divendres, 23 de novembre del 2012

El nacionalismo españolista (Un article de Vicenç Navarro)

A raíz de las declaraciones de José Bono en Catalunya, indicando que el nacionalismo catalán se asemeja al nazismo, siento la necesidad de publicar en Público un artículo que escribí el 5 de octubre en Sistema, lo cual hago con el permiso de los editores.
Durante los Juegos Olímpicos pudimos oír cómo la BBC presentaba con toda naturalidad a Gran Bretaña como un Estado de varias naciones: Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales, que tienen sus propios derechos claramente diferenciados. Sería impensable, sin embargo, que la televisión pública española diera un informe semejante sobre España. Y sería también impensable que el establishment español, basado en Madrid, admitiera que España es un Estado de varias naciones, cada una con su pleno derecho de autodeterminación, incluyendo su poder de escisión, si así lo desean, como ocurre en Gran Bretaña con Escocia o en Canadá con Quebec. Lo máximo que se llega a admitir es que España ya es, en realidad, un Estado federal, pues el gasto de las autonomías es mayor que el gasto gestionado por algunos Estados en un sistema federal.
Este argumento se repite una y otra vez sin haber variado ni un ápice desde hace ya años. Y desde luego, tales establishments tampoco reconocen que ellos mismos son profundamente nacionalistas, lo cual es fácil de ver que lo son, pues defienden una visión de España que niega la plurinacionalidad del Estado, sometiendo todas las otras nacionalidades al Estado español, a su cultura, idioma y comportamientos. En esta resistencia a la plurinacionalidad no ven ninguna expresión de dominio. El hecho de que los parlamentarios catalanes no puedan expresarse en catalán no lo ven como una imposición de dominio cultural. Cualquier defensa de tal plurinacionalidad es acusada de victimismo, de secesionismo, de falta de internacionalismo o peor, para una persona de izquierdas, de falta de solidaridad con el resto de España, asumiendo que tener un Estado central es la condición necesaria para distribuir la riqueza. Tal nacionalismo españolista se justifica así como garante de solidaridad, confundiendo solidaridad con uniformidad. Por lo demás, las demandas por parte de la gran mayoría de partidos políticos en Catalunya, excepto el PP catalán, son definidas como el resultado de los deseos de la burguesía catalana de expandir sus privilegios de clase a costa del resto de España. Esta interpretación de los hechos está enormemente generalizada y ha creado un sentimiento hostil hacia Catalunya que la derecha española ha rentabilizado electoralmente, estimulando tal sentimiento. Estos sentimientos aparecen también en sectores del nacionalismo españolista dentro de las izquierdas, de las que he llegado a oír que el entonces presidente Montilla o la dirigente socialista Manuela de Madre, “estaban contaminados de nacionalismo”.
Y el establishment españolista, basado en Madrid, considera un disparate indicar que tal establishment esté explotando a Catalunya o a cualquier otra comunidad. El hecho de que el sistema de transporte ferroviario sea enormemente radial, centrado en su gran parte en Madrid, se considera lógico y razonable, debido a la capitalidad de tal ciudad. Y el hecho de que se pueda ir de Barcelona a Madrid en dos horas y media, y que conlleve más de seis horas ir de Barcelona a Bilbao (que tiene la misma distancia), no se reconoce como indicador de algo que es profundamente injusto.
Es esta actitud y estos argumentos que han llevado a gran parte de Catalunya a un hartazgo y al deseo de separarse de España. Tengo muchísimos amigos aquí en Catalunya que nunca pensaron en separarse de España, y ahora lo están pensando y deseando.
Veamos.
1. Un socialista tiene que estar en contra de cualquier tipo de explotación, sea ésta de clase, género, raza o nación. Y dentro de España hay explotación de todo tipo, incluso de nación. Ya sé que esto nunca (repito, nunca) un intelectual del establishment madrileño, desde Fernando Savater al político José Bono y muchos otros lo aceptará. Pero, mientras, repito, pueden ir de Madrid a Barcelona en dos horas, pero para ir de Barcelona a Bilbao se necesitan seis horas y cuarto. ¿Nunca han oído el dicho del presidente Aznar de que el modelo ferroviario de España debería basarse en que cualquier capital de provincia no estuviera más distante de Madrid que 4 horas?
2. Las personas que pagan impuestos no viven en el vacío. Viven en territorios que necesitan servicios públicos e infraestructuras. Esta frase que continuamente se utiliza de que no son territorios pero individuos los que pagan impuestos, ignora que los individuos viven en territorios cuyos recursos públicos se financian por aportaciones individuales.
3. De ahí que sea lógico que desde Catalunya se hable de que ésta, al ser más rica, aporte más recursos, lo cual ninguna fuerza catalana ha cuestionado. La continua acusación que se hace a Catalunya de ser insolidaria es otro insulto más entre otros muchos que constantemente se hacen a Catalunya. El cuestionamiento de solidaridad, por muy extraño que parezca, no es el tema que está llevando a miles de catalanes a la calle. Que Catalunya, al ser más rica que el promedio de España, aporte más al erario público del Estado español que otras partes de España, por tener ciudadanos con más recursos, no ha conllevado ninguna objeción por la gran mayoría de partidos políticos catalanes. Ahora bien, los recursos que el Estado español recoge, debe revertirlos en Catalunya, donde tales ciudadanos viven, una vez se descuenta el pago de gastos comunes y la solidaridad con otras partes de España. Y en esta devolución a Catalunya tiene que incorporarse una variable más, el coste de vida, pues un pensionista catalán recibiendo la misma pensión que un extremeño, tiene menos capacidad adquisitiva, pues al ser el nivel de vida superior en Catalunya que en Extremadura, el pensionista catalán sale perjudicado. Y esto ocurre en muchas otras transferencias de gasto público. Recibir igual no es lo más equitativo. Además, una nación como Catalunya tiene la responsabilidad de garantizar la viabilidad y fortaleza de su lengua y de su cultura, lo cual requiere dinero y capacidad de decisión. Si Catalunya quiere permanecer como nación, debe considerar el catalán como la lengua prioritaria, sin que ello implique ninguna minusvaloración del idioma castellano, también patrimonio de Catalunya. Si ello no ocurriera, la propia fortaleza del castellano diluiría la cultura catalana hasta el punto de desaparecer (como ha ocurrido en Francia). ¿Es esto lo que desean los nacionalistas españoles? Me temo que algunos sí. Y que tal posibilidad exista, el nacionalismo españolista lo ignora.
