divendres, 15 de novembre del 2013

EL LABERINT DEL PSC



El que no es pot fer és ser incoherent. I molt menys en política, perquè l’electorat t’acabarà passant factura.
Després de la conferència del PSOE de, passat cap de setmana a Madrid, he notat un canvi d’actitud al si del PSC (potser caldria dir millor de la direcció del PSC) Segons sembla, ara mateix, estan renunciant al dret a decidir que, amb pinces, havien acabat acceptant.
El PSC, com UDC, volen una consulta pactada amb Espanya. Saben que, sinó és així, difícilment es podrà fer i, en cas de fer-se, la validesa de la mateixa seria qüestionada, ja no pel govern espanyol, sinó pels diferents organismes internacionals.
De les notícies que van sortint es desprèn que la resta dels partits favorables al dret a decidit, tampoc van massa a una o sigui, que no es posen d’acord de com fer la consulta: mentre uns demanen que es negociï amb el govern de l’estat, altres ho volen portar al Congrés dels Diputats per a què es pronunciï. Des del meu punt de vista, sinó hi ha una negociació prèvia amb els partits majoritaris (sobre tot el PP), és una bajanada portar-ho al Congrés perquè la resposta que obtindran ja sé la poden esperar. Ara bé, si es far per a tenir una excusa per a poder fer una proclamació unilateral d’independència, llavors ja es diferent.
Com deia al començament, sembla que el PSC es vol desentendre d’aquesta darrera opció i es manifesta obertament en seguir negociant amb Rajoy. Dimarts el Periódico parlava de que el pas enrere dels socialistes debilitarien considerablement el bàndol pel dret a decidir i, en conseqüència, les mesures que es prenguessin en el futur, tindrien menys garantia d’èxit. Dimecres, el mateix diari, parlava de la pressió que hi ha sobre el PSC per a que segueixi dintre de l’acord. Ara bé, hi ha coses que no em quadren. Em refereixo a les declaracions de l’Àngel Ros quan afirma que al PSC no ha canviat res.    
Pere Navarro va marxar de Madrid ovacionat pel plenari de la conferència del PSOE i content per les complicitats que hi va trobar en Rubalcaba (ja anava sent hora!) Però una cosa és que segueixi apostant fort per l’estat federal i l’altra que es desdigui sobre fer la consulta. Recordo un cop més (encara que sóc conscient que els lectors ho saben perfectament) que la consulta en si no significa votar a favor o en contra de la independència, sinó saber si el poble català vol o no ser independent. Un alt percentatge de vots favorables i una alta participació ciutadana, encoratjarien el govern i els partits més independentistes (ERC, CUP i CDC) a estudiar la forma jurídica que conduís a proclamar Catalunya en un estat independent.
Si el PSC continua movent-se per l’ambigüitat, el resultat final pot ser desastrós. Ara mateix ja tenim dades en forma d’estudis d’opinió que donen als socialistes catalans cada cop uns resultats més desfavorables.
El PSC es va ficar, des de fa temps en un laberint de difícil sortida: per una part continuar lligat a Espanya, però per l’altra atendre el que li demana la part més nacionalista del partit. I quedar bé en tothom és una tasca molt difícil d’assolir. Per tant, hauria de decidir-se per l’estratègia més convenient, però decidir-se ja!

El ex-presidente AZNAR publica lo siguiente en su libro de memorias:

“La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me dijo: “Jose Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad”. Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde.”

XIQÜELOS I XIQÜELES DEL DELTA. Barri de Ferreries (Tortosa) VI
















El día que acabó la crisis...


Concha Caballero  (Baena, Córdoba, 1956) 
 
Es licenciada en Filología Hispánica y profesora de Literatura en un instituto público.

Profesora de Lengua y Literatura. Hace ya unos años pasó, felizmente, del ejercicio de la política a ser analista y articulista de diversos medios de comunicación (El País, Por ahora, de la SER, Meridiano, de Canal Sur Televisión). Amante de la literatura. Firmemente humana con los temas sociales.



Cuando termine la recesión habremos perdido 30 años en derechos y salarios...



Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas.


Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa —mitad realidad, mitad ficción—, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos y en salarios.





Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, ENTONCES LA CRISIS HABRÁ TERMINADO.


Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, ENTONCES SE HABRÁ ACABADO LA CRISIS.


Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos —excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector—, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, ENTONCES NOS ANUNCIARÁN QUE LA CRISIS HA TERMINADO.


Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.



Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa.


De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá y voilà: su obra estará concluida. Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas condiciones de nuestra rendición.