diumenge, 5 de maig del 2013
El desastre económico actual era predecible
Vicenç Navarro
Unos pocos hemos estado diciendo desde que se inició la crisis que las políticas públicas que se están aplicando durante estos años de recesión son profundamente erróneas y están llevando a los países de la Unión Europea (y muy en especial a los países de la periferia de la Eurozona) al desastre. Como era predecible, los hechos que están ocurriendo, con el mayor incremento del desempleo conocido hasta ahora, están mostrando que, por desgracia, llevábamos razón.
En realidad, el problema con el que nos enfrentamos es fácil de entender y de resolver. Hoy el sector privado de la economía está paralizado o en declive debido a la falta de demanda y a la escasez de crédito para que las empresas y las familias puedan invertir y/o consumir. La evidencia de ello es clara, robusta y abrumadora. Ante esta situación, el único sector que puede estimular y hacer crecer de nuevo a la economía es el sector público. Así se salió de la Gran Depresión a principios del siglo XX en EEUU y en Europa. En EEUU, la Administración Roosevelt aumentó la inversión y el gasto público de una manera muy notable, acentuándose incluso más con el inicio y posterior desarrollo de la II Guerra Mundial. En Europa fue este mismo conflicto el que creó un gran aumento del gasto e inversión públicos, que resolvió el problema de la Gran Depresión.
Algo parecido ocurrió después de la II Guerra Mundial cuando se creó una Gran Recesión que fue resuelta mediante una gran inversión y crecimiento del gasto público, estimulados por el Plan Marshall. Y ahora, cuando estamos ya en Recesión, camino de la Depresión, en lugar de aumentar la inversión y el gasto público, los gobiernos de los países de la Unión Europea, y muy en particular los periféricos de la Eurozona (incluyendo España), que tienen mayores dificultades, están recortando el gasto público, lo cual es una enorme estupidez (y no hay otra manera de definirlo).
Esta estupidez se está justificando con el argumento de que la crisis la ha generado el excesivo gasto público, particularmente el gasto público social (que ha proveído una supuestamente excesiva protección social), y unos salarios demasiado altos que han hecho a los trabajadores poco competitivos. De ahí que las soluciones que se derivan de esta explicación consistan en recortar el gasto público, y muy en particular el gasto público social, y bajar los salarios a fin de hacer a la economía más competitiva. Es esta mayor competitividad, con aumento de las exportaciones, la que –se nos dice- nos sacará de la recesión. Y como muestra del éxito de estas políticas públicas se señala la disminución, cuando no eliminación, del sesgo negativo de nuestro comercio exterior. En todos los países que se están aplicando estas políticas, los datos que se utilizan muestran que la balanza comercial se está equilibrando: es decir, las importaciones y las exportaciones están igualándose.
Pero tal argumento está apoyado en un supuesto falso. El equilibrio entre importaciones y exportaciones se debe primordialmente al descenso espectacular de las importaciones, en lugar de un gran aumento de las exportaciones, y ello como consecuencia del colapso de la demanda interior. El reciente informe de la OCDE, March Interim Assessment on the Global Economic Outlook, muestra los datos que avalan lo que estoy diciendo. Ronald Janssen, en su excelente artículo “More Austerian Fairly Tales” en Social Europe Journal (abril 2013), hace un resumen de los datos del informe mostrando los datos para Alemania, Portugal, Irlanda, Grecia, España e Italia. La evidencia es, de nuevo, clara, robusta y abrumadora. Pero tal evidencia continua siendo ignorada por los “austerianos” (economistas favorables a las políticas de austeridad), cuyo dogma neoliberal es impermeable a los hechos y a los datos. Sus creencias, basadas en la fe y no en la evidencia científica, alcanzan niveles nunca antes vistos. España ya sobrepasa los 6 millones de parados y su gobierno continúa con sus políticas de recortes de gasto público, incluyendo gasto público social. El fundamentalismo de tipo religioso que alimenta las creencias neoliberales no es educable.
En realidad, el desempleo está creciendo de una manera muy marcada en toda la Unión Europea, alcanzando una situación extrema en España y Grecia (que son los países que están recortando más). Pero la situación es incluso peor que la que aparece en los datos de desempleo y se ve reflejada en la cifra de población empleada, que ha ido disminuyendo en todos los países, cayendo en picado en España y en Grecia, mostrando la ineficacia de las reformas laborales que se promovían con el argumento de que crearían empleo. En realidad, y tal como algunos predijimos, estas reformas han estado destruyendo empleo. La evidencia de ello es también clara, robusta y abrumadora.
