dimarts, 17 de desembre del 2013

PAISATGES DEL NOSTRE TERRITORI. AMPOSTA

A la zona del Grau d'Amposta està aquesta curiosa edificació construïda durant el franquisme. Es com un petit mirador i, realment no sé si tenia algun tipus d'utilitat... Potser un abeurador?
Encara que per a mi, el més curiós és que hi figuren els noms de tota la corporació municipal de l'època, un fet impensable avui en dia on l'alcalde sol acaparar tot el protagonisme.






XIQÜELOS I XIQÜELES DEL DELTA. L'ALDEA. Pd4 CARREGAT PER BAIX





















El Papa Francisco y el capitalismo

Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

Cuando yo era niño, mis padres me enseñaron que una cosa son las religiones (aconsejándonos a mí y a mis hermanos ser respetuosos con sus creyentes, como parte del respeto debido a todo ser humano) y otra cosa son las Iglesias (del color que sean), que reproducen y gestionan las religiones para beneficio de sus aparatos o jerarquías, lo cual explica su constante identificación con las estructuras de poder a las cuales sirven. Ni que decir tiene que mis padres no nos exigían respeto por dichas instituciones. Todo lo contrario, teníamos que juzgarlas por su servilismo a esas estructuras.
A lo largo de mi vida he vivido y visitado muchísimos países. Y en todos ellos siempre he visto que las Iglesias (y muy en especial la Católica) sirven siempre a las estructuras de poder, siendo España el caso más patente. Es, por lo tanto, comprensible el anticlericalismo de las clases populares en España y considero un síntoma de enorme frivolidad trivializar este anticlericalismo como un sentimiento gratuito, resultado de ideologías extranjeras que manipulan a los pueblos. Las clases populares no necesitaban ningún estímulo externo para ver y reaccionar a lo que veían.
Este conservadurismo de la Iglesia Católica (una de las religiones más conservadoras hoy existentes) es, en parte, comprensible, debido al beneficio económico que le reporta. La base material de su ideología -como dirían los materialistas históricos- son las ventajas materiales que derivan de su servilismo al poder. Pero este mismo servilismo es lo que explica su postura anticientífica, pues se siente amenazada por el conocimiento científico. No es por casualidad que no fue hasta el año 1992 (sí, 1992) que la Iglesia Católica se disculpó por haber perseguido en el siglo XVII a Galileo, que tuvo la osadía de indicar que, en contra de lo que decía la Iglesia, era la Tierra la que daba vueltas alrededor del Sol y no al revés. En 2008, el Vaticano incluso pensó en hacerle un monumento, aunque decidió retrasarlo porque era todavía demasiado pronto. En la Iglesia Católica, las cosas de palacio van un poquitín despacio.
¿Qué está pasando en el Vaticano?
Es interesante, por cierto, que en el diario del Vaticano, un historiador alemán, Georg Sans, escribiera en 2009 un artículo alabando a Karl Marx por su introducción del concepto de alienación originado por el capitalismo. Decía Georg Sans “tenemos que preguntarnos si Marx no llevaba razón en su descripción del capitalismo como generador de alienación…” (citado en “Is the Pope Getting the Catholics Ready for an Economic Revolution? (Maybe He Read Marx)”, de Lynn Parramore). Y las declaraciones del nuevo Papa criticando al capitalismo están creando un gran revuelo.
