JOSÉ A. RODRÍGUEZ
Llicenciat en Física per la UAB. Estratègia digital a la UGT de Catalunya. Membre de Súmate.
Societat Civil Catalana, entidad que intenta aglutinar el unionismo social, es seguramente la entidad que más ha trabajado involuntariamente durante esta campaña de municipales a favor de las candidaturas soberanistas.
A principio de campaña publicaron una serie de imágenes asociando los logos del PSC, el PP, Ciutadans y UPyD a una urna. Esta imagen me parece un gran error.
Una parte significativa del electorado del PSC identifica al PP como el archienemigo, el rival político por excelencia. La mejor de las campañas del PSC “Si tú no vas, ellos (los del PP) vuelven” consiguió uno de los mejores resultados electorales alentando el miedo al Partido Popular.
Una imagen donde el logo del PSC y del PP vayan juntos es decodificada por la mayor parte de electores del PSC como algo negativo. No se me ocurre ninguna campaña mejor para intentar desactivar el voto socialista. Dudo mucho, además, que esta imagen provoque una movilización a favor de las otras 3 opciones.
Por suerte para la causa que dice defender SCC, la capacidad de movilización y de difusión por parte de sus bases es minúscula.
Su segunda acción sí ha tenido difusión y relevancia. SCC denunció a la Junta Electoral la presencia de símbolos independentistas en el espacio público durante la campaña.
La Junta Electoral ha respondido a esta denuncia prohibiendolas esteladas de los edificios públicos (colegios, ayuntamientos) y no de los espacios públicos (plazas, rotondas, calles, parques) durante la campaña electoral.
Al igual que la sentencia del Estatut tuvo mucho más efecto por la carga simbólica que por los efectos reales de la propia sentencia, la carga simbólica de esta prohibición tiene efectos colaterales que sus impulsores no han calculado.
El primero es el permitir al independentismo crear un marco con el que conectan con una parte de la sociedad catalana que no es independentista, la prohibición de símbolos independentistas como un ataque a la expresión política legítima y a la democracia.
El intento de prohibición del 9N fue incentivo para ir a votar a la consulta soberanista a personas que no eran ni independentista ni soberanista.
El marco de un estado español que prohíbe los símbolos independentistas tiene una carga simbólica emotiva dentro de Catalunya entre soberanistas y no soberanistas.
El segundo es el nutrir de munición para los que están trabajando la imagen del procés en la prensa internacional. Esta sentencia permite reforzar la imagen internacional de un estado que prohíbe la expresión política y la salida democrática de la aspiración legítima de los catalanes que quieren la independencia.
El tercero es la movilización de los independentistas. Atacar elementos simbólicos donde se han colocado cargas emocionales tiene la capacidad de movilizar. Y mucho. No solo se activa el electorado independentista a votar sino que se le anima a salir a la calle, a movilizarse y a llenar de símbolos prohibidos las calles y plazas. Y no hay nada peor en campaña electoral para tu causa que los activistas de la causa rival estén activos, movilizados, haciendo campaña y generando una imagen de ganadores.
El supuesto efecto positivo de la medida para la causa que dice defender SCC, que la presencia de símbolos independentistas disminuya va a quedar sobradamente compensada con mucha mayor presencialidad de símbolos independentistas en todos los espacios públicos y privados.
Con esta acción no sólo has dado una causa a los soberanistas para ir a votar, sino además algo que hacer. Un verdadero tiro en el pie.
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