¿Por qué la austeridad?
El lector se preguntará: si la evidencia de que estas políticas públicas son perjudiciales es tan clara, robusta y abrumadora, ¿por qué continúan llevándose a cabo? La respuesta es también fácil, aunque el lector raramente la leerá en los medios de mayor difusión, excesivamente influenciados por los establishments financieros y de las grandes empresas exportadoras (lo que solía llamarse la clase capitalista o también la burguesía financiera y de las grandes empresas y que en EEUU se llama la Corporate Class). La respuesta es que tales establishments, que ejercen una enorme influencia sobre los Estados, están consiguiendo lo que siempre han deseado: el debilitamiento del mundo del trabajo a fin de aumentar sus rentas. Y esto es lo que más les importa. En todos estos países, las rentas del capital están aumentando a costa de un descenso muy notable de las rentas del trabajo. La evidencia es, de nuevo, también clara, robusta y abrumadora. Y esto ha ocurrido incluso con mayor intensidad en los países periféricos de la Eurozona, incluida España.
En realidad, este debilitamiento del mundo del trabajo ha llegado a tal nivel que estos establishments se encuentran suficientemente fuertes para atreverse a desmantelar el Estado del Bienestar (con el argumento, como ha dicho Draghi, el Presidente del Banco Central Europeo, de que “no es sostenible”), incluyendo las pensiones públicas (la joya de la corona). Y veremos ahora cómo el gobierno de Rajoy tomará toda una serie de medidas para desmantelar también la Seguridad Social, privatizando las pensiones y transformando el Estado universalista del Bienestar en un estado asistencial para los sectores más necesitados de la población, referidos en la narrativa dominante como “clases bajas” o “humildes”. Éste es su proyecto (ver el libro que Juan Torres y yo acabamos de escribir, Lo que debes saber para que no te roben la pensión).
Hay alternativas, aunque se nos dice constantemente en los medios de mayor difusión que no las hay
Es fácil ver que hay alternativas. Que no exista plena conciencia a nivel popular de que estas alternativas existen se debe a la falta de diversidad de los medios de mayor difusión. El argumento utilizado por los establishments financieros de que no hay alternativas, o de que las izquierdas se quejan pero no ofrecen alternativas, no se corresponde con la realidad. Es cierto que amplios sectores de las izquierdas gobernantes (pertenecientes a la Tercera Vía) han aceptado el dogma neoliberal. Pero hay izquierdas que sí han hecho propuestas de políticas públicas creíbles y factibles, que continúan silenciadas, cuando no vetadas, en los medios.
En realidad, las soluciones son fáciles de ver. A grandes rasgos, consisten en revertir las políticas de austeridad para estimular la economía y el crecimiento económico, financiándolo con reformas fiscales de carácter progresivo, dando mayor capacidad de intervención al sector público, con la provisión pública de crédito, a base de medidas explicadas con mayor detalle, entre otros lugares, en “Ganas de Escribir”, de Juan Torres, o en mi blog www.vnavarro.org, en la sección de Economía Política. Estas medidas podrían y deberían tomarse incluso sin salir del euro, aún cuando yo no descarto esta posibilidad, pues la peor alternativa, entre todas las existentes, es la de continuar con las políticas que el gobierno está aplicando. Esta alternativa es la peor. Así de claro.
Unos pocos hemos estado diciendo desde que se inició la crisis que las políticas públicas que se están aplicando durante estos años de recesión son profundamente erróneas y están llevando a los países de la Unión Europea (y muy en especial a los países de la periferia de la Eurozona) al desastre. Como era predecible, los hechos que están ocurriendo, con el mayor incremento del desempleo conocido hasta ahora, están mostrando que, por desgracia, llevábamos razón.
En realidad, el problema con el que nos enfrentamos es fácil de entender y de resolver. Hoy el sector privado de la economía está paralizado o en declive debido a la falta de demanda y a la escasez de crédito para que las empresas y las familias puedan invertir y/o consumir. La evidencia de ello es clara, robusta y abrumadora. Ante esta situación, el único sector que puede estimular y hacer crecer de nuevo a la economía es el sector público. Así se salió de la Gran Depresión a principios del siglo XX en EEUU y en Europa. En EEUU, la Administración Roosevelt aumentó la inversión y el gasto público de una manera muy notable, acentuándose incluso más con el inicio y posterior desarrollo de la II Guerra Mundial. En Europa fue este mismo conflicto el que creó un gran aumento del gasto e inversión públicos, que resolvió el problema de la Gran Depresión.
