dilluns, 8 d’abril del 2013

Las trampas de Draghi para bajar salarios

Juan Torres López
Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla

El diario Frankfurter Allgemeine Zeitung comentó hace unos días que el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dejó callado al Presidente de la República francesa, François Hollande, cuando éste reclamaba poner fin a las políticas de austeridad.
Según el diario alemán, Draghi presentó a los líderes europeos unos gráficos que resultaron incuestionables. En ellos, como puede verse en la presentación que se encuentra en la web del Banco Central Europeo (aquí), se refleja la evolución de la productividad y de las retribuciones salariales en diferentes países europeos, y la conclusión del antiguo ejecutivo de Goldman Sachs dicen que fue inapelable: lo que hace falta en países como Francia, España, Portugal, Grecia, Italia, Irlanda… es reducir los salarios para disminuir la brecha tan grande que existe entre ambas variables.
Días después, el profesor de macroeconomía Andrew Watt comentó esos gráficos en un artículo publicado en Social Europe Journal (Mario Draghi’s Economic Ideology Revealed?) y demostró que lo que hay detrás del argumento de Draghi es algo peor que pura ideología.
La cuestión es la siguiente. Los gráficos con los que el presidente del Banco Central Europeo trató de convencer a los demás líderes europeos reflejan el crecimiento de la productividad entre 2000 y 2011 en términos reales (es decir, una vez descontado el efecto de la subida de precios) y el crecimiento de los salarios entre dichos años pero este en términos nominales (es decir, sin descontar dicho efecto).
Draghi comparará así lo que ocurre, por un lado, en los países con superávit (Alemania, Austria, Bélgica…) y, por otro, en los que tienen déficit (Francia, España, Portugal, Grecia, Irlanda, Italia). Y el resultado que muestra es que en los primeros la brecha entre el crecimiento de la productividad y el de los salarios es menor, mientras que es más grande en los segundos. De ahí deduce, como señalé antes, que lo que hay que hacer en éstos últimos es bajar los salarios.
Como bien dice el profesor Watt en su artículo comparar así estas variables (es decir, una en términos reales y otra en términos nominales) es un absurdo.
Si en lugar de comparar el crecimiento de la productividad y de los salarios como hace Dragui, se comparasen bien, la conclusión a la que se llegaría, como señala Watt, sería otra muy distinta y que no permite justificar la propuesta ideológica del banquero.
Veamos. Si un país sigue la norma de inflación impuesta por el Banco Central Europeo (1,9%) no puede darse un paralelismo entre la evolución de la productividad real y la evolución de los salarios nominales (como pide Draghi), sino una diferencia progresiva y acumulada cada año de ese 1,9%, es decir, de más o menos unos 28 puntos en los doce años considerados. Esto es así porque al crecimiento de la productividad se le “quita” ese 1,9% cada año, dado que se considera en términos reales, mientras que al de los salarios no, porque se toma en términos nominales.
De ahí se deduce entonces que, según las gráficas que presentó Draghi, países que parece que han incumplido la norma y que deben ser “castigados” con bajos salarios (como Francia, e incluso España) en realidad han estado más cerca de la norma de estabilidad que impone la propia institución que él preside que Alemania, a la que pone de ejemplo.
Efectivamente, según se desprende de los gráficos de Dragui, tanto Francia como España registran una brecha de unos 32 puntos aproximadamente (es decir, 2 puntos por encima de la norma, que debiera ser de 28), mientras que Alemania tiene una brecha entre salarios nominales y productividad real de unos 10 puntos, es decir, 18 puntos por debajo de la norma.
Por tanto, lo que se deduce de los datos de Draghi no es que en Francia o España los salarios hayan crecido demasiado por encima de la productividad (si se toma como referencia la norma de estabilidad impuesta por el propio Banco Central Europeo) sino que en Alemania los salarios han crecido demasiado por debajo de la productividad. Y al estar por debajo de ella, Alemania no se convierte en un ejemplo a seguir sino en una causa del desequilibrio dentro de la unión monetaria que ha sido un factor principal de la crisis.
Y, finalmente, todo ello muestra, dice Watt, que “un decisor económico esencial de la Unión Europea ignora los conceptos económicos de base que utiliza o bien los utiliza introduciendo intencionadamente un error -por no decir más- a fin de forzar a los demás a seguir una política conforme a sus preferencias ideológicas pero contraria a la estabilidad y a la recuperación de la zona euro y, en este caso particular, no conforme a su mandato constitucional”.
Así es como se construye el discurso con el que justifican el empobrecimiento constante de las clases trabajadoras que provocan sus políticas.

