Si estás
leyendo esta entrada, puede que lo estés haciendo des de un ordenador de sobre
mesa...
O puede que
no, ya que hoy en día también puede hacerse desde una tableta o desde un teléfono
móvil.
Pero si ello
es posible, es porque el ordenador está enchufado a la corriente eléctrica, al
igual que el aire acondicionado que refresca el ambiente de tu casa, o el
televisor, o la cafetera, o quizás también el horno y la cocina… Por cierto, la
tableta y el móvil también los has cargado a la corriente eléctrica. Estamos
tan acostumbrados a convivir con la electricidad que no nos paramos a pensar de
lo imprescindible que es para nuestras vidas y que puede que nuestros
bisabuelos no la llegaran a conocer.
Primero fue
la bombilla incandescente que permitió alumbrar cualquier estancia y luego
vinieron los motores, gracias a los cuales las aspas de un ventilador daban
infinitas vueltas para refrescar durante los calurosos días de verano o que un
molinillo triturara los granos del café o, que una lavadora (más cercana a un
viejo lavadero que a una moderna lavadora) evitara tener que frotar la ropa o
poder escuchar una novela a través de una radio… La electricidad y por
extensión la energía ha permitido que la humanidad haya avanzado en poco más de
100 años muchísimo más de la que lo había hecho durante milenios.
Precisamente
el hecho de la llegada de la luz a Amposta (desde finales del siglo XIX hasta
poco antes de comenzar la guerra Civil Española), fue el hilo conductor de la
edición de este año de la Festa del Mercat a la Plaça que,
desde el 2008 recrea la Amposta rural de principios del siglo XX. Por lo tanto,
con la de este año ya son 9 las ediciones contabilizadas.
Quien visita
Amposta durante los días en los que se celebra esta fiesta encontrará con gente
ataviada de la época, música, teatro, variedades, zarzuela, cine mudo, juegos
tradicionales, artesanía, visitas guiadas por la parte histórica de la ciudad,
viajes en carro y embarcación fluvial por el Ebro (novedad de este año),
gastronomía, pero sobre todo muchas ganas de pasarlo bien.