Carlos Torres
Ahora que Bárcenas ha liberado su móvil en la portada de El Mundo, uno se pregunta: ¿Alguien sabe qué compañía tiene Rajoy? Es que me parece que los SMS le salen un poco caros. Es inadmisible, si todavía queda alguna operadora de bien en Génova, debería llamarle a eso de la hora de la siesta para decirle que se acoja a la tarifa Delfín, concretamente del fin de su legislatura. La cabecera de Pedro J revela que aunque el Presidente decía que no tenía saldo para llamar a Bárcenas, resulta que Mariano había elegido a Luis para el contrato dúo. Mira que la historia del PP con Telefónica viene de lejos pero promete que después de los últimos prepagos los populares van a tener tarifa plana en los juzgados.
Parece mentira que, siendo el tesorero el que pagaba, Rajoy escribiera unos tristes SMS y no se dignara ni siquiera a llamarle. Lo grato es que, por muy amante de los recortes que es, nuestro máximo dirigente no abrevia en los mensajes. Pero no nos desviemos, no serán los recortes los que dejen colgado al Presidente, y eso que hace ya unos cuantos años que la recesión nos mantiene a la espera. Estoy convencido de que cuando Steve Jobs inventó el iPhone nunca imaginó que la dimisión de Rajoy podría ser su mejor aplicación. En un país con un poder judicial independiente, Don Mariano tendría que explicarle al juez si todos estos años ha estado pagado o fuera de cobertura. Si es lo primero sólo tendrá derecho a una llamada, si es lo segundo a Mariano le debería caer un buen puro por no conocer las tarifas que se manejaban en casa.
Mientras tanto, en el partido del Gobierno, que siempre ha sido más de desviar la línea que de andar comunicando, volverán a sacar a relucir su tono de contestador para argumentar la cruzada que la prensa tiene contra ellos: “hemos hablado de Bárcenas hasta la saciedad”, “la oposición apadrina a delincuentes”, “el PP no es Bárcenas, es Miguel Ángel Blanco”,… Vamos, que si yo fuera programador ya estaría tardando en sacar una edición con gaviotas del Angry Birds. Qué poco saldo tiene ya la bancada del Gobierno. Tú no te agobies, Mariano, cuando quieras hazme una perdida y te explico lo poco que nos queda de permanencia contigo.
Ahora que Bárcenas ha liberado su móvil en la portada de El Mundo, uno se pregunta: ¿Alguien sabe qué compañía tiene Rajoy? Es que me parece que los SMS le salen un poco caros. Es inadmisible, si todavía queda alguna operadora de bien en Génova, debería llamarle a eso de la hora de la siesta para decirle que se acoja a la tarifa Delfín, concretamente del fin de su legislatura. La cabecera de Pedro J revela que aunque el Presidente decía que no tenía saldo para llamar a Bárcenas, resulta que Mariano había elegido a Luis para el contrato dúo. Mira que la historia del PP con Telefónica viene de lejos pero promete que después de los últimos prepagos los populares van a tener tarifa plana en los juzgados.
Parece mentira que, siendo el tesorero el que pagaba, Rajoy escribiera unos tristes SMS y no se dignara ni siquiera a llamarle. Lo grato es que, por muy amante de los recortes que es, nuestro máximo dirigente no abrevia en los mensajes. Pero no nos desviemos, no serán los recortes los que dejen colgado al Presidente, y eso que hace ya unos cuantos años que la recesión nos mantiene a la espera. Estoy convencido de que cuando Steve Jobs inventó el iPhone nunca imaginó que la dimisión de Rajoy podría ser su mejor aplicación. En un país con un poder judicial independiente, Don Mariano tendría que explicarle al juez si todos estos años ha estado pagado o fuera de cobertura. Si es lo primero sólo tendrá derecho a una llamada, si es lo segundo a Mariano le debería caer un buen puro por no conocer las tarifas que se manejaban en casa.
Mientras tanto, en el partido del Gobierno, que siempre ha sido más de desviar la línea que de andar comunicando, volverán a sacar a relucir su tono de contestador para argumentar la cruzada que la prensa tiene contra ellos: “hemos hablado de Bárcenas hasta la saciedad”, “la oposición apadrina a delincuentes”, “el PP no es Bárcenas, es Miguel Ángel Blanco”,… Vamos, que si yo fuera programador ya estaría tardando en sacar una edición con gaviotas del Angry Birds. Qué poco saldo tiene ya la bancada del Gobierno. Tú no te agobies, Mariano, cuando quieras hazme una perdida y te explico lo poco que nos queda de permanencia contigo.