoliria els  nivells dels països capdavanters de l’OCDE. Això i molta més inversió en investigació i en noves tecnologies.
Crec que no fa falta ser un expert per arribar a aquestes conclusions tan elementals. És de pura lògica. Però sembla ser que aquesta assignatura, la de lògica, no forma part de l’aprenentatge dels nostres polítics. Bé, per arribar a ser polític destacat, moltes vegades només cal una única cosa:  fidelitat al partit. Lamentable! 

EL MICROBÚS DE ‘QUITA I PON’



La passada setmana un microbús era l’encarregat de fer el trajecte interurbà d’Amposta (la L1) Potser va passar desapercebut a la gran majoria, però a mi em va sobtar. Per què? Senzillament perquè quan es va demanar a l’equip de govern la possibilitat de que fos un microbús el que fes aquest servei, es va dir que no ho podia fer perquè aquests vehicles no estaven adaptats.
A la majoria de ciutats on es té que prestar el servei de bus urbà, aquest és deficitari. A Amposta, no. A Amposta és, directament, ruïnós. Com he dit tantes i tantes vegades, dintre del vehicle, a part del xofer, només hi ha aire. Quasi mai hi va ningú. de vegades es veu una o dues persones. Crec que 5 és la quantitat màxima que hi he vist viatjar.
Evidentment si un vehicle de 25 places pot fer el mateix servei, perquè no es canvia. A part de que ha de ser un vehicle adaptat, l’equip de govern deia que el cost era pràcticament igual ja que el xofer cobra el mateix i la diferència del carburant no és tanta..
Crec recordar que la darrera vegada que vaig escriure sobre el tema vaig dir que, vist l’elevat cost i l’època de crisi que estem passant, s’hauria de suprimir encara que això comportés incomplir la llei (sembla ser que les ciutats de més de 20.000 habitants estan obligades a donar el servei de bus)
Però pregunto. Per què durant uns dies s’ha prestat el servei amb un vehicle molt més petit? Aquesta tarda, per baix de casa meva ja en tornava anar un de gran (i adaptat)

(Davant la impossibilitat de poder-li fer una foto, he aprofitat un viatge a l’hospital de Tortosa per a fotografiar-ne un que si no és exactament igual, ha de ser molt semblant al que circulava per Amposta; això sí, aquell era de color groc)