diumenge, 7 d’abril del 2013

LA HISTÒRIA DE SEMPRE



Seu de la Delegació del Govern de Catalunya a Tortosa.
La nova divisió territorial de Catalunya impulsada pel govern de la Generalitat, les Terres de l’Ebre dependran administrativament de la Vegueria de Tarragona o, en el millor dels casos, tindrà la consideració de subvegueria.
Una vegada més, un govern de CiU nega a la regió de l’Ebre la possibilitat de tenir una identitat pròpia i diferenciada de la resta de la demarcació de Tarragona.
La Vegueria de l’Ebre va existir durant un curt període de temps durant el govern de la Generalitat encapçalat per Lluís Companys, ja iniciada la guerra Civil Espanyola. No cal ni dir que, en acabar el conflicte bèl·lic, Franco va suprimir qualsevol forma administrativa que no fos la província.
Va ser com a conseqüència de la lluita contra el transvasament de l’Ebre que, el darrer govern de Jordi Pujol, va concedir a les Terres de l’Ebre un cert status d’autonomia, quedant-se a mig camí de lo que hauria hagut de ser una veritable divisió territorial de Catalunya. Per aquella època, el govern de la Generalitat va crear diferents governs territorials coincidint amb les 4 capitals administratives existents. Només les Terres de l’Ebre van ser la excepció principalment per dos motius: per atendre les reivindicacions territorials que suposava, en part, el moviment de la Plataforma en Defensa de l’Ebre i controlar des del territori el propi moviment. D’un tret es mataven dos pardals.
En arribar Pasqual Maragall a la presidència de la Generalitat, es van establir les bases per a la creació d’una nova divisió territorial de Catalunya, molt més àmplia i realista que els projectes anteriors. A part de la Vegueria de l’Ebre se’n creaven dues més: la de la Catalunya Central, amb capital a Manresa i la dels Pirineus i Vall d’Aran amb la capitalitat per establir.
Però aquesta divisió territorial topava frontalment amb la llei espanyola que, com a molt, acceptava el canvi de denominació de província pel de vegueria, però a la pràctica no hi havia modificacions substancials.
Com a conclusió, es pot afirmar que fins que no existeixi una ferma voluntat política de modificar l’actual mapa territorial català, Barcelona, Tarragona, Girona i Lleida mantindran la categoria de capitals de les diferents demarcacions, se’ls anomeni províncies o vegueries.
Però el cert és que des de les capitals territorials tampoc es facilita gens la descentralització territorial. La por per perdre el control sobre una part del territori que, tradicionalment han considerat seu, fa que, no només els polítics, sinó la majoria d’òrgans administratius, siguin reticents a l’hora de facilitar qualsevol mesura que vagi encaminada a atendre les peticions que es fan des dels diferents estaments territorials.
Posem un exemple. Fa un parell de dècades, el sindicat de la UGT, va unificar el territori de l’Ebre amb el del Camp de Tarragona aconseguit així la unitat sindical a tota la província. Tortosa passava a ser una delegació de Tarragona sense cap poder de decisió i supeditada a la voluntat d’entesa de cada executiva sectorial.
De totes formes hi ha àrees administratives que mai s’han descentralitzat i que, segurament no ho faran en el futur. Estic parlant del Cadastre, d’Hisenda (no confondre amb l’Agència Tributària –estatal-), de Duanes, de l’Agència Tributària Catalana, de Trànsit, de Transports, etc. Per a realitzar tràmits davant d’aquests organismes encara t’has de desplaçar fins a Tarragona, al menys que es puguin fer de forma virtual amb el corresponent certificat electrònic.        

LA FOTO DENÚNCIA DEL DIA 7-04-2013

Perill imminent. Fixeu-vos com està aquesta tapa de registre. Quan creieu que trigarà en trencar-se? O que algú amb muletes en pugui introduir una per un forat?

Aquesta tapa està al carrer la Ràpita de Tortosa, al sortir per la porta del darrere del supermercat Mercadona, tal com es veu a l'altra foto.

