Rajoy, el presidente fullero de un país rumbo al abismo
¿Es Rajoy un charlatán de feria en versión de señorito de provincias? Sí, es un patrañero convulsivo. Veamos: día 7 de noviembre de 2011, durante la campaña de las elecciones generales, con media España pendiente del debate televisivo de los dos candidatos, Rajoy y Rubalcaba, el líder de la derecha increpó al entonces vicepresidente con estas palabras: “Usted subió el IVA a la gente y no lo llevaba en su programa. Pero yo no soy como usted, yo lo que no llevo en mi programa no lo hago”. ¡Menudo trolero!
Lo ha desarreglado todo
En ese debate, Rajoy declaró que la “situación económica era insostenible.” Pero que él la podía arreglar. ¿Qué ha arreglado? No ha arreglado nada. Lo ha desarreglado todo. Hete aquí lo que dijo a propósito de la “situación insostenible”: “La situación se ha hecho insostenible porque hay más de 5 millones de personas en España que no pueden trabajar, por las deudas acumuladas y por el daño que ha sufrido la economía. Y lo peor, son las dudas que se han generado sobre la economía. La incertidumbre y la desconfianza”.
Él era la luz del final del túnel
Ahora, sin embargo, hemos sabido que el número de desempleados ha superado todos los records y estamos a día de hoy con más de seis millones de parados. O sea, que nos encontramos en una coyuntura muchísimo más grave, y con él en la Moncloa. ¿Recuerda Rajoy lo que dejó dicho en sus mítines de campaña?: “Lo que se vota el próximo 20 de noviembre es si queremos seguir como hasta ahora o comenzar a ver la luz al final del túnel”. Desde que es jefe del Ejecutivo, Rajoy no ha podido abrir no ya la luz, sino ni siquiera encender una cerilla en túnel alguno.
Bravuconada de don Mariano
He aquí otra bravuconada: “Yo voy a proponer un cambio que nos permita primero detener la caída, luego crear empleo y asegurar de verdad las pensiones, la Sanidad y la Educación. Y para eso es necesario gestionar bien la economía, recuperar la confianza y aunque no va a ser fácil, lo vamos a conseguir”. Y una más: “No vamos a reducir las prestaciones de desempleo. Usted, Sr. Rubalcaba, miente y que lo que usted está dejando caer aquí es una insidia. Yo no voy a modificar el seguro de desempleo”. Pero no es verdad. Lo modificó el 11 de julio de 2012, cuando anunció en el Congreso de los Diputados que se iba a reducir la prestación por desempleo del 60 al 50% (…)”.
Otra falsedad evidente
Regresemos al debate televisivo. Se jacta Rajoy: “Yo, por supuesto, no pienso dar un solo euro de dinero público para bancos y cajas.” Otra falsedad evidente. Respecto a Bankia, inyectó dinero abundante y acabó pidiendo a la UE el rescate financiero de España. Nuevo brindis al sol de un tramposo: “Lo que se trata es de garantizar una sanidad universal, gratuita y de calidad para todo el mundo”. Así difundió un gran engaño. Lo cierto es que Rajoy implantó el copago sanitario, el copago farmacéutico y que por primera vez, los pensionistas y los enfermos crónicos tienen que pagar por sus medicinas. Además, dejó fuera del sistema público 400 medicinas de uso común, que deberán ser pagados en su totalidad por los pacientes”. Y recortó también el presupuesto de sanidad.
Compromisos incumplidos
Entre sus compromisos electorales están los siguientes, en su mayoría incumplidos: Primero, un cambio político. En segundo lugar, un Gobierno competente. Es decir, con ministros que sepan de lo que hablan, que se conozcan bien los temas y se los estudien. El tercer lugar, decir la verdad y hacer un buen diagnóstico. Y en cuarto lugar, un plan. Hay que poner fin a esa etapa de ocurrencias, improvisaciones, rectificaciones, un plan”. Rajoy, el presidente fullero de un país rumbo al abismo.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
¿Es Rajoy un charlatán de feria en versión de señorito de provincias? Sí, es un patrañero convulsivo. Veamos: día 7 de noviembre de 2011, durante la campaña de las elecciones generales, con media España pendiente del debate televisivo de los dos candidatos, Rajoy y Rubalcaba, el líder de la derecha increpó al entonces vicepresidente con estas palabras: “Usted subió el IVA a la gente y no lo llevaba en su programa. Pero yo no soy como usted, yo lo que no llevo en mi programa no lo hago”. ¡Menudo trolero!
Lo ha desarreglado todo
En ese debate, Rajoy declaró que la “situación económica era insostenible.” Pero que él la podía arreglar. ¿Qué ha arreglado? No ha arreglado nada. Lo ha desarreglado todo. Hete aquí lo que dijo a propósito de la “situación insostenible”: “La situación se ha hecho insostenible porque hay más de 5 millones de personas en España que no pueden trabajar, por las deudas acumuladas y por el daño que ha sufrido la economía. Y lo peor, son las dudas que se han generado sobre la economía. La incertidumbre y la desconfianza”.
Él era la luz del final del túnel
Ahora, sin embargo, hemos sabido que el número de desempleados ha superado todos los records y estamos a día de hoy con más de seis millones de parados. O sea, que nos encontramos en una coyuntura muchísimo más grave, y con él en la Moncloa. ¿Recuerda Rajoy lo que dejó dicho en sus mítines de campaña?: “Lo que se vota el próximo 20 de noviembre es si queremos seguir como hasta ahora o comenzar a ver la luz al final del túnel”. Desde que es jefe del Ejecutivo, Rajoy no ha podido abrir no ya la luz, sino ni siquiera encender una cerilla en túnel alguno.
Bravuconada de don Mariano
He aquí otra bravuconada: “Yo voy a proponer un cambio que nos permita primero detener la caída, luego crear empleo y asegurar de verdad las pensiones, la Sanidad y la Educación. Y para eso es necesario gestionar bien la economía, recuperar la confianza y aunque no va a ser fácil, lo vamos a conseguir”. Y una más: “No vamos a reducir las prestaciones de desempleo. Usted, Sr. Rubalcaba, miente y que lo que usted está dejando caer aquí es una insidia. Yo no voy a modificar el seguro de desempleo”. Pero no es verdad. Lo modificó el 11 de julio de 2012, cuando anunció en el Congreso de los Diputados que se iba a reducir la prestación por desempleo del 60 al 50% (…)”.
Otra falsedad evidente
Regresemos al debate televisivo. Se jacta Rajoy: “Yo, por supuesto, no pienso dar un solo euro de dinero público para bancos y cajas.” Otra falsedad evidente. Respecto a Bankia, inyectó dinero abundante y acabó pidiendo a la UE el rescate financiero de España. Nuevo brindis al sol de un tramposo: “Lo que se trata es de garantizar una sanidad universal, gratuita y de calidad para todo el mundo”. Así difundió un gran engaño. Lo cierto es que Rajoy implantó el copago sanitario, el copago farmacéutico y que por primera vez, los pensionistas y los enfermos crónicos tienen que pagar por sus medicinas. Además, dejó fuera del sistema público 400 medicinas de uso común, que deberán ser pagados en su totalidad por los pacientes”. Y recortó también el presupuesto de sanidad.
Compromisos incumplidos
Entre sus compromisos electorales están los siguientes, en su mayoría incumplidos: Primero, un cambio político. En segundo lugar, un Gobierno competente. Es decir, con ministros que sepan de lo que hablan, que se conozcan bien los temas y se los estudien. El tercer lugar, decir la verdad y hacer un buen diagnóstico. Y en cuarto lugar, un plan. Hay que poner fin a esa etapa de ocurrencias, improvisaciones, rectificaciones, un plan”. Rajoy, el presidente fullero de un país rumbo al abismo.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM