dijous, 29 d’agost del 2013
Franco desencadenado
David Torres
Este verano, ya lo hemos dicho más de una vez, el fascismo está desatado. Vuelven la cruz gamada, las banderas con pollo, los brazos en alto. Franco es vintage, José Antonio es cool. Un dirigente del PP de Tarragona se fotografiaba encuadernado de banderas -la constitucional, la nazi, la ornitológica- como si anunciase una campaña demasiado atrevida de United Colors of Benetton. Una pintada escatológica manchaba la plaza de toros de Pinto -”Adolf Hitler tenía razón”-, una muestra impagable del mal gusto y la estupidez de nuestros neonazis, que ignoran algo tan elemental como que su ídolo era más o menos vegetariano y animalista acérrimo. Al tío Adolf le habría horrorizado que lo invitaran a una corrida de toros; lo suyo eran los encierros de judíos, gitanos, homosexuales, eslavos y deficientes mentales.
He frenado la mano para no rematar la faena con un chiste demasiado obvio: único colectivo este último (los deficientes mentales) donde podría adscribirse la inmensa mayoría de los acólitos de Nuevas Generaciones. Demasiado obvio, amén de incorrecto y bastante injusto. La imbecilidad moral de homínidos como Pablo Bonilla, que ha amenazado de muerte con total impunidad a mi compañero de blog, Shangay Lily, no tiene nada que ver con una discapacidad, una deficiencia o una enfermedad. Es pura y simple maldad, es decir, estupidez supina, como ya apuntaba Sócrates, el primero que equiparó la ignorancia y el mal.
El bobo neonazi de Nuevas Generaciones es el único simio que tropieza dos veces con el mismo brazo. Y además en la misma localidad, Xátiva, que a este paso tiene todas las papeletas para convertirse en el Munich del movimiento, la nueva capital mundial de la gilipollez. Primero fue Jorge Roca, rodeado de fascistas erectos sin que el pobrecillo se percatara de la erección, y ahora Xesco Sáez, líder de las juventudes populares en Xátiva, que, como fan irredento de Cospedal que es, hizo el saludo nazi en diferido, aproximadamente con setenta años de retraso. Con tanto retraso que, justo detrás de él, otro de los entusiastas neonazis alza en directo el brazo equivocado.
Nunca se subrayará bastante la correspondencia esencial que hay entre la idiocia y el ideario xenófobo y violento de la ultraderecha. Tal vez quien mejor lo ha señalado es Tarantino, quien en la mejor escena de su última película, Django desencadenado, filma una reunión del Ku-Klux-Klan enmendándole la plana a Griffith y los retrata, aparte de como los asesinos cobardes que son, como una panda de descerebrados totales. Momentos antes de iniciar un linchamiento, se entretienen en discutir sobre las capuchas que ha tejido la esposa de uno de ellos y lo mal que ha zurcido los agujeros para los ojos. De hecho, apenas ven un carajo cuando van a caballo pero, según dice uno de ellos camino de la masacre, para qué quieren saber por dónde van. Aun así, los nazarenos memos del Ku-Klus-Klan tenían neuronas suficientes como para ponerse una capucha, no como los chavalines del PP, que ni siquiera nos ahorran la tristeza de que les veamos la jeta.
Este verano, ya lo hemos dicho más de una vez, el fascismo está desatado. Vuelven la cruz gamada, las banderas con pollo, los brazos en alto. Franco es vintage, José Antonio es cool. Un dirigente del PP de Tarragona se fotografiaba encuadernado de banderas -la constitucional, la nazi, la ornitológica- como si anunciase una campaña demasiado atrevida de United Colors of Benetton. Una pintada escatológica manchaba la plaza de toros de Pinto -”Adolf Hitler tenía razón”-, una muestra impagable del mal gusto y la estupidez de nuestros neonazis, que ignoran algo tan elemental como que su ídolo era más o menos vegetariano y animalista acérrimo. Al tío Adolf le habría horrorizado que lo invitaran a una corrida de toros; lo suyo eran los encierros de judíos, gitanos, homosexuales, eslavos y deficientes mentales.
He frenado la mano para no rematar la faena con un chiste demasiado obvio: único colectivo este último (los deficientes mentales) donde podría adscribirse la inmensa mayoría de los acólitos de Nuevas Generaciones. Demasiado obvio, amén de incorrecto y bastante injusto. La imbecilidad moral de homínidos como Pablo Bonilla, que ha amenazado de muerte con total impunidad a mi compañero de blog, Shangay Lily, no tiene nada que ver con una discapacidad, una deficiencia o una enfermedad. Es pura y simple maldad, es decir, estupidez supina, como ya apuntaba Sócrates, el primero que equiparó la ignorancia y el mal.
El bobo neonazi de Nuevas Generaciones es el único simio que tropieza dos veces con el mismo brazo. Y además en la misma localidad, Xátiva, que a este paso tiene todas las papeletas para convertirse en el Munich del movimiento, la nueva capital mundial de la gilipollez. Primero fue Jorge Roca, rodeado de fascistas erectos sin que el pobrecillo se percatara de la erección, y ahora Xesco Sáez, líder de las juventudes populares en Xátiva, que, como fan irredento de Cospedal que es, hizo el saludo nazi en diferido, aproximadamente con setenta años de retraso. Con tanto retraso que, justo detrás de él, otro de los entusiastas neonazis alza en directo el brazo equivocado.
Nunca se subrayará bastante la correspondencia esencial que hay entre la idiocia y el ideario xenófobo y violento de la ultraderecha. Tal vez quien mejor lo ha señalado es Tarantino, quien en la mejor escena de su última película, Django desencadenado, filma una reunión del Ku-Klux-Klan enmendándole la plana a Griffith y los retrata, aparte de como los asesinos cobardes que son, como una panda de descerebrados totales. Momentos antes de iniciar un linchamiento, se entretienen en discutir sobre las capuchas que ha tejido la esposa de uno de ellos y lo mal que ha zurcido los agujeros para los ojos. De hecho, apenas ven un carajo cuando van a caballo pero, según dice uno de ellos camino de la masacre, para qué quieren saber por dónde van. Aun así, los nazarenos memos del Ku-Klus-Klan tenían neuronas suficientes como para ponerse una capucha, no como los chavalines del PP, que ni siquiera nos ahorran la tristeza de que les veamos la jeta.
dimecres, 28 d’agost del 2013
DIARI DE L’AGOST. DIA 28
PIXERADA MORTAL. Sempre es diu que quan
surten notícies de les nostres terres, desgraciadament, sempre són negatives.
Ahir el Periódico qualificava de forma negativa l’alcalde d’Ascó Rafael
Vidal, guanyador fa un parell d’anys del premi Micro tancat
que atorga el Col·legi de Periodistes de Tarragona. Si llavors sé li va
concedir el premi per l’opacitat informativa de l’ajuntament que presideix,
ara, la notícia, encara ha estat molt més negativa.
Aquests passats dies la premsa va publicar
la notícia de la mort d’una jove de 16 anys de Reus que s’havia desplaçat
a Ascó per a passar la festa major d’aquella localitat a casa d’uns familiars.
La jove, que segons les informacions va anar a pixar a la via del tren,
va ser envestida per un comboi provocant-li la mort.
Segurament, la mort s’hauria pogut evitar
instal·lant al costat del recinte festiu les unitats sanitàries suficients
per a que el públic en general pogués fer les seves necessitats fisiològiques.
Pel que sé, l’Ajuntament d’Ascó no és del que té, precisament, problemes
econòmics greus gràcies al que li donen les centrals nuclears. Per a exemple,
només cal veure la trajectòria del seu club de futbol, ara per ara, el
número u de les nostres terres.
BANDERES. Des de temps immemorials, l’home
s’ha vist amb la necessitat d’utilitzar banderes i estendards per
a identificar un país, un exercit o qualsevol altra cosa sobre la qual
es volgués demostrar una pertinença. Només cal recordar el esperpèntic
cas de l’illa Perejil, presa per soldats marroquins i recuperada pels
espanyols només uns dies després. Una illa on només hi havia cabres...
Però el problema arriba quan hi ha un
excés de banderes i algú en vol suprimir alguna, segurament perquè entre
elles hi ha certa incompatibilitat. Imagineu-vos el balcó de qualsevol
ajuntament del nostre país amb la bandera de la UE, la imperial,
la senyera i la del propi municipi. Moltes em semblen! Llavors, de vegades,
passa l’inevitable: que algú prengui la decisió de treure’n alguna. I,
es clar, s’acaba traient aquella amb la que menys identificat et sents.
Tot això ho explico perquè l’Ajuntament
de Tortosa ha rebut un requeriment de la subdelegació del govern central
de Tarragona on sé li demana el motiu pel qual no oneja l’estanquera (tal
com l’anomenava un amic meu) a la façana de l’edifici consistorial. L’alcalde
de la població ha respost una cosa així com qui no té feina el gat pentina
i, insisteix que el barrut si que està al seu pal corresponent,
però el que passa és que està lligat a causa del vent que sol fer al nostre
territori.
Quan passen casos com aquest, els ajuntament
opten per solucions de tot tipus que van des del que posa una petita bandera
bicolor (sembla ser que no indica en lloc la mida que han de tenir)
a aquell que opta per treure-les totes als que de tant en tant en treuen
una (sempre la mateixa) per a portar-la a netejar a la bugaderia que, precisament,
coincideix amb els dies d’observació de l’autoritat competent, afortunadament,
civil.
Rajoy oferirà el cap de la Ministra de
Sanitat Ana Mato (quina paradoxa dir-se Mato i ser Ministra de Sanitat)
per salvar el seu i mirar de calmar la situació política. Però molt em
temo que a la curta o a la llarga li oferirà una compensació en forma de
càrrec u ocupació. Si amb tots els defenestrats, el PP ha de donar-los
el mateix tracte, es a dir, pagar-los per a que tinguin la boca tancada,
aviat s’hauran d’inventar un altre Gürtel.
MENYS DINERS I POQUES EXPLICACIONS. El
govern català, finalment, ha decidit prorrogar els pressupostos del 2012
per aquest 2013. Érem molts (entre els que m’incloc) els que tenien coll
avall de que acabaria sent així. L’excusa del govern de Mas és que el
govern central, amb el límit de dèficit que els ha marcat, haurien de retallar
molt més del que ja estan retallant. En canvi, per als partits de l’oposició
es tracta d’una maniobra per a no tenir que donar explicacions al Parlament
sobre quines partides seran les més perjudicades per la reducció pressupostaria.
Com ja he dit més d’un cop, es tracta més de com es gasta que no el que
es gasta. Possiblement hi ha partides supèrflues (o menys importants si
voleu) que es podrien suprimir per a dotar de més diners altres com per
exemple l’educació o la sanitat.
Una casa con fantasmas
Luis García Moreno.
En su ejemplar política de recortes y austeridad, siempre al servicio de la buena economía y del futuro de España, el Partido Popular ha decidido suprimir el mes de agosto tal y como lo conocíamos hasta ahora. Una vez recortados los presupuestos, los sueldos, las inversiones públicas, el ahorro y el consumo nacional, era el momento de empezar con el calendario. Se acabó ese mes inútil del año, hueco por dentro, en el que la gente se abandonaba al ejercicio poco productivo de matar el tiempo y resultaba tan difícil rellenar las páginas de los periódicos.
Gracias a la cúpula el Partido Popular, nunca bien ponderada, ya no hacen falta serpientes de verano, noticias tontas, rumores simpáticos sobre apariciones de extraterrestres o reportajes sobre los asuntos curiosos que encierra el ancho mundo. ¡Aquí se trabaja! Estamos en condiciones de dar una lección a los turistas europeos que nos visitan por estas fechas. España ha decidido sembrar el mes de agosto de palpitante actualidad con temas políticos y declaraciones de primera magnitud.
Siempre hay gente mezquina que niega la alabanza justa y aguafiestas incapaces de reconocer los logros y las altas misiones. Algunos columnistas e intelectuales, esos tipejos oscuros que se empeñan en separarse del pueblo, pretenden manipular la realidad. Hablan de corrupción, cuentas falsas, compra de favores y financiaciones ilegales. Menos mal que el pueblo sano, gracias a la ejemplar programación de las televisiones públicas y privadas, sabe reconocer la labor de un Gobierno que no da puntada sin hilo y arregla los problemas de dos en dos.
Desarrollemos como ejemplo esta nueva filosofía pensada para el mes de agosto. Los aguafiestas habían pregonado con rabia los momentos difíciles que sufren los periodistas y las preocupaciones económicas de los honrados propietarios de los medios de comunicación. ¿Qué ayuda podía ofrecer el Estado? Pues está claro: la supresión del mes de agosto como tiempo muerto. Se sirven noticias en bandeja y declaraciones oficiales a la carta para que nadie se despegue de los televisores, las radios y los periódicos. Como en el mundo hay mucho desagradecido, todavía se oyen voces dispuestas a protestar y a no comprender los beneficios de la situación.
Unos beneficios dobles porque, como hemos dicho, el Gobierno arregla los problemas de dos en dos. Los aguafiestas se han cansado de hablar sobre la crisis de la cultura y el hundimiento de la industria cinematográfica. Aunque el mundo de las artes y las letras no se merece nada, porque está compuesto de pesebreros y maldicientes que protestan por todo, el Gobierno, en su infinita generosidad, quiere ayudar. Por eso convierte al país en un inmenso cine de verano y anima las noches calurosas con explicaciones de película. El argumento no puede ser más apropiado: una casa con fantasmas, un lugar donde empiezan a ocurrir fenómenos extraños, acontecimientos sin causa lógica, los cajones que se abren o se cierran, los azucareros que se caen el suelo, las cuentas de banco que surgen en Suiza, los recibos y las contabilidades que aparecen o desaparecen. Y nadie sabe nada. ¿Se necesita algo más para una agradable sesión de cine? El mérito, en este caso, no corresponde sólo a nuestras autoridades. Justo es reconocer la parte del guión que se debe a sus abogados.
Añadamos finalmente que el buen hacer del Gobierno del PP está sirviendo para acabar con numerosos mitos nacionales e internacionales de enorme peligro. Una mención especial, aunque sea breve, merecen la política, los negocios y la imagen de la familia española.
Mucho se habló de las mezquindades de la política, de las luchas internas y de los rencores entre compañeros. Pues es mentira. A los responsables del PP todo se les olvida, no recuerdan, nunca han controlado a sus compañeros, no se han enterado de nada por pura lealtad al sentimiento de inocencia que marca sus conductas y sus aplausos.
Mucho se habló de la avaricia en el mundo de los negocios. Puras ganas de desacreditar. Cientos de empresarios honrados han contribuido a sanear las finanzas de Suiza y las cuentas del PP sin que nadie se lo agradezca y sin que ningún responsable político se haya enterado. Todo por generosidad.
Mucho se habló de la falta de libertad en la familia tradicional española. Pues falso y más que falso. En nuestros matrimonios reina una independencia absoluta. Ni la mujer sabe lo que hace el marido, ni el marido sabe lo que hace la mujer.
Menos mal que en España tienen poco éxito los calumniadores. Desde que la Sagrada Inquisición acabó con los reformistas y los ilustrados, disfrutamos de un reino saludable donde siempre resplandece la verdad.
En su ejemplar política de recortes y austeridad, siempre al servicio de la buena economía y del futuro de España, el Partido Popular ha decidido suprimir el mes de agosto tal y como lo conocíamos hasta ahora. Una vez recortados los presupuestos, los sueldos, las inversiones públicas, el ahorro y el consumo nacional, era el momento de empezar con el calendario. Se acabó ese mes inútil del año, hueco por dentro, en el que la gente se abandonaba al ejercicio poco productivo de matar el tiempo y resultaba tan difícil rellenar las páginas de los periódicos.
Gracias a la cúpula el Partido Popular, nunca bien ponderada, ya no hacen falta serpientes de verano, noticias tontas, rumores simpáticos sobre apariciones de extraterrestres o reportajes sobre los asuntos curiosos que encierra el ancho mundo. ¡Aquí se trabaja! Estamos en condiciones de dar una lección a los turistas europeos que nos visitan por estas fechas. España ha decidido sembrar el mes de agosto de palpitante actualidad con temas políticos y declaraciones de primera magnitud.
Siempre hay gente mezquina que niega la alabanza justa y aguafiestas incapaces de reconocer los logros y las altas misiones. Algunos columnistas e intelectuales, esos tipejos oscuros que se empeñan en separarse del pueblo, pretenden manipular la realidad. Hablan de corrupción, cuentas falsas, compra de favores y financiaciones ilegales. Menos mal que el pueblo sano, gracias a la ejemplar programación de las televisiones públicas y privadas, sabe reconocer la labor de un Gobierno que no da puntada sin hilo y arregla los problemas de dos en dos.
Desarrollemos como ejemplo esta nueva filosofía pensada para el mes de agosto. Los aguafiestas habían pregonado con rabia los momentos difíciles que sufren los periodistas y las preocupaciones económicas de los honrados propietarios de los medios de comunicación. ¿Qué ayuda podía ofrecer el Estado? Pues está claro: la supresión del mes de agosto como tiempo muerto. Se sirven noticias en bandeja y declaraciones oficiales a la carta para que nadie se despegue de los televisores, las radios y los periódicos. Como en el mundo hay mucho desagradecido, todavía se oyen voces dispuestas a protestar y a no comprender los beneficios de la situación.
Unos beneficios dobles porque, como hemos dicho, el Gobierno arregla los problemas de dos en dos. Los aguafiestas se han cansado de hablar sobre la crisis de la cultura y el hundimiento de la industria cinematográfica. Aunque el mundo de las artes y las letras no se merece nada, porque está compuesto de pesebreros y maldicientes que protestan por todo, el Gobierno, en su infinita generosidad, quiere ayudar. Por eso convierte al país en un inmenso cine de verano y anima las noches calurosas con explicaciones de película. El argumento no puede ser más apropiado: una casa con fantasmas, un lugar donde empiezan a ocurrir fenómenos extraños, acontecimientos sin causa lógica, los cajones que se abren o se cierran, los azucareros que se caen el suelo, las cuentas de banco que surgen en Suiza, los recibos y las contabilidades que aparecen o desaparecen. Y nadie sabe nada. ¿Se necesita algo más para una agradable sesión de cine? El mérito, en este caso, no corresponde sólo a nuestras autoridades. Justo es reconocer la parte del guión que se debe a sus abogados.
Añadamos finalmente que el buen hacer del Gobierno del PP está sirviendo para acabar con numerosos mitos nacionales e internacionales de enorme peligro. Una mención especial, aunque sea breve, merecen la política, los negocios y la imagen de la familia española.
Mucho se habló de las mezquindades de la política, de las luchas internas y de los rencores entre compañeros. Pues es mentira. A los responsables del PP todo se les olvida, no recuerdan, nunca han controlado a sus compañeros, no se han enterado de nada por pura lealtad al sentimiento de inocencia que marca sus conductas y sus aplausos.
Mucho se habló de la avaricia en el mundo de los negocios. Puras ganas de desacreditar. Cientos de empresarios honrados han contribuido a sanear las finanzas de Suiza y las cuentas del PP sin que nadie se lo agradezca y sin que ningún responsable político se haya enterado. Todo por generosidad.
Mucho se habló de la falta de libertad en la familia tradicional española. Pues falso y más que falso. En nuestros matrimonios reina una independencia absoluta. Ni la mujer sabe lo que hace el marido, ni el marido sabe lo que hace la mujer.
Menos mal que en España tienen poco éxito los calumniadores. Desde que la Sagrada Inquisición acabó con los reformistas y los ilustrados, disfrutamos de un reino saludable donde siempre resplandece la verdad.
Subscriure's a:
Missatges (Atom)