divendres, 18 de desembre del 2015

‘Rajoy registrador’, su oscura historia: “Yo no me dedico a la política por dinero, más gané con mi profesión”

El destino profesional del presidente, que tantas preguntas, incluso parlamentarias, ha provocado, y que él mismo puso sobre la mesa en el ‘cara a cara’ con Sánchez

F. MEDINA


En medio del momento más caliente del debate, cuando Sánchez le estaba acusando de no ser honesto, de haber cobrado un sobresueldo de su partido, de ganar238.000 euros como jefe de la oposición cuando estaba pidiéndose a los ciudadanos que se apretaran el cinturón en medio de lo peor de la crisis.., Mariano Rajoy se defendió con un viejo argumento suyo, y en realidad de muchos otros dirigentes del PP: “no me dedico a la política por dinero, y usted lo sabe –dijo el candidato ‘popular’-. Cuando más dinero gané fue ejerciendo mi profesión”.
Y así, de nuevo, aunque Pedro Sánchez no entró en el asunto, Rajoy mismo volvió a poner sobre la mesa uno de los aspectos en los que más oscurantista se han mostrado siempre tanto el actual presidente como su equipo: su ejercicio profesional de registrador de la propiedad. O más exactamente, su peculiar situación como “titular en servicios especiales con reserva de plaza” por Santa Pola.
Rajoy registrador vs. Rajoy político
La historia del ‘Rajoy registrador’ se inició casi al mismo tiempo que la del ‘Rajoy político’. En 1978 obtuvo su primer destino profesional, en Villafranca, León, que dejó en 1980 cuando consiguió la plaza de Padrón. Sólo un año después, 1981, ya eraelegido por Alianza Popular como diputado al Parlamento Gallego.
Esto le obligó a realizar su primer dribling profesional y un interino pasó a hacerse cargo del registro… Eso sí, conforme al Reglamento Hipotecario de 1947, entonces en vigor, Mariano Rajoy se aseguró cobrar entre el 25 y el 50% de los ingresos del registrador que pasó a ocupar ‘su’ puesto.
El año 1982 Mariano Rajoy lo vivió intensamente. No sólo fue nombrado Director General de Relaciones Institucionales de la Xunta, sino que además ganó el registro de Berga en Barcelona. Una plaza de la que, evidentemente, no pudo tomar posesión por colisión con su carrera política… Volvió a aplicársele el articulo correspondiente de la ley de 1947, para que pudiera mantener ambas dedicaciones, sin que haya pruebas de que dejara de ingresar del registro barcelonés la parte correspondiente para el titular.
Se modifica la ley, se le complica la vida.., teóricamente
La cosa se le puso más difícil a Rajoy cuando en 1984 el Gobierno de Felipe González decidió regular la función pública con una ley en la que se estableció que los funcionarios, caso de los registradores, que ocuparan puestos por designación. Con la nueva ley, tan sólo podrían percibir “las retribuciones del puesto o cargo efectivo que desempeñen y no las que les correspondan como funcionarios”.
Mala noticia, porque se acababa la posibilidad de llegar a acuerdos con interinos que ocuparan su plaza legalmente. Al menos eso parecía... Rajoy entonces era concejal por Pontevedra y Presidente de la Diputación de la provincia gallega.
‘Rajoy registrador’ no se rindió, sin embargo, y continuó mejorando de plaza. Y así, concursó y obtuvo el registro de Elche en 1985. Cuando lo logró, y sólo entonces, una vez había pasado casi un año y medio de la promulgación de la nueva ley, ‘Rajoy presidente de diputación’ solicitó el paso a servicios especiales con reserva de plaza, que se le concedió en diciembre de ese año 1985.
Rajoy ‘súperstar’
Al año siguiente, sus dos dedicaciones siguieron deparándole buenas noticias, porque no dejaba ninguna de las dos: la profesional y la política. Y así, en 1986 a la de Elche sumó la plaza de registrador de Santa Pola, aunque no tenía previsto ejercer, porque ese mismo año fue elegido diputado al Congreso por primera vez, al tiempo que Fernández Albor se acordaba de él para nombrarle su delfín, comovicepresidente de la Xunta.
En 1987, sin embargo, una moción de censura al Gobierno de Galicia llevó a que Rajoy abandonara su cargo político, solicitara su reingreso en la carrera en su puesto de Santa Pola y volviera, casi una década después, a ejercer esa profesión, que, como dijo él, es “cuando más dinero gané”.