En defensa del escrache

Vicenç Navarro 

La enorme fuerza que las derechas tuvieron sobre el Estado español en el proceso de Transición de la dictadura a la democracia (erróneamente definido por el establishment político y mediático como modélico) produjo una democracia muy limitada e incompleta, causa del enorme retraso social de España. Después de más de treinta años viviendo bajo esta democracia, España todavía tiene el gasto público social por habitante más bajo de la UE-15, el grupo de países de la Unión Europea (UE) de semejante nivel de desarrollo económico al español (ver mi libro Bienestar insuficiente. Democracia Incompleta. De lo que no se habla en nuestro país. 2002).
Indicadores de las enormes limitaciones de la democracia española, caracterizada por su baja calidad, son múltiples e incluyen, desde la limitada diversidad ideológica de sus medios de información, a la escasa participación ciudadana en la gobernanza del país, limitándola a la posibilidad de votar sus representantes (dentro de un proceso electoral muy poco representativo) cada cuatro años, sin ninguna posibilidad de recurso cuando tales representantes incumplen sus promesas, situación que ha alcanzado su máxima expresión en el gobierno actual del Partido Popular presidido por el Sr. Rajoy.
Una consecuencia de esta situación es el enorme poder que los poderes fácticos tienen sobre tales representantes políticos, incluyendo entre ellos las entidades financieras y empresariales que dominan el proceso de decisiones políticas garantizando el mantenimiento de sus privilegios a costa del bienestar de la ciudadanía. La extensión de tal dominio es única en las democracias occidentales y es motivo de atención e incluso denuncia a nivel internacional (más que a nivel nacional). Ejemplos hay múltiples. El más reciente es la decisión del Tribunal de Justicia Europeo que ha indicado que la Banca en España tiene un excesivo poder legislativo que se traduce en una situación abusiva para las personas que tienen una hipoteca y que en un momento concreto de su vida no pueden pagarla. Vivo parte del año en EEUU, y cuando un ciudadano en aquel país no puede pagar una hipoteca, devuelve las llaves al banco y se olvida de la hipoteca. No así en nuestro país donde tal ciudadano y/o aquella persona que avala la hipoteca tendrán que continuar pagándola por el resto de su vida. Es un ejemplo de hasta qué punto la Banca tiene poder en España, poder que se ha visto también en la ayuda pública a la Banca (que ha supuesto un enorme drenaje de los fondos del Estado) o el compromiso adquirido por el Estado, aprobado por los llamados representantes del pueblo español, de que la categoría más importante en las decisiones presupuestarias del Estado español, sea la de pagar los intereses a la Banca (más importante que cualquier otro ítem en el presupuesto).
Otros ejemplos del gran poder que tales grupos financieros y empresariales tienen en España (sin parangón en la UE) es el excesivo poder político de las empresas energéticas y de comunicación que explican que la energía eléctrica sea la más cara en la OCDE (el grupo de países más ricos del mundo) o que una llamada telefónica de España a EEUU sea tres veces (sí, ha leído bien, tres veces) más cara que la misma llamada, de igual duración, de EEUU a España. O que las llamadas telefónicas por móvil sean también las más caras de la OCDE. El poder de Endesa y Telefónica -entre otras- sobre la clase política dominante (en la que incluyo a los políticos de partidos gobernantes) es enorme. Son responsables de las políticas públicas menos sensibles a los usuarios (user-unfriendly) que yo conozco. No es solo su abusiva carestía sino también su comportamiento arrogante, ofensivo al usuario, con prácticas casi mafiosas (y tengo ejemplos de ello), todos ellos indicadores de este poder político y que se traduce en su maridaje con tal clase política. Vean la composición de sus grupos de asesoría, consultoría o gestión y verán las características de este maridaje.
La necesidad de rebelarse ante esta situación antidemocrática
Cualquier persona con sensibilidad democrática en España (independientemente de sus posturas ideológicas y pertenencia política) debería rebelarse frente a esta situación. En nuestro país, cualquier progreso democrático que ha ocurrido ha sido resultado de las movilizaciones populares que en muchas ocasiones ha recurrido a la desobediencia civil, dejando de respetar leyes que traducen e imponen un comportamiento antidemocrático que debe ser cuestionado y desobedecido. Las movilizaciones de los años setenta en contra de la dictadura que forzaron el fin de aquel régimen fue el caso más claro de la necesidad y eficacia de tales movilizaciones. Nos encontramos hoy en una situación parecida en que los gobiernos en España están llevando a cabo políticas altamente impopulares por las cuales carecen de un mandato popular que justifiquen su imposición.