Algo parecido ocurrió después de la II Guerra Mundial cuando se creó una Gran Recesión que fue resuelta mediante una gran inversión y crecimiento del gasto público, estimulados por el Plan Marshall. Y ahora, cuando estamos ya en Recesión, camino de la Depresión, en lugar de aumentar la inversión y el gasto público, los gobiernos de los países de la Unión Europea, y muy en particular los periféricos de la Eurozona (incluyendo España), que tienen mayores dificultades, están recortando el gasto público, lo cual es una enorme estupidez (y no hay otra manera de definirlo).
Esta estupidez se está justificando con el argumento de que la crisis la ha generado el excesivo gasto público, particularmente el gasto público social (que ha proveído una supuestamente excesiva protección social), y unos salarios demasiado altos que han hecho a los trabajadores poco competitivos. De ahí que las soluciones que se derivan de esta explicación consistan en recortar el gasto público, y muy en particular el gasto público social, y bajar los salarios a fin de hacer a la economía más competitiva. Es esta mayor competitividad, con aumento de las exportaciones, la que –se nos dice- nos sacará de la recesión. Y como muestra del éxito de estas políticas públicas se señala la disminución, cuando no eliminación, del sesgo negativo de nuestro comercio exterior. En todos los países que se están aplicando estas políticas, los datos que se utilizan muestran que la balanza comercial se está equilibrando: es decir, las importaciones y las exportaciones están igualándose.
Pero tal argumento está apoyado en un supuesto falso. El equilibrio entre importaciones y exportaciones se debe primordialmente al descenso espectacular de las importaciones, en lugar de un gran aumento de las exportaciones, y ello como consecuencia del colapso de la demanda interior. El reciente informe de la OCDE, March Interim Assessment on the Global Economic Outlook, muestra los datos que avalan lo que estoy diciendo. Ronald Janssen, en su excelente artículo “More Austerian Fairly Tales” en Social Europe Journal (abril 2013), hace un resumen de los datos del informe mostrando los datos para Alemania, Portugal, Irlanda, Grecia, España e Italia. La evidencia es, de nuevo, clara, robusta y abrumadora. Pero tal evidencia continua siendo ignorada por los “austerianos” (economistas favorables a las políticas de austeridad), cuyo dogma neoliberal es impermeable a los hechos y a los datos. Sus creencias, basadas en la fe y no en la evidencia científica, alcanzan niveles nunca antes vistos. España ya sobrepasa los 6 millones de parados y su gobierno continúa con sus políticas de recortes de gasto público, incluyendo gasto público social. El fundamentalismo de tipo religioso que alimenta las creencias neoliberales no es educable.
En realidad, el desempleo está creciendo de una manera muy marcada en toda la Unión Europea, alcanzando una situación extrema en España y Grecia (que son los países que están recortando más). Pero la situación es incluso peor que la que aparece en los datos de desempleo y se ve reflejada en la cifra de población empleada, que ha ido disminuyendo en todos los países, cayendo en picado en España y en Grecia, mostrando la ineficacia de las reformas laborales que se promovían con el argumento de que crearían empleo. En realidad, y tal como algunos predijimos, estas reformas han estado destruyendo empleo. La evidencia de ello es también clara, robusta y abrumadora.
¿Por qué la austeridad?
El lector se preguntará: si la evidencia de que estas políticas públicas son perjudiciales es tan clara, robusta y abrumadora, ¿por qué continúan llevándose a cabo? La respuesta es también fácil, aunque el lector raramente la leerá en los medios de mayor difusión, excesivamente influenciados por los establishments financieros y de las grandes empresas exportadoras (lo que solía llamarse la clase capitalista o también la burguesía financiera y de las grandes empresas y que en EEUU se llama la Corporate Class). La respuesta es que tales establishments, que ejercen una enorme influencia sobre los Estados, están consiguiendo lo que siempre han deseado: el debilitamiento del mundo del trabajo a fin de aumentar sus rentas. Y esto es lo que más les importa. En todos estos países, las rentas del capital están aumentando a costa de un descenso muy notable de las rentas del trabajo. La evidencia es, de nuevo, también clara, robusta y abrumadora. Y esto ha ocurrido incluso con mayor intensidad en los países periféricos de la Eurozona, incluida España.
