Sr. Director:
Hace años, los subinspectores de Hacienda constituyeron su sindicato, el GESTHA, y aprobaron sus objetivos, lo cual es lógico y legítimo.
El primero de esos objetivos fue el de conseguir que no se les dominase subinspectores sino inspectores técnicos, de forma similar a como los antiguos aparejadores pretendieron y consiguieron que se les llamase ingenieros técnicos en vez de aparejadores. Así, los subinspectores consiguieron hace varios años que les denomine técnicos de Hacienda, lo cual a todos nos parece muy bien, porque el prefijo sub tiene un alcance peyorativo.
Lo que ya no parece ni legítimo ni justo es la pretensión de
los técnicos de que se les nombre en inspectores de Hacienda sin
que se les exija la superior preparación de éstos y sin tener que superar las reñidas oposiciones que tienen que superar. Los técnicos pretenden, a tal fin, que se convoquen oposiciones blandas especialmente diseñadas para que ellos puedan convertirse en inspectores por la puerta de atrás, o sea, sin esfuerzo alguno.
Afirmar, como en ocasiones ha manifestado algún miembro de
este colectivo, que el Ministerio les debe este trato de favor, porque ellos «lo hacen todo», es lo mismo que afirmar que en un hospital todo lo hacen las enfermeras y que, por ello, habría que nombrarlas médicos. Pero es menos aceptable que para conseguir este objetivo, los técnicos se alíen con Podemos o con cualquier otra formación política, como ha denunciado recientemente IHE, el sindicato de los inspectores de Hacienda.
Jesús Peña García. Madrid.
Hace años, los subinspectores de Hacienda constituyeron su sindicato, el GESTHA, y aprobaron sus objetivos, lo cual es lógico y legítimo.
El primero de esos objetivos fue el de conseguir que no se les dominase subinspectores sino inspectores técnicos, de forma similar a como los antiguos aparejadores pretendieron y consiguieron que se les llamase ingenieros técnicos en vez de aparejadores. Así, los subinspectores consiguieron hace varios años que les denomine técnicos de Hacienda, lo cual a todos nos parece muy bien, porque el prefijo sub tiene un alcance peyorativo.
Lo que ya no parece ni legítimo ni justo es la pretensión de
los técnicos de que se les nombre en inspectores de Hacienda sin
que se les exija la superior preparación de éstos y sin tener que superar las reñidas oposiciones que tienen que superar. Los técnicos pretenden, a tal fin, que se convoquen oposiciones blandas especialmente diseñadas para que ellos puedan convertirse en inspectores por la puerta de atrás, o sea, sin esfuerzo alguno.
Afirmar, como en ocasiones ha manifestado algún miembro de
este colectivo, que el Ministerio les debe este trato de favor, porque ellos «lo hacen todo», es lo mismo que afirmar que en un hospital todo lo hacen las enfermeras y que, por ello, habría que nombrarlas médicos. Pero es menos aceptable que para conseguir este objetivo, los técnicos se alíen con Podemos o con cualquier otra formación política, como ha denunciado recientemente IHE, el sindicato de los inspectores de Hacienda.
Jesús Peña García. Madrid.
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