dimecres, 1 de maig del 2013

La necesaria renovación de los sindicatos

Antonio Antón
Profesor honorario de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid
Este 1º de Mayo: ¡Lucha por tus derechos!. Es el lema central de los grandes sindicatos, CC.OO y UGT, frente al temor de la ofensiva gubernamental y los poderes económicos, caracterizada de antisocial y que según ellos No tiene límites. Supone una ardua tarea que exige un gran esfuerzo de movilización social y, al mismo tiempo, una renovación de los propios sindicatos para hacer frente a sus insuficiencias de legitimidad social y capacidad reivindicativa.
La acción sindical y la función de los sindicatos se legitiman por los logros sustantivos alcanzados en su doble finalidad: avances reivindicativos (o freno a los retrocesos) y capacidad representativa y transformadora. Los representantes sindicales son medios imprescindibles para defender las condiciones y demandas de sus bases sociales y de la mayoría de la sociedad. Los derechos sindicales y la representatividad y la operatividad de las estructuras de los sindicatos son instrumentos necesarios en el complejo proceso de mediación sociolaboral, que también requiere adecuados instrumentos organizativos, de información y asesoramiento.
La actual ofensiva de la política de austeridad, además de imponer un retroceso en las condiciones y derechos sociolaborales de la mayoría de la sociedad, también pretende debilitar la función reivindicativa, social, representativa y dinamizadora de los sindicatos y limitar su capacidad contractual y transformadora. Defender esos derechos sindicales, reafirmar el papel del sindicalismo, se convierte en un objetivo adicional. La idea de ‘salvar al sindicato’ puede sintetizar el interés legítimo de la representación sindical. No obstante, también se corre otro peligro: priorizar la defensa del estatus de los aparatos de los grandes sindicatos o sustituir los fines por los medios. Se produce la disociación entre interés del sindicato e intereses de sus bases sociales y la sociedad que, a veces, lo ven como algo ajeno.
Así, existen deficiencias de legitimidad social, particularmente, para determinadas actuaciones de las cúpulas sindicales que no sintonizan con sectores significativos de la ciudadanía. Por tanto, es fundamental la renovación profunda de los sindicatos para reforzar su legitimidad, su capacidad articuladora y su eficacia reivindicativa.
Existe una amplia desconfianza ciudadana en los líderes políticos. Pero, es especialmente preocupante el poco prestigio de los sindicatos que, según distintas encuestas de opinión, se queda en un apoyo escaso del 29% de la población. En la percepción de la gente, los sindicatos, al igual que los partidos políticos, son fundamentalmente sus aparatos y sus cúpulas, no el conjunto del movimiento sindical. En este caso, la alta burocracia sindical no cuenta con una gran confianza popular, aunque se pueda deducir que es algo más superior entre la población asalariada y, particularmente, en las grandes empresas donde se concentran los núcleos sindicales fundamentales.
Las direcciones sindicales han cometido algunos errores estratégicos, como el aval al recorte de los derechos de las pensiones (enero de 2011), que tuvo grandes dificultades de legitimación social, y la firma con las organizaciones empresariales de los pactos para la negociación colectiva con pérdida de poder adquisitivo de los salarios (enero de 2012), que no evitó la ofensiva del nuevo Gobierno del PP y la implantación de la agresiva reforma laboral y los siguientes ajustes y recortes. Esos pactos institucionales son el pretexto utilizado por una parte de la opinión indignada para meterlos, injustificadamente, en el mismo saco que la clase política gestora de los recortes. Confluyen dos dinámicas. Por un lado, la relativa desafección de algunas capas trabajadoras y de jóvenes precarios e indignados hacia las estructuras sindicales. Por otro lado, la ofensiva cultural de la derecha mediática y política, intentando presentarlas como obsoletas y corporativas, cuando todavía son el instrumento principal de defensa de las clases trabajadoras, existente en las empresas y en el marco más general.
El sindicalismo tiene una amplia representatividad, con cerca de tres millones de afiliados y seis millones de votantes y articulan la representación de la mayoría de los quince millones de asalariados en la negociación colectiva y el diálogo social. Los representantes directos de trabajadores y trabajadoras realizan una ardua tarea en las empresas de asesoramiento y defensa de sus representados frente a la coacción empresarial. Además, a pesar de esos errores de estrategia sindical o de distintas prácticas burocráticas, los sindicatos han promovido, con el arrope de múltiples grupos sociales y distintos altibajos, la más amplia contestación social en España de los últimos tiempos, con tres huelgas generales (entre cuatro y cinco millones de participantes), grandes manifestaciones (entre uno y dos millones) y movilizaciones y conflictos sectoriales y ciudadanos masivos (como en enseñanza y sanidad). Son instrumentos fundamentales para defender a las clases trabajadoras y promover el cambio social.
El sindicalismo sigue en una encrucijada estratégica. El diálogo social, en el actual contexto, tiene poca operatividad. Los sindicatos tienen el reto de fortalecer la oposición a estas políticas de ajuste duro y austeridad, defender los derechos sociales y laborales de las clases trabajadoras y estimular un amplio proceso participativo que asegure un cambio social progresista. No obstante, existe un desequilibrio entre, por un lado, la amplia capacidad de movilización y articulación social del sindicalismo y la gran representatividad de sus representantes directos en las empresas (más de trescientos mil delegados y delegadas) y, por otro lado, la débil legitimidad ciudadana de sus dirigentes y aparatos, aun cuando mantengan la confianza de gran parte de sus estructuras de base.
Los recientes Congresos confederales de CC.OO y UGT han puesto a punto sus estrategias. En particular, el primero de ellos ha hecho alusión en su lema central a la tarea de renovar el sindicato. Es una imperiosa necesidad abordar una profunda renovación de sus dinámicas organizativas y sus discursos, para reorientar su acción reivindicativa, fortalecer su dimensión social y ampliar su capacidad representativa y contractual. Favorecerá la apuesta progresista contra la austeridad y por los derechos sociolaborales y democráticos y una salida justa de la crisis.