En realidad, este debilitamiento del mundo del trabajo ha llegado a tal nivel que estos establishments se encuentran suficientemente fuertes para atreverse a desmantelar el Estado del Bienestar (con el argumento, como ha dicho Draghi, el Presidente del Banco Central Europeo, de que “no es sostenible”), incluyendo las pensiones públicas (la joya de la corona). Y veremos ahora cómo el gobierno de Rajoy tomará toda una serie de medidas para desmantelar también la Seguridad Social, privatizando las pensiones y transformando el Estado universalista del Bienestar en un estado asistencial para los sectores más necesitados de la población, referidos en la narrativa dominante como “clases bajas” o “humildes”. Éste es su proyecto (ver el libro que Juan Torres y yo acabamos de escribir, Lo que debes saber para que no te roben la pensión).
Hay alternativas, aunque se nos dice constantemente en los medios de mayor difusión que no las hay
Es fácil ver que hay alternativas. Que no exista plena conciencia a nivel popular de que estas alternativas existen se debe a la falta de diversidad de los medios de mayor difusión. El argumento utilizado por los establishments financieros de que no hay alternativas, o de que las izquierdas se quejan pero no ofrecen alternativas, no se corresponde con la realidad. Es cierto que amplios sectores de las izquierdas gobernantes (pertenecientes a la Tercera Vía) han aceptado el dogma neoliberal. Pero hay izquierdas que sí han hecho propuestas de políticas públicas creíbles y factibles, que continúan silenciadas, cuando no vetadas, en los medios.
En realidad, las soluciones son fáciles de ver. A grandes rasgos, consisten en revertir las políticas de austeridad para estimular la economía y el crecimiento económico, financiándolo con reformas fiscales de carácter progresivo, dando mayor capacidad de intervención al sector público, con la provisión pública de crédito, a base de medidas explicadas con mayor detalle, entre otros lugares, en “Ganas de Escribir”, de Juan Torres, o en mi blog www.vnavarro.org, en la sección de Economía Política. Estas medidas podrían y deberían tomarse incluso sin salir del euro, aún cuando yo no descarto esta posibilidad, pues la peor alternativa, entre todas las existentes, es la de continuar con las políticas que el gobierno está aplicando. Esta alternativa es la peor. Así de claro.
dissabte, 4 de maig del 2013
STOP LLEI WERT: Les Escoles de primària de la comarca, afectades per les retallades
Segons la
resolució de 2 d’abril de 2013, de la Conselleria d’Educació, Cultura i Esport, per la
qual s’actualitza el catàleg d’unitats, es modifiquen els llocs de treball
docent, la denominació i altres aspectes, de determinats centres docents
públics d’Educació Infantil, Educació Primària, Educació Infantil i Primària i Educació
Especial, de titularitat de la
Generalitat (2013/3269), en el CEIP Manuel Foguet se suprimeixen
les següents places per al curs 2013/2014:
- Una mestra de les dues de Pedagogia Terapèutica que hi ha actualment la qual cosa implica la supressió d’una d’aquestes aules, on són atesos els alumnes amb necessitats educatives especials permanents i temporals.
- Una mestra de Primària que es va jubilar el curs passat; aquesta classe es quedarà sense tutor principal i haurà de fer aquesta tasca un especialista del centre, en detriment de les hores de dedicació a la seva especialitat.
- Una mestra de l’especialitat de Francés que a hores d’ara està complint la funció de tutora de Primària, la qual cosa comportarà una situació com en el cas abans esmentat.
La reducció de plantilla comportarà la
impossibilitat del desdoblament d’aules per a realitzar classes especialitzades
tan importants com pot ser la informàtica i el reforç més individualitzat
(grups més reduïts) als alumnes que ho necessiten. També en el cas d’haver de
cobrir una baixa d’uns dies, qui i com es farà fins que arribi el mestre
substitut?
Tot això contribuirà
al deteriorament de la qualitat de l’educació i de l’ensenyament dels nostres
alumnes, i especialment d’aquells que necessiten una atenció més
individualitzada, alumnes que si a l’escola no la reben i fora d’aquesta, la
família econòmicament no s’ho pot permetre, quedaran endarrerits i augmentaran la xifra de fracàs escolar al
no tindre les mateixes oportunitats que fins ara els oferia l’escola pública,
L’ESCOLA DE TOTS.