De ahí la necesidad de movilizarse. El ejemplo más reciente de estas movilizaciones prodemocracia fueron las del movimiento 15M que pusieron en el centro de la atención política la baja calidad del sistema democrático español. Sus eslóganes (“no hay pan para tanto chorizo” o “no nos representan” o “no os dejaremos dormir si no nos dejáis soñar”, por ejemplo) pronto se convirtieron en guías de la protesta popular, gozando de amplia popularidad y aceptación, incluso entre los votantes y simpatizantes de las derechas (partidos conservadores y/o liberales). En contra de lo que el establishment mediático constantemente señala, el movimiento 15M ha sido enormemente exitoso pues ha dado origen a muchos otros movimientos. Su radicalidad, su denuncia y la originalidad de sus propuestas han creado precedentes, empoderando a la población y animándola a que dejen de tener miedo al poder financiero y económico que domina al poder político. Ha contribuido así a crear un clima de protesta, mostrando “la desnudez del rey”, es decir, mostrando tal establishment, que se autodefinió como democrático, por lo que es: la utilización de las instituciones llamadas representativas para llevar a cabo prácticas claramente antidemocráticas. Son “lo que mandan” los que abusan y niegan la democracia, no los que protestan. Estos últimos son los que están defendiendo a la democracia, denunciando su incumplimiento.
La necesidad del escrache
Una de las últimas manifestaciones en defensa de la democracia es el movimiento de protesta Plataforma de Afectados por la Hipoteca, PAH, que ha escandalizado a las voces conservadoras tanto en Catalunya como en el resto de España. Las derechas catalanas y españolas (pero también para vergüenza de la mayoría de sus bases algunas voces de las izquierdas) han tenido la osadía que denunciar que tales manifestaciones son antidemocráticas e intolerables en una democracia (mostrando en tal acusación la ignorancia de lo que ocurre en otros países de mayor solidez democrática. En Estados Unidos las manifestaciones en contra de los banqueros y de sus políticos, en sus lugares de residencia y veraneo, es una constante en la vida política de aquel país), indicando que van en contra del espíritu democrático que debería prevalecer en nuestra sociedad. El primer comentario que tales declaraciones generan es el de denuncia por su incoherencia y/o hipocresía. ¿Qué hicieron tales voces frente al desahucio de familias enteras por orden bancaria? En realidad muchas de ellas, bien por activa o por pasiva, contribuyeron a que tales desahucios tomaran lugar.
El movimiento PAH vio, como después de la recogida de más de un millón y medio de firmas en su Iniciativa Legislativa Popular, y tras la aprobación por parte de todos los partidos políticos representados en las Cortes, excepto el PP, éste vetó la iniciativa, negando la dación en pago universal (una medida que evita que el hipotecado pierda su casa y continúe pagándola con una deuda de por vida debido a la caída del precio de la vivienda) respondiendo, una vez más, a los intereses de la Banca en contra de los intereses de la población. Y también en contra del parecer de la gran mayoría de la población incluyendo la mayoría de sus votantes que apoyan tal medida. Y cuando se denuncia a los representantes de tal partido político por ir en contra de la opinión de la mayoría de la ciudadanía, el presidente Rajoy tiene la desfachatez de acusar al PAH de antidemocrático.
Es de aplaudir que tal movimiento fuera al domicilio de aquellos políticos (lo que se llama escrache) que, con sus votos, han hecho posible tal insulto a la democracia, para denunciarlos y avergonzarles de su comportamiento. El argumento de que molestan a los familiares de los políticos muestra su propia insensibilidad frente al enorme daño hecho a familias enteras, incluyendo niños e infantes. Exigen respeto a ellos cuando sus propios actos muestran su carencia de mera sensibilidad humana a las víctimas de sus decisiones.
El linchamiento mediático a sus dirigentes, como Ada Colau, es parte de una estrategia de represión que es la respuesta del establishment político-mediático, autodefinido como democrático, frente a aquellos movimiento que exigen, con razón, cambios en el proceso de decisión no democrático que ocurre en las instituciones representativas. Martin Luther King (MLK) también fue linchado mediáticamente en EEUU, y perseguido por el Estado federal y el FBI (la policía federal). Hoy el día MLK es fiesta nacional. La democracia siempre ha requerido movimientos que cuestionen y denuncien sus carencias. Y en España, hay enormes carencias. Tal movimiento y sus comportamientos de agitaciones sociales requieren un apoyo de todas las personas democráticas de este país. En realidad el gran rechazo que han provocado en las estructuras antidemocráticas de poder es la mayor prueba de que van por el mejor camino.