¿El PP ha estado siempre tan cómodo porque Madrid es una circunscripción de derechas, o porque el PSOE no conseguía una mínima credibilidad en esa comunidad? La duda se va a despejar el 26J, porque los madrileños tienen ahora otra oferta de izquierda
S.G-D. / J.L.M.
Madrid es una torre tomada por el Partido Popular en 1989, cuando por primera vez consiguió adelantarse en votos al Partido Socialista (empató a 12 escaños, pero con 0,7 puntos de ventaja). Y eso, pese a que a nivel nacional Felipe González había logrado imponerse por tercera vez, con 175 diputados frente a los 107 de José María Aznar. Desde entonces, la circunscripción de Madrid ha concedido siempre más escaños al PP que a cualquier otra formación política. Es la que más diputados elige (36) y la de mayor renta per cápita. Ni tan siquiera en las dos elecciones en las que José Luis Rodríguez Zapatero logró, de nuevo, la victoria para el PSOE (2004-2008), los socialistas lograron arrebatarle esta circunscripción.
El problema para los socialistas no es ya que el PP le gane siempre, aunque se supone que debía escocerles que la capital del Estado les diera sistemáticamente la espalda, sino que en 2015 perdió incluso la segunda posición, sobrepasado no solo por Podemos sino también por Ciudadanos. El 20D, el PSOE solo consiguió en Madrid el 17,8% de los votos, frente al 33,4% del PP; 20,8% de Podemos o el 18,8% del partido de Albert Rivera. Un resultado desolador para un partido que llegó a tener el 52% del voto, en 1982, y que había conseguido arrebatar la circunscripción por un suspiro al mismísimo Adolfo Suárez en 1979. Una cosa es no volver a ganar y otra, desfondarse de una manera tan estruendosa. Al PSOE no le funcionó en Madrid ni tan siquiera la absorción de Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván, en 1978. El PSP había sacado en Madrid en 1977 un 9,1% del voto y tres escaños, frente a los 11 diputados del PSOE (31,6% del voto). Pero cuando se juntaron, no hubo suma: sacaron un escaño más y un 33,3% de voto.
El Partido Popular se ha movido durante casi 25 años por Madrid como por el patio de su casa, con los resultados conocidos para la ciudad y la provincia: más tramas de corrupción incluso que en la Comunidad Valenciana. Los populares han estado siempre convencidos de que el PSOE no tenía gran cosa que oponerles en esta comunidad autónoma uniprovincial. Y tenían razón. En el momento de mayor debilidad, tras el formidable movimiento contra la guerra de Irak, en el que participó más de un millón de madrileños, y tras el repugnante intento de aprovechamiento político de los atentados del 11-M por parte de José María Aznar y de sus colegas, los electores de Madrid siguieron empujando un poco más al PP: 45,02% de los votos, frente al 44,11% obtenido por la lista que encabezaba José Luis Rodríguez Zapatero, 17 diputados frente a los 16 del PSOE. La torre resistió la embestida más fuerte de todas y tapó rápidamente los agujeros. En las generales de 2008, que volvió a ganar ZP, el PP ya le sacaba de nuevo al PSOE en Madrid 10 puntos en el voto (49,1% frente a 39.6) y tres escaños, 18 a 15.
¿El PP ha estado siempre tan cómodo porque Madrid es una circunscripción conservadora, de derechas, o porque el PSOE no conseguía una mínima credibilidad en esa comunidad? La duda se va a despejar en las próximas elecciones del 26J, porque los madrileños tienen ahora otra oferta de izquierda. Podemos hizo una irrupción espectacular el 20-D al colocarse en segundo lugar, pero aun así quedó lejos del PP: 20,8% del voto frente al 33,4% de los populares (8 diputados frente a 13). El 26J, Podemos se presenta ya en coalición con Izquierda Unida, que el 20D obtuvo el 5,6% del voto y dos escaños (los dos únicos que obtuvo en toda España). Los sondeos prevén que Unidos Podemos logre un diputado más, 9, pero que el PSOE remonte hasta la tercera plaza, con dos más. Una vez más, la torre acorazada del PP se mantendrá, con alguna muesca, pero de pie: 13 diputados populares por Madrid, dicen las encuestas. Claro que si se suma el voto Unidos Podemos/PSOE resulta que en Madrid se llegará hasta un 44% de votantes de izquierda frente a un 35,7 del PP. La torre no es tan conservadora como dicen, pero tiene las puertas bien cerradas. Quizás Madrid no logre recuperar ese alma de izquierda que la caracterizó durante décadas hasta que cambie el sistema electoral y, como en la II República, se creen dos circunscripciones distintas: la ciudad y la provincia.
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S.G-D. / J.L.M.
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