SEGUNDA ETAPA: SAN CLEMENTE, BELMONTE Y VILLAESCUSA DE HARO (CUENCA)
No muy lejos de Villarobledo, pero cambiando de provincia se encuentra San Clemente. Del trayecto me viene a la mente la enorme recta que hay entre las dos poblaciones.
Dejamos el coche nada más entrar al lado de una pequeña rambla y desde allí procedimos a adentrarnos en el casco histórico de la ciudad.
Para acceder a la plaza Mayor pasamos por debajo de un arco (existen 2 más en los vértices de la plaza). A la izquierda está la sede actual del Ayuntamiento y enfrente, en el lado opuesto, el viejo edificio del ayuntamiento de estilo renacentista que suele albergar exposiciones en la primera planta, mientras que en la planta baja se ubica la oficina de turismo. En el centro de la plaza se encuentra la iglesia parroquial de Santiago Apóstol.
Saliendo de la plaza por la parte izquierda del nuevo ayuntamiento, se pasa por debajo del arco más imponente de estilo barroco. Inmediatamente a la izquierda, ocupando lo que un día fuera el pósito, el juagado. Desde allí se ve la puerta principal de la iglesia con la imagen del apóstol Santiago.
Continuando el recorrido, en el otro extremo de la plaza, un gran edificio que un día albergó la cárcel y que hoy es el centro de salud del que destacan sus dos puertas. Una de ellas, de estilo barroco es conocida como la de la Inquisición y entre su rica decoración se puede encontrar simbología masónica, como también en otros elementos de la población, como por ejemplo la cruz que hay un poco más adelante en uno de los laterales de la iglesia.
San Clemente tiene además otros edificios y elementos arquitectónicos destacables como por ejemplo los palacios de Piquirroti (o lo que queda de él), de D. Francisco Martínez del Peral, del Sr. Marqués de Valdeguerrero, de Osma y el Sr. Marqués de Melgarejo; los conventos de las Carmelitas, Clarisas, Trinitarias y Franciscanos; la torre Vieja, así como otras casas notables. Además del castillo de Santiago de la Torre, la ermita de San Roque, un puente medieval, los restos de un puente y una calzada romanos, etc.
A media tarde nos dirigimos hacia Belmonte, mejor dicho, al castillo de Belmonte desde donde se domina la población.
Antes de llegar encontramos una puerta de la muralla desde donde se accede al casco antiguo de la población y un poco más arriba la muralla que lo rodea. No pudimos visitarlo porque se estaba haciendo algún tipo de acto. Después de contemplar su imponente silueta desde el exterior, nos fijamos en unos molinos de viento que se veían en lo alto de una pequeña colina, al otro lado de la población. No fue difícil encontrar el camino de acceso. Supongo que a falta de otras formas de entretenimiento los jóvenes acuden a este lugar des de donde se respira un absoluta tranquilidad. ¿Qué van a hacer allí a parte de contemplar el paisaje? Eso ya lo dejo a la imaginación de cada uno…
Nosotros nos recreamos en una vista maravillosa vista. Ante nuestros ojos se abría una inmensa y colorida meseta complementada por una espléndida puesta de Sol.
Camino de Villarobledo aún quedaba un poco de luz del día y decidimos parar en Villaescusa de Haro. Dejamos el coche en la parte posterior de la iglesia parroquial de S. Pedro para luego acceder a la plaza del mismo nombre. Justo enfrente se ubica en el antiguo palacio de los Ramírez Arellano de estilo renacentista es la sede del ayuntamiento y otras dependencias municipales.
Cerca de donde habíamos dejado el coche nos llamó la atención un edificio del que sólo se puede apreciar una pared ya que la mayor parte del mismo se encuentra dentro de un recinto cerrado. Me he documentado y parece que este edificio tenía que haber sido en su tiempo un colegio universitario que habría convertido Villaescusa en la ciudad universitaria de más al Sur de España.
Otros edificios notables de la población son la iglesia convento de las Justinianas i el convento de los Dominicos de la Cruz (o los restos de éste).
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