4. El nacionalismo españolista es el más oprimente, pues es el que ha mandado y dominado el Estado español. Y actualmente está enrocado en la Constitución, que se considera erróneamente como reflejo de la voluntad de todos los españoles, sin tener en cuenta el momento y contexto en que se aprobó. Un gran desequilibrio de fuerzas explica la Transición inmodélica que creó una Constitución que reproduce este nacionalismo, hasta el punto que prohíbe por fuerza de las armas que Catalunya o el País Vasco pudieran escindirse de España si así lo desearan. Y a esto no le llaman los intelectuales en Madrid dominio y explotación. Por lo visto no se dan cuenta de que una unión es oprimente si no se hace voluntariamente.
5. El Estado de las autonomías no es un Estado federalista. Considerarlo como indicador a través del dato del porcentaje del gasto estatal total que se consume y se gestiona en una Comunidad Autónoma es un error metodológico notable, pues se confunde descentralización con autogobierno. Catalunya puede tener el 80% del gasto sanitario pero tiene una capacidad decisoria limitada en sanidad. Un tanto igual ocurre en educación. Como director de un programa académico en la UPF, tengo que pedir permiso a Madrid, al Ministerio de Educación, para cambiar una asignatura de mi programa. Imposible en EEUU, un Estado federal. Es inimaginable que yo tenga que llamar a Washington para pedir permiso para cambiar una asignatura de un programa académico en la The Johns Hopkins University en Baltimore, en el Estado de Maryland. En Barcelona, sin embargo, sí que tengo que hacerlo, llamando a la capital del Reino.
6. La Transición inmodélica, ocurrió en una situación excepcional, con gran dominio del proceso por parte de las fuerzas conservadoras que dominaban al Estado, estableciendo un Estado que es insatisfactorio para un número creciente de españoles. Su gran retraso social y su falta de plurinacionalidad son un indicador de ello. Y lo que está ocurriendo hoy en las calles de Barcelona (y también en Madrid) es un ejemplo muy claro. La animosidad de gran parte de la población catalana no es hacia España, sino hacia el establishment español y hacia el Estado, lo cual está ocurriendo a lo largo del territorio español. Se requiere un profundo cambio hacia el establecimiento de una España heredera de su pasado republicano con un Estado auténticamente democrático, social y plurinacional, en el que la democracia representativa sea auténticamente proporcional y auténticamente participativa en que las distintas naciones y regiones puedan desarrollar referéndums sobre lo que desean, con una Constitución en la que la unidad en el Estado sea voluntaria, libremente expresada, sin ninguna imposición, y en el que la solidaridad se ejerce, entre otros indicadores, por un pago contributivo según su riqueza, a un nivel que permita el continuo desarrollo de todas las naciones, incluyendo Catalunya, en que los órganos centrales estén distribuidos entre las distintas naciones sin que exista una capitalidad que centralice el poder del Estado. En EEUU, hay muchas agencias federales que están ubicadas en varios estados.
7. El hecho de que la derecha nacionalista catalana esté ahora intentando liderar el movimiento a favor de la autodeterminación no quiere decir que tal derecha sea la auténtica representante del movimiento. En realidad, en los momentos difíciles en Catalunya, como durante la dictadura, fueron las izquierdas las que, en una lucha heroica, defendieron más la identidad catalana, como incluso el presidente Pujol reconoció en su día. La burguesía catalana y la Iglesia catalana, incluyendo Montserrat, apoyaron el fascismo. Tampoco es cierto que todos los que estamos apoyando el derecho de autodeterminación estemos deseando la Secesión. Las encuestas muestran que la mayoría de los ciudadanos en Catalunya que ya están pidiendo el autogobierno no están pidiendo la Secesión. Lo que sí que hay es un deseo mayoritario de que el Estado español no es el que se desea, lo cual no quiere decir la rotura con España.
8. No hay duda de que el gobierno CiU está utilizando tal movimiento para desviar la atención popular de lo que en este momento debería ser central, es decir, el impacto en la población de sus políticas neoliberales, llevadas a cabo con apoyo del PP en el Parlament y en las Cortes, donde CiU apoya tales políticas. Pero confundir esta realidad con la creciente fuerza de tal movimiento, evaluándolo como una simple estrategia de CiU es un profundo error. Hoy hay un hartazgo hacia el establishment español, basado en Madrid, que el establishment político catalán está intentando utilizar. Pero también el establishment españolista basado en Madrid lo está utilizando para movilizar, una vez más, el anticatalanismo.
9. Muchos en Catalunya han abandonado este proyecto de luchar por otra España, pues creen que España nunca cambiará. Hoy son independentistas. Simpatizo con ellos. Pero no quiero abandonar el proyecto de construir otra España, muy distinta a la actual, que sea auténticamente democrática, justa y plurinacional. Pero no es nada fácil, incluso también bastante agotador. Las izquierdas españolas gobernantes a pesar de definirse como federalistas, han hecho muy poco para desarrollar el federalismo. Ha sido un indicador más de su excesivo conformismo.

