(Con la música de “A quién le importa” de Alaska)
La gente me señala, me apuntan con el dedo,
que soy un funcionario y que no hago ni el huevo.
Ya me dirán: ¿quién paga sus pensiones,
cura sus males y sus lesiones?
Ya sé que me critican, me consta que me odian,
creen que soy el culpable de toda esta parodia.
¿Por qué será? Yo no tengo la culpa
si a los que roban los disculpan.
Mi trabajo es el que yo gané en oposición;
nadie a mí me eligió.
¿A quién le importan los funcionarios y en lo que han quedado
sus salarios?
Eso es así y así seguirá, pero cambiará.
A mí me importan los funcionarios y cómo se ganan el salario
sirviendo a aquéllos que sin piedad tiran a matar.
Quizá la culpa es mía por aceptar las normas
no es demasiado tarde para cambiar la historia
no aguantaremos ya ni un solo insulto
de tanto cerdo, de tanto inculto.
Si quieres ser como yo estudia mogollón y hazte una oposición.
¿A quién le importan los funcionarios y en lo que han quedado
sus salarios?
Eso es así y así seguirá, pero cambiará.
ORGULLO DE SER UN FUNCIONARIO
de cumplir con mi tajo a diario
y de luchar para que no me puedan doblegar.
