Durante los últimos años, Fermín
Mendicutre González ejerció como asesor de corbatas y complementos del
PP, cargo de confianza que le permitió una gran cercanía a los
principales dirigentes del Partido tras su desembarco en Génova
procedente de la Generalitat Valenciana en la que había desempeñado el
puesto de consejero de asuntos indumentarios durante la etapa de
Francisco Camps. “Paco era muy exigente y se preocupaba hasta el último
detalle de sus trajes siendo una auténtica pesadilla para los sastres a
los que obligaba a veces a acudir a horas intempestivas a su casa o a
los hoteles en los que se alojaba para ajustar una pinza o arreglarle la
caída de unos pantalones, era un cargo de mucha confianza y de gran
responsabilidad” comentaba hace unos días Mendicutre en su blog “Gang
Gang Style” en el que sigue dando consejos a los políticos de todos los
partidos sobre como vestir con elegancia y distinción
Tras su paso al sector privado, Mendicutre, que cuenta con miles de seguidores en la red, está escribiendo sus memorias tituladas “Los trajes nuevos del emperador”. En un adelanto del libro al que ha tenido acceso este diario el sastre valenciano de 48 años, que comenzó regentando una empresa familiar de confección a la medida en su ciudad natal, cuenta como accedió a su primer cargo gracias a la intermediación de Álvaro el Bigotes, cliente de su establecimiento. “Primero me llamaron para un cargo menor como asesor de calcetines, una tarea difícil pues muchos políticos valencianos eran adictos a los calcetines blancos y los había que acudían al parlament con sandalias y hasta en chancletas” escribe Mendicutre que cifra su ascensión a la consejería en la confianza que depositó en él el honorable president: “Un día pasó por mi despacho que estaba cerca del suyo para felicitarme por haber convencido al diputado Carrasclet para que prescindiera del chándal al menos en los actos oficiales y de paso me enseñó un muestrario de corbatas italianas que le había pasado Álvaro “Quiero regalarle media docena a Mariano por su cumpleaños- me dijo- pero tengo mis dudas ¿te parece demasiado atrevida esta verde con topos amarillos? Unos días después me comunicó el ascenso a la consejería de Asuntos Indumentarios de la que me ocupé hasta que estalló el caso Gürtel y Paco Camps me recomendó para un puesto similar en Génova”.
Cuenta Mendicutre que los primeros días en la sede madrileña del PP fueron un auténtico calvario: “incluso el mismo Rajoy solía llevar tomates en los calcetines, zapatos de rejilla y unos nudos de corbata que no hubiera aceptado ni un condenado a la horca con un mínimo de gusto”. Pero lo peor aún estaba por venir, la tragedia del sastre arreció cuando le encargaron que asesorase también a las féminas del partido: “Quitarle la peineta a la Cospedal o darle un poco de color y alegría a Fátima Báñez eran casi misiones imposibles, pero hice lo que pude”.
Hoy, como asesor independiente, Fermín Mendicutre propone una idea revolucionaria, vestir a los políticos de uniforme, así se acabaría con el desaliño indumentario y se fomentaría el igualitarismo democrático, y además la medida serviría para que los ciudadanos pudieran distinguir a primera vista a sus representantes y acercarse a ellos. “Serían unos uniformes discretos, nada de excesos como los de los antiguos procuradores en Cortes del franquismo, aunque quizás les pusiera, por lo menos a ellos, una gorra de plato para los actos más solemnes.”. Entre el rico anecdotario del libro, Mendicutre cuenta como se negó a asesorar al dictador libio El Gaddafi en una misión secreta encargada por la ONU y reproduce una felicitación de Camps “A mi amiguito del alma Fermín que me viste y me calza con cariño y esmero”. Los recuerdos se agolpan en las páginas de un libro que no tiene final feliz: “Desde que Bárcenas dejó la tesorería las cosas fueron cada vez peor, porque Luis siempre ha tenido un gusto exquisito y piensa como yo que la ética comienza por la estética aunque a veces se quede a mitad de camino”. Sobre sus relaciones con Mariano Rajoy el sastre valenciano apunta: “ Mariano es demasiado conservador, yo le aconsejé que comenzara a utilizar tonos pastel pero el prefiere seguir vistiendo como el empleado de una funeraria que siempre da malas noticias”
A día de hoy la consejería de asuntos indumentarios del PP está vacante. “ Se hablaba de Carromero para ocuparla pero parece que pasará a Transportes que es lo suyo” ha escrito Mendicutre en una de las últimas entradas de su blog.
