El
castillo de Puivert es uno de los mejor conservados del S de Francia. Todo
y que tiene un origen cátaro, la mayor parte de las construcciones actuales
forman parte de una reforma que se hizo en el siglo XIV. Durante muchos años
fue un importante centro cultural con frecuentes encuentros de juglares y
trovadores.
Se accede
por medio de un camino asfaltado con bastante pendiente y lleno de curvas que
sale de la carretera que lleva hasta Nébias, a la salida del pueblo de Puivert.
El coche se puede dejar en un aparcamiento situado debajo del castillo y desde
allí, por un sendero se accede con bastante facilidad.
Cuando
llegas arriba te das cuenta que estás sobre una enorme explanada, la mayor
parte de la cual la ocupa el recinto del castillo que domina un amplio y fértil
valle.
El
castillo es privado. Antes de entrar, en una caseta de madera te venden las
entradas. No se puede entrar con perros, por lo que tuvimos que dejar a nuestra
perra Electra atada a la sombra de un árbol.
Un puente
salva el antiguo foso y acto seguido se pasa por una puerta blasonada para
acceder a un enorme patio de armas de forma rectangular y que tiene torres en
los cuatro lados.
Debajo de
un cobertizo de madera una pantalla de televisor y unos bancos también de
madera. Allí (y si sabes francés –ignoro si está en otros idiomas-) puedes ver
y oír un reportaje sobre la historia del lugar.
La torre
de entrada parece habitada ya que de las ventanas del primer piso cuelgan visillos,
pero luego te das cuenta de que no es así, ya que la escalera de madera por donde
se accedía está rota y por lo visto lleva así muchos años.
La torre
del homenaje que, como se sabe era la principal del castillo, está situada en
la parte opuesta de la entrada. En la base de la misma se ven las ruinas del
primer castillo cátaro. Si te fijas, a la torre parece que se le desprendió una
parte o algún edificio anexo.
Se accede
por una escalera metálica. Al llegar al primer piso te encuentras con una
especie de balcón o plataforma y tres puertas. Por la de la derecha puedes
bajar hasta lo que fue la biblioteca, mientras que por la de la izquierda y a
pie plano es la entrada de la capilla.
Desde la
puerta del centro se sube hasta el otro piso. Se llama de los Músicos y era donde los juglares y trovadores interpretaban
sus canciones. Está llena de esculturas
de músicos y dentro de un mueble hay un aparato de música que reproduce las
melodías que se escuchaban en la época y que te acompañarán durante lo que
queda del recorrido.
Desde lo
más alto de la torre del homenaje se goza de una vista excelente del pueblo,
del lago que hay junto al mismo y de los campos de colores según sea el
producto sembrado.
De vuelta
a la parte baja de la torres, otra puerta conduce a lo que fue la antigua
bodega y donde hay una enorme maqueta del lugar.
LA CURIOSIDAD
En este castillo Roman Polanski rodó unas escenas de la Novena puerta (1999) usándolo como si
fuese la localización física en el mundo real del castillo que aparece dibujado
en el Grabado Número 9 del libro de Aristide Torchia, "De vmbrarvm regni
novem portis" (Wikipedia).
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