La plaza la mantuvo Rajoy durante casi dos años, hasta 1989, cuando fue elegido diputado por Pontevedra para el Congreso. Y como diputado se ha mantenido ininterrumpidamente desde entonces hasta la actualidad ¿Y su plaza de Santa Pola? Volvió a dejarla, acogido a “servicios especiales con reserva de plaza”. Esta vez, coincidencia a subrayar, en manos de un viejo compañero de su promoción, que ya es tener suerte, Francisco Riquelme. El registrador que sigue ostentándola desde entonces.
Un expediente de alto secreto
Lo curioso es que a partir de ese momento el ‘Rajoy político’ ha parecido muy preocupado que no se sepa nada del ‘Rajoy registrador’ en medio de algunas circunstancias peculiares. Así, en 1998, ya con Aznar en Moncloa, y con el ‘Rajoy político’ como titular en el ministerio de Educación, se reformó el Reglamento Hipotecario y se estableció en su artículo 552 que cuando se produjera una situación como la de Rajoy en Santa Pola, es decir, de ‘excedencia por servicios especiales con reserva de plaza’, el registrador interino pasara a percibir todos los honorarios, mientras el titular podría conservar la plaza indefinidamente.
El artículo no ponía, claro, los nombres de Rajoy y su amigo y sustituto al hablar de registrador titular y suplente.., pero el caso afectaba a ellos dos, y muy pocos más en la profesión, si es que a alguien.
Una circunstancia que llevó a que se abriera una duda razonable ¿Antes de esta reforma se había actuado de otra manera a pesar de lo que marcaba la ley de función pública? ¿Había cobrado Mariano Rajoy, mientras ejercía cargos públicos, de sus registros en Berga, Elche y Santa Pola mientras estaba en excedencia?
No ayudó a disipar sospechas una extraña decisión del Gobierno Aznar de 2001, con Mariano Rajoy ejerciendo nada menos que de vicepresidente y ministro de Interior: elenvío de su expediente profesional a un “Archivo Secreto”. Una situación de la que,a pesar de los artículos en prensa, las preguntas parlamentarias que se han sucedido, y lo mucho que ha presumido este Gobierno del ‘Rajoy político’, no se ha modificado. Todo lo concerniente a ‘Rajoy registrador’ sigue siendo Top Secret. Al menos hasta el momento.
San Rajoy, patrono de los registradores
Pero hay más. ‘Rajoy político’ se ha preocupado mucho del bienestar de su gremio. Más allá de la duda ya apuntada con el Reglamento Hipotecario de 1998, que venía a dar un doble carácter de “funcionarios públicos y profesionales del derecho” a los registradores, durante su mandato como presidente, Rajoy ha tomado alguna decisión digna de subrayarse. La primera, que se decidiera aplazar la entrada en vigor de un Real decreto de 2007 por el que se venía a modificar la demarcación de una serie de registros de la propiedad. Uno de ellos, de nuevo casualidad, el de Santa Pola que ostenta el propio Rajoy y usufructúa en su totalidad, o así debiera ser, su amigo Francisco Riquelme. Con este ‘bloqueo’ de la ley, el registro no se dividió en dos.
Más tarde, en 2014, se aprobó una disposición Adicional por la que el Registro Civil quedó encomendado a los registradores de la propiedad y mercantiles. O lo que es lo mismo, lo que antes hacían funcionarios públicos, pasaba a ser explotado comercialmente por los registradores, tajada económica por cada gestión incluida.
Y aún este mismo año 2015, en abril, el ministerio de Justicia gració a los Registradores con la tramitación de los expedientes de nacionalidad por residencia. De nuevo, con el lógico derecho a cobro por las gestiones efectuadas.
Un hecho queda aún por subrayar. Rajoy tiene dos hermanos vivos (murió uno que era notario), Enrique y Mercedes (ésta esposa del sempiterno eurodiputado ‘popular’ y hombre de gran influencia sobre el propio Presidente, Francisco José Millán Mon). Los dos, también registradores de la propiedad. El primero en Cáceres. La segunda en la población madrileña de Getafe. Naturalmente, a ninguno de los dos les han venido mal las decisiones de su hermano ‘Rajoy registrador’, en su versión de ‘Rajoy presidente’.