Tras su paso al sector privado, Mendicutre, que cuenta con miles de seguidores en la red, está escribiendo sus memorias tituladas “Los trajes nuevos del emperador”. En un adelanto del libro al que ha tenido acceso este diario el sastre valenciano de 48 años, que comenzó regentando una empresa familiar de confección a la medida en su ciudad natal, cuenta como accedió a su primer cargo gracias a la intermediación de Álvaro el Bigotes, cliente de su establecimiento. “Primero me llamaron para un cargo menor como asesor de calcetines, una tarea difícil pues muchos políticos valencianos eran adictos a los calcetines blancos y los había que acudían al parlament con sandalias y hasta en chancletas” escribe Mendicutre que cifra su ascensión a la consejería en la confianza que depositó en él el honorable president: “Un día pasó por mi despacho que estaba cerca del suyo para felicitarme por haber convencido al diputado Carrasclet para que prescindiera del chándal al menos en los actos oficiales y de paso me enseñó un muestrario de corbatas italianas que le había pasado Álvaro “Quiero regalarle media docena a Mariano por su cumpleaños- me dijo- pero tengo mis dudas ¿te parece demasiado atrevida esta verde con topos amarillos? Unos días después me comunicó el ascenso a la consejería de Asuntos Indumentarios de la que me ocupé hasta que estalló el caso Gürtel y Paco Camps me recomendó para un puesto similar en Génova”.
Cuenta Mendicutre que los primeros días en la sede madrileña del PP fueron un auténtico calvario: “incluso el mismo Rajoy solía llevar tomates en los calcetines, zapatos de rejilla y unos nudos de corbata que no hubiera aceptado ni un condenado a la horca con un mínimo de gusto”. Pero lo peor aún estaba por venir, la tragedia del sastre arreció cuando le encargaron que asesorase también a las féminas del partido: “Quitarle la peineta a la Cospedal o darle un poco de color y alegría a Fátima Báñez eran casi misiones imposibles, pero hice lo que pude”.
Hoy, como asesor independiente, Fermín Mendicutre propone una idea revolucionaria, vestir a los políticos de uniforme, así se acabaría con el desaliño indumentario y se fomentaría el igualitarismo democrático, y además la medida serviría para que los ciudadanos pudieran distinguir a primera vista a sus representantes y acercarse a ellos. “Serían unos uniformes discretos, nada de excesos como los de los antiguos procuradores en Cortes del franquismo, aunque quizás les pusiera, por lo menos a ellos, una gorra de plato para los actos más solemnes.”. Entre el rico anecdotario del libro, Mendicutre cuenta como se negó a asesorar al dictador libio El Gaddafi en una misión secreta encargada por la ONU y reproduce una felicitación de Camps “A mi amiguito del alma Fermín que me viste y me calza con cariño y esmero”. Los recuerdos se agolpan en las páginas de un libro que no tiene final feliz: “Desde que Bárcenas dejó la tesorería las cosas fueron cada vez peor, porque Luis siempre ha tenido un gusto exquisito y piensa como yo que la ética comienza por la estética aunque a veces se quede a mitad de camino”. Sobre sus relaciones con Mariano Rajoy el sastre valenciano apunta: “ Mariano es demasiado conservador, yo le aconsejé que comenzara a utilizar tonos pastel pero el prefiere seguir vistiendo como el empleado de una funeraria que siempre da malas noticias”
A día de hoy la consejería de asuntos indumentarios del PP está vacante. “ Se hablaba de Carromero para ocuparla pero parece que pasará a Transportes que es lo suyo” ha escrito Mendicutre en una de las últimas entradas de su blog.
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