CiU y el ‘clan Pujol’, en la picota: las cuentas en Suiza, último capítulo de una larga historia de corrupción, poder y política

Jordi Pujol ganó las primeras elecciones en 1980 y se mantuvo en el poder hasta el 2003. Desde entonces, Convergència se ha mimetizado con Cataluña. Si CDC era acusada o criticada, Cataluña se convertía en el escudo protector. Han pasado 32 años pero CDC sigue anclada en el mismo leit motiv para eludir sus responsabilidades y para rechazar acusaciones. Las denuncias de 'El Mundo' sobre la presunta corrupción de los líderes de Convergència se ha tratado como siempre: con un “nos atacan”, los nacionalistas catalanes han cerrado filas. No es ni la primera, ni la última vez. Durante toda la historia de los nacionalistas en el poder se han acumulado casos y la receta para defenderse, la misma.


El caso Banca Catalana fue el primero. La banca fue fundada en 1959 por el padre del ex president, Florenci Pujol, el propio Pujol que se convirtió en vicepresidente ejecutivo, y Francesc Cabana. Fue intervenida por el Banco de España al detectarse un desequilibrio patrimonial y por la sangría de depósitos financieros que tuvo la entidad por un rumor sobre una posible suspensión de pagos. En 1983, la Banca fue adquirida por el Banco de Vizcaya. Ante la amenaza, Pujol movilizó el nacionalismo catalán para que la “gestión desastrosa”, como afirma el auto de archivo de la causa, quedara indemne. Y lo consiguió. No fue juzgado ni por apropiación indebida, falsedad en documento público ni por maquinación para alterar el precio de las cosas. No fue procesado. En el imaginario nacionalista se acuñó la idea de que Pujol fue víctima por ser presidente de Cataluña.
En los años siguientes se produjeron más escándalos. El primero el caso Casinos, ligado al empresario nacionalista Artur Suqué, investigó el desvío de fondos a Convergència. Se especuló con más de 1.000 millones de pesetas que se desviaron a las arcas del partido. El caso tampoco vio la luz. Fue archivado por “alarmantes fallos en la instrucción”, según recoge el auto.
Tres consejeros de Pujol tuvieron que abandonar su cargo por casos de corrupción. El más sonado, Josep Maria Cullell, que favoreció a su cuñado en la compra de unos terrenos, pagados con dinero público a través de un crédito al Ayuntamiento de Sant Pere de Torelló. El Consistorio ni lo pidió ni lo pagó. El pago lo realizó la Consejería de Bienestar Social liderada por Antoni Comas. Su concurso y el concurso del entonces responsable de Economía, Macià Alavedra, fueron necesarios para urdir la trama. Alavedra fue el que aprobó el crédito que concedió la Generalitat. El caso acabó con la dimisión de Cullell y truncó su carrera política. Alavedra –hoy implicado en el caso Pretoria- fue apartado en las siguientes elecciones pero Pujol le nombró presidente de Autopistas de Cataluña.
El sustituto de Cullell, Jaume Roma, también dimitió porque una constructora que trabajaba para la Generalitat le hizo su mansión por un coste desorbitadamente bajo. La denuncia de diferentes constructoras descubrió el asunto. Por la mansión valorada en más de 80 millones de pesetas, sólo se pagaron 15.
A lo largo de sus años de gobierno, Pujol se ha rodeado de amistades “peligrosas”. Javier de la Rosa, empresario modelo según el ex presidente Pujol, acabó pringado en varios casos de corrupción financiera como el caso KIO o Gran Tibidabo… Joan Piqué Vidal, su abogado en el caso Catalana, fue condenado a siete años en el mayor caso de extorsión de Cataluña junto con el juez Pasqual Estivill, y fue uno de los motivos que arrastró a Macià Alavedra fuera de la política. Piqué Vidal fue condenado a siete años por cohecho, detención ilegal y prevaricación y el juez Estivill a nueve.
