dilluns, 24 de desembre del 2012

Una asesora de Aguirre era del Comité de Auditoría de Bankia sin saber de contabilidad

Mercedes Rojo Izquierdo, consejera y miembro de la comisión de auditoría del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia, lo ignoraba casi todo sobre el mundo de las finanzas, por eso decidió hablar poco y poner su firma a cualquier papel que le pusieran delante, a cambio (eso sí) de cobrar 374.000 euros en dietas y otras retribuciones en el 2011.

El martes,abrigada con una gabardina de Fendi, acudió a declarar ante el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. La dama está imputada en el llamado caso Bankia y, cuando el juez le pidió explicaciones sobre posibles irregularidades en la fusión y salida a bolsa de la entidad, Mercedes Rojo confesó sin apenas vergüenza su incapacidad para dárselas.

Ella le aclaró que empezó a estudiar Farmacia, pero que de finanzas no tenía ni repajolera idea. El juez no daba crédito a que, con tan escaso bagaje, hubiera sido propuesta por Caja Madrid como consejera del BFA, y que encima la nombraran para su comisión de auditoría, donde no se recetan aspirinas, aunque sus cuentas producen dolores de cabeza. Cuando el magistrado le preguntó por su reacción ante la  reformulación de las cuentas de Bankia del año pasado, se limitó a decir que se quedó sorprendida, pero que, en realidad, no entendía nada y que, técnicamente, no estaba capacitada para dar ninguna explicación.

La declaración de la consejera resultó surrealista. El juez abría los ojos constantemente como si recordara a Nietzsche: “Lo más difícil de comprender por los hombres es su ignorancia con respecto a ellos mismos”. ¿Cómo pudo una dama tan poco preparada en asuntos económicos sentarse a la mesa de la comisión de auditoría, sobre la que la investigación penal está centrando sus pesquisas acerca de la salida a bolsa de Bankia? Por puro nepotismo.


Los únicos méritos de Rojo eran haber sido secretaria de Esperanza Aguirre, de la que fue más tarde asesora y, finalmente, responsable de la agenda de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Fue un acto de irresponsabilidad de su jefa recomendar a una persona sin la preparación necesaria y de insensatez por parte de ella al aceptar un cargo para el que no estaba capacitada.


Produce indignación ver cómo se han gestionado entidades que han acabado necesitando el rescate del Estado y que han sido instrumentos políticos usados con total impunidad. El llamado caso Bankia no ha hecho más que empezar, pues las comparecencias recién iniciadas seguirán hasta Navidades. El juez tomará declaración a 33 imputados, pero también a responsables políticos y altos ejecutivos en calidad de testigos. Preparémonos a enrojecer de rabia y de impotencia ante lo que nos espera.