Ahora bien, hay que darse cuenta de que la Iglesia Católica, y concretamente el Vaticano, siempre ha tenido actitudes críticas hacia los excesos del capitalismo. Desde las encíclicas de León XIII (1878-1903) hasta Juan Pablo II, las críticas del exceso del capitalismo han sido constantes, en general, más acentuadas cuando otras ideologías contrarias a la Iglesia (aunque no contrarias a la religión) como el marxismo adquirían gran atracción en los movimientos obrero e intelectual del mundo occidental.
Ahora bien, lo que es nuevo en el Vaticano es que en el documento que acaba de publicar el Papa Francisco sobre la pobreza y la Iglesia, parece haber un atisbo de que este Papa quiere ir un paso más allá, pues su crítica no se limita a los excesos del capitalismo, sino al capitalismo en sí. Existen partes del documento que parecen aproximarse a esta postura. Escribe Francisco: “el mandamiento No matarás establece un mandato a respetar la vida  humana. De ahí que este “no matar” debe aplicarse a un sistema económico basado en la desigualdad y en la exclusión…”. Añade Francisco que “tal economía mata. De ahí que hasta que no termine el dominio absoluto de los mercados y su especulación financiera (que Francisco indica correctamente que es intrínseca en el capitalismo…), y hasta que no se ataquen las raíces de esas desigualdades, no se encontrará ninguna solución a los problemas del mundo, o a ningún problema”.
Otro párrafo de Francisco: “algunas personas (Francisco podría haber escrito la mayoría de los establishments económicos, financieros, políticos y mediáticos europeos y estadounidenses) continúan defendiendo las teorías del “trickle-down”, que asumen que la concentración de la riqueza que se produce en el crecimiento económico (capitalista) y en sus mercados, traerá inevitablemente mayor justicia e inclusión, al aumentar tal riqueza y mejorar la vida de todos y la cohesión social. Dicha opinión, que nunca ha sido confirmada por los datos, expresa una ingenua y cruda fe en la bondad de los que concentran el poder económico y en la eficiencia sacrosanta del sistema económico existente”. No he visto este párrafo citado en ningún de los medios de comunicación de mayor difusión españoles, que sistemáticamente han excluido a voces críticas del neoliberalismo dominante.
Ni que decir tiene que la respuesta ha sido predeciblemente hostil. En EEUU, un país con una cultura mediática dominante profundamente conservadora, ya han aparecido varios titulares, escritos en tono alarmante, que “Marx está inspirando al Papa”. Y Sarah Palin, la dirigente del Tea Party (la secta más próxima a la jerarquía católica española, versión Rouco) ha expresado su shock frente a las declaraciones de Francisco. Y más de un editorial ha indicado que de la misma manera que el Papa Juan Pablo II contribuyó a colapsar la Unión Soviética, el Papa Francisco puede ayudar a terminar con el capitalismo.
Me parece exagerada esta imagen. Pero sería un error que las fuerzas progresistas ignoraran los cambios en el Vaticano. Entiendo y comparto (como aparece en mis escritos en www.vnavarro.org) las reservas y el escepticismo sobre el nuevo Papa, escepticismo estimulado por casos tan ofensivos e hirientes para los demócratas como el silencio de Francisco frente al homenaje de los caídos en la Cruzada española. Pero sí que considero valioso que haya cambios en la Iglesia que diluyan su enorme oposición al cambio y al progreso. Y de ahí su enorme importancia. Sería un gran error no ser conscientes de ello, en un país en el que la Iglesia siempre ha jugado un papel negativo en su defensa del orden económico establecido y en contra de la expansión de los derechos humanos.
*Artículo publicado en la revista digital SISTEMA, 6 de diciembre de 2013

