divendres, 26 de maig del 2017

LA NOSTRA RIBERA 184






MORELLA LA BELLA 9






Sánchez derrota a las élites

IGNACIO ESCOLAR

Pedro Sánchez renace de sus cenizas y regresa al frente del PSOE con una victoria incuestionable y más poder del que nunca tuvo antes

Susana Díaz, la candidata que prometía “un PSOE ganador”, ha sido incapaz de vencer en su propio partido

Contra la mayoría de los dirigentes socialistas, contra casi todo el aparato, contra Suresnes,  contra los barones, contra la gestora, contra la mayoría de los medios de comunicación, contra el poder económico, contra Cebrián, contra Felipe, contra Zapatero... contra unas élites tan alejadas siempre de los ciudadanos, sus preocupaciones y sus intereses. Pedro Sánchez renace de sus cenizas y regresa al frente del PSOE con una victoria incuestionable y más poder del que nunca tuvo antes. Ha recuperado Ferraz a lomos de la indignación de tantos socialistas por la abstención ante el PP y el golpe palaciego con el que se tumbó al primer secretario general elegido directamente por los militantes. Tiene una nueva oportunidad, aunque las élites que han perdido esta batalla volverán otra vez en su contra.
Susana Díaz, la candidata que prometía “un PSOE ganador”, ha sido incapaz de vencer en su propio partido. Solo se impone en su propia federación, Andalucía. Pierde en todas las demás y en la gran mayoría de las agrupaciones ha conseguidoun resultado inferior incluso al número de avales que presentó con su nombre; un indicador bastante claro de hasta qué punto presionó a su favor el aparato. ¿El lugar donde más voto oculto había para Pedro Sánchez respecto a los avales? Es fácil de imaginar: en Andalucía.
Hasta hace dos semanas –con el recuento de esos avales, cuando se vio venir lo que finalmente ha pasado–, Susana Díaz pretendía ganar estas primarias sin despeinarse, sin competencia, sin molestarse siquiera en presentar un proyecto propio; solo Esperanza Aguirre había intentado antes ganar unas elecciones sin programa. Díaz solo presentó sus propuestas por escrito cuando la tozudez de los datos de los avales demostró que siempre es un error creerte tu propia propaganda.
La imagen de Susana Díaz es pésima entre los potenciales votantes del PSOE, según todas las encuestas. También salía peor que Pedro Sánchez en la valoración de todos los españoles, incluyendo a quienes no se plantean votar al PSOE. No era así entre las élites socialistas, donde nunca antes un candidato ha tenido apoyos tan unánimes, a pesar que muchos de ellos, en privado, admitían que la presidenta andaluza tenía los pies de barro. Ellos también han sido claramente derrotados y de la generosidad e inteligencia del nuevo secretario general dependerá que formen parte del futuro del PSOE o solo de su pasado.
Sánchez tiene en su mano el mandato más claro que ha tenido jamás un líder socialista desde que Zapatero perdió la presidencia. Ya había ganado antes unas primarias, con menos votos pero más margen frente a Eduardo Madina. Aunque en aquella ocasión Sánchez contaba con el apoyo mayoritario de un aparato que después consideró que la victoria era suya y quiso tutelar cada uno de sus pasos. Casi nadie de los que le apoyaron en aquellas primarias creía en él, empezando por la propia Susana Díaz, que solo le respaldó porque Madina le parecía poco dócil.
Los partidarios de la candidata derrotada tienen herramientas para limitar el poder del nuevo secretario general. En el grupo parlamentario –donde los de Pedro son minoría–, en los gobiernos autonómicos, en las federaciones… En teoría, Sánchez tendrá que pactar también los nombres de la nueva Ejecutiva socialista, que debe ser respaldada por los delegados en el próximo Congreso. En la práctica, el resultado le deja las manos casi libres, aunque la primera comparecencia de Susana Díaz tras su derrota –una intervención donde ni siquiera se ha referido a Pedro Sánchez por su nombre– no permite pronosticar que la presidenta andaluza no vaya a oponer resistencia.
A partir de hoy, Pedro Sánchez tiene una nueva oportunidad de la que, en esta ocasión, será plenamente responsable. Dentro de su equipo le aconsejarán dos cosas contradictorias: unos, que sea generoso e integre a los derrotados; otros, que aproveche esta victoria para regenerar el partido. Probablemente deba mezclar un poco de ambas recetas. De su éxito o fracaso dependerá en gran medida la posibilidad de un país donde el Partido Popular no siga para siempre en La Moncloa.