Su asesor fiscal -encargado de sus declaraciones de renta- , el otrora dirigente del comunista Partido del Trabajo, Joan Anton Sánchez Carreté, fue condenado a dos años en 2003 por fraude fiscal. El caso se destapó en 1991, pero Pujol le propuso como consejero de la eléctrica ENHER en 1996.
Además de estas amistades peligrosas CDC también cultivó amistades anónimas. Desde 1987 a 2007, CiU recibió 42 millones de euros en donaciones anónimas, casi el doble que el PP y cinco veces más que el PSOE, según datos del Tribunal de Cuentas. Un año antes de prohibirse estas donaciones, CiU recibió 3,3 millones. Curiosamente, 2006 era un año electoral.
También la familia Pujol ha sido de otro tipo de escándalos. En el año 2002, Jordi Pujol era presidente de la Generalitat y su hijo Oriol era el secretario General de Industria. Ese año, la multinacional del sector de la automoción Lear decide cerrar su centro de Cervera. El cierre conllevaba la desaparición de 1.173 puestos de trabajo. Los Pujol inician las conversaciones para intentar salvar la empresa y evitar el cierre. El escándalo surge de forma virulenta cuando se tienen noticias de que otro hijo del president, Jordi Pujol Ferrusola, asesora a la empresa en las negociaciones para el cierre de la planta a través de la consultora Europraxis. Hoy, Oriol Pujol, está implicado en el caso ITV. Sus conversaciones con algunos de los protagonistas de la instrucción no le dejan muy bien parado.
Por esta historia interminable de escándalos habría que añadir los que afectan a Unió Democràtica. El caso Pallerols y el caso Turismo son los más sonados y acabaron con condenas para varios dirigentes de Unió implicados. Hoy, sobre la mesa, CiU tiene diferentes frentes abiertos. Además del caso de las ITV, el caso Diputación de Barcelona, el caso de la Asociación Catalana de Municipios, el caso Crespo o el caso Sanidad, salpican a los nacionalistas catalanes y ya se han cobrado víctimas políticas. El más importante de todos, el expolio del Palau de la Música. La sede de CDC está depositada como fianza y la Fundación Trias Fargas es objeto de atención por parte del juez. El caso de Millet y Montull sigue abierto y los ladrones confesos en libertad.
Con el caso Palau pendiendo como la espada de Damócles y las ITV dejando sin respiración a más de uno, ahora aparece la información de El Mundo en el que las acusaciones suben de tono. Nada más y nada menos, el supuesto informe policial en el que se basa el diario de Pedro J. Ramírez acusa a la familia Pujol y al propio presidente Mas de enriquecerse a través de comisiones ilegales, evadir capitales y blanqueo en Sudamérica. Apunta incluso detalles como la posesión de cajas de seguridad con números correlativos a los de Millet. Según la denuncia, Mas y Pujol tienen cuentas en Suiza y los Pujol tienen allí depositados 137 millones.
Ante las acusaciones, los dirigentes de CiU han sacado del armario el viejo cliché, nos atacan porque “queremos dar la voz al pueblo” como dijo el presidente Mas y porque quieren destruir el camino hacia la independencia de Cataluña. Tanto Mas como Pujol han anunciado querellas y han asegurado que las informaciones son rotundamente falsas. Mas ha asegurado que sólo tiene dos cuentas en dos entidades catalanas y ha negado, por activa y por pasiva, las acusaciones. Eso sí, con el escudo protector de Cataluña, mimetizando Cataluña con Convergència. El president niega la existencia actual de cuentas en el extranjero. No fue así en el pasado. La familia Mas tuvo que liquidar con Hacienda por el dinero familiar depositado en Lienchestein. No lo hizo por voluntad propia. Lo hizo a instancias de la administración tributaria. Un charco más en una historia llena de charcos. Una vez más, las sombras se ciernen sobre CiU.

Llegit al diari el Plural

dijous, 22 de novembre del 2012

PER QUÈ NO S’HA DE VOTAR A MAS? (inclou el vídeo Catalunya: Finlàndia o Guinea Equatorial?)

Per molts d’arguments que et doni, si estàs convençut/uda, que la millor opció per a Catalunya és votar CiU, no et convenceré, per tant, és del tot inútil que segueixis llegint.
Encara que també és possible que tinguis curiositat i vulguis saber els motius que tinc per a dir-ho. 
 
Primer.- Per l’oportunisme de CiU. Tret del sector més sobiranista de CDC, la federació mai com ara havia donat un missatge independentista. Sense cap mena de dubte el canvi es va produir després de l’èxit de la manifestació de l’11 de setembre. Aquell dia Mas se’n va adonar que havia de capitalitzar la veu del poble. Després de reunir-se amb Rajoy per a demanar-li el pacte fiscal (l’eix principal del seu programa electoral)i davant la negativa d’aquest, Mas va optar per fer un gir de 180 graus. Havia de buscar una nova estratègia i el camí cap a la independència va ser la sortida ideal. 
 
Segon.- Malgrat el punt anterior, Mas i els seus han obviat durant tota la campanya electoral donar un missatge independentista i s’han limitat a parlar de consulta popular que, d’altra banda, hauran de fer per complir el mandat del Parlament.   
 