LA GENERALITAT I L’AJUNTAMENT DE BARCELONA: DUES CARES DE LA MATEIXA MONEDA

A diferència de Mas, Xavier Trias, l’alcalde de Barcelona, no ha pogut fer eleccions anticipades. De poder-ho haver fet, de ben segur que no s’ho hauria pensat dues vegades.
Amb quasi dos anys de govern, Trias (que governa en minoria) no ha aconseguit conformar un pacte sòlid que donés estabilitat al seu mandat. Fins ara, la resta de partits que conformen el consistori barceloní, li han donar carbasses i només ha pogut assolir pactes puntuals.
Finalment sembla ser que ha trobat qui li pugui servir de crossa fins el final de la legislatura. El popular Alberto Fernández Díaz s’ha mostrat d’acord en arribar a un pacte fins el 2015 quan hi tornaran a haver-hi les eleccions municipals.
Per una altra banda, hi ha indicis raonables que Mas, davant l’actitud immobilista d’ERC i la por de no poder tirar endavant els pressupostos per aquest 2013, s’hagi de decantar per un altre partit.
El PSC no està disposat a concedir-li un xec en blanc i no li permetrà ni una retallada més. Sap que es juga bona part del poc prestigi que els hi queda (encara que sembla que, darrerament, el seu realisme, els ha fet remuntar una mica) Per tant, Mas haurà de buscar algú que, per una part li garantís aprovar els pressupostos i, per l’altra, fer-li de mitjancer amb Madrid per a desbloquejar els temes econòmics pendents.
Ara per ara, aquest soci ideal torna a ser el PP. Després d’un any de divorci, tot sembla indicar que hi pot haver una reconciliació política immediata. Per a Mas, el referèndum sobre la independència de Catalunya pot esperar més enllà de 2014; en canvi, la governabilitat de Catalunya depèn de les transferències de fons que li puguin arribar de Madrid.
Aquests diners són necessaris per calmar les protestes dels carrers com la que va tenir lloc a Barcelona el passat diumenge. El clam contra les retallades i pèrdua de drets és força generalitzada i pot anar a més. Per a un govern no hi ha res pitjor que una revolta social de grans dimensions. Com diu la cançó, el pueblo unido jamás será vencido. I si, a sobre, el govern és feble, encara hi ha més motius per a resguardar-se d’aquests tipus de situacions.
Tot sembla indicar que Trias, al front del consistori barceloní està obrint el camí de Mas cap a pactes amb el PP. Si, finalment, s’arriba a acords estables, la Generalitat i l’Ajuntament de Barcelona seran cares de la mateixa moneda. El problema és que una dependència absoluta del PP serà contraproduent tant per a CiU (em dona igual), com per a Catalunya. I és aquí quan començo a preocupar-me.

Pepa Bueno pide al Gobierno declarar un “estado de emergencia” y salir de su “insólito silencio”

La periodista de la SER califica de “desvarío” que el PP diga que “no hay que dejarse cegar por los 6.202.700 de parados” 

