dimarts, 25 de desembre del 2012

La derecha española sigue anclada en el Antiguo Régimen (un article d'Enric Sopena)

El principal tabú de la derecha española es el franquismo.  La sombra del dictador sigue proyectándose con fuerza inusitada. Y es -para los conservadores- intocable. La BBC ha puesto estos días el dedo en la llaga. En primer lugar, denunció la pésima gestión de dirigentes  populares valencianos como Francisco Camps y Carlos Fabra. En segundo lugar, ha demostrado el auge de la extrema derecha en la Comunidad Valenciana.
Federico Trillo-Figueroa y Martínez-Conde, actual embajador de España en el Reino Unido, protestó ante los responsables de la BBC por haber desprestigiado a la región valenciana subrayando el papel nefasto de Camps y Fabra (Carlos). Se creyó Trillo, siendo como es un patriota tan rancio como ejerciente, que debía defender a España en Gran Bretaña.
El neofranquismo
Desde la  BBC no le hicieron  caso alguno. Trillo se equivocó creyendo tal vez que la cadena pública  británica era como la TVE del PP. ELPLURAL.COM ha informado ampliamente de este suceso que retrata hasta qué punto la derecha española sigue, en buena parte, anclada en el Antiguo Régimen. O sea, en el neofranquismo.
De casta le viene al galgo
No en vano, el padre del hoy embajador fue un militar de alta graduación  en el Ejército del Generalísimo Franco, letrado de la Organización Sindical [el Sindicato vertical], gobernador civil y jefe provincial del Movimiento en varias provincias. De casta, pues, le viene al galgo. Su adoración por el ya difunto Manuel Fraga Iribarne, fundador de AP/PP,  era muy conocida y no la ocultaba. Por cierto, Fraga también fue embajador de España en el Reino Unido durante el tardo franquismo.
El jurista popular
El jurista popular con mejores tentáculos en el ámbito judicial ha sido, a lo largo de muchos años, Trillo. Es comprensible que se indignara viendo en Londres los ataques de la BBC a Camps y a Carlos Fabra. Camps y él  mantienen unas relaciones muy estrechas. Trillo le ayudó a Camps enormemente como abogado y como amigo.
¿Conducta delictiva?
Trillo impulsó la caída de Baltasar Garzón, lo que beneficiaba a los chorizos de la Gürtel.  En cuanto a Fabra, no movió un dedo, que se sepa, para investigar si su conducta estaba siendo delictiva.  Trillo no defendía la justicia, sino que velaba con el ojo avizor por determinados intereses espurios del Partido Popular.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM