J. Mendoza/J. Vidal en Estella Digital.
Guerrera blanca, pantalones, gorra de plato y zapatos del mismo color. En el pecho, doble fila de condecoraciones. Esta es la guisa que se gasta el exalcalde de Toledo –que no pertenece a la Armada ni a la marina mercante– en sus lujosas vacaciones familiares en Mallorca. Recién imputado por cohecho, tráfico de influencias y prevaricación en el caso Bárcenas, alquilaba un yate de considerable porte en el que lucir sus galas marineras.
Guerrera blanca, pantalones, gorra de plato y zapatos del mismo color. En el pecho, doble fila de condecoraciones. Esta es la guisa que se gasta el exalcalde de Toledo –que no pertenece a la Armada ni a la marina mercante– en sus lujosas vacaciones familiares en Mallorca. Recién imputado por cohecho, tráfico de influencias y prevaricación en el caso Bárcenas, alquilaba un yate de considerable porte en el que lucir sus galas marineras.
El exalcalde de Toledo, José Manuel Molina, imputado el miércoles por cohecho, prevaricación y tráfico de influencias en la adjudicación de una contrata de basuras, tiene un indisimulado gusto por las medallas y los uniformes. Poseedor de la cruz al mérito militar con distintivo blanco, en vacaciones aprovecha los yates que alquila con su familia para lucir un uniforme blanco inmaculado repleto de condecoraciones. Se trata de un uniforme parecido al de la Armada, pero con distintivos inspirados en la marina mercante.
El escenario de estas lujosas vacaciones familiares es el archipiélago balear, por el que gusta navegar al exalcalde y hoy canciller de la Embajada de España en la República Democrática del Congo. La familia Molina ha alquilado en veranos precedentes yates de considerable porte, que fuentes de la industria de la navegación de recreo calculan a un precio de unos 12.000 euros mensuales, dada la eslora de las embarcaciones.
José Manuel Molina luce en vacaciones un atuendo similar al de los capitanes de navío de la Armada española, pero con sutiles diferencias. El hoy canciller dispone de uniformes tanto de faena como de “paseo”, que en terminología militar se conoce como “modalidad A”. Gorras beisboleras similares al de la marina de guerra, pantalones cortos, y también uniforme con casaca, pantalón, gorra de plato y zapatos blancos; otro con camisa y pantalones cortos.
En los uniformes informales Molina luce en el pecho la inscripción “Capitán J.M.M”. En los más formales el político del PP lleva una doble fila de condecoraciones de aspecto militar. Dos de ellas se corresponden a la cruz al Mérito Militar con distintivo blanco, si bien solo consta una de ellas en el historial de Molina. Por su parte fuentes de la Armada aseguran desconocer cualquier tipo de recompensa en forma de medallas por parte de la marina de guerra española a José Manuel Molina. En cuanto a la gorra que luce en la cubierta de su barco, se trata de una evolución de la uniformidad española, mucho más aparatosa y alta, que acaba teniendo más parecido con la de la US Navy.
Las vacaciones del hoy canciller en el Congo eran de carácter familiar. De hecho, en las fotos aparece acompañado de su mujer, hijas y yernos. Fuentes conocedoras de las mismas señalan que el barco se alquilaba por semanas y que estas vacaciones tuvieron lugar al menos cuatro años consecutivos, desde el año 2007. Las mismas fuentes explican que Molina tiene un curso de capacitación para patronear embarcaciones recreativas, lo que no le daría derecho a usar el uniforme de oficial de la marina mercante.
Subinspector de Hacienda
Molina dejó la política activa en junio de 2007, tras verse superado en concejales por el pacto entre PSOE e IU en el Ayuntamiento de Toledo, donde comenzó como concejal en 1983. Ha sido alcalde de la capital castellano-manchega durante 12 años, cuatro en una primera etapa entre 1987 y 1991, y ocho entre 1999 y 2007. También ha sido senador y diputado de las cortes de Castilla-La Mancha. Molina estaba enfrentado a Dolores de Cospedal y de hecho manifestó su cercanía a José Bono, lo que le supuso un efecto de vacío entre sus correligionarios.
Las primeras vacaciones mallorquinas que constan en un yate de lujo tienen lugar precisamente en ese año 2007 en que deja la política.
Las primeras vacaciones mallorquinas que constan en un yate de lujo tienen lugar precisamente en ese año 2007 en que deja la política
Una vez abandonados los cargos públicos regresó a su puesto de subinspector del Ministerio de Hacienda. Fue el año pasado cuando optó a una plaza que surgió vacante de canciller en la Embajada de España en la República Democrática del Congo, que le fue concedida ante el asombro del cuerpo diplomático. Desde entonces reside en Kinshasa.
Pero la plácida vida de Molina en el Congo se ha visto rápidamente alterada con la aparición del ‘caso Bárcenas’. En una anotación de la agenda del extesorero figura la entrega de 200.000 euros al gerente del PP castellano-manchego, presuntamente para financiar la campaña de Dolores de Cospedal. En su declaración ante Ruz, Bárcenas da esta interpretación de los hechos. La comisión era por la concesión de la contrata de basuras del Ayuntamiento a favor de Sufi, una empresa de Sacyr, que entonces presidía Luis del Rivero.
El miércoles Ruz decidió que había indicios suficientes para imputar por cohecho, tráfico de influencias y prevaricación contra José Manuel Molina. La Intervención General del Estado (IGE) ha encontrado además irregularidades en el desarrollo de ese contrato. Cuatro días antes de las elecciones municipales, la Junta de Gobierno –integrada exclusivamente por el PP y presidida por Molina– aprobó una mejora de 11,3 millones en el contrato a favor de Sufi. La IGE cree que no se siguieron los trámites adecuados y debía haberse declarado “nula de pleno derecho” esa mejora del contrato.
Cuatro días antes de las elecciones municipales, la Junta de Gobierno –integrada exclusivamente por el PP y presidida por Molina– aprobó una mejora de 11,3 millones en el contrato a favor de Sufi
Molina es administrador, junto a su mujer, de una sociedad inmobiliaria llamado Cristo de la Luz, SL, con un capital social de 75.000 euros. Las bodas de sus hijas –una de ellas con un capitán del Ejército de Tierra– fueron acontecimientos sociales de alto nivel en Toledo. En los reportajes gráficos llama la atención el padre de las novias, extraordinariamente elegante con un chaqué. Sobre el pecho, varias medallas.
Los miembros del cuerpo diplomático y embajadores nombrados por el Gobierno tienen derecho al uso de un uniforme, consistente básicamente en una elegante casaca azul, con bordados de oro en espalda, cuello, hombreras y bocamangas. No hay testimonios gráficos de que Molina lo haya usado en su misión diplomática en el Congo, donde quizás hubiera sido más apropiado que el blanco de estas fotos.