dijous, 8 de desembre del 2016

ARCOS DE LA FRONTERA 6











L'HUMOR DE FERRERES (EL PERIÓDICO DE CATALUNYA)









"Quién pillara ese salario mínimo de 707 euros..."

ISAAC ROSA

La precariedad hace que para seis millones de trabajadores el Salario Mínimo sea un inalcanzable Salario Máximo

Cada vez que estos días gobierno y oposición discuten sobre la subida del salario mínimo, se oye un gran suspiro que cruza el país de norte a sur: casi seis millones de trabajadoras y trabajadores que sueltan a la vez un hondo “aaaay”, que significa “quién lo pillara el salario mínimo ese”. A ellos se suman unos cuantos millones de parados que no tienen prestación o solo un subsidio escaso: quién pillara los 707 euros en que se quedará el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) después de que gobierno y PSOE hayan pactado subirlo un 8%.
Otras veces, en vez de suspiro es un crujido de dientes: el de los mismos seis millones de infra-asalariados cuando oyen a la ministra de Empleo decir que en España “nadie cobra por debajo del salario mínimo porque sería ilegal”. Seis millones de "nadies", ahí están: un 34% del total de asalariados no llega al SMI. De ellos, más de tres millones y medio no cobran ni medio SMI, menos de 300 euros al mes. Y eso sin contar a los autónomos: para muchos “emprendedores”, cuando descuentan la cuota de la Seguridad Social les queda un SMI pelado, o ni eso.
El SMI es como los 120 km por hora en autovía. Es ilegal correr más, pero yo voy clavado a 120 y todo el mundo me adelanta. Pues lo mismo el SMI: no se puede cobrar menos, pero a mi alrededor conozco cada vez más gente que no llega a los 600 euros al mes, incluso trabajando más horas que nadie.
Y sin que salte ningún radar como en la autovía: los empresarios tienen a su alcance mil y una maneras de convertir el Salario Mínimo en Salario Máximo. La más fácil es contratar a tiempo parcial y luego no pagarte todas las horas extra que acabarás echando. Media jornada, medio sueldo, y el resto by the face.
Pero no es la única manera de pagar sueldos de miseria: echen un vistazo a las ofertas de cualquier portal de empleo y encontrarán todo un catálogo de prácticas empresariales para hundir salarios: formación, prácticas, becarios, pago en especie, trabajar a cambio de alojamiento, y el maravilloso mundo de los comerciales, con su fijo más comisiones, o sin fijo, a pelo. La selva del mercado laboral post-crisis.
A ver, que me parece estupendo que suban el SMI, cómo no me voy a alegrar. Y si en vez de 707 euros lo suben a 800 como  piden los sindicatos y como  aprobó el Congreso hace unos días, todavía mejor. Pero el problema para millones de trabajadores no se llama SMI, sino precariedad. De hecho, la subida beneficiará sobre todo a quienes tienen mejores condiciones laborales: quienes aún pueden negociar colectivamente sus condiciones, pues muchos convenios sectoriales toman como base el SMI para calcular sueldos.
Aunque subiesen el SMI a mil euros (aquellos sueldos mileuristas de mierda de antes de la crisis, ¿recuerdan?), seguiría habiendo millones de trabajadores para los que el Salario Mínimo será un inalcanzable Salario Máximo. Y cada vez son más: desde 2007 el número de trabajadores que cobra por debajo del SMI ha aumentado pese a que la población asalariada total se reducía con el paro. ¿Los oyen cómo suspiran hoy? "Quién pillara esos 707 euros..."

dimecres, 7 de desembre del 2016

7 DÍAS POR LA PROVINCIA DE CÁDIZ

SEXTA ETAPA: BORNOS

En nuestro viaje a la provincia de Cádiz no podíamos dedicar sólo un día a los Pueblos Blancos. Nos decidimos por Bornos que, después de Arcos de la Frontera era el primer pueblo de la segunda de las rutas que salen de Arcos.
El primer edificio singular que vimos fue el instituto que tiene su sede en lo que fuera el convento de Corpus Christi y que según nos explicarían por la tarde originalmente debía de ser una residencia de religiosos ancianos.
Fuimos recorriendo calles y sin pretenderlo llegamos a lo que sin duda es el edificio más noble y emblemático del pueblo: El castillo palacio de los Ribera. Accedimos a él por el jardín italiano que ocupa la mayor parte de su superficie. En el centro del jardín un templete con una fuente ornamental. Un pequeño cartel nos dio una referencia literaria de primer grado: en este lugar se inspiró Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber) para escribir su novela costumbrista Un verano en Bornos (1864).

En el mismo edificio se ubica la oficina de turismo donde nos dieron amplia información sobre el pueblo a la vez que nos invitaron a visitar las partes abiertas al público, aunque la verdad, como sus estancias no tienen muebles ni ningún elemento decorativo carecen de interés. Lo más interesante está en sus fachadas y, sobre todo, en su patio interior.  
Cuando la empleada de la oficina nos mostro el plano del pueblo me fijé que el palacio estaba justo en el centro y me dijo que, efectivamente, el pueblo se fue construyendo a partir del palacio.
Salimos por la puerta principal que da a la plaza Alcalde José González donde se localizan la casa consistorial y la Iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzmán, además de otras viviendas de arquitectura interesante.

En la oficina de turismo cogí una tarjeta del restaurante Casa el Pengue, así que nos dirigimos hasta allí. Nos llamó la atención la variedad de platos de pescado y marisco que contenían tanto la carta como el menú, ya que no es normal que un restaurante alejado del mar esté especializado en este tipo de platos. Nos explicó el propietario que su padre se especializó en cocina marinera y que él ha continuado con la tradición. Siempre recordaré que en este lugar probé por primera vez (y hasta ahora única) el hígado de rape a la plancha, tal como nos recomendó el propietario. Si alguna vez vais por Bornos acordaros de este restaurante, de verdad que vale la pena. En verano cierra y abre en el camping junto al embalse.
Después de comer bajamos paseando hasta el embalse del río Guadalete que lleva el nombre de la población. De regreso al casco urbano visitamos la casa solariega de los Ordóñez, con blasones en la puerta. En la planta baja se encuentra la biblioteca municipal y el patio, el único elemento atractivo del inmueble, a parte de la fachada. Fue aquí donde nos informaron que el convento de Corpus Christi, todo y tratarse de un instituto se podía visitar.
Así que antes de marchar decidimos pasar por el antiguo convento. La única parte visitable era el claustro, pero no lo pudimos disfrutar como pretendíamos porque estaban con los preparativos de una boda que tenía que celebrarse al día siguiente.