22 comentarios:

  • #1 Comentario por Lectora60

    09/12/2013 09:29
    Si los dirigentes occidentales le escuchan, tal vez se afloje un poco el dogal de los más pobres.
    Y en cuanto a España, mientras el estado les libera del pago de impuestos, y acogota a sus ciudadanos con los mismos, da que pensar que tenemos para rato de estar bajo la bota clerical.

dilluns, 16 de desembre del 2013

10 ANYS D’UN SOMNI



El 14 de desembre va fer 10 anys des de que es va signar el Pacte del Tinell. Aquell dia Pasqual Maragall amb representació del PSC-Ciutadans pel Canvi, Josep Lluís Carod-Rovira, en nom d’ERC i Joan Saura com a màxim exponent d’ICV-EUA van escenificar l’inici d’una etapa de govern que es va anomenar Catalanista i d’esquerres posant així el punt i final a 23 anys de pujolisme. Al cap de pocs dies Pasqual Maragall es convertiria amb el primer president socialista de la Generalitat de Catalunya.     
10 anys passen molt ràpidament i els esdeveniments viscuts des d’ençà han estat nombrosos.
L’any 2003, a Espanya feia només uns mesos que governava el PSOE de la ma de José Luis Rodríguez Zapatero deixant enrere una de les etapes més negres de la recent història de l’Espanya: els 8 anys d’Aznar amb la guerra il·legal de l’Iraq, l’amenaça constant del Pla Hidrològic Nacional que contemplava com a principal mesura el transvasament de l’Ebre, etc.
Amb dos governs progressistes a Madrid i Barcelona, hom esperava que, d’una vegada per totes, el neoliberalisme quedaria enterrat definitivament i el progrés s’instal·laria per sempre més a la nostra societat.
Tor i fer-se coses bé, sobre tot en els aspectes socials, sanitaris, educació, etc., l’economia va seguir depenent d’una bombolla immobiliària cada cop més a punt d’explotar. Aquest va ser, sense dubte, el gran error dels dos governs progressistes: no desinflar abans la bombolla i apostar per noves polítiques econòmiques que, segurament, no haurien esquivat la crisi, però molt possiblement tampoc hi hauria ara els milions d’aturats que hi ha registrats a les oficines d’ocupació. 

No obstant això, cal reconèixer que en el camp de les infraestructures mai s’havia invertit tant en el nostre territori. Deixant a banda els equipaments que es van construir a cada municipi, cal recordar que durant aquells anys es va arranjar la carretera entre Ulldecona i Tortosa amb la circumval·lació de Santa Bàrbara; es va acabar l’autovia entre Tortosa i la sortida de la AP-7 de l’Aldea; es va millorar considerablement de la xarxa viària de la Terra Alta... Però sobre tot, l’estrella va ser lo Passador, el pont que uniria per sempre les dues ribes de l’Ebre entre Sant Jaume d’Enveja i Deltebre. Era el colofó de la lluita que durant anys s’havia fet des del territori contra el transvasament de l’Ebre que hauria suposat una ràpida regressió del seu delta, amb un dany ecològic irreversible ja que hauria desaparegut una part important de la fauna i la flora d’aquell indret.
Però les lluites internes entre els diferents partits que formaven el govern català (se’l va anomenar Tripartit, però a la pràctica estava format per 4 a part d’una plataforma que donava suport implícit a Maragall) i, fins i tot les disputes internes en alguns partits, van comportar que CiU recuperés el govern de la Generalitat molt abans del que hauria estat desitjable.
A Maragall se’l van emportar per davant una ERC que, tot i no està d’acord amb el nou Estatut d’autonomia que s’estava redactant, va tornar a pactar un segon govern nacionalista i d’esquerres; però també els propis barons del PSC que desitjaven tenir molt més protagonisme i Maragall els feia nosa per assolir aquesta fita.       
És evident que no és el mateix governar amb diversos partits que fer-ho un de sol. Només cal que us fixeu el que està passant ara amb l’actual govern de Mas. Al no obtenir CiU una majoria àmplia que li permetés governar sense dependre de ningú, necessita el suport d’ERC que, literalment, els té collats amb el tema de la consulta sobiranista i condiciona el seu suport en lleis tan importants com la de pressupostos per al 2014.
Ara, 10 anys després, la il·lusió d’una gran part dels catalans es diu independència. Els cops de porta que ens ha donat sistemàticament Madrid, s’han vist accentuats ens els darrers anys, sobre tot al declarar inconstitucionals diversos capítols del nous Estatut, molts de catalans han expressat la voluntat d’assolir un estat propi. Així es va posar de manifest durant la gran manifestació de la Diada de 2012 i la Via Catalana que es va organitzar també per la Diada de 2013.
Aquest desig, també acabarà esdevenint un somni trencat? Caldrà esperar un temps, però ni molt menys 10 anys. El que hagi de passar passarà, segurament, aviat, molt més aviat del que alguns s’esperen.