dijous, 25 de maig del 2017

LA DARRERA ESPERANÇA ‘BLANCA’ (Quarta part)

Al PSC estan (estem) crescuts. 
Avui us parlaré en clau catalana. Com heu pogut comprovar la victòria de diumenge de Pedro Sánchez m’ha donat per a molt.
Començaré amb una pregunta i, tal com diria l’amic Llorenç Navarro, sense ànim de fotre follón.
Com tots sabeu, el suport de Pedro Sánchez a Catalunya va ser de més del 80%, tot i que el nou Secretari General és de Madrid. Si el candidat hagués estat català, trobeu que a Madrid hagués tingut el mateix percentatge de suports?
Bé, es una pregunta que no té resposta, tot i que sí un precedent. Va ser quan Josep Borrell, gran defensor de Pedro Sánchez va optar per al càrrec. El seu rival va ser Joaquín Almunia. Borrell es va haver de retirar perquè li van destapar un cas de corrupció d’alts càrrecs d’Hisenda de Catalunya de l’època en que era Secretari d’Estat d’Hisenda. Directament ell no tenia res a veure, però n’hi va haver prou per apartar-lo.
A Catalunya, Iceta i per extensió la seva executiva, va ser l’únic baró territorial que es va declarar neutral, en contra de l’opinió general de la militància que, tal i com es va poder veure, es decantaven per Pedro Sánchez abans que per la Susana Díaz.
Tot i que personalment no me sembla correcte el que va fer Iceta (és una mica com jugar a la puta i la Ramoneta, que tantes vegades critiquem quan ho fan els altres), l’estratègia li ha pogut sortir bé. Vull recordar que a la investidura de Rajoy, els diputats del PSC van votar no en bloc. No hi va haver fissures. Això va crear un clima d’incomoditat a la gestora del PSOE i a tots els sectors que li van donar suport, els podeu anomenar com vulgueu: susanistes, felipistes, guerristes, etc. En aquest cas tots eren els mateixos, ja que tots havien unit esforços per a derrocar Sánchez.
Amb la nova situació sembla que el PSC (ho recordo una vegada més, un partit diferent del PSOE, tot i que germà), juntament amb la federació valenciana, poden tenir un paper fonamental en el proper congrés anunciat per a dintre de poques setmanes.
Vaig llegir per algun lloc que la tercera via que defensen (al menys oficialment) els socialistes catalans pot tenir un important recolzament per part del Secretari General. Però per molts voltes que li donem al tema, sempre ens trobarem a la casella de sortida: totes les autonomies voldran el mateix... Es a dir, el famós cafè per a tothom.
Suposo que tots estem d’acord en la diversitat i pluralitat dels pobles d’Espanya. És igual que un sigui valencià, català, castellà o andalús... Però a l’hora de la veritat, quan es parla de la pela, tothom vol ser igual, tot i que l’esforç participatiu i les necessitats de cada autonomia sigui mol diferent.  
Es per això que no acabo de veure una Espanya federal tal com es proposa des del PSC, una fórmula que va es va haver d’assimilar a corre-cuita perquè els socialistes catalans van quedar descavalcats  per altres partits que ja sigui per l’esquerra, ja per la dreta, els hi ha estat menjant el terreny durant els darrers cicles electorals.
Si finalment Sánchez pot portar a terme el que va dir durant la campanya a la Secretaria General, cal esperar alguna proposta per a canviar les relacions entre Espanya i Catalunya. Tot i que es molt possible que tal com estan evolucionant els fets, s’arribi tard.