dijous, 20 de setembre del 2012

Stiglitz advierte que pedir el rescate sería «un suicidio» para España


El premio Nobel de Economíacree que si España no ha logrado salirde la crisis es culpa deun error de diagóstico y unas recetas deausteridad equivocadas

Marina Estévez
El premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz ha advertido de que si
España finalmente opta por solicitar la ayuda del BCE a cambio de unas
condiciones de austeridad como las impuestas en países como Grecia,
el país estaría cometiendo un «suicidio».
En una entrevista con EFE Stiglitz ha dejado claro que la oferta del
Banco Central Europeo de una compra ilimitada de bonos a cambio de
satisfacer condiciones aún no especificadas «suena claramente a
rescate» y a una oferta de ayuda «a cambio del suicidio».
A juicio del estadounidense, que ha promocionado en Madrid el libro El
precio de la desigualdad (Taurus), la cuestión es saber si lo que las
autoridades monetarias pretenden es ayudar a los ciudadanos o a los
bancos que incurrirían en pérdidas en caso de que España no pudiese
refinanciar su deuda.
Muy crítico con las políticas de austeridad a ultranza, el Nobel de
Economía del 2001 tiene claro que Europa debería poner el foco en el
crecimiento y la inversión si quiere reestructurar su economía, y cree
que «el diagnóstico alemán está absolutamente equivocado»
cuando acusa a países como España de gastar demasiado.
De hecho, si España no sólo no ha conseguido salir de la depresión,
sino que cada vez profundiza más en ella, es porque los funcionarios
internacionales han «subestimado» la magnitud de la crisis que
provocarían con sus recetas de austeridad, según Stiglitz.
Aunque intenten achacar la responsabilidad a España por incumplir sus
objetivos fiscales, la culpa es de un error de diagnóstico del problema y
unas recetas equivocadas, añade.
Aconseja a España que trate de buscar una fuerte alianza con
Francia, Italia o Portugal frente a Alemania
Por este motivo aconseja a España que trate de buscar una fuerte
alianza con Francia, Italia o Portugal frente a Alemania con el objetivo
de cambiar el marco europeo. Y si esto no funciona, apunta hacia una
fractura del euro como mal menor frente a una depresión de la que no
se ve la salida.
«Se puede ser miembro de la UE sin compartir una misma moneda. Los
arreglos de divisas a menudo han sido relativamente a corto plazo»,
remacha Stiglitz con el ejemplo de los treinta años que duró el patrón
oro establecido en Bretton Woods (1944-1971). A pesar de que
reconoce que la ruptura fue «dramática» hasta que el mundo se
acostumbró a otro sistema.
En todo caso, el mejor escenario para Stiglitz, que ha ingresado en la
Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras española en acto
celebrado en CaixaForum Madrid, sería que Alemania diese su brazo a
torcer y aceptase mutualizar la deuda europea, ordenar un marco
bancario común «rápidamente» y promover una armonización fiscal.
La cuestión es superar ideas «falaces» -según su definición- como que
la economía de un país es como la de una familia. «Si una familia
recorta en su gasto no tiene ningún efecto en la sociedad. Si un
gobierno recorta, la demanda total caerá y el paro subirá. Y la
capacidad de devolver lo que debe baja, sus ingresos impositivos caen
y su gasto en desempleo y programas sociales sube», enumera Stiglitz.
Para el norteamericano -defensor de movimientos como el 15-M y
Occupy Wall Street- este es «exactamente el razonamiento por el que
Europa está fallando», y los déficit en los presupuestos no han
mejorado como la gente esperaba.
«Las consecuencias han sido distintas de lo que esperaba la gente que
dice que un país debe gobernarse como una economía doméstica»,
afirma el catedrático de Economía en la Universidad de Columbia, para
quien la recesión no es el momento adecuado para recortar el
gasto.
Por esto también se muestra convencido de que una eventual victoria
del republicano Mitt Romney en las elecciones de noviembre en Estados
Unidos debilitaría la economía de aquel país.
«Si hace lo que está prometiendo la economía se debilitará. Estados
Unidos ya ha tenido un proceso de austeridad, hay un millón de
puestos de trabajo público menos que antes de la crisis. Y lo que es
peor: está dispuesto a incrementar la desigualdad. Si ves su programa,
lo único que quiere aumentar es el gasto militar, así que seríamos una
economía incluso más distorsionada e injusta, menos eficiente, y con
más desempleo».