L’escola
pública és una elecció dels pares i de les mares. La trien perquè fins ara ha
pogut oferir la mateixa qualitat que qualsevol altre tipus de centre. L’escola
pública es financia amb els impostos que paguem tots i si els impostos pugen,
per què es redueix la dotació de recursos humans i materials als nostres
centres? Una reducció del número de docents en un centre només estaria
justificada si hi minvara també el número d’alumnes o de línies, però aquest no
és el cas en el CEIP Manuel Foguet ja que es mantindran les dues línies de
Primària i la ràtio de les aules podrà pujar fins a trenta per al pròxim curs
2013/2014.
Els nostres
alumnes no tenen cap culpa d’aquesta crisi ni l’han produïda i no obstant això,
la pateixen. L’Administració hauria de replantejar-se la implantació d’aquestes
noves mesures si és que REALMENT els preocupa el seu futur, la seva formació i
que tots puguin gaudir de les mateixes oportunitats, independentment de la seva
situació personal i familiar.
Assemblea del Professorat
Baix Maestrat contra les retallades
AMB LA LLIÇÓ BEN APRESA
Quan a l’Alícia Sánchez-Camacho sé li
va preguntar sobre els diners que no hi ha per a pagar a les persones dependents,
no va dubtar ni per un moment en donar la culpa a l’anterior govern socialista
i d’haver buidat la caixa. Cal dir que els populars tenen
la lliçó ben apresa i ràpidament se’n surten per la tangent quan se’ls
hi pregunta per temes econòmics.
A Catalunya la situació és molt semblant.
Mas i la seva tropa, també solen donar la culpa als demés per a
justificar que no hi ha diners a la caixa. Segons els convergents, la culpa
és de Madrid perquè no paga el que deu (i això també ve des de l’època
dels governs socialistes) i del deute que els hi van deixar els anteriors
governs Tripartits.
Què Madrid no paga? Ja ho sabem. Ni quan
hi havia presidents de la mateixa ideologia política ho feia. La major
part del deute ve donat per la disposició transitòria no se quina
de l’Estatut. Però en aquest cas (recordem-ho una vegada més) s’hauria
de destinar per a fer inversions, no per a pagar la despesa corrent com
pot ser el deute farmacèutic o la pròpia llei de la dependència. No s’han
de mesclar naps amb cols. Si es fa, s’enganya a la gent, una pràctica
corrent, que sol donar bons resultats però que a la llarga pot ser contraproduent.
Ara sembla que es vol revisar el finançament
per a donar a Catalunya més diners. Després dels reiterats incompliments
econòmics em fa gràcia que es vulgui revisar un sistema que, funcionaria
si Madrid complís. Us ho explicaré d’una altra manera.
Fa anys, els humoristes Lussón y Codeso
van escenificar una paròdia que va a la perfecció per a explicar la situació.
Codeso (que sempre feia el paper de majordom)
li deia a Lussón (que sempre feia el paper d’amo) que se’n anava, que
el deixava per sempre...
Lussón, per a retenir-lo li deia que
li augmentaria el sou... Que a partir d’aquell moment li donaria les pagues
extraordinàries... Els punts... Les comes (ho deien així...) Codeso (escèptic)
li deia que tot això li era igual i que ell, simplement volia que li pagués.
Amb això es conformava.
Codeso (Catalunya) volia anar-se’n de
Lussón (Espanya) per reiterats incompliments de pagament. Catalunya reclama
la independència per moltes coses més, no només pel finançament (que de
per si ja és important) Gràficament es podria dir que Espanya no ens estima
(no ens vol), però a la vegada no ens volen deixar marxar... Per què serà?
Però amb això no en tenen prou. A sobre
voldrien que fóssim com ells: que estudiéssim i parléssim en castellà,
que ens oblidéssim de la nostra història i que acceptéssim la seva , que
les nostres costums formessin part del seu folklore... Fins i tot que les
victòries del nostre Barça engrandissin el palmarès del futbol espanyol,
sempre que només fossin de tant en tant i el Madrid pogués guanyar la décima
i després la undécima i anar continuant...
Els catalans també tenim la lliçó ben
apresa i sabem molt bé com pensa el centralisme espanyol i què és
el que volen de nosaltres.
Per acabar, llegiu aquesta notícia del Triangle.
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