J. MADRID
Hasta hace poco, jamás se hablaba del tema en la prensa ni mucho menos en la Zarzuela. Sin embargo, el propio monarca se ha referido a su hermano en el reciente documental francés sobre su vida
Fue un Jueves Santo de 1956, un 29 de marzo, cuando la familia Borbón vivió una de sus peores tragedias. El Rey Juan Carlos, entonces un adolescente, sostenía una pistola en sus manos que se disparó accidentalmente y acabó ocasionando la muerte de Alfonso, su hermano menor. Hasta hace poco, jamás se hablaba del tema en la prensa ni mucho menos en la Zarzuela. El fallecimiento del pequeño era como un fantasma que era mejor dejar en el cajón del olvido. Sin embargo, ha sido el propio Don Juan Carlos el que, por primera vez, ha hablado de su hermano menor en el documental 'Yo, Juan Carlos, Rey de España', emitido el pasado 16 de febrero en la televisión francesa. “Lo echo mucho de menos, estábamos muy unidos, era muy simpático”; fueron las palabras que el Rey emérito dedicó a su hermano con un rostro visiblemente emocionado.
Así narraba el escritor y periodista Abel Hernández en su libro 'Despídete de tu madre. Y serás rey de España' el trágico momento: “Alfonsito se las arregla para comprar balas en una armería, sin sospechar que compraba su propia muerte (...). Pero el peligroso entretenimiento dura poco (...). Don Juan, muy enfadado, les quita la pistola y la esconde bajo llave en un cajón de su despacho (...). Piden insistentemente la pistola a Doña María. "No es para disparar, mami, solo para verla". Harta de tanto ruego, busca la llave del secreter en la chaqueta de su marido y se la da (...). La bala le entró a Alfonsito por la nariz y le alcanzó el cerebro(...). Margarita, a pesar de su finísimo oído, no oyó el disparo. Los padres tampoco. Pilar sí, y nunca olvidará aquel ruido sordo”.
El accidente también fue objeto de recreación dramática en la 'tv movie' 'El Rey', repaso biográfico a la vida de Don Juan Carlos en la que Fernando Gil encarnó al monarca. Patrick Criado, encargado de darle vida en su infancia, protagonizaba la dura escena, también impensable en la televisión de otros tiempos. De hecho, cuando se produjo el accidente, la prensa española de la época lo abordó de puntillas. El suceso se produjo en la Semana Santa del 56, cuando los condes de Barcelona recibieron a sus dos hijos en Estoril, ciudad de su exilio, con motivo de las vacaciones. Según narran las crónicas de lo que aconteció, los dos infantes jugaban con un arma que un compañero de academia le había regalado al entonces jovencísimo Don Juan Carlos. Se trataba de una Long Automatic Star que Don Juan de Borbón quería guardar bajo llave. Creyendo que estaba descargada, Doña María de las Mercedes, madre de los dos adolescentes, permitió que jugasen con la pistola ante la insistencia de ambos.
Un disparo accidental provocó la muerte de Alfonso y, tal y como se recrea en la serie televisiva, Don Juan Carlos rompió en lágrimas al ver a su hermano abatido por una bala. Fue la embajada de España en Lisboa la encargada de comunicar la noticia en un escueto aviso del que la prensa se hizo eco con discreción. No se hizo autopsia ni tampoco se abrió ningún tipo de investigación. Según los libros de historia, Don Juan Carlos pasaría entonces por algunos de los momentos más duros de su vida y por una depresión que tardaría tiempo en superar. Desde 1992, el pequeño infante descansa en el Panteón de Infantes del monasterio del Escorial, como un miembro más de la Familia Real. El tema nunca había sido abordado en profundidad pero, seis décadas más tarde, ni siquiera el propio Don Juan Carlos teme rememorar el que muchos dicen que fue el peor trago de toda su vida.
Hasta hace poco, jamás se hablaba del tema en la prensa ni mucho menos en la Zarzuela. Sin embargo, el propio monarca se ha referido a su hermano en el reciente documental francés sobre su vida
Fue un Jueves Santo de 1956, un 29 de marzo, cuando la familia Borbón vivió una de sus peores tragedias. El Rey Juan Carlos, entonces un adolescente, sostenía una pistola en sus manos que se disparó accidentalmente y acabó ocasionando la muerte de Alfonso, su hermano menor. Hasta hace poco, jamás se hablaba del tema en la prensa ni mucho menos en la Zarzuela. El fallecimiento del pequeño era como un fantasma que era mejor dejar en el cajón del olvido. Sin embargo, ha sido el propio Don Juan Carlos el que, por primera vez, ha hablado de su hermano menor en el documental 'Yo, Juan Carlos, Rey de España', emitido el pasado 16 de febrero en la televisión francesa. “Lo echo mucho de menos, estábamos muy unidos, era muy simpático”; fueron las palabras que el Rey emérito dedicó a su hermano con un rostro visiblemente emocionado.
Así narraba el escritor y periodista Abel Hernández en su libro 'Despídete de tu madre. Y serás rey de España' el trágico momento: “Alfonsito se las arregla para comprar balas en una armería, sin sospechar que compraba su propia muerte (...). Pero el peligroso entretenimiento dura poco (...). Don Juan, muy enfadado, les quita la pistola y la esconde bajo llave en un cajón de su despacho (...). Piden insistentemente la pistola a Doña María. "No es para disparar, mami, solo para verla". Harta de tanto ruego, busca la llave del secreter en la chaqueta de su marido y se la da (...). La bala le entró a Alfonsito por la nariz y le alcanzó el cerebro(...). Margarita, a pesar de su finísimo oído, no oyó el disparo. Los padres tampoco. Pilar sí, y nunca olvidará aquel ruido sordo”.
El accidente también fue objeto de recreación dramática en la 'tv movie' 'El Rey', repaso biográfico a la vida de Don Juan Carlos en la que Fernando Gil encarnó al monarca. Patrick Criado, encargado de darle vida en su infancia, protagonizaba la dura escena, también impensable en la televisión de otros tiempos. De hecho, cuando se produjo el accidente, la prensa española de la época lo abordó de puntillas. El suceso se produjo en la Semana Santa del 56, cuando los condes de Barcelona recibieron a sus dos hijos en Estoril, ciudad de su exilio, con motivo de las vacaciones. Según narran las crónicas de lo que aconteció, los dos infantes jugaban con un arma que un compañero de academia le había regalado al entonces jovencísimo Don Juan Carlos. Se trataba de una Long Automatic Star que Don Juan de Borbón quería guardar bajo llave. Creyendo que estaba descargada, Doña María de las Mercedes, madre de los dos adolescentes, permitió que jugasen con la pistola ante la insistencia de ambos.
Un disparo accidental provocó la muerte de Alfonso y, tal y como se recrea en la serie televisiva, Don Juan Carlos rompió en lágrimas al ver a su hermano abatido por una bala. Fue la embajada de España en Lisboa la encargada de comunicar la noticia en un escueto aviso del que la prensa se hizo eco con discreción. No se hizo autopsia ni tampoco se abrió ningún tipo de investigación. Según los libros de historia, Don Juan Carlos pasaría entonces por algunos de los momentos más duros de su vida y por una depresión que tardaría tiempo en superar. Desde 1992, el pequeño infante descansa en el Panteón de Infantes del monasterio del Escorial, como un miembro más de la Familia Real. El tema nunca había sido abordado en profundidad pero, seis décadas más tarde, ni siquiera el propio Don Juan Carlos teme rememorar el que muchos dicen que fue el peor trago de toda su vida.
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