Tercer.- No us deixeu enganyar. L’avançament electoral es deu a l’interès general, sinó que ve motivat pels interessos electoral de la federació nacionalista.  
Mas intenta tapar així les seves pròpies vergonyes (casos de corrupció que han salpicat, sobre tot, al seu partit –CDC-) i, també, que la ciutadania l’avali per a poder seguir practicant polítiques de retallades socials de tota mena tal i com va fer dos dies després de les darreres eleccions generals fetes el 20-N de l’any passat quan, per primera vegada, CiU va ser la força més votada a Catalunya.
Molts convergents (en aquests temes no m’agrada generalitzar) porten la corrupció als seus gents. Començat pel cas Banca Catalana (tancat en fals segons molts experts) passant pel cobrament de comissions pels contractes atorgats (sé sap que una d’aquestes empreses va ser Ferrovial) o, pot ser, el cas més conegut, el cas Palau de la Música amb la inculpació de l’extresorer Daniel Osàcar.  
A tots aquests que apunten directament a la direcció nacional, hauria que sumar-hi els que han afectat a persones més concretes, com és el cas de l’expresident de l’ICS  Josep Prat. 
(Mireu això)

Quart.- Perquè només té dos fulls de ruta: un és la independència (o això insinua) i l'altre no el diu. Per què serà? Per què són més retallades? 
 
Cinquè.- Perquè Mas menteix (o falta a la veritat) Al debat a 7 que va emetre TV3 diumenge per la nit, quan es va acusar a l’actual govern de la Generalitat de retallar prestacions socials, Mas va defensar-se que al pressupost de 2011, la despesa social, percentualment, és superior a la dels governs del Tripartit... I es va quedar tan ample.
Des del meu punt de vista això demostra que té una cara dura impressionant. Els pressupostos consten d’un indeterminat número de capítols; tants com àrees tingui l’administració. Si tu retalles d’aquí i d’allí... Sí deixes el capítol d’inversions en infraestructures reduït a la mínima expressió, els pressupostos baixen considerablement. Aquest fet pot donar com a resultat que la partida destinada a serveix socials sigui, percentualment parlant (mai en números absoluts) superior a la de anys anteriors. Però la quantitat de diners destinada a sufragar la despesa social (llei de la dependència i d’altres) ha baixat de forma ostensible. I sinó, què els hi pregunten als beneficiaris i als seus cuidadors.
 
Com deia Barragan: Comprende? 



PACTES TANCATS

El diari la Razón també ho diu.


He escoltat aquest matí per la ràdio que s’hauria tancat un pacte entre CiU i ERC per a després de les eleccions. Insisteixo, no m’invento res, ho he escoltat per la ràdio.  
És evident que entre CiU i ERC hi ha més sintonia que mai i la seguirà havent mentre CiU segueixi marejant la perdiu en el tema de la independència. En el moment que CiU abandoni la idea o doni mostres de feblesa, possiblement se’n desdirà, però potser per a molts ja sigui tard.
Segons la informació periodística, ERC acceptaria que el govern de la Generalitat de Catalunya fes més retallades a canvi de més sobirania.
A veure, en qüestions com la de la independència no hi pot haver mitges tintes: o sé ho és o no. Al menys que algú m’expliqui una altra cosa i em faci canviar d’opinió...
Els qui em llegiu sovint, fa uns dies, igual vareu llegir un escrit titulat “Republicans d'esquerra i de dreta” on ja parlava de la responsabilitat que tindran els republicans amb les retallades de drets socials i laborals que farà el nou govern de CiU (tenia i tinc molt clar que encara en farà més) si, finalment els hi donaven suport.
Parlant de pactes secrets, sembla ser que ICV-EUA també en va signar un amb CiU, ERC i, imagino que també s’hi va afegir SI, tal i com va desvetllar Mas diumenge durant el debat.
És increïble que els eco-socialistes puguin fer el joc als convergents. Ells que sempre han dit que mai pactarien amb la federació nacionalista i ara resulta que, sense dirsi volen o no la independència, vagin signant pactes.
Bé, imagino que això és la política, però els polítics haurien d’entendre que, comportament així, fan tornar als ciutadans cada vegada més escèptics amb els nostres representants. 

Mireu la notícia que publica avui el Periódico.