Duro editorial de Pepa Bueno, este viernes, en Hoy por hoy en la SER, un día después de la publicación de la cifra del paro, en el que llama a declarar “un estado de emergencia nacional” y critica el silencio del Gobierno, que no deja de pedir “confianza ciega en sus políticas económicas.
El insólito silencio del Gobierno
“El Gobierno calla, no habla; insólitamente, no hablaron ni el presidente ni ninguno de sus ministros. Sus enviados nos pidieron de nuevo confianza ciega en sus políticas económicas, que son las políticas de Alemania, del BCE, el FMI y la Comisión Europea. Bruselas, por cierto, aprieta con una mano y pide con la otra soluciones al paro que contribuye a crear”, afirma la periodista en su análisis.
Desvarío del PP
Pepa Bueno califica de “desvarío” que el PP se dedique a pedir que “no nos dejemos cegar por la cifra de 6.202.700 parados”. “No es que nos ciegue, es que no nos deja pensar en otra cosa saber que hay seis millones de compatriotas condenados al desempleo”, subraya Bueno en su editorial de esta mañana, al referirse a las palabras dichas ayer por el número tres del PP, Carlos Floriano, quien pidió que el dato conocido  no debe cegarnos, para continuar con las reformas del Gobierno. “Ese dato de paro no debe ser obstáculo ni tapar el esfuerzo de la sociedad española para remover todos los obstáculos que impedían el crecimiento y la creación de empleo. Que no nos ciegue ese mal dato para comprobar cómo la política económica está dando buenos resultados a nivel macroeconómico que más pronto que tarde va a llegar a las familias”, afirmó el dirigente popular.
Una urgencia social
Bueno llama al Gobierno a “cambiar sus políticas” de manera urgente para que la economía puede moverse, crecer, se incentive el consumo y genere empleo. “No es una urgencia económica. Es una urgencia social. Y en cambio, aquí estamos, encogidos ante otro previsible anuncio de nuevos recortes, este mediodía, tras el consejo de ministros”, señala la presentadora de Hoy por hoy.
¿Qué va a hacer el Gobierno?
Pepa Bueno exige en su editorial al Gobierno que aclare que va a hacer el Gobierno para “sacar a España del atolladero. Hoy como ayer, pero ya con la certeza de los datos en la mano. ¿Cuál es la estrategia? ¿Cuál es el modelo de futuro? ¿Cuáles las decisiones políticas? Nada. Sólo nos llega el eco de los recortes. Piden fe y guardan silencio”, afirma la periodista.

dimarts, 30 d’abril del 2013

I SI LA CULPA FOS D’ERC?

Com diria un castellà castís, ERC és com el gos de l’hortolà: ni menja ni deixa menjar.
Molt desesperat havia d’estar Mas després del 25-N per a pactar, pràcticament sense condicions amb ERC. Oriol Junqueras, a diferència d’antics dirigents republicans com per exemple Carod-Rovira, anteposa el terme metafísic d’independència a la solució immediata i tangible de solucionar els problemes del dia a dia que tenen els ciutadans del nostre país. El concepte d’independència no el podem deixar aparcat, però tampoc condicionar-ho tot a ell, com fan els republicans.
Quan Pasqual Maragall fa aconseguir formar govern amb el suport d’ERC i ICV-EUA, tothom tenia clar que Catalunya necessitava un canvi. Els 23 anys dels diferents govern de Pujol havien comportat que els convergents es creguessin ser els amos i senyors del seu maset. Calia canviar la tendència i Carod ho tenia clar.
Carod va saber recollir un maltret partit i deixar-lo a un lloc molt alt, la qual cosa, sembla, va ser l’enveja d’altres dirigents del Nord de Calafell. El clan de l’avellana va tenir una vida molt efímera, políticament parlant.    
Donar suport a Montilla ja van ser figues d’un altre paner. L’ascendència andalusa del líder socialista va fer que molts no s’acabessin de refiar sobre la seva catalanitat, la qual cosa es va haver de guanyar dia a dia.
Catalunya va celebrar eleccions un any abans que Espanya. La situació econòmica catalana ja estava estrangulada per l’espanyola que els hi devia un bon grapat de calerons dels fons de cohesió social. Per CiU es va valer el desgast del Tripartit per a tornar a recuperar el poder. Amb l’ajut de qui? Del PP, aquell partit que Mas s’havia compromès davant notari a no pactar-hi mai.  
Finalment, quan el pare Pujol va demanar que es deixés de fer la puta i la ramoneta, sobre tot CDC va veure una altra realitat. Les discrepàncies amb els populars es van intensificar i, finalment, van trencar relacions amb l’excusa de l’extorsió que, des de Madrid, feien a Catalunya.
L’11-S va ser com una aparició per a Mas. Va pensar que podria treure profit de la gran manifestació i apropiar-se la idea independentista, tot i no haver-hi assistit. Però les eleccions anticipades van ser un fiasco i va haver d’acceptar ERC com a parella de ball, ton i ser-ne conscients de que suposava ballar amb els republicans.
Els d’ERC només tenen una lletra i una música: referèndum independentista per a l’any 2014, quan es compliran 300 de la caiguda de Barcelona davant les tropes de Felip d’Anjou i la conseqüent pèrdua de llibertats per part de Catalunya.
Però la solució del dia a dia passar per una altra cançó molt diferent. Mas es troba lligat de mans i de peus i, encara que el cos li demani trencar el pacte amb ERC i retornar als braços del PPC. Mentre, i com a mal menor, han flirtejat amb el PSC, però el tema no anat més enllà de les primeres carícies amoroses i no sexuals, perquè quan ERC se’n va assabentar va fer tot el possible per a que no hi passés res més.
Què passarà finalment? A les mans de Mas està. De moment ja ha anunciat que es tornarà a presentar. Per tant, cal esperar que es retornarà a l’estratègia del victimisme i de donar la culpa a Madrid que tan bé els hi va funcionar en el passat.
Mentre, ERC seguirà a l’aguait esperant el moment ideal per a pescar en aigües turbulentes. Però van en camí de governar sols o no fer-ho amb ningú. La decisió l’hauran de prendre els altres.