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Ayer (ante ayer) se celebró en el Congreso de los Diputados la farsa del debate de los Presupuestos Generales del Estado. Naturalmente no se admitió ni se va a admitir rectificación alguna de los tales presupuestos. ¿Para qué sirve, pues, el debate? Contestación: Para nada. ¿Qué ocurre si no se cumplen?: Nada. ¿Responde alguien por ello?: Nadie. Nunca se han cumplido unos presupuestos, que son como las promesas de fin de año.
El ponente y ministro señor Montoro tuvo la desfachatez de afirmar y sostener que son los presupuestos más sociales de la democracia. Por poco que estén informados, ¿ustedes que creen? Además de una farsa, es una villanía lo manifestado, en una grave afrenta a los españoles humildes o en vías de serlo.
El señor Rubalcaba, al que hay que reconocer su valía de parlamentario, aunque sin el menor y necesario glamour político, defendió la retirada no de él sino de los presupuestos, y, también naturalmente, no le hicieron ni caso. Su participación como portavoz en el debate indica que es inmune al desastre electoral y que piensa continuar mientras el cuerpo aguante, aunque se hunda el PSOE y de paso España. Yo intuyo que al señor Rubalcaba le aterra la idea de retornar a su hogar y ver la televisión en bata y pantuflas como toda ocupación. Es más divertido esto de la política.
Los grandes protagonistas de la tarde fueron los bancos y las pensiones. Por lo visto y oído, sin los bancos no existimos, ni como país ni como personas, sin ellos no somos nada y por eso hay que salvarlos, lo pague quien lo pague, esto es, los ciudadanos. Los ecos de las risas de los banqueros, y cajeros, retumbaban, y los diputados se sentían redentores de la patria. Lo de ayer fue una Oda a los bancos, no precisamente escrita por Neruda.
El otro protagonista fueron las pensiones: Todos los grupos parlamentarios, se ve que compinchados, le preguntaron al señor ministro, señor ministro, señor ministro, de qué se ríe, si iba a actualizar las pensiones, y para todos los conchabados el silencio fue la respuesta. Los ecos de los llantos de los nueve millones de malvivientes pensionistas se estrellaban contra el techo del hemiciclo, al igual que en su día lo hicieron los disparos de Tejero. Luego vienen los escayolistas y lo arreglan.
Yo me preguntaba, de todos esos diputados ¿cuántos se quedarán en el paro y cobrarán la prestación de desempleo, si es que para entonces existe, cuántos no encontrarán otro trabajo por el resto de sus vidas, cuántos no cobrarán pensión al jubilarse o será cutre la que cobren? Ninguno, fue la respuesta, demagógica, que diría el ministro y los diputados todos.
Al mismo tiempo, en los aledaños vallados, la democracia se manifestaba, clamando para hacerse realidad en un nuevo 25-S. La policía y la delegada del Gobierno los tienen tan aterrorizados que no tuvo ni que cargar ni aporrear ni detener de buenos chicos que fueron. Los viandantes y automovilistas del entorno estaban cabreados porque esta ‘manifestación de mierda’ les impedía llegar a tiempo a sus destinos, en un alarde de solidaridad. La democracia para otra ocasión y por otras vías. El resentimiento se extiende en parte aún pequeña del pueblo, pero el abismo con los dirigentes políticos, esas marionetas ridículas, se hace cada vez más amplio. Les da igual, lo importante son los presupuestos y el orden, es decir, la trampa y la represión del miedo infundido. Gloriosos diputados, glorioso Gobierno, gloriosos viandantes, gloriosos ausentes.
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Gota del OLVIDO: El ciclista Lance Armstrong ha sido condenado al olvido. Su nombre será retirado del la historia del ciclismo, y será privado de sus siete Tours de Francia y de sus ganancias económicas.
¿A qué personajes condenaríamos nosotros al olvido? Yo a ZP; Rubalcaba; todos los políticos, menos dos o tres; ¿al Rey?; a María Dolores de Cospedal; El 90 % de periodistas; Todos los banqueros; A todos los condenados por corrupción; Rouco Varela; Por supuesto, todos los miembros de ETA (una vez que hayan cumplido sus penas); A todos los Ministros del Interior habidos; Wert; Gallardón; Los antidisturbios que se ensañan; Cristina Cifuentes; A los policías que maltratan y torturan; Manuel Fraga; Franco; Fernando VII; Todos los reyes de España, salvo Carlos III; Especialmente los Reyes Católicos; Queipo de Llano, Yagüe, Varela, Mola; Tejero; Todos los Papas; Luis Roldán; Los inquisidores; Belén Esteban; José Antonio Primo de Rivera; Jesús Gil; Mourinho; Los dos guardias municipales que le cobraron 600 euros para ellos a un chino para perdonarle una multa y quedaron en telefonearle para cobrarle otros 600 porque el chino no llevaba más en efectivo; Todo el que se ponga una gorra que indique autoridad, aunque sea en un aparcamiento.
Seguramente me olvido de muchos. Pueden completar la lista o quitar los que deseen. A contrario del dicho, el pueblo que no olvida su historia corre el riesgo de repetirla en su parte más innoble.
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Gota ETARRA: El etarra Uribetxebarria Bolinaga, condenado por secuestrar a Ortega Lara durante 532 días, ha salido del hospital y ha regresado a su casa. ¿Alguien sabe algo de Ortega Lara? ¿Qué se ocultará bajo la boina o txapela que cubría la cabeza de Bolinaga, habrá un mínimo milímetro de arrepentimiento, ahora